domingo, 28 de marzo de 2021

Papa Francisco sugiere imitar a la Virgen María en el “Vía Crucis cotidiano”

Al finalizar la Misa del Domingo de Ramos, el Papa Francisco dirigió el rezo del Ángelus este 28 de marzo desde la Basílica de San Pedro en el que sugirió imitar la compasión de la Virgen María en el “Vía Crucis cotidiano”.

El Santo Padre destacó que hemos entrado en la Semana Santa y que “por segunda vez la vivimos en el contexto de la pandemia” y agregó “el año pasado estábamos más conmocionados, este año estamos más probados. Y la crisis económica se ha hecho más pesada”.

“En esta situación histórica y social, ¿qué hace Dios? Toma la cruz. Jesús toma la cruz, es decir, asume el peso del mal que implica dicha realidad, el mal físico, el psicológico y sobre todo el mal espiritual, porque el maligno aprovecha las crisis para sembrar la desconfianza, la desesperación y la cizaña”, advirtió el Papa.

En esta línea, el Santo Padre preguntó: “¿Y nosotros? ¿Qué debemos hacer?” y respondió “nos lo muestra la Virgen María, la Madre de Jesús, que es también su primera discípula. Ella siguió a su Hijo. Ella asumió su propia cuota de sufrimiento, de oscuridad, de desconcierto, y recorrió el camino de la pasión, manteniendo la lámpara de la fe encendida en su corazón”.

“Con la gracia de Dios, nosotros también podemos hacer este camino. Y, a lo largo del Vía Crucis cotidiano, nos encontramos con los rostros de tantos hermanos y hermanas en dificultad: no pasemos de largo, dejemos que nuestro corazón se mueva a compasión y acerquémonos”, pidió el Papa.

Por último, el Santo Padre reconoció que “en este momento, como el Cireneo, podemos pensar: ‘¿Por qué justamente yo?’. Pero luego descubriremos el don que, sin merecerlo, se nos ha concedido”.

“Que nos ayude la Virgen, que siempre nos precede en el camino de la fe”, afirmó el Papa, y después dirigió el rezo del Ángelus en latín.

(publicado en ACIPRENSA)

jueves, 18 de marzo de 2021

El Papa Francisco ofrece este consejo para cuando se pierden las ganas de rezar

 En aquellas situaciones en que el fiel cristiano siente decaer su vida interior, pierde la capacidad de rezar, o convierta la oración en una rutina vacía, el Papa Francisco sugiere recurrir al Espíritu Santo: “Llamad al Espíritu, continuamente, para que esté presente en nuestra vida”.

Durante la Audiencia General presidida este miércoles 17 de marzo en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre explicó que “muchas veces sucede que no rezamos, que no tenemos ganas de rezar, o no sabemos, o rezamos como papagayos, con la boca, pero con el corazón alejado”.

“Ese es el momento de decirle al Espíritu: ‘Ven, ven Espíritu Santo, calienta mi corazón. Ven. Enséñame a rezar. Enséñame a mirar al Padre, a mirar al Hijo. Enséñame cómo es el camino de la fe. Enséñame cómo amar. Y, sobre todo, enséñame a tener una actitud de esperanza’”.

El Pontífice concluyó este miércoles la serie de catequesis sobre la oración y se centró en la relación con la Santísima Trinidad, “particular con el Espíritu Santo”.

Francisco señaló que “el primer don de toda existencia cristiana es el Espíritu Santo. No es uno de los muchos dones, sino el Don fundamental. El Espíritu es el Don que Jesús prometió enviarnos. Sin el Espíritu no hay relación con Cristo y con el Padre. Porque el Espíritu abre nuestro corazón a la presencia de Dios y lo atrae a ese ‘torbellino’ de amor que es el corazón mismo de Dios”.

“En nosotros”, continuó el Papa, “habita el Espíritu Santo; es Él quien nos transforma en lo profundo y nos hace experimentar la alegría conmovedora de ser amados por Dios como verdaderos hijos”.

De hecho, “todo el trabajo espiritual dentro de nosotros hacia Dios lo hace el Espíritu Santo. Este Don trabaja en nosotros para llevar adelante nuestra vida cristiana hacia Dios con Jesús”.

El Espíritu Santo “nos ‘recuerda’ a Jesús y lo hace presente en nosotros. Podemos decir que es nuestra memoria trinitaria. Es la memoria de Dios en nosotros. Nos recuerda. Hace presente a Jesús para que no se reduzca a un personaje del pasado. Es decir, el Espíritu trae al presente a Jesús en nuestra conciencia. Si Cristo estuviera tan solo lejano en el tiempo, nosotros estaríamos solos y perdidos en el mundo”.

Por medio del Espíritu Santo “a los cristianos de todo tiempo y lugar se les abre la posibilidad de encontrar a Cristo. No recordarlo únicamente como un personaje histórico, no. Él atrae a Cristo a nuestro corazón y es el Espíritu el que hace nuestro encuentro con Cristo”.

“Él no está distante, está con nosotros: todavía educa a sus discípulos transformando su corazón, como hizo con Pedro, con Pablo, con María Magdalena, con todos los apóstoles. Pero ¿por qué está presente Jesús? Porque el Espíritu lo trae a nosotros”.

La acción del Espíritu Santo en la vida de oración de quien lo invoca es una experiencia “que han vivido muchos orantes: hombres y mujeres que el Espíritu Santo ha formado según la ‘medida’ de Cristo, en la misericordia, en el servicio, en la oración, en la catequesis… Es una gracia poder encontrar personas así: nos damos cuenta que en ellos late una vida diferente, su mirada ve ‘más allá’”.

El Papa Francisco resaltó que el Espíritu Santo no actúa únicamente “en los monjes, en los eremitas; se encuentra también entre la gente común, gente que ha tejido una larga vida de diálogo con Dios, a veces de lucha interior, que purifica la fe. Estos testigos humildes han buscado a Dios en el Evangelio, en la Eucaristía recibida y adorada, en el rostro del hermano en dificultad, y custodian su presencia como un fuego secreto”.

Por ello, “la primera tarea de los cristianos es precisamente mantener vivo este fuego, que Jesús ha traído a la tierra, es decir el Amor de Dios, el Espíritu Santo. Sin el fuego del Espíritu las profecías se apagan, la tristeza suplanta la alegría, la costumbre sustituye al amor, el servicio se transforma en esclavitud”.

El Pontífice comparó la acción del Espíritu Santo con “la lámpara encendida junto al tabernáculo, donde se conserva la Eucaristía. También cuando la iglesia se vacía y cae la noche, también cuando la iglesia está cerrada, esa lámpara permanece encendida, continúa ardiendo: no la ve nadie, pero arde ante el Señor. Así es el Espíritu en nuestro corazón. Siempre presente, como en aquella lámpara”.

El Papa Francisco concluyó su catequesis: “No lo olvidemos. El Espíritu está presente en nosotros. Escuchemos al Espíritu, llamemos al Espíritu. Es el Don, es el regalo que Dios nos ha hecho”.

AUDIO - QUINTO DOLOR Y GOZO DE SAN JOSÉ


 

viernes, 12 de marzo de 2021

AUDIO - PASO A PASO Y POCO A POCO...

 


Canción con oración del Papa Francisco a San José



El equipo del Centro Magdala, establecido en la tierra de Santa María Magdalena (Israel), lanzó este 10 de marzo la canción “Salve, José”, compuesta en base a la oración con la que el Papa Francisco culmina su carta apostólica Patris corde.

El Santo Padre publicó Patris corde el 8 de marzo de 2020, con ocasión de los 150 años de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia universal.

Ese mismo día, el Papa convocó el Año de San José, que culminará el 8 de diciembre de 2021, y durante el cual los fieles podrán obtener indulgencias.

En la oración el Santo Padre alienta a pedirle a San José: “Muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida. Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal”.

La oración fue adaptada musicalmente por Luis Meseguer Mira y es cantada por Cristina Messanet.

El P. Juan Solana, director del Centro Magdala, que dirige en estos días una peregrinación virtual por Tierra Santa, alentó a que “hagamos de este canto y de esta oración como nos enseña el Papa y así pedimos por toda la Iglesia y por todo el mundo”.

(publicado en ACIPRENSA)

viernes, 5 de marzo de 2021

Comienza un viaje histórico: El Papa Francisco parte rumbo a Irak

El Papa Francisco se encuentra ya camino de Irak para emprender el 33º Viaje Apostólico de su Pontificado. El avión, un A330 operado por Alitalia, que traslada al Santo Padre y a la comitiva Pontificia despegó del aeropuerto de Roma-Fiumicino a las 07:45 (hora local).

El vuelo AZ4000 tiene como destino la capital iraquí, Bagdad, donde se espera que aterrice a las 02:00 p.m. (hora local de Irak) después de 4 horas y 30 minutos de vuelo y de recorrer 2.947 kilómetros. En el trayecto, el avión sobrevolará Grecia, Chipre, Israel y Jordania.

Se trata del primer viaje del Papa desde el inicio de la pandemia de coronavirus ya que, por motivos sanitarios, el Vaticano decidió suspender todos los viajes internacionales del Pontífice. El último viaje apostólico del Santo Padre fue a Tailandia y a Japón, del 19 al 26 de noviembre de 2019.

Al despegar, el Papa envió un telegrama al presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, en el que señala que “en el momento en que dejo Roma para dirigirme a Irak como peregrino de paz y de fraternidad entre los pueblos, le dirijo a usted, señor presidente, mu deferente saludo, que acompaño con fervientes deseos de serenidad y prosperidad para el querido pueblo italiano”.

Como es costumbre, el Pontífice se trasladó ayer, jueves 4 de marzo, desde su residencia en Casa Santa Marta a la basílica de Santa María la Mayor para encomendar a la Salus Populi Romani (Protectora del pueblo romano) este viaje.

El Obispo de Roma se quedará en Irak hasta el próximo lunes 8 de marzo. A lo largo de estos días visitará la capital, Bagdad; la patria de Abraham, Ur; las ciudades “mártir” de Qaraqosh y Mosul, marcadas por la violencia de Estado Islámico; y la capital del Kurdistán iraquí, Erbil.

En el programa del viaje está previsto un encuentro con las autoridades políticas y religiosas del país. Entre los momentos más esperados está el encuentro con Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y catequistas el viernes 5 de marzo en la catedral siro-católica de “Nuestra Señora de la Salvación”.

También hay una especial expectación hacia el encuentro el sábado 6 de marzo con el Gran ayatollá Sayyid Ali Husaini Sistani, máxima autoridad de los musulmanes chiíes, en Nayaf. Ese mismo día, en la ciudad de Ur, patria de Abraham, el Papa participará en un encuentro interreligioso.

Pero los momentos más esperados de este viaje serán los encuentros con los cristianos locales. El domingo 7 de marzo se encontrará en la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Qaraqosh con los cristianes de la llanura de Nínive.

Ese mismo día se trasladará también a Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, donde celebrará la Santa Misa en el estadio “Franso Hariri”.

Ese mismo jueves 4 de marzo, la Santa Sede difundió también un mensaje de video del Papa en el que señaló que acude a Irak como peregrino penitente, de paz y de esperanza y agradeció el testimonio de los cristianos de esta “Iglesia mártir”.

“Voy como peregrino, como peregrino penitente para implorar al Señor el perdón y la reconciliación después de años de guerra y terrorismo, para pedirle a Dios el consuelo de los corazones y la curación de las heridas”, afirmó el Pontífice.

(Publicado en ACIPRENSA)

AUDIO - LA BUENA Y LA MALA BABA


 

Alegría en el corazón de Dimas

Hemos entrado en Cuaresma, tiempo de preparación para celebrar la Semana Santa, con la Pascua cristiana: el triunfo de Cristo, después de su...