lunes, 28 de febrero de 2022

Papa Francisco reza todos los días a esta advocación de la Virgen María

El Papa Francisco posee un pequeño icono ucraniano de la Señora de la Ternura, de gran tradición entre los ucranianos. Lo "conservo con especial veneración. Le rezo todos los días”, aseguró. 

Así lo afirmó ante seminaristas y sacerdotes del Pontificio Colegio Ucraniano de Roma, a los cuales recibió en audiencia en noviembre de 2017 con motivo de los 85 años de su construcción impulsada por el Papa Pio XI.

El Papa Francisco explicó que el icono fue un regalo del Arzobispo Mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana “cuando estábamos en Buenos Aires. Cuando vine aquí, a Roma, pedí que me lo trajeran”.

Durante ese encuentro con los sacerdotes y seminaristas, el Papa Francisco les invitó a abrirse al Evangelio, a poner la mirada en horizonte amplios para convertirse en “verdaderos pastores de su comunidad”, y contribuir así a la paz y a la justicia en Ucrania, afectada por la guerra desde hace años, donde deberán regresar tras finalizar sus estudios.

Por otro lado, el Papa se refirió al origen del Colegio Ucraniano de Roma, que se construyó para “proporcionar a los fieles provenientes de zonas de sufrimiento o persecución un lugar en Roma donde sentirse como hijos amados y vivir en una casa en la que puedan crecer preparándose para la misión apostólica como diáconos y sacerdotes”.

El Papa Francisco recordó cómo “en los últimos años de su pontificado, Pío XI debió afrontar muchos desafíos, a pesar de lo cual siempre llevó su voz con fortaleza en la defensa de la fe, de la libertad de la Iglesia y de la dignidad trascendente de toda persona humana”.

“Condenó con claridad, mediante discursos y cartas, las ideologías ateas e inhumanas que ensangrentaron el siglo XX. Del mismo modo, indicó a la Iglesia el camino maestro del Evangelio, poniéndolo en práctica en la búsqueda de la justicia social, dimensión imprescindible para el rescate plenamente humano de los pueblos y de las naciones”, destacó el Papa. 

Además les invitó a “estudiar la Doctrina social de la Iglesia y mantener el discernimiento y el juicio sobre la realidad social en la cual estarán llamados a trabajar”.

“También en nuestros días el mundo está herido por las guerras y la violencia. En particular, en vuestra querida nación ucraniana, de la cual proceden y a la cual regresarán tras finalizar vuestros estudios en Roma, se experimenta el drama de la guerra que generan grandes sufrimientos, sufrimientos que, sobre todo en las zonas afectadas por el conflicto, se agravarán con la llegada del invierno”, subrayó. 

En Ucrania, señaló el Papa Francisco, “es fuerte la aspiración de justicia y paz que ponga fin a toda forma de prevaricación, corrupción social o política de las cuales los pobres son siempre los principales perjudicados”.

A los sacerdotes y seminaristas presentes durante ese encuentro les recordó que “amando y anunciando la Palabra se convertirán en verdaderos pastores de la comunidad que se os ha confiado, y esa será la lámpara que ilumine vuestro corazón y vuestra casa”.

“Desde la colina del Gianicolo, donde se encuentra el Colegio, podéis disfrutar de un bellísimo panorama de Roma, y tal vez, hace unos días, pudisteis contemplar el arcoíris tras el temporal, cuando el sol atravesaba las nubes más espesas. De ese modo os invito a actuar, de modo que vuestro corazón se abra siempre hacia horizontes más amplios hasta abarcar el mundo entero, por donde muchos hijos e hijas de Ucrania se han esparcido en el transcurso de los siglos”, aseguró.

“Amen y custodien sus tradiciones, pero siempre evitando toda forma de sectarismo –exhortó–. Custodien siempre, en vuestro país y fuera, el sueño de la Alianza entre Dios y la humanidad, los puentes que, como el arco de luces sobre las nubes, reconcilien el cielo con la tierra y reclamen a los hombres que no paren nunca de aprender a amarse y a respetarse, abandonando las armas, las guerras y toda forma de abusos”, concluyó.

(publicado en ACIPRENSA)

martes, 22 de febrero de 2022

El Papa Francisco explica cómo se puede "amar a quien nos hace mal" y "poner la otra mejilla"

Al reflexionar en el Evangelio de este domingo 20 de febrero en el que Jesús alienta amar a los enemigos, el Papa Francisco dijo aún hoy es posible amar "a quien nos hace mal" y "poner la otra mejilla".

En el habitual rezo del Ángelus dominical desde la Plaza de San Pedro, el Papa dijo que en el pasaje del Evangelio de San Lucas, Cristo da “algunas indicaciones fundamentales de vida” para los momentos más difíciles.

"¿Es posible que una persona llegue a amar a los propios enemigos? Si dependiera solo de nosotros, sería imposible. Pero recordemos que, cuando el Señor pide algo, quiere darlo. Nunca el Señor nos pide algo que no ha dado antes. Cuando me dice que ame a los enemigos, quiere darme la capacidad de hacerlo. Sin esa capacidad, no podremos", añadió el Papa.

Recordó la oración de San Agustín escrita en el libro de las Confesiones “Señor, da lo que mandas y manda lo que quieras” y alentó a pedir a Dios “la fuerza de amar que es el Espíritu Santo y con el Espíritu de Jesús podemos responder al mal con el bien, podemos amar a quien nos hace mal. Así hacen los cristianos”.

“Pensemos en una persona que nos ha hecho mal. Cada uno piense en una. Es común que hemos recibido el mal de alguno, pensemos en esa persona, quizá hay rencor dentro de nosotros. Entonces, a este rencor acercamos la imagen de Jesús, manso, durante su proceso, después de la bofetada. Y después pidamos al Espíritu Santo que actúe en nuestro corazón”, invitó el Papa.

En el Evangelio, “el Señor se refiere a las situaciones más difíciles, las que constituyen para nosotros el banco de pruebas, las que nos ponen frente a quien es nuestro enemigo y hostil, a quien busca siempre hacernos mal. En estos casos el discípulo de Jesús está llamado a no ceder al instinto y al odio, no ceder, sino a ir más allá, mucho más allá, ir más allá del instinto, ir más allá del odio”, indicó.

“Parece que el Señor pide lo imposible”, dijo y recordó la actitud que Jesucristo tuvo durante la pasión “en su injusto proceso”.

“Poner la otra mejilla no significa sufrir en silencio, ceder a la injusticia. Jesús con su pregunta denuncia lo que es injusto. Pero lo hace sin ira ni violencia, es más, con gentileza. No quiere desencadenar una discusión, sino calmar el rencor”, señaló.

“Esto es importante: apagar juntos el odio y la injusticia, tratando de recuperar al hermano culpable. No es fácil esto, pero Jesús lo hizo y nos dice que lo hagamos también nosotros”, indicó.

“Poner la otra mejilla no es el repliegue del perdedor, sino la acción de quien tiene una fuerza interior más grande, poner la otra mejilla es vencer el mal con el bien, que abre una brecha en el corazón del enemigo, desenmascarando lo absurdo de su odio. Esta actitud, este poner la otra mejilla no está dictado por el cálculo, por el odio, sino el amor”, afirmó el Papa.

El Santo Padre destacó que “el amor gratuito e inmerecido que recibimos de Jesús el que genera en el corazón un modo de hacer semejante al suyo, que rechaza toda venganza” en cambio “nosotros estamos acostumbrados a la venganza… a guardar en el corazón el rencor, que hace mal, destruye a las personas”.

Explicó que “rezar por quien nos ha tratado mal es lo primero para transformar el mal en bien” y rezó para “que la Virgen María nos ayude a ser constructores de paz hacia todos, sobre todo hacia quien es hostil con nosotros y no nos gusta”.

Evangelio del domingo 20 de febrero de 2022
San Lucas 6, 27-38

27«Pero yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien,28bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen.29Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica.30A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames.31Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente.32Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman.33Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto!34Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente.35Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los ingratos y los perversos.36«Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo.37No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.38Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.»

(publicado en ACIPRENSA)

viernes, 18 de febrero de 2022

AUDIO - SÓLO EL AMOR SABE GANAR PERDIENDO


 

Papa concluye serie de catequesis sobre San José con esta oración

El Papa Francisco concluyó su serie de catequesis sobre San José este miércoles 16 de febrero y aconsejó rezar a San José por "la Iglesia que sufre y que está en la prueba".

Al finalizar en la Audiencia General su catequesis dedicada a “San José patrono de la Iglesia”, el Pontífice invitó a imitar el ejemplo del padre de Jesús y a rezar la oración que escribió en la Carta apostólica Patris corde, para encomendar “nuestras intenciones y, de forma especial, la Iglesia que sufre y que está en la prueba”.

Además, el Papa invitó a rezar a San José para que “nos proteja de todos los ataques del maligno para que, dentro de la comunión de la Iglesia, permanezcamos siempre fieles en nuestro amor a Jesús y a María”.

En esta línea, el Santo Padre invitó a “pedir la intercesión de San José precisamente en los momentos más difíciles de sus vidas y de sus comunidades”.

“Allí donde nuestros errores se convierten en escándalo, pidamos a San José tener la valentía de hacer verdad, de pedir perdón y empezar de nuevo humildemente”.

“Allí donde la persecución impide que el Evangelio sea anunciado, pidamos a San José la fuerza y la paciencia de saber soportar abusos y sufrimientos por amor al Evangelio”.

“Allí donde los medios materiales y humanos escasean y nos hacen experimentar la pobreza, sobre todo cuando estamos llamados a servir a los últimos, los indefensos, los huérfanos, los enfermos, los descartados de la sociedad, recemos a San José para que haya para nosotros Providencia”, exhortó el Papa.

A continuación, la oración a San José que el Papa invitó a todos a rezar:

“Salve, custodio del Redentor

y esposo de la Virgen María.

A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros

y guíanos en el camino de la vida.

Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal. Amén”.

(publicado en ACIPRENSA)

miércoles, 9 de febrero de 2022

Papa Francisco: Con Jesús se navega por el mar de la vida sin miedo

Durante el rezo del Ángelus dominical este 6 de febrero, el Papa Francisco alentó a imitar al apóstol Pedro para abrir con generosidad las puertas de nuestra vida al Señor y anunciar el Evangelio al mundo.

Al comentar el pasaje del Evangelio de San Lucas en el que Jesús sube a la barca de San Pedro en las orillas del Mar de Galilea después de una mala noche de pesca, el Papa alentó a responder con confianza a Dios y a no dejarnos llevar por el desánimo.

“Lo mismo ocurre con nosotros: si acogemos al Señor en nuestra barca, podemos ir mar adentro. Con Jesús se navega por el mar de la vida sin miedo, sin ceder a la decepción cuando no se pesca nada, y sin ceder al ‘no hay nada más que hacer’”, advirtió.

En esta línea, el Santo Padre invitó a recordar que “Dios no quiere un crucero, le basta con una pobre barca ‘destartalada’, siempre que lo acojamos…” y añadió “eso sí, acogerlo, no interesa cuál barca, pero sí el acogerlo”.  

“Esto es lo que le gusta hacer al Señor, el Señor de las sorpresas, de los milagros en las sorpresas: subir a la barca de nuestra vida cuando no tenemos nada que ofrecerle; entrar en nuestros vacíos y llenarlos con su presencia; servirse de nuestra pobreza para proclamar su riqueza, de nuestras miserias para proclamar su misericordia”, explicó el Papa.

De este modo, el Santo Padre animó a cuestionarnos: “¿Lo dejamos entrar en la barca de nuestras vidas? ¿Ponemos a su disposición lo poco que tenemos?” y señaló que “a veces nos sentimos indignos de Él porque somos pecadores. Pero esta es una excusa que no le gusta al Señor, porque lo aleja de nosotros”.

Luego, el Papa recordó que el Señor “es el Dios de la cercanía, de la compasión, de la ternura y no busca el perfeccionismo, sino que busca la acogida” y agregó: “También a ti te dice: ‘Déjame subir a la barca de tu vida, tal como es’”.

“Siempre, tanto en la vida personal como en la vida de la Iglesia y de la sociedad, se puede hacer algo que sea hermoso y valiente. Siempre. Siempre podemos volver a empezar, el Señor siempre nos invita a volver a ponernos en juego porque Él abre nuevas posibilidades”, dijo el Papa.

Además, el Santo Padre subrayó que el hecho de que “Jesús sube a la barca de Simón para enseñar” es una invitación para nosotros también porque “cada día la barca de nuestra vida abandona la orilla de nuestro hogar para adentrarse en el mar de las actividades cotidianas; cada día intentamos ‘pescar mar adentro’, cultivar sueños, llevar adelante proyectos, vivir el amor en nuestras relaciones”.

Sin embargo, el Papa reconoció que “a menudo, como Pedro, experimentamos la ‘noche de las redes vacías’, la decepción de esforzarse tanto y no ver los resultados deseados” y exclamó: “¡Cuántas veces también nosotros nos quedamos con una sensación de derrota, mientras la decepción y la amargura surgen en nuestros corazones!”.

“¿Qué hace entonces el Señor? Elige subirse a nuestra barca. Desde allí quiere anunciar el Evangelio al mundo. Precisamente esa barca vacía, símbolo de nuestra incapacidad, se convierte en la ‘cátedra’ de Jesús, en el ‘púlpito’ desde el que proclama la Palabra”, señaló.

En este sentido, el Santo Padre destacó la generosidad y la confianza en Jesús de Pedro que “no se apoya en las estrategias de los pescadores, que conocía bien, sino en la novedad de Jesús. Ese asombro que lo movía a hacer lo que Jesús quería”.

“Aceptemos, pues, la invitación: ahuyentemos el pesimismo y la desconfianza y entremos mar adentro con Jesús. Incluso nuestra pequeña barca vacía será testigo de una pesca milagrosa”, concluyó el Papa.

A continuación, el Evangelio comentado por el Papa Francisco:

San Lucas 5, 1-11

1Estaba él a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios,2cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes.3Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre.4Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.»5Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes.»6Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse.7Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.8Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.»9Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado.10Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres.»11Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.

(publicado en ACIPRENSA)

AUDIO - LAS MIGAJAS


 

jueves, 3 de febrero de 2022

Esta es la oración a San José que el Papa Francisco reza hace más de 40 años

El Papa Francisco invitó a aprender y rezar cada día una oración a San José que él mismo recita diariamente desde hace más de 40 años para pedir la intercesión al Padre de Jesús.

“Precisamente por esto me gusta concluir esta catequesis con una oración a San José al cual estoy particularmente unido y que recito cada día desde hace muchos años, desde hace más de 40 años, una oración que encontré en un libro de oraciones de las hermanas de Jesús María, de finales de 1700, es muy bonita, más que una oración, es un desafío, a este amigo, a este padre, a este protector que es San José. Sería lindo que ustedes puedan aprender esta oración y puedan repetirla”, dijo el Papa al concluir su catequesis semanal este 2 de febrero.

En esta línea, el Santo Padre recordó que la devoción a los santos “no es una cosa mágica, no es una superstición” sino que “es simplemente hablar con un hermano, con una hermana que está delante de Dios, que ha recorrido un camino justo, una vida santa, una vida ejemplar, que está delante a Dios y le pido su intercesión por las necesidades que tengo”.

A continuación, la oración a San José:

“Glorioso patriarca San José,

cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles,

ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad.

Toma bajo tu protección las situaciones tan graves y difíciles que te confío,

para que tengan una feliz solución.

Mi amado Padre, toda mi confianza está puesta en ti.

Que no se diga que te haya invocado en vano y, como puedes hacer todo con Jesús y María,

muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder,

como puedes hacer todo con Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén”.

“Adelante y valentía en esta comunión de todos los santos que tenemos en el cielo y en la tierra, el Señor no nos abandona”, concluyó el Papa.

(publicado en ACIPRENSA)

miércoles, 2 de febrero de 2022

¿Buscas a Jesús? El Papa pide no buscarlo en signos externos y da la clave para lograrlo

Al dirigir el rezo del Ángelus este 30 de enero, el Papa Francisco explicó a los católicos cuál es la clave para encontrar a Jesús en sus vidas, no buscando sus milagros o signos externos, sino a través de la “acogida” en sus diferentes formas.

Jesús se “presenta como no nos lo esperamos. No lo encuentra quien busca milagros, sensaciones nuevas, una fe hecha de poder y signos externos”, recordó al Papa a los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro para la habitual cita dominical.

“Lo encuentra, en cambio quien acepta sus caminos y sus desafíos, sin quejas, sin sospechas, sin críticas y sin caras largas. En otras palabras, Jesús te pide que lo acojas en la realidad cotidiana que vives; en la Iglesia de hoy, tal como es; en los que están cerca de ti cada día; en la concreción de los necesitados. Ahí está Él, invitándonos a purificarnos en el río de la disposición, y en tantos y saludables baños de humildad”, explicó el Santo Padre.

Al inicio del Ángelus, el Papa puso el ejemplo del Evangelio, cuando se narra la primera predicación de Jesús en su propio pueblo, Nazaret, y el rechazo absoluto de “los suyos”.

“El resultado es amargo: en lugar de recibir aprobación, Jesús encuentra incomprensión y hostilidad (cf. Lc 4,21-30). Sus paisanos, más que una palabra de verdad, querían milagros, signos prodigiosos. El Señor no los realiza y ellos lo rechazan, porque dicen que ya lo conocen: es hijo de José”, recordó el Papa.

En ese contexto, el Pontífice preguntó a los presentes: “¿somos acogedores, o nos parecemos a sus compatriotas, que creían saberlo todo sobre Él?”.

“Quizás, después de tantos años como creyentes, pensamos que conocemos bien al Señor, con nuestras propias ideas y juicios. El riesgo es que nos acostumbremos a Jesús, que nos cerremos a sus novedades, fijos en nuestras posiciones. En cambio, el Señor pide una mente abierta y un corazón sencillo.”, dijo.

Finalmente, el Santo Padre pidió a “la Virgen, modelo de humildad y disponibilidad”,que “ nos muestre el camino para acoger a Jesús”.

(publicado en ACIPRENSA)

Alegría en el corazón de Dimas

Hemos entrado en Cuaresma, tiempo de preparación para celebrar la Semana Santa, con la Pascua cristiana: el triunfo de Cristo, después de su...