Verde Domingo XXVI del Tiempo Ordinario [Se omite la Memoria de Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia] MR, p. 438 (436) / Lecc. II. p. 65 / LH 2a. Semana Salterio
Otros santos: Romano "el Cantor", diácono. Beata Cecilia Eusepi, laica.
Por ser mes del Rosario. Se gana indulgencia plenaria rezando el Rosario de la Bienaventurada Virgen María en la iglesia u oratorio, o en familia o en la comunidad religiosa
(Enchiridion indulgentiarum, Normas N° 17).
(Enchiridion indulgentiarum, Normas N° 17).
UN PLAZO SALUDABLE
Ez 18, 25-28; Flp 2, 1-11; Mt 21, 28-32
El profeta Ezequiel entendió antes que otros profetas, la importancia de la responsabilidad personal. Ninguna persona debe cargar con los méritos o errores de sus antepasados. Más aún, comprendió que Dios no anda a la caza de los pecadores, sino que es justo y misericordioso a la vez y se complace en perdonar. La generación que padeció las consecuencias del destierro cuestionaba la paciencia excesiva de Dios hacia sus antepasados y la inflexibilidad que había mostrado hacia los desterrados. Para el profeta Ezequiel algo está más que claro, Dios quiere la vida y no la muerte para sus fieles; por eso mismo, espera pacientemente que sus hijos recapaciten. En la parábola evangélica, el Señor Jesús nos comparte su valoración sobre el ministerio de su maestro Juan Bautista: los dirigentes de Israel y cuantos se creían expertos en las cosas de Dios, se resistieron a creer, mientras que los que cargaban con estigmas sociales se dieron una oportunidad para rehacer su vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA Dn 3, 31. 29. 30. 43. 42
Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo, porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus mandatos; pero haz honor a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa misericordia.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que manifiestas tu poder de una manera admirable sobre todo cuando perdonas y ejerces tu misericordia, multiplica tu gracia sobre nosotros, para que, apresurándonos hacia lo que nos prometes, nos hagas partícipes de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Cuando el pecador se arrepiente, salva su vida.
Del libro del profeta Ezequiel: 18, 25-28
Esto dice el Señor: "Si ustedes dicen: 'No es justo el proceder del Señor', escucha, casa de Israel: ¿Conque es injusto mi proceder? ¿No es más bien el proceder de ustedes el injusto?
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere; muere por la maldad que cometió. Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo y practica la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se aparta de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere; muere por la maldad que cometió. Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo y practica la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se aparta de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 24, 4bc-5. 6-7. 8-9.
Del salmo 24, 4bc-5. 6-7. 8-9.
R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos. R/.
SEGUNDA LECTURA
Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 1-11
Hermanos: Si alguna fuerza tiene una advertencia en nombre de Cristo, si de algo sirve una exhortación nacida del amor, si nos une el mismo Espíritu y si ustedes me profesan un afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo todos una misma manera de pensar, un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma.
Nada hagan por espíritu de rivalidad ni presunción; antes bien, por humildad, cada uno considere a los demás como superiores a sí mismo y no busque su propio interés, sino el del prójimo. Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.
Cristo, siendo Dios, no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló así mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Nada hagan por espíritu de rivalidad ni presunción; antes bien, por humildad, cada uno considere a los demás como superiores a sí mismo y no busque su propio interés, sino el del prójimo. Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.
Cristo, siendo Dios, no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló así mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 27
R/. Aleluya, aleluya.
R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.
EVANGELIO
El segundo hijo se arrepintió y fue. - Los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el Reino de Dios.
Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 28-32
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'. Él le contestó: 'Ya voy, señor', pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió: 'No quiero ir', pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?". Ellos le respondieron: "El segundo".
Entonces Jesús les dijo: "Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Entonces Jesús les dijo: "Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda santos y numerosos ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de ser justos e infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad de la familia humana, roguemos al Señor.
Para que los que buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, descansen contemplándola, roguemos al Señor.
Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en el pecado y nos libre de una muerte imprevista, roguemos al Señor.
Dios nuestro, siempre dispuesto a acoger a los publicanos y pecadores que se convierten y se proponen actuar con justicia y con bondad, escucha las oraciones de tu pueblo y danos un sincero espíritu de penitencia, para que, teniendo los sentimientos propios de Cristo, podamos alcanzar la paz y el perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de ser justos e infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad de la familia humana, roguemos al Señor.
Para que los que buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, descansen contemplándola, roguemos al Señor.
Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en el pecado y nos libre de una muerte imprevista, roguemos al Señor.
Dios nuestro, siempre dispuesto a acoger a los publicanos y pecadores que se convierten y se proponen actuar con justicia y con bondad, escucha las oraciones de tu pueblo y danos un sincero espíritu de penitencia, para que, teniendo los sentimientos propios de Cristo, podamos alcanzar la paz y el perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Dios misericordioso, que nuestra ofrenda te sea aceptable y que por ella quede abierta para nosotros la fuente de toda bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 118, 49-50
Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu siervo, ella me infunde esperanza y consuelo en mi dolor.
O bien.. 1 Jn 3, 16
En esto, hemos conocido lo que es el amor de Dios: en que dio su vida por nosotros. Por eso también nosotros debemos dar la vida por los hermanos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este misterio celestial renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de aquel cuya muerte, al anunciarla, la hemos compartido. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La parábola evangélica de los dos hijos exhibe la falsa espiritualidad de quienes gustan de vivir en el mundo de las apariencias. Quien no sabe decir no y pronuncia un "sí" de los dientes para afuera, podrá engañar una vez, pero no más. Más temprano que tarde quedan patentes nuestras excusas y mentiras. En la relación con Dios no funcionan las declaraciones diplomáticas ni la falsa obediencia. Por un cierto tiempo podemos engañar a los demás, pero es imposible engañarnos a nosotros mismos y mucho menos engañar a Dios. El Señor Jesús no soportaba la hipocresía ni la doble moral que practicaban muchos escribas y fariseos en Israel. Quienes nos declaramos creyentes dispuestos a obedecer a Dios en el ámbito de las celebraciones sacramentales, sin hacer el debido esfuerzo para cumplir lo que prometemos, pecamos de ingenuidad. Dios nos conoce y no se entusiasma por nuestras promesas vanas.
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