viernes, 20 de abril de 2018

NOTICIAS DEL PAPA FRANCISCO

La oración genera un espíritu renovado que lleva a compartir los dones, señala el Papa


Los monjes de la Confederación Benedictina, en ocasión al 125º aniversario de su fundación y de la puesta de la primera piedra de la Abadía Primada de San Anselmo en roma, fueron recibidos por el Papa Francisco en el Vaticano.
El Pontífice destacó que “en la vida contemplativa, Dios a menudo anuncia su presencia de manera inesperada”. “Con la meditación de la Palabra de Dios en la lectio divina, estamos llamados a permanecer en una religiosa escucha de su voz para vivir en constante y jubilosa obediencia”.
“La oración genera en nuestros corazones, dispuestos a recibir los dones sorprendes que Dios está siempre preparado a darnos, un espíritu de renovado favor que nos lleva, a través de nuestro trabajo cotidiano, a buscar el compartir los dones de la sabiduría de Dios con los otros: con la comunidad, con aquellos que vienen al monasterio para la búsqueda de Dios, y con cuántos estudian en vuestras escuelas, colegios y universidades”.
El Pontífice destacó también su “amor a la liturgia” que es “fundamental” en la vida monástica y “ante todo esencial para vosotros mismos, permitiéndoos estar siempre en la viva presencia del Señor”.
“Es preciosa para toda la Iglesia, que en el curso de los siglos nos ha beneficiado como agua de manantial que riega y fertiliza, alimentando la capacidad de vivir, personalmente y comunitariamente, el encuentro con el Señor resucitado”.
El Santo Padre, advirtió además que “en este tiempo en el que las personas son indiferentes y no tienen tiempo suficiente para escuchar la voz de Dios, vuestros monasterios y vuestros conventos se transforman en oasis, donde hombres y mujeres de todas las edades, proveniencia, cultura y religión pueden descubrir la belleza del silencio y reencontrarse a sí mismos, en armonía con el creador, consintiendo a Dios restablecer un justo orden en su vida”.

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
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Papa Francisco asegura que no se puede evangelizar desde el sillón y propone 3 claves


El Papa Francisco defendió que no existe una “evangelización del sillón” y propuso 3 claves para llevar el anuncio de Dios a cualquier lugar del mundo.
En la homilía que ofreció a primera hora de la mañana desde la capilla de la Casa Santa Marta, el Santo Padre subrayó que los cristianos tienen “la obligación” y la “misión” de evangelizar pidiendo ser “oyentes del Espíritu” para “estar en salida” y demostrar “cercanía a la gente”.
Para hacerlo, hay que partir “no de las teorías, sino de las situaciones concretas”.
El Pontífice comentó la lectura de los Hechos de los Apóstoles en la que pide a Felipe que “se levante” y vaya a evangelizar.
Señaló que después del martirio de Esteban “se desató una gran persecución” para los cristianos y “los discípulos se dispersaron un poco por todas partes”. Pero en ese “viento de persecución” fueron empujados a ir “más allá”.
“Como hace el viento con las semillas de las plantas, allí lleva otras y siembra, así ocurrió aquí: fueron más allá, con la semilla de la Palabra, y han sembrado la Palabra de Dios”.
“Y así podemos decir, un poco bromeando, que ha nacido la ‘propaganda fidei’. Así. De una persecución, de un viento, llevaron la evangelización a los discípulos. Y este paso que hoy hemos leído, de los Hechos de los Apóstoles, es de una belleza enorme. Pero es un verdadero tratado de evangelización. Así evangeliza el Señor. Así anuncia el Señor. Así quiere el Señor que evangelicemos”.
Francisco subrayó entonces 3 palabras claves que describen cómo el Espíritu animó a Felipe a evangelizar: “levántate”, “acércate” y “parte de la situación”.
“Es el Espíritu el que te dice dónde debes andar para llevar la Palabra de Dios, para llevar el nombre de Jesús”.
En este sentido, sugirió que “no existe una evangelización del sillón”. “Levántate y ve, ve al lugar al que debes anunciar la Palabra”.
El Papa recordó que son muchos que dejaron sus tierras y hogares para evangelizar: “no están preparados físicamente, porque no tenían los anticuerpos para resistir a las enfermedades de esas tierras” y morían incluso “martirizados”. Son “mártires de la evangelización”.
En su opinión, no existe ningún “vademécum de la evangelización”. Se necesita “cercanía” para “observar qué es lo que sucede” y partir “de la situación, no de una teoría”.
“No se puede evangelizar en teoría. La evangelización es un poco cuerpo a cuerpo, persona a persona. Se parte de la situación, no de las teorías. Y anuncia a Jesucristo y el coraje del Espíritu Santo que lo empuja a bautizarlo. Va más allá, va, hasta que siente que se ha terminado su obra”.
“Así hace la evangelización. Estas 3 palabras son clave para todos nosotros los cristianos, que debemos evangelizar con nuestra vida, con nuestro ejemplo, y también con nuestra palabra”.
“Es un método sencillo, pero es el método de Jesús. Jesús evangelizaba así. Siempre en camino, siempre en el camino, siempre cerca de la gente, siempre partír de las situaciones concretar, de la concreción. Evangelizar solo se puede con estas 3 actitudes, pero bajo la fuerza del Espíritu Santo. Sin el Espíritu ni siquiera estas actitudes sirven. Es el Espíritu que nos lleva a levantarnos, acercarnos, y a partir de las situaciones”.

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
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Papa Francisco alienta a leer la Biblia todos los días: Solos o en familia


En su saludo a los fieles al final de la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco alentó a los fieles a leer la Biblia todos los días, sea cuando están solos o con sus familias.
Dirigiéndose a los fieles que llegaron desde Polonia y que celebran la 10° Semana Bíblica, el Pontífice alentó a que “cada día, individualmente o en familia, encuentren algo de tiempo para leer y meditar las Sagradas Escrituras, para que puedan recibir de Ella la fuerza necesaria para la vida cristiana”.
El Santo Padre exhortó a que “ese sea vuestro empeño” y alentó a compartir “con coraje la Palabra de Dios con los otros. Vivan de Ella cada día, testimoniando la fidelidad a Cristo y a su Evangelio”.
No es la primera vez que el Santo Padre exhorta a leer las Sagradas Escrituras. En marzo de 2017, antes del rezo del Ángelus dominical, Francisco recordó que “la Palabra de Dios tiene la fuerza para derrotar a Satanás. Por esto es necesario familiarizarse con la Biblia: leerla a menudo, meditarla, asimilarla”.
“La Biblia contiene la Palabra de Dios, que es siempre actual y eficaz. Alguno ha dicho: ¿qué sucedería si usáramos la Biblia como tratamos nuestro móvil? ¿Si la llevásemos siempre con nosotros, o al menos el pequeño Evangelio de bolsillo, qué sucedería?; si volviésemos atrás cuando la olvidamos: tú te olvidas el móvil —¡oh!—, no lo tengo, vuelvo atrás a buscarlo; si la abriéramos varias veces al día; si leyéramos los mensajes de Dios contenidos en la Biblia como leemos los mensajes del teléfono, ¿qué sucedería? Claramente la comparación es paradójica, pero hace reflexionar”.
De hecho, continuó el Pontífice, “si tuviéramos la Palabra de Dios siempre en el corazón, ninguna tentación podría alejarnos de Dios y ningún obstáculo podría hacer que nos desviáramos del camino del bien”.
Con las Escrituras, concluyó el Papa, “sabríamos vencer las sugestiones diarias del mal que está en nosotros y fuera de nosotros; nos encontraríamos más capaces de vivir una vida resucitada según el Espíritu, acogiendo y amando a nuestros hermanos, especialmente a los más débiles y necesitados, y también a nuestros enemigos”.

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
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Catequesis del Papa Francisco sobre el Bautismo como signo de la fe cristiana


El Papa Francisco dedicó un miércoles más la catequesis en la Audiencia General al sacramento del Bautismo.
“El bautismo enciende la vocación personal de vivir como cristianos, que se desarrollará a lo largo de la vida. E implica una respuesta personal y no prestada, con un ‘copiar y pegar’”, indicó.
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Continuamos, en este tiempo de Pascua, la catequesis sobre el Bautismo. El significado del bautismo resalta claramente en su celebración, por lo que nuestra atención se dirige a ella. Si examinamos los gestos y las palabras de la liturgia, nos daremos cuenta de la gracia y del compromiso de este sacramento, que siempre debemos redescubrir. Lo recordamos en la aspersión con agua bendita que se puede hacer los domingos al comienzo de la Misa, así como en la renovación de las promesas bautismales durante la Vigilia Pascual. De hecho, lo que sucede en la celebración del bautismo despierta una dinámica espiritual que atraviesa toda la vida de los bautizados; es el comienzo de un proceso que permite vivir unidos a Cristo en la Iglesia. Por lo tanto, regresar a la fuente de la vida cristiana nos lleva a comprender mejor el don recibido en el día de nuestro Bautismo y a renovar el compromiso de responder a él en la condición en que nos encontramos hoy. Renovar el compromiso, comprender mejor este don, que es el bautismo, y recordar el día de nuestro bautismo. El miércoles pasado puse esos deberes para casa y para cada uno de nosotros: Recordar el día del bautismo, el día en que fui bautizado. Sé que algunos de vosotros lo saben, otros, no; aquellos que no lo saben, que lo pregunten a los parientes, a esas personas, padrinos, madrinas... preguntad: "¿Cuál es la fecha de mi bautismo?".Porque el bautismo es un renacimiento y es como un segundo cumpleaños. ¿Entendido? Haced estos deberes, preguntad: "¿Cuál es la fecha de mi bautismo?".
En primer lugar, en el rito de recibimiento, se pregunta el nombre del candidato, porque el nombre indica la identidad de una persona. Cuando nos presentamos, inmediatamente decimos nuestro nombre: “Yo me llamo así”, para salir del anonimato; el anónimo es el que no tiene nombre. Para salir del anonimato decimos inmediatamente nuestro nombre. Sin nombre, eres un desconocido, sin derechos ni obligaciones. Dios llama a cada uno por su nombre, amándonos individualmente, en la concreción de nuestra historia. El bautismo enciende la vocación personal de vivir como cristianos, que se desarrollará a lo largo de la vida. E implica una respuesta personal y no prestada, con un "copiar y pegar". De hecho, la vida cristiana está entrelazada con una serie de llamadas y respuestas: Dios sigue pronunciando nuestro nombre a lo largo de los años, haciendo resonar de mil maneras su llamada a conformarse a su Hijo Jesús. ¡Así que el nombre es importante! ¡Es muy importante! Los padres piensan en el nombre que quieren dar a sus hijos ya antes de que nazcan: esto también forma parte de la espera de un niño que, con su propio nombre, tendrá una identidad original, también para la vida cristiana vinculada a Dios.
Por supuesto, convertirse en cristiano es un don que viene de lo alto (véase Jn 3: 3-8). La fe no se puede comprar, pero puede pedirse y puede recibirse como un don. “Señor, regálame el don de la fe”, es una oración hermosa. ¡Que yo tenga fe!, es una oración hermosa. Se puede pedir como don, pero no se puede comprar. Efectivamente,"el Bautismo es, en primer lugar, el sacramento de la fe con que los hombres, iluminados por la gracia del Espíritu Santo, responden al Evangelio de Cristo. "(Rito del Bautismo de los Niños, Introducción Gen., n. ° 3). La formación de los catecúmenos y la preparación de los padres tienden a suscitar y a despertar una fe sincera en respuesta al Evangelio, así como la escucha de la Palabra de Dios en la misma celebración del bautismo.
Si los catecúmenos adultos manifiestan en persona lo que quieren recibir como don de la Iglesia, los hijos son presentados por sus padres, con los padrinos. El diálogo con ellos les permite expresar la voluntad de que los niños reciban el Bautismo y a la Iglesia la intención de celebrarlo. "Expresión de todo esto es la señal de la cruz, que el celebrante y sus padres trazan en la frente de los niños" (Rito del Bautismo de los Niños, Introd., N. ° 16). "La señal de la cruz expresa el sello de Cristo sobre el que está a punto de pertenecerle y significa la gracia de la redención que Cristo ha adquirido para nosotros a través de su cruz" (Catecismo de la Iglesia Católica, 1235). En la ceremonia, hacemos a los niños la señal de la cruz Pero me gustaría volver a un tema del que ya os he hablado. ¿Nuestros niños saben cómo hacer bien la señal de la cruz? Muchas veces he visto niños que no saben hacer la señal de la cruz. Y tú, padre, madre, abuelos, abuelas, padrinos, madrinas, debéis enseñar a hacer bien la señal de la cruz porque es repetir lo que se hizo en el Bautismo. ¿Lo habéis entendido? Enseñad a los niños a hacer bien la señal de la cruz. Si lo aprenden de niños, lo harán bien más tarde, cuando crezcan.
La cruz es la insignia que muestra quiénes somos: nuestro hablar, pensar, mirar, trabajar está bajo la señal de la cruz, es decir, bajo el signo del amor de Jesús hasta el final. Los niños son signados en la frente.  A los catecúmenos adultos también se les signan los sentidos, con estas palabras: " Recibid la señal de la cruz, para que oigáis la voz del Señor";en los ojos para que veáis la claridad de Dios”, "en la boca, para que respondáis a la palabra de Dios"; "en el pecho para que Cristo habite por la fe en vuestros corazones”, en la espalda para que llevéis el suave yugo de Cristo" (Rito de iniciación cristiana de adultos, n. ° 85). Nos convertimos en cristianos en la medida en que la cruz se imprime en nosotros como una marca de "Pascua" (véase Apocalipsis 14: 1, 22: 4), haciendo visible, incluso exteriormente, la manera cristiana de enfrentar la vida. Hacer la señal de la cruz cuando nos despertamos, antes de las comidas, antes de un peligro, para defendernos del mal, la noche antes de dormir significa decirnos a nosotros mismos y a los demás a quién pertenecemos, quién queremos ser. Por eso es tan importante enseñar a los niños a hacer bien la señal de la cruz. Y, como hacemos cuando entramos en la iglesia, podemos hacerlo también en casa, teniendo un poco de agua bendita –algunas familias lo hacen- en un jarrón pequeño: así que, cada vez que entramos o salimos, haciendo la señal de la cruz con esa agua recordamos que estamos bautizados. Repito, no lo olvidéis, enseñar a los niños a hacer la señal de la cruz.

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
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