jueves, 26 de noviembre de 2020

Papa Francisco invita a jóvenes a realizar los sueños de Dios en este mundo

El Papa Francisco invitó a los jóvenes a “realizar los sueños de Dios en este mundo” a través de las obras de misericordia porque “no estamos hechos para soñar con las vacaciones o el fin de semana”.

Así lo indicó el Santo Padre al celebrar una Misa este 22 de noviembre en el altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro del Vaticano con ocasión de la Solemnidad de Cristo Rey del Universo, último domingo del año litúrgico, y con la participación de pequeñas delegaciones de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019 y de la JMJ Lisboa 2023.

“Queridos jóvenes, queridos hermanos y hermanas: No renunciemos a los sueños grandes. No nos contentemos con lo que es debido. El Señor no quiere que recortemos los horizontes, no nos quiere aparcados al margen de la vida, sino en movimiento hacia metas altas, con alegría y audacia. No estamos hechos para soñar con las vacaciones o el fin de semana, sino para realizar los sueños de Dios en este mundo. Él nos ha hecho capaces de soñar para abrazar la belleza de la vida. Y las obras de misericordia son las obras más bellas de la vida, las obras de misericordia van al centro de nuestros grandes sueños”, exhortó el Papa.

En esta línea, el Santo Padre afirmó que “si tienes sueños de gloria verdadera, no de la gloria del mundo que va y viene, sino de la gloria de Dios, este es el camino. Lee el pasaje del Evangelio de hoy, reflexiona. Porque las obras de misericordia dan gloria a Dios más que cualquier otra cosa. Escuchen bien esto: las obras de misericordia dan gloria a Dios más que cualquier otra cosa. Al final, seremos juzgados sobre las obras de misericordia”.

“Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Las pongo en práctica? ¿Hago algo por quien lo necesita? ¿O hago el bien sólo a los seres queridos y a los amigos? ¿Ayudo al que no me puede devolver? ¿Soy amigo de un pobre? ‘Yo estoy ahí’, te dice Jesús, ‘te espero ahí, donde no imaginas y donde quizás ni siquiera quieres mirar, ahí en los pobres’. Yo estoy ahí, donde el pensamiento dominante —según el cual la vida va bien si me va bien a mí— no muestra interés. Yo estoy ahí, dice Jesús también a ti, joven que buscas realizar los sueños de la vida”, advirtió.

En este sentido, el Pontífice recordó a San Martín de Tours “San Martín era un joven que tuvo aquel sueño porque lo había vivido, aun sin saberlo, como los justos del Evangelio de hoy” y relató que cuando “tenía dieciocho años y todavía no estaba bautizado. Un día vio a un pobre que pedía ayuda a la gente, pero no la recibía porque ‘todos pasaban de largo’. Y aquel joven, ‘comprendió que, si los demás no tenían compasión, era porque el pobre le estaba reservado a él’. Pero no tenía nada consigo, sólo su capa militar. Entonces la rasgó por la mitad y dio una mitad al pobre, sufriendo las burlas de algunos a su alrededor. La noche siguiente tuvo un sueño: vio a Jesús, vestido con el trozo de la capa con que había cubierto al pobre. Y lo escuchó decir: ‘Martín me ha cubierto con este vestido’”.

Por ello, el Papa Francisco explicó que para realizar sueños grandes son necesarias “las grandes decisiones” y añadió que “la vida es el tiempo de las decisiones firmes, fundamentales, eternas. Elecciones banales conducen a una vida banal, elecciones grandes hacen grande la vida. En efecto, nosotros nos convertimos en lo que elegimos, para bien y para mal. Si elegimos robar nos volvemos ladrones, si elegimos pensar en nosotros mismos nos volvemos egoístas, si elegimos odiar nos volvemos furibundos, si elegimos pasar horas delante del móvil nos volvemos dependientes. Pero si optamos por Dios nos volvemos cada día más amados y si elegimos amar nos volvemos felices”.

“Sí, porque la belleza de las decisiones depende del amor, la belleza de las decisiones depende del amor, no olviden esto. Jesús sabe que si vivimos cerrados e indiferentes nos quedamos paralizados, pero si nos gastamos por los demás nos hacemos libres. El Señor de la vida nos quiere llenos de vida y nos da el secreto de la vida: esta se posee solamente entregándola. Esta es una regla de vida: la vida se posee, ahora y eternamente, solamente entregándola”.

Sin embargo, el Santo Padre reconoció que existen “obstáculos que vuelven arduas las elecciones: a menudo el miedo, la inseguridad, los porqués sin respuesta, tantos porqués. Sin embargo, el amor nos pide que vayamos más allá, que no nos quedemos sujetos a los porqués de la vida, esperando que llegue una respuesta del Cielo” por lo que animó “a pasar de los porqués al para quién, del por qué vivo al para quién vivo, del por qué me pasa esto al para quién puedo hacer el bien.”

Por último, el Santo Padre aconsejó cómo entrenarse “a elegir bien” y explicó que “si nos miramos dentro, vemos que a menudo nacen en nosotros dos preguntas distintas. Una es: ¿Qué me apetece hacer? Es una pregunta que con frecuencia engaña, porque insinúa que lo importante es pensar en uno mismo y seguir todos los deseos e impulsos que uno tiene. Sin embargo, la pregunta que el Espíritu Santo sugiere al corazón es otra: no ¿qué me apetece hacer?, sino ¿qué te hace bien? Aquí está la elección de cada día: ¿Qué quiero hacer o qué me hace bien?”

“De esta búsqueda interior pueden nacer elecciones banales o elecciones de vida. Depende de nosotros. Miremos a Jesús, pidámosle la valentía de elegir lo que nos hace bien, para seguir sus huellas en el camino del amor, y encontrar la alegría”, concluyó el Papa.

Finalmente, antes de impartir la bendición final de la Misa, el Papa Francisco anunció que la celebración diocesana de la JMJ se trasladará del Domingo de Ramos al Domingo de Cristo Rey a partir del próximo año y jóvenes de Panamá realizaron el gesto del paso de la Cruz y del icono de la Virgen María Salus Populi Romani a jóvenes de Portugal para continuar con la peregrinación hacia la JMJ de Lisboa 2023.


(publicado en ACIPRENSA)

viernes, 20 de noviembre de 2020

Papa Francisco sugiere imitar la oración de la Virgen María

El Papa Francisco sugirió, en la Audiencia General de este miércoles 18 de noviembre, imitar la oración de la Virgen María para tener el corazón abierto a Dios con humildad y decir con confianza: “Señor, lo que Tú quieres, cuando Tú quieres y como Tú quieres”.

Al continuar con su serie de catequesis sobre la oración, el Santo Padre destacó a la Virgen María como “mujer orante” y añadió que “María pertenece al gran grupo de los humildes de corazón a quienes los historiadores oficiales no incluyen en sus libros, pero con quienes Dios ha preparado la venida de su Hijo”.

“Cuando el mundo todavía la ignora, cuando es una sencilla joven prometida con un hombre de la casa de David, María reza. Podemos imaginar a la joven de Nazaret recogida en silencio, en continuo diálogo con Dios, que pronto le encomendaría su misión. Ella está ya llena de gracia e inmaculada desde la concepción, pero todavía no sabe nada de su sorprendente y extraordinaria vocación y del mar tempestuoso que tendrá que navegar”, dijo el Papa.

En esta línea, el Pontífice recordó que María estaba en oración cuando el arcángel Gabriel la encontró en Nazaret para anunciarle que sería la Madre de Dios. “Su ‘heme aquí’, pequeño e inmenso, que en ese momento hace saltar de alegría a toda la creación, ha estado precedido en la historia de la salvación de muchos otros ‘heme aquí’, de muchas obediencias confiadas, de muchas disponibilidades a la voluntad de Dios”.

“No hay mejor forma de rezar que ponerse como María en una actitud de apertura, con el corazón abierto a Dios: ‘Señor, lo que Tú quieres, cuando Tú quieres y como Tú quieres’. Es decir, con el corazón abierto a Dios y Dios siempre responde. ¡Cuántos creyentes viven así su oración! Quienes son más humildes de corazón rezan así, con humildad esencial, digamos así, con humildad sencilla, ‘Señor, lo que Tú quieres, cuando Tú quieres y como Tú quieres’”, advirtió.

“La oración sabe calmar la inquietud, pero nosotros somos inquietos, siempre queremos las cosas antes de pedirlas, y las queremos inmediatamente, y la vida no es así, esta inquietud nos hace mal, y la oración sabe calmar la inquietud, sabe transformarla en disponibilidad. Yo soy inquieto, rezo y la oración me hace disponible a la voluntad de Dios”, explicó.

En este sentido, el Santo Padre señaló que en la Anunciación la Virgen María supo “rechazar el miedo, aun presagiando que su ‘sí’ le daría pruebas muy duras” y agregó que “si en la oración comprendemos que cada día donado por Dios es una llamada, entonces agrandamos el corazón y acogemos todo. Se aprende a decir: ‘Lo que Tú quieres, Señor. Prométeme solo que estarás presente en cada paso de mi camino’”.

“Esto es importante, pedirle al Señor que esté presente en cada paso de nuestro camino, que no nos deje solos, que no nos abandone en la tentación, que no nos abandone en los momentos difíciles, el final del Padrenuestro es así, la Gracia que Él mismo nos ha enseñado a pedir al Señor”, añadió.

Además, el Papa recordó que la Virgen María acompañó en oración “toda la vida de Jesús, hasta la muerte y la resurrección; y al final continúa, acompaña los primeros pasos de la Iglesia naciente”. “Es la Madre de Jesús que reza con ellos, está en comunidad, como una de la comunidad. Reza con ellos y reza por ellos. Y, nuevamente, su oración precede el futuro que está por cumplirse: por obra del Espíritu Santo se ha convertido en Madre de Dios, y por obra del Espíritu Santo, se convierte en Madre de la Iglesia”.

“Rezando con la Iglesia naciente, se convierte en Madre de la Iglesia. Acompaña a los discípulos en los primeros pasos de la Iglesia, esperando al Espíritu Santo, y después en los primeros pasos. En silencio, siempre en silencio, la oración de María es en silencio”, subrayó.

Por ello, el Papa recordó que el Catecismo de la Iglesia Católica explica que “en la fe de su humilde esclava, el don de Dios, es decir el Espíritu Santo, encuentra la acogida que esperaba”.

Asimismo, el Santo Padre destacó que el Evangelio describe la presencia de la Virgen María “en los momentos cruciales” porque “es la voz de Dios que guía su corazón y sus pasos allí donde hay necesidad de su presencia, presencia silenciosa, de Madre, de discípula” y explicó que “María está presente porque es Madre, pero está presente también porque es la primera discípula, la que ha aprendido mejor las cosas de Jesús… Ella es la primera discípula, reza como Madre y reza como discípula”.

Por último, el Papa Francisco señaló que San Lucas retrata a la Madre del Señor en el Evangelio de la infancia al destacar que “María guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón” y explicó que “todo lo que pasa a su alrededor termina teniendo un reflejo en lo más profundo de su corazón: los días llenos de alegría, como los momentos más oscuros, cuando también a ella le cuesta comprender por qué camino debe pasar la Redención. Todo termina en su corazón, para que pase la criba de la oración y sea transfigurado por ella”.

“Ya sean los regalos de los Magos, o la huida en Egipto, hasta ese tremendo viernes de pasión: la Madre guarda todo y lo lleva a su diálogo con Dios. Algunos han comparado el corazón de María con una perla de esplendor incomparable, formada y suavizada por la paciente acogida de la voluntad de Dios a través de los misterios de Jesús meditados en la oración”.

Por ello, el Papa exhortó “¡Qué bonito si nosotros también podemos parecernos un poco a nuestra Madre! Con el corazón abierto a la Palabra de Dios, con el corazón en silencio, obediente, con el corazón que sabe recibir la Palabra de Dios y la deja crecer como una semilla para el bien de la Iglesia”.

(publicado en ACIPRENSA)



viernes, 13 de noviembre de 2020

Papa Francisco bendice imagen de la Virgen de la Medalla Milagrosa

El Papa Francisco bendijo una imagen de la Virgen María de la Medalla Milagrosa en el Vaticano con motivo del 190 aniversario de la aparición de la Virgen a Santa Catalina Labouré.

En la ceremonia privada estuvo el superior general de la congregación de la Misión, el P. Tomaz Mavric, junto a una pequeña delegación que organiza una peregrinación de la imagen que iniciará el próximo diciembre y recorrerá todas las regiones de Italia durante un año.

La familia vicenciana explicó que “en esta difícil situación que se vive en todo el mundo con motivo de la pandemia de COVID-19, en una sociedad fuertemente afectada por las tensiones ente continentes, los hijos espirituales de San Vicente de Paúl inician con una peregrinación mariana un recorrido de anuncio del amor misericordioso de Dios”.

En la noche entre el 18 y el 19 de julio de 1830 Catalina Labouré, una joven Hija de la Caridad de San Vicente de Paul vio una aparición de la Virgen.

En el largo encuentro que mantuvo con la Virgen, ésta recordó a la Hija de la Caridad que “los tiempos son muy tristes. Las desgracias vendrán sobre Francia. El mundo entero será devastado por calamidades de todo tipo. Pero tú vienes al pie de este altar, aquí las gracias se esparcirán sobre todas las personas que las pidan con confianza y fervor... Yo siempre te he cuidado”.

El 27 de noviembre de 1830, Catalina Labouré vio por segunda vez a la Santísima Virgen con un pequeño globo terráqueo, que representaba a la humanidad, en sus manos; contempló su belleza y aceptó la misión de hacer acuñar una Medalla: "¡Las personas que la porten recibirán grandes gracias!".

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)

Papa Francisco: La oración es como el oxígeno de la vida

El Papa Francisco destacó en la Audiencia General de este miércoles 11 de noviembre que la oración “es como el oxígeno de la vida” y añadió que “no hay verdadera oración sin espíritu de humildad”.

Antes de pronunciar su catequesis desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, el Santo Padre confió que recientemente alguien le dijo que “habla demasiado sobre la oración, que no es necesario” y él respondió que “si es necesario, porque si nosotros no rezamos no tendremos la fuerza para ir hacia adelante en la vida” y añadió que “la oración es como el oxígeno de la vida, la oración es atraer hacia nosotros la presencia del Espíritu Santo que nos lleva siempre hacia adelante. Por eso, yo hablo mucho de la oración”.

Luego, el Papa explicó que “el diálogo constante con el Padre, en el silencio y en el recogimiento, es el fulcro de toda su misión”.  

En esta línea, el Santo Padre destacó que “Jesús ha dado ejemplo de una oración continua, practicada con perseverancia” y exhortó a los discípulos a rezar “con insistencia, sin cansarse”.

Por ello, el Papa recordó tres parábolas relatadas en el Evangelio de San Lucas que subrayan esta característica de la oración.

En primer lugar, la del huésped que llega de imprevisto, en mitad de la noche va a llamar a un amigo y le pide pan. El amigo responde: “¡no!”, porque ya está en la cama, pero él insiste e insiste hasta que no lo obliga a alzarse y a darle el pan (Lc 11,5-8), que demuestra que “la oración debe ser sobre todo tenaz”.

Dios es más paciente que nosotros, y quien llama con fe y perseverancia a la puerta de su corazón no queda decepcionado. Nuestro Padre sabe bien qué necesitamos; la insistencia no sirve para informarle o convencerle, sino para alimentar en nosotros el deseo y la espera”, advirtió.

La segunda parábola es la de la viuda que se dirige al juez para que la ayude a obtener justicia. Este juez es un hombre sin escrúpulos, pero al final, exasperado por la insistencia de la viuda, decide complacerla (Lc 18,1-8) por lo que el Papa alentó a invocar con valentía a Dios “sin resignarse delante del mal y la injusticia”.

Después, el Santo Padre recordó la tercera parábola en la que van a rezar al Templo un fariseo y un publicano, “el primero se dirige a Dios presumiendo sus méritos; el otro se siente indigno incluso solo por entrar en el santuario” (Lc18,9-14).

“Dios no escucha la oración de los soberbios, mientras escucha la de los humildes. No hay verdadera oración sin espíritu de humildad. Es precisamente la humildad la que nos lleva a pedir, a rezar”, afirmó.

En este sentido, el Papa Francisco subrayó que “la enseñanza del Evangelio es clara: se debe rezar siempre, también cuando todo parece vano, cuando Dios parece sordo y mudo y nos parece perder tiempo. También si el cielo se ofusca, el cristiano no deja de rezar” y recordó que “muchos santos y santas han experimentado la noche de la fe y el silencio de Dios, y han sido perseverantes”.

“En estas noches de la fe, quien reza nunca está solo. Jesús de hecho no es solo testigo y maestro de oración, es más. Él nos acoge en su oración, para que nosotros podamos rezar en Él y a través de Él. Y esto es obra del Espíritu Santo”, dijo el Papa.

De este modo, el Pontífice invitó a no olvidar al Espíritu Santo porque “el Espíritu Santo reza en nosotros, es Aquel que nos lleva a rezar, que nos lleva a Jesús, es el don que el Padre y el Hijo nos han dado para ir hacia adelante al encuentro con Dios… cuando rezamos es el Espíritu Santo el que reza en nuestro corazón”.

Por último, el Papa rezó para “que sea el Espíritu Santo, maestro de oración, a enseñarnos el camino de la oración”.

(publicado en ACIPRENSA)

jueves, 5 de noviembre de 2020

NOTICIAS PAPA FRANCISCO

El Papa invita a mantener la confianza en Dios en los momentos difíciles

En los momentos difíciles y de dolor mantengamos la confianza en Dios, es la invitación hecha por el Papa Francisco, al recordar que “cada lágrima se seca” en el misterio de la Cruz.

“En nuestras oraciones, estamos invitados a permanecer abiertos a la esperanza y firmes en la confianza en Dios. Nuestra historia, aunque a menudo marcada por el dolor, por las incertidumbres, por los momentos de crisis, es una historia de salvación. En Jesús acaba todo nuestro destierro, y cada lágrima se seca, en el misterio de su Cruz, de la muerte transformada en vida, como el grano de trigo que se rompe en la tierra y se convierte en espiga”, señaló el Papa en el prefacio del libro “El poder de la confianza. Los 10 pasos para derrotar los miedos y desarrollar la autoestima” escrito en italiano por el psicólogo Salvo Noè.

En estas páginas de introducción, el Santo Padre destacó también que “la meditación de los beneficios del Señor debe empujarnos a trabajar por el bien y a transformar el mundo” y a no desesperarnos “cuando las dificultades surjan de nuevo”.

Además, el Santo Padre reconoció que en el terreno de la fe “también nos encontramos a menudo con una vida oscura, dura, difícil, una siembra con lágrimas, pero seguros de que la luz de Cristo nos da, al final, realmente, la gran mies”.

Por ello, el Papa exhortó a no olvidar, incluso en las noches oscuras, “que la luz está ahí, que Dios ya está en medio de nuestra vida y que podemos sembrar con gran confianza que el ‘sí’ de Dios es más fuerte que todos nosotros”.

“Es importante no perder este recuerdo de la presencia de Dios en nuestra vida, esta alegría profunda de que Dios entró en nuestra vida, liberándonos: es la gratitud por el descubrimiento de Jesucristo, que vino a nosotros. Y esta gratitud se transforma en esperanza, es la estrella de la esperanza que nos da confianza, es la luz, porque precisamente los dolores de la siembra son el comienzo de una nueva vida, de la gran y definitiva alegría de Dios”, advirtió.

Finalmente, el Santo Padre recordó que “desde las revelaciones del Antiguo Testamento hasta las palabras de Jesús, Dios siempre se ha mostrado como un Padre lleno de amor, de ternura, un Padre lleno de bondad y misericordia” y añadió que “este es el signo del gran cariño y confianza que Dios tiene en nosotros y esta conciencia nos ayuda a ser personas responsables en todas nuestras acciones”.

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)

lunes, 2 de noviembre de 2020

CARTA DE DON MARIO

Mis planes no son vuestros planes (Is 55, 8)

 

Eskerrak emoten deutsadaz Jaungoikoari hemen jaso dodanagaitik

Nos dice el Señor por medio del profeta Isaías: “mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos —oráculo del Señor—. Cuanto dista el cielo de la tierra, así distan mis caminos de los vuestros, y mis planes de vuestros planes” (Is 55, 8-9). Son palabras que resuenan en mí de un modo particular durante estos días. El Santo Padre me pide una nueva dedicación. Esta vez a la Iglesia de Burgos. Como os decía en el saludo el pasado 6 de octubre cuando se hizo público el nombramiento: “hace más de doce años recibí la ordenación episcopal para dedicarme al servicio de la Iglesia de Bilbao. Cuántos dones he recibido de Dios durante esta etapa de mi ministerio. Cuántas gracias le doy por todos ellos y a vosotros por tantas muestras de cariño y afecto. Os pido perdón por las veces en que no he estado a la altura de lo que os merecíais. Son muchos los sentimientos que afloran. Pero el más importante es el de gratitud. A esta querida Iglesia de Bilbao donde se encuentran mis raíces, que me vio nacer y donde recibí el inmenso don de la fe, le llevo en el corazón y los lazos de fraternidad y amistad con sus gentes seguirán latiendo con fuerza”.

Esker oneko meza azaroaren 28an, katedralean

El día 28 de noviembre, en una Eucaristía que celebraré a las 11 de la mañana en la catedral de Santiago de Bilbao, tendré ocasión de dar gracias a Dios por todos estos dones recibidos en Bilbao y por todos y cada uno de vosotros. Hasta ese momento, quedo al cuidado de la diócesis como administrador apostólico. A partir del 5 de diciembre, cuando inicie el ministerio en la archidiócesis metropolitana de Burgos, será el obispo auxiliar, como administrador apostólico, quien lleve adelante la tarea de administración pastoral hasta que el Santo Padre nombre a quien será vuestro nuevo pastor. Recemos de modo particular por esta intención.

Aita Santuaren Entziklika barria

El Papa nos ha regalado una nueva encíclica titulada “Fratelli tutti” sobre la fraternidad y la amistad social, en alusión a la expresión utilizada por San Francisco de Asís. Este documento no se limita a considerar la fraternidad como un instrumento o un deseo, sino que esboza una cultura de la fraternidad que debe aplicarse en todos los ámbitos de la vida personal, familiar y comunitaria. Os animo a leerla, orarla y trabajarla. Será de gran utilidad para fomentar la justicia, paz y fraternidad que nuestra sociedad y el mundo necesitan.

Hilabete honetako ospakizunak

Durante este mes tenemos algunas celebraciones que requieren nuestro compromiso. Comenzaremos con la celebración de todos los santos, donde se nos recuerda que la santidad es la vocación fundamental de nuestra vida. La santidad es la vida de la caridad que se muestra en el amor a Dios y a los hermanos por medio de las obras de servicio y misericordia. Este amor genera una relación nueva y un pueblo nuevo que es expresión del Reino de Dios. Como decía el Papa Francisco en su exhortación apostólica Gaudete et exultate: “El Espíritu Santo derrama santidad por todas partes, en el santo pueblo fiel de Dios, porque «fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente” (GS, 6).

Pobreen Aldeko IV. Eguna

El ocho de noviembre celebraremos el día de la Iglesia diocesana. El lema de este año es: “Zure laguntasuna, geure nortasuna/ Somos una gran familia contigo”, donde se quiere subrayar la dimensión relacional y comunional de esta realidad a la que hemos sido convocados que se llama Iglesia. Es una jornada propicia para impulsar la corresponsabilidad en los diversos niveles de nuestra Iglesia diocesana. Y el día quince celebraremos la jornada mundial de los pobres bajo el lema: “Tiende tu mano al pobre” (cf. Si 7,32). Esa tarde, con ocasión de dicha jornada, tendré ocasión de ordenar como diácono permanente a Roberto Vidal. Y el domingo siguiente, el 22, también conferiré el orden del diaconado al seminarista Imanol Atxalandabaso. El diaconado precisamente está especialmente ligado al servicio de los pobres y necesitados y son un signo sacramental de nuestra entrega diaria al servicio del prójimo.

Itxaropen aldia hasten jaku

Concluye el mes con el inicio del Adviento. Tiempo de espera y esperanza. Una esperanza que radica en el amor de Dios y que en estos tiempos complicados debemos testimoniar y sembrar a nuestro alrededor. María, en la advocación de la esperanza, nos ayude a preparar nuestros corazones al nacimiento del Salvador hecho niño en Belén. Con gran afecto, pido a Dios que nos bendiga.

 

+ Mario Iceta Gabicagogeascoa

Arzobispo electo de Burgos

Administrador Apostólico de Bilbao

Alegría en el corazón de Dimas

Hemos entrado en Cuaresma, tiempo de preparación para celebrar la Semana Santa, con la Pascua cristiana: el triunfo de Cristo, después de su...