viernes, 18 de mayo de 2018

NOTICIAS DEL PAPA FRANCISCO


Papa Francisco: Hagamos que los jóvenes “virtualizados” aterricen en el mundo real


Durante un encuentro con representantes de la Diócesis de Roma, el Papa Francisco advirtió que en la actualidad muchos jóvenes viven “virtualizados” y es necesario hacerlos aterrizar en el mundo real para que así tengan el “contacto humano”.
El evento se realizó este lunes 14 en la Basílica de San Juan de Letrán, que es la catedral de la Ciudad Eterna.
Al responder una de las preguntas del encuentro en el que participaron los obispos auxiliares de Roma, sacerdotes, religiosas y laicos, el Santo Padre dijo que actualmente los jóvenes enfrentan una serie de problemas como el hecho que “son una presa fácil para la alienación”.
Acompañado del Vicario de la Diócesis de Roma, Mons. Angelo de Donatis, el Pontífice manifestó que una de sus preocupaciones respecto a los jóvenes es que solo “se comuniquen y vivan en el mundo virtual. No tienen los pies en la tierra”.
El Santo Padre recordó que hace unos días participó de un evento de Scholas Ocurrentes al que asistieron unos 50 jóvenes de Colombia, Argentina, Mozambique, Brasil y Paraguay.
“Cuando llegué hicieron bulla y me acerqué a saludarlos. Pocos daban la mano, la mayoría tenía el teléfono y pedía foto, selfie. Su realidad es esa. Ese es su mundo real, no el contacto humano. Esto es grave. Son jóvenes virtualizados”, dijo el Papa.
Francisco dijo que “el mundo de las comunicaciones virtuales es una cosa buena, pero cuando se hace alienante, (los jóvenes) se olvidan de dar la mano”.
El Santo Padre remarcó que una de las tareas ahora es “hacer que los jóvenes aterricen en el mundo real, en lo concreto”.
“Si vives en el mundo virtual, pierdes las raíces, hay que reencontrarlas en el diálogo con los viejos, los ancianos, porque en los padres las raíces no son muy firmes”. “Uno de los problemas, a mi juicio, es que (a los jóvenes) se les han quitado las raíces. Deben reencontrar las raíces sin caminar hacia atrás, que caminen adelante”.

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
***********************************************************************************

miércoles, 16 de mayo de 2018

MISA DEL DOMINGO 20/05/18

Domingo de Pentecostés

Rojo Solemnidad MR p. 401 (400) / Lecc. I, p. 964 / LH. de la solemnidad.



DE MOISÉS A JESÚS


Ex 19, 3-8. 16-20; Rom, 8, 22-27; Jn 7.27-29


El pueblo camina rumbo a la tierra que Dios le ha prometido y se acerca al monte Sinaí para recibir las diez palabras, es decir, el Decálogo. El relato de la teofanía recoge los signos clásicos: temblor, ruido de trompetas, fuego y humo. El pueblo intuye que Dios se aproxima a la tierra y ésta resiente su presencia terrible. Hay un límite infranqueable. El pueblo no puede acercarse en demasía a riesgo de morir. Quien logra intimar con Dios es solamente Moisés, el resto del pueblo permanece distante. En el pasaje evangélico Jesús declara cuál es el origen de su autoridad y su testimonio. Él no ha venido a comunicarnos un proyecto propio. Su Padre, a quien conoce de manera única, lo ha enviado. No es un maestro que reproduce una lección aprendida. Habla de la experiencia de vida, de la comunión amorosa que vive con el Padre. De esa comunión de vida y amor, nos quiere invitar a formar parte.

Misa de la Vigilia (Primera forma)

La Misa de la Vigilia de Pentecostés se dice en la tarde del sábado, ya sea antes o después de las primeras Vísperas de la solemnidad.

ANTÍFONA DE ENTRADA Rm 5, 5; cfr. 8, 11

El amor de Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA


Dios eterno y todopoderoso, que quisiste que la celebración del sacramento de la Pascua perdurara a lo largo de estos cincuenta días, haz que todos los pueblos de la tierra, en otro tiempo dispersos, superada la multiplicidad de lenguas, se congreguen y, movidos por el don venido del cielo, confiesen unánimes la gloria de tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo... O bien:


Concede, Dios todopoderoso, que resplandezca sobre nosotros el fulgor de tu gloria, y tú, luz de luz, mediante la iluminación del Espíritu Santo, reafirma los corazones de quienes, por tu gracia, renacieron a una vida nueva. Por nuestro Señor Jesucristo...


l Leccionario ofrece cuatro opciones para la primera lectura. aquí proponemos las dos siguientes:

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El Señor bajó al monte Sinaí a la vista del pueblo.

Del libro del Éxodo: 19, 3-8.16-20


En aquellos días, Moisés subió al monte Sinaí para hablar con Dios. El Señor lo llamó desde el monte y le dijo: "Esto dirás a la casa de Jacob, esto anunciarás a los hijos de Israel: 'Ustedes han visto cómo castigué a los egipcios y de qué manera los he levantado a ustedes sobre alas de águila y los he traído a mí. Ahora bien, si escuchan mi voz y guardan mi alianza, serán mi especial tesoro entre todos los pueblos, aunque toda la tierra es mía. Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación consagrada'. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel".


Moisés convocó entonces a los ancianos del pueblo y les expuso todo lo que el Señor le había mandado. Todo el pueblo, a una, respondió: "Haremos cuanto ha dicho el Señor".

Al rayar el alba del tercer día, hubo truenos y relámpagos; una densa nube cubrió el monte y se escuchó un fragoroso resonar de trompetas. Esto hizo temblar al pueblo, que estaba en el campamento.

Moisés hizo salir al pueblo para ir al encuentro de Dios; pero la gente se detuvo al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre él en medio del fuego. Salía humo como de un horno y todo el monte retemblaba con violencia. El sonido de las trompetas se hacía cada vez más fuerte. Moisés hablaba y Dios le respondía con truenos. El Señor bajó a la cumbre del monte y le dijo a Moisés que subiera. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


O bien.

Derramaré mi espíritu sobre mis siervos y siervas.

Del libro del profeta Joel: 3, 1-5


Esto dice el Señor Dios: "Derramaré mi espíritu sobre todos; profetizarán sus hijos y sus hijas, sus ancianos soñarán sueños y sus jóvenes verán visiones. También sobre mis siervos y mis siervas derramaré mi espíritu en aquellos días.


Haré prodigios en el cielo y en la tierra: sangre, fuego, columnas de humo. El sol se oscurecerá, la luna se pondrá color de sangre, antes de que llegue el día grande y terrible del Señor.

Cuando invoquen el nombre del Señor se salvarán, porque en el monte Sión y en Jerusalén quedará un grupo, como lo ha prometido el Señor a los sobrevivientes que ha elegido".

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



SALMO RESPONSORIAL


Del salmo 103, 1-2a. 24. 35c. 27-28. 29bc-30


R/. Envía, Señor, tu Espíritu, a renovar la tierra. Aleluya.


Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R/.


¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al Señor, alma mía. R/.

Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R/.

Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.


SEGUNDA LECTURA

El Espíritu intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 22-27


Hermanos: Sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.


Porque ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía objeto de esperanza. Esperar lo que ya se posee no es tener esperanza, porque, ¿cómo se puede esperar lo que ya se posee? En cambio, si esperamos algo que todavía no poseemos, tenemos que esperarlo con paciencia.

El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO


R/. Aleluya, aleluya.


Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. R/.

EVANGELIO

Brotarán ríos de agua que da la vida.

Del santo Evangelio según san Juan: 7, 37-39


El último día dela fiesta, que era el más solemne, exclamó Jesús en voz alta: "El que tenga sed, que venga a mí; y beba, aquel que cree en mí. Como dice la Escritura: Del corazón del que cree en mí brotarán ríos de agua viva".


Al decir esto, se refería al Espíritu Santo que habían de recibir los que creyeran en él, pues aún no había venido el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Derrama, Señor, sobre estos dones la bendición de tu Espíritu Santo, para que, por medio de ellos, reciba tu Iglesia tan gran efusión de amor, que la impulse a hacer resplandecer en todo el mundo la verdad del misterio de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Pentecostés, como en la Misa del día, p. 408 (407).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 7, 37

El último día de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: El que tenga sed, que venga a mí y beba. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que nos aprovechen, Señor, los dones que hemos recibido, para que estemos siempre llenos del fervor del Espíritu Santo que derramaste de manera tan inefable en tus Apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, MR, pp. 596-597(604-605).

Para despedir al pueblo, el diácono o, en su ausencia, el mismo sacerdote canta o dice:

Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Vayan en paz, aleluya, aleluya.

O bien:

Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.

R/. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.

Misa del Día


MR, 408 (407)1 Lecc. I, p. 229


EL ESPÍRITU DE LA VERDAD


Hech 2, 1-1 1, Ga1 5, 16-25; Jn 15, 26-27; 16, 12-15

La vida cristiana, es decir, la existencia de un discípulo en conformidad con el Evangelio de Jesús es una forma de vida desafiante. Jesús habló con toda claridad sobre esta decisión de seguirle: implicaba riesgos, luchas interiores, habilidad para discernir la voluntad de Dios en medio de las situaciones cambiantes de nuestra vida en sociedad. Ser cristiano no es en manera alguna aplicar mecánicamente una antigua receta. Las circunstancias tanto de la persona, como de la comunidad donde ésta vive, son decisivas a la hora que nuestra conciencia establece cuáles son las necesidades más urgentes que conviene atender. La vida en el Espíritu nos permite vivir en la verdad. No es posible mentirnos si queremos seguir a Jesús. Aunque vivamos en una cultura muy marcada por la dependencia de las creencias y las emociones personales, es necesario juzgar, lo más objetivamente posible, aquello que nos pide el Espíritu de Jesús resucitado.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sb 1, 7

El Espíritu del Señor llena toda la tierra; él da consistencia al universo y sabe todo lo que el hombre dice. Aleluya.

O bien: Rom 5, 5; cfr. 8, 11

El amor de Dios ha sido difundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que por el misterio de la festividad que hoy celebramos santificas a tu Iglesia, extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa obrando en el corazón de tus fieles las maravillas que te dignaste realizar en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 1-11


El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse.


En esos días había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma.

Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: "¿No son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos; también hay cretenses y árabes. Y sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua".

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



SALMO RESPONSORIAL


Del salmo 103, 1ab. 24ac. 29bc-30. 31.34


R/. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.


Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor! La tierra llena está de tus creaturas. R/.


Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo; pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.

Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá que le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor. R/.



SEGUNDA LECTURA 


Los frutos del Espíritu Santo.


De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 5,16-25


Hermanos: Los exhorto a que vivan de acuerdo con las exigencias del Espíritu; así no se dejarán arrastrar por el desorden egoísta del hombre. Este desorden está en contra del Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de ese desorden. Y esta oposición es tan radical, que les impide a ustedes hacer lo que querrían hacer. Pero si los guía el Espíritu, ya no están ustedes bajo el dominio de la ley. 


Son manifiestas las obras que proceden del desorden egoísta del hombre: la lujuria, la impureza, el libertinaje, la idolatría, la brujería, las enemistades, los pleitos, las rivalidades, la ira, las rencillas, las divisiones, las discordias, las envidias, las borracheras, las orgías y otras cosas semejantes. Respecto a ellas les advierto, como ya lo hice antes, que quienes hacen estas cosas no conseguirán el Reino de Dios.

En cambio, los frutos del Espíritu Santo son: el amor, la alegría, la paz, la generosidad, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio de sí mismo. Ninguna ley existe que vaya en contra de estas cosas.

Y los que son de Jesucristo ya han crucificado su egoísmo, junto con sus pasiones y malos deseos. Si tenemos la vida del Espíritu, actuemos conforme a ese mismo Espíritu.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SECUENCIA

1 Ven, Dios Espíritu Santo,
6 Sin tu inspiración divina
   y envíanos desde el cielo
los hombres nada podemos
   tu luz, para iluminamos.
y el pecado nos domina.
2 Ven ya, padre de los pobres,
7 Lava nuestras inmundicias,
   luz que penetra en las almas,
fecunda nuestros desiertos
   dador de todos los dones.
y cura nuestras heridas.
3 Fuente de todo consuelo,
8 Doblega nuestra soberbia,
   amable huésped del alma,
calienta nuestra frialdad,
   paz en las horas de duelo.
endereza nuestras sendas.
4 Eres pausa en el trabajo,
9 Concede a aquellos que ponen
   brisa, en un clima de fuego,
en ti su fe y su confianza
   consuelo, en medio del llanto.
tus siete sagrados dones.
5.Ven, luz santificadora,
10 Danos virtudes y méritos,
  y entra hasta el fondo del alma
danos una buena muerte
  de todos los que te adoran.
y contigo el gozo eterno.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO


R/. Aleluya, aleluya.


Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. R/.

EVANGELIO

El Espíritu de la verdad los irá guiando hasta la verdad plena.

Del santo evangelio según san Juan: 15, 26-27; 16, 12-15


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí y ustedes también darán testimonio, pues desde el principio han estado conmigo.


Aún tengo muchas cosas que decirles, pero todavía no las pueden comprender. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oído y les anunciará las cosas que van a suceder. Él me glorificará, porque primero recibirá de mí lo que les vaya comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes".

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL


Oremos, hermanos, e invoquemos a Cristo, que, entronizado a la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, y pidámosle que lo derrame sobre la Iglesia y sobre todo el mundo diciendo:


Oremos a Cristo, el buen pastor de la Iglesia, que nos mereció la efusión del Espíritu Santo, y pidámosle que sean iluminados por este mismo Espíritu el Papa N., nuestro obispo N., y todos los demás pastores de la Iglesia, a fin de conduzcan a su rebaño por las sendas de la salvación.

Pidamos también al Señor resucitado, que envió su Espíritu en forma e lenguas para destruir la división de Babel, que congregue en la unidad y conceda la paz a todos los pueblos y naciones del mundo.

Supliquemos al vencedor de la muerte que envíe el Consolador a los que sufren, para que encuentren fuerza y consuelo en la contemplación del misterio pascual, y les dé la firme esperanza de que están llamados a la resurrección y a la felicidad de su reino.

Pidamos al Hijo de Dios, que desde el Padre nos ha enviado el Espíritu Santo, que este mismo Espíritu nos recuerde constantemente sus palabras y nos dé la fuerza que necesitamos para dar testimonio de El hasta los confines del mundo.

Terminemos nuestra oración pidiendo al mismo Espíritu que resucitó a Cristo de entre los muertos, que permanezca en nosotros y nos disponga así para ser piedras vivas del templo eterno de Dios.

Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo y haz que quienes nos disponemos a clausurar, con la solemnidad de hoy, las fiestas pascuales, renovados y fortalecidos por tu Espíritu, vivamos continuamente la novedad pascual y lleguemos también a las fiestas de la Pascua eterna. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, que, conforme a la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos haga comprender con más plenitud el misterio de este sacrificio y haz que nos descubra toda su verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

El misterio de Pentecostés.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado hoya! Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al injertarlos en Cristo, tu Unigénito. Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la Iglesia, dio a conocer a todos los pueblos el misterio del Dios verdadero y unió la diversidad de las lenguas en la confesión de una misma fe.

Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Hch 2, 4, 11

Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios nuestro, tú que concedes a tu Iglesia dones celestiales consérvale la gracia que le has dado, para que permanezca siempre vivo en ella el don del Espíritu Santo que le infundiste; y que este alimento espiritual nos sirva para alcanzar la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, MR, pp. 596-597 (604-605).

Para despedir al pueblo, el diácono o, en su ausencia, el mismo sacerdote canta o dice:

Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Vayan en paz, aleluya, aleluya.

O bien:

Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.

R/. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Los comunicadores que recitan libros o doctrinas aprendidas pueden fascinarnos durante un rato. En cambio, quien comparte sus vivencias personales, su experiencia de fracaso y crecimiento humano con toda honradez, nos resulta convincente y creíble. La fuerza de la vida y los hechos acreditan a una persona. Con la debida distancia, tanto Moisés como Jesús nos comunican una experiencia personal de encuentro con Dios. Quien esté interesado en comunicar su opción de fe no necesita citar libros ni autores clásicos. Basta con compartir la propia experiencia de su encuentro con Jesús. Nuestros padres probablemente no sabían elaborar un discurso argumentado sobre su vida creyente, pero sí que nos transparentaban lo que realmente vivían: su relación cercana y personal con Dios Esa dimensión no puede faltarnos a la hora de educar en la fe a nuestros hijos.



Comienza el uso del Leccionario Vol. II y de la LH, Vol. III. VII Semana del Tiempo Ordinario. 3a. Semana del Salterio.

NOTICIAS DEL PAPA FRANCISCO


Papa Francisco envió este mensaje por el Día Internacional de la Familia


Por medio de su cuenta de Twitter, el Papa Francisco envió un breve mensaje por el Día Internacional de las Familias que se celebra este 15 de mayo, para recordar que esta institución es la “esperanza del futuro”.
La ONU señala en su sitio web que el Día de las Familias se celebra “para crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de los hijos desde la primera infancia, y las oportunidades de aprendizaje permanente que existen para niños y jóvenes”, considerando que “la familia constituye la unidad básica de la sociedad”.
En su mensaje publicado en su cuenta de Twitter, el Santo Padre afirmó que “la familia es la esperanza del futuro. Oremos especialmente por las familias que atraviesan grandes dificultades, para que el Señor las sostenga”.
En varias ocasiones el Pontífice ha recordado la importancia que tiene la familia para la sociedad, como el 26 de septiembre de 2015, cuando se dirigió a los participantes del Encuentro Mundial de las Familias realizado en Filadelfia (Estados Unidos).
Ese día el Papa Francisco aseguró que “lo más lindo que hizo Dios, dice la Biblia, fue la familia”. “Todo el amor que Dios tiene en sí, toda la belleza que Dios tiene en sí, toda la verdad que Dios tiene en sí, la entrega a la familia. Una familia es verdaderamente familia cuando es capaz de abrir los brazos y recibir todo ese amor”, aseguró.
Asimismo, recordó que “Dios mandó a su Hijo al mundo en una familia. Dios entró al mundo por una familia y pudo hacerlo porque esa familia era una familia que tenía el corazón abierto al amor”.
“La familia tiene carta de ciudadanía divina, ¿está claro? La carta de ciudadanía que tiene la familia se la dio Dios para que en su seno creciera cada vez más la verdad, el amor y la belleza”, dijo el Papa.
El Pontífice indicó que si bien “en la familia hay dificultades”, estas “se superan con amor. El odio no supera ninguna dificultad. La división de los corazones no supera ninguna dificultad, solamente el amor es capaz de superar la dificultad, el amor es fiesta, el amor es gozo, el amor es seguir adelante”. “Les sugiero un consejo: nunca terminen el día sin hacer la paz en la familia”, exhortó.

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
***********************************************************************************


Catequesis del Papa Francisco sobre la responsabilidad del bautizado


En su última catequesis sobre el Bautismo, el Papa Francisco reflexionó sobre el significado de los símbolos de las vestiduras blancas y de la vela durante la ceremonia bautismal.
En la Audiencia General celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano este miércoles 16 de mayo, el Santo Padre señaló que las vestiduras blancas “expresan simbólicamente aquello que ha sucedido en el sacramento, anuncia la condición de transfigurados en la gloria divina”, y recordó “el mandato de llevar esa vestimenta sin mancha para la vida eterna”.
Asimismo, sobre la vela indicó que “también la entrega ritual de la vela encendida del cirio pascual recuerda los efectos del bautismo: ‘Recibe la luz de Cristo’. Estas palabras recuerdan que no somos nosotros la luz, sino Jesucristo, el cual, resucitado de entre los muertos, ha derrotado a las tinieblas del mal. ¡Nosotros estamos llamados a recibir su esplendor!”.
A continuación, la catequesis del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy concluimos el ciclo de catequesis sobre el Bautismo. Los efectos espirituales de este sacramento, invisibles para los ojos pero que operan en el corazón de quien se ha convertido en una nueva criatura, se hacen explícitos mediante la entrega de la prenda blanca y la vela encendida.
Después del lavacro de regeneración, capaz de recrear al hombre según Dios en la verdadera santidad (cf. Ef 4,24), pareció natural, desde los primeros siglos, revestir a los nuevos bautizados con una prenda nueva, blanca, a semejanza del esplendor de la vida conseguida en Cristo y en el Espíritu Santo. La vestimenta blanca expresa simbólicamente lo que ha sucedido en el sacramento, y anuncia, al mismo tiempo, la condición de los transfigurados en la gloria divina
San Pablo recuerda el significado de revestirse de Cristo, cuando explica cuáles son las virtudes que deben cultivar los bautizados: "Elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente al otro…Y por encima de todo esto revestíos de caridad, que es el vínculo de la perfección”. (Col 3: 12-14).
La entrega ritual de la llama tomada del cirio pascual también recuerda el efecto del Bautismo: "Recibid la luz de Cristo", dice el sacerdote.  Estas palabras recuerdan que nosotros no somos la luz, sino que la luz es Jesucristo (Jn 1, 9, 12, 46), quien, resucitado de entre los muertos, ha vencido las tinieblas del mal. ¡Nosotros estamos llamados a recibir su esplendor! Al igual que la llama del cirio pascual ilumina cada vela, el amor del Señor resucitado inflama los corazones de los bautizados, llenándolos de luz y calor. Y por eso desde los primeros siglos el sacramento del bautismo también se llama "iluminación" y al bautizado se le llamaba "el iluminado”.
Esta es ciertamente la vocación cristiana: "Caminar siempre como hijos de la luz, perseverando en la fe" (cf. Rito de la iniciación cristiana de adultos, n. ° 226, Jn 12, 36). Si se trata de niños, es deber de los padres, junto con los padrinos y madrinas preocuparse por alimentar la llama de la gracia bautismal en sus pequeños, ayudándolos a perseverar en la fe (cf. Rito del bautismo de los niños, n. 73). " La educación en la fe, que en justicia se les debe a los niños, tiende a llevarles gradualmente a comprender y asimilar el plan de Dios en Cristo, para que finalmente ellos mismos puedan libremente ratificar la fe en que han sido bautizados. "(ibid., Introducción, 3).
La presencia viva de Cristo, que debemos proteger, defender y dilatar en nosotros, es la lámpara que ilumina nuestros pasos, luz que orienta nuestras decisiones, llama que calienta los corazones para ir al encuentro del Señor, haciéndonos capaces de ayudar a los que hacen el camino con nosotros, hasta la comunión inseparable con Él. Ese día, dice también el Apocalipsis, "Noche ya no habrá; no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos"(véase 22: 5).
La celebración del bautismo termina con la oración del Padre Nuestro, propia de la comunidad de los hijos de Dios. En efecto, los niños renacidos en el bautismo reciben la plenitud del don del Espíritu en la confirmación y participan en la eucaristía, aprendiendo lo que significa dirigirse a Dios llamándolo "Padre".
Al final de estas catequesis sobre el Bautismo, repito a cada uno de vosotros la invitación que expresé en la exhortación apostólica Gaudete et Exsultate: "Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad. Deja que todo esté abierto a Dios y para ello opta por él, elige a Dios una y otra vez. No te desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible, y la santidad, en el fondo, es el fruto del Espíritu Santo en tu vida (cf. Ga 5,22-23)”.

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
***********************************************************************************


“Nunca aprenderemos”: El Papa lamenta las continuas guerras en el mundo


“Nunca aprendemos. ¡Que Dios nos ayude!”, con este lamento el Papa Francisco deploró las continuas guerras que siguen acechando hoy a la humanidad en diferentes lugares del mundo.
Al finalizar la Audiencia General de este 16 de mayo en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Santo Padre se dirigió a los peregrinos de lengua polaca, y en concreto a un grupo de excombatientes que lucharon en la batalla de Montecassino durante la Segunda Guerra Mundial.
“Saludo a los peregrinos polacos y, de manera especial, a los excombatientes de la Segunda Guerra Mundial venidos para la conmemoración del aniversario de la batalla de Montecassino”, señaló Francisco.
El Papa recordó la tristeza de las dos guerras mundiales del siglo pasado y lamentó que en la actualidad se sigan produciendo conflictos bélicos que afectan a millones de personas.
Sin embargo, también tuvo palabras de esperanza e invitó a los excombatientes a ser impulsores de la paz. “La tragedia de la guerra que vivisteis, la fuerza del espíritu, la fidelidad a los ideales y el testimonio de la vida se conviertan en llamada para el cese de los conflictos en curso en el mundo y para la búsqueda de caminos de paz”, expresó.
La abadía benedictina de Montecassino, al sur de la ciudad de Roma, fue el escenario de una de las batallas decisivas de la Segunda Guerra Mundial entre el ejército nazi y las potencias aliadas encabezadas por Estados Unidos y Reino Unido.
Dentro de la abadía en ruinas se habían hecho fuerte una división de paracaidistas alemanes que impedían la toma de este importante enclave por parte de las fuerzas aliadas que trataban de expulsar a las tropas nazis de Italia.
El 18 de mayo de 1944, tropas polacas y francesas consiguieron conquistar las ruinas del monasterio, lo que permitió el avance de los aliados hacia la ciudad de Roma. En el asalto murieron más de mil soldados polacos.
La abadía quedó completamente destruida por los combates, aunque su archivo y la mayor parte de sus obras de arte pudieron depositarse en el Vaticano antes de los bombardeos. Fue reconstruida tras la guerra.

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
***********************************************************************************

miércoles, 9 de mayo de 2018

MISA DEL DOMINGO 13/05/18

La Ascensión del Señor

Blanco Solemnidad [Se omite la Memoria de nuestra Señora de Fátima] MR. p. 383 (386) Vigilia. 385 (387) del día / Lecc. I, p 936 LH, solemnidad.

PARA SUPERAR EL DESCONCIERTO


Hech 1 1-11; Ef 4, 1-13; Mc 16, 15-20


El comienzo del libro de los Hechos de los Apóstoles registra la confusión y el pasmo de los Apóstoles. Están desconcertados, imaginando que la resurrección de Jesús, desatará una conmoción política, que reavivará el dominio de Israel sobre el resto de las naciones.Imaginan un nuevo reinado, semejante al del rey David. Hablan de la restauración del reino de Israel. No del reino de Dios. Las palabras sí que cuentan, por más que se asemejen. Además de esta confusión en cuanto a sus expectativas políticas, parecen desentenderse de sus responsabilidades. Están parados y mirando al cielo. Es necesario activarse, tendrán que estar alertas para recibir la promesa del Espíritu. En el cierre del Evangelio de san Marcos, Jesús resucitado enlista una serie de señales y prodigios, que acompañarán a quienes anuncien el Evangelio. Las señales que acreditan a los evangelizadores son indispensables.

Misa de la Vigilia

Esta Misa se dice en la tarde del día que precede a la solemnidad, ya sea antes o después de las primeras Vísperas de la Ascensión.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 67, 33. 35

Canten a Dios, reinos dela tierra, toquen para el Señor, que asciende sobre los cielos; su majestad y su poder resplandecen sobre las nubes. Aleluya.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA


Dios eterno, cuyo Hijo subió hoy al cielo en presencia de sus Apóstoles, te pedimos nos concedas mica, de acuerdo a su promesa, permanezca siempre con nosotros en la tierra, y nos permita vivir con él en el cielo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

En la celebración de la Misa de la Vigilia se utiliza el mismo formulario de lecturas que en la Misa del día de la Ascensión del Señor, tal como aparecen en las páginas que siguen.


Se dice Credo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios nuestro, cuyo Unigénito, nuestro mediador, vive para siempre y está sentado a tu derecha para interceder por nosotros, concédenos acercarnos llenos de confianza al trono de la gracia y obtener así tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor...

Prefacio I o II de la Ascensión, MR, pp. 504-55 (505-506).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Hb 10, 12

Cristo ofreció un solo sacrificio por el pecado, y se sentó para siempre a la derecha de Dios. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Señor, que los dones que hemos recibido de tu altar, enciendan en nuestros corazones el deseo de la patria celeste, para que, siguiendo las huellas de nuestro Salvador, tendamos siempre a la meta a donde nos ha precedido. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, p 596 (603).

Misa del Día

MR. p. 385 (387)

ANTÍFONA DE ENTRADA Hch 1, 11

Hombres de Galilea, ¿qué hacen allí parados mirando al cielo? Ese mismo Jesús, que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto marcharse. Aleluya.

Se dice Gloria,

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Dios todopoderoso, rebosar de santa alegría y, gozosos, elevar a ti fervorosas gracias ya que la ascensión de Cristo, tu Hijo, es también nuestra victoria, pues a donde llegó él, que es nuestra cabeza, esperamos llegar también nosotros, que somos su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Se fue elevando a la vista de sus apóstoles.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 1-11


En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido. A ellos se les apareció después de la pasión, les dio numerosas pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios.

Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: "No se alejen de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo".

Los ahí reunidos le preguntaban: "Señor, ¿ahora sí vas a restablecer la soberanía de Israel?". Jesús les contestó: "A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre ha determinado con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra".

Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos, ¿qué hacen allí parados, mirando al cielo? Ese mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse".

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 46, 2-3. 6-7. 8-9


R/. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.


Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.

Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos. R/.

Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.


SEGUNDA LECTURA

Hasta que alcancemos en todas sus dimensiones a la plenitud de Cristo

De la carta del apóstol san Pablo a los efesios. 4,1-13


Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento que han recibida Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu con el vínculo de la paz.

Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como es también sólo una la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos.

Cada uno de nosotros ha recibido la gracia en la medida en que Cristo se la ha dado. Por eso dice la Escritura: Subiendo a las alturas, llevó consigo a los cautivos y dio dones a los hombres.

¿Y qué quiere decir "subió"? Que primero bajó a lo profundo de la tierra. Y el que bajó es el mismo que subió a lo más alto de los cielos, para llenarlo todo.

Él fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser profetas; a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros. Y esto, para capacitar a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente su tarea, construyan el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser hombres perfectos, que alcancemos en todas sus dimensiones la plenitud de Cristo.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 28, 19 20

R/. Aleluya, aleluya.


Vayan y enseñen a todas las naciones, dice el Señor, y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. R/.

EVANGELIO

Subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios.

Del santo Evangelio según san Marcos: 16,15-20


En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos". El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado ala derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL


Pongamos, hermanos, nuestra mirada en Jesús, nuestro gran sacerdote, que ha atravesado el cielo para interceder por nosotros, y pidámosle por las necesidades de todos los hombres diciendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor)

Para que Cristo, desde el trono de su gloria, venga en ayuda de su Iglesia, que lucha en medio de las dificultades del mundo, y no permita que sus fieles se dejen cautivar por los bienes de la tierra, roguemos al Señor.

Para que Jesús, el Señor, que prometió que, al ser elevado sobre la tierra, atraería a todos hacia sí, revele su nombre a los hombres que aún no lo conocen, roguemos al Señor.

Para que el Señor, que con su triunfo ha glorificado nuestra carne colocándola cerca de Dios Padre, llene de esperanza a los que sufren enfermedades en el cuerpo o angustias en el espíritu, roguemos al Señor.

Para que el Señor, elevado al cielo, nos envíe el Espíritu Santo, para que nos enseñe a amar los bienes de arriba y a no dejamos cautivar por las cosas de la tierra, roguemos al Señor.

Dios, Padre todopoderoso, que has resucitado a Cristo, tu hijo, y los has hecho Señor del universo, reconoce la voz de tu amado en las oraciones de la Iglesia y concédenos lo que, te hemos pedido. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al ofrecerte Señor, este sacrificio en la gloriosa festividad de la ascensión, concédenos que por este santo intercambio, nos elevemos también nosotros a las cosas del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I o II de la Ascensión, pp. 505-505 (505-506).

Si se usa el Canon Romano se dice Reunidos en comunión. En las otras Plegarias eucarísticas también se dicen las parte. propias para esta Misa.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 28, 20

Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios todopoderoso y eterno, que nos permites participar en la tierra de los misterios divinos, concede que nuestro fervor cristiano nos oriente hacia el cielo, donde ya nuestra naturaleza humana está contigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, p. 596 (603).

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Las palabras habladas o escritas no gozan de suficiente credibilidad cuando no van acompañadas de gestos que las avalen. Al contrario, cuando los gestos de solidaridad, de perdón o de cualquier otra noble actitud se manifiestan, no son necesarias las palabras. Los hechos hablan por sí mismos. Las señales realizadas por la primera generación cristiana eran expresión de la amorosa compasión de Dios por los necesitados. Esa demanda siempre estará presente en nuestra sociedad globalizada. Los migrantes, los refugiados, los afectados por catástrofes naturales, los desempleados, los marginados de los sistemas de salud y seguridad social, se asoman a las calles, plazas y cruceros de nuestras ciudades. El Evangelio de Jesucristo nos pide atestiguar su amor con dichas personas. El rostro de Jesús se puede descubrir en los rostros de los excluidos de la globalización. Unos vienen de Centroamérica, otros han salido de nuestras poblaciones y colonias afectadas por tantas formas de violencia y exclusión.

Alegría en el corazón de Dimas

Hemos entrado en Cuaresma, tiempo de preparación para celebrar la Semana Santa, con la Pascua cristiana: el triunfo de Cristo, después de su...