Que en sus días
florezcan la justicia y la paz (cfr. sal 71, 7)
Urte hasiera, itxaropen
bidea
El comienzo del año abre un capítulo nuevo en nuestras vidas.
Es, por ello, un motivo de esperanza. Podemos hacer balance del año que hemos
dejado atrás. Seguro de que ha estado tejido de luces y sombras, momentos de
gozo y de sufrimiento, amores y desengaños. Me viene a la memoria la expresión
de Santa Teresa de Calcuta: “el pasado lo dejo en la misericordia de Dios, el
futuro en sus manos providentes de Padre y el presente quiero vivirlo en su
amor”. Sería este un buen propósito para este año nuevo. El pasado está
purificándose en esa misericordia infinita del Padre, miremos el futuro con
esperanza sabiendo que depende no tanto de nosotros sino de la providencia
divina y el presente, el hoy y ahora sembrémoslo de actos concretos de amor y
servicio.
Maria, Jaungoikoaren
Amaren Egunaa
El primer día del año celebramos la Solemnidad de María Madre
de Dios. Es quizás una expresión que hoy en día dice poco para muchas personas.
Incluso hay creyentes que no comprenden su significado: ¿Cómo una mujer puede
ser madre ni más ni menos que de Dios? ¿Es que Dios puede tener madre? Fue el
Concilio de Éfeso quien respondió a estas cuestiones que ya se planteó en el
siglo V el obispo Nestorio. En este concilio se define a María como la
Theotokos, es decir, la Madre de Dios, mostrando la inseparabilidad y la íntima
conexión entre los misterios de la encarnación y de la maternidad divina.
Podemos afirmar que es precisamente la Maternidad divina la vocación propia de
María, la razón de ser más profunda de su existencia. El mismo concilio
Vaticano II afirma que la Virgen fue predestinada para Madre de Dios desde toda
la eternidad juntamente con la encarnación del Verbo (LG, 61).
Bakearen Munduko
jardunaldia
También en esta celebración que inicia el año se conmemora la
jornada mundial de la paz. El lema de este año es “la buena política está al
servicio de la paz”. En esta jornada el Papa nos recuerda que la
responsabilidad política pertenece a cada ciudadano, y en particular a aquellos
que han recibido el mandato de proteger y gobernar. Esta misión consiste en
salvaguardar el derecho y fomentar el diálogo entre los actores de la sociedad,
entre las generaciones y entre las culturas.
Norberekoikeria
maitasunaren kontrakoa da
En el transcurrir del comienzo del año nos encontramos con la
celebración de la Epifanía del Señor, en la que se recuerdan tres
manifestaciones de Dios: en Belén, el niño Jesús es adorado por los Magos; en
el Jordán es Bautizado por Juan y ungido por el Espíritu Santo como Hijo de
Dios; y en Caná de Galilea manifiesta el inicio de su ministerio de salvación
transformando el agua en vino en las bodas. Son tres episodios relevantes de la
vida de Jesús que transforman profundamente nuestra existencia. En la adoración
de los Magos Jesús se nos manifiesta como el camino para llegar a la plenitud
de nuestra existencia. Debemos ponernos en marcha, como los Magos, para caminar
en el discipulado y en la misión que en este discipulado se nos confía. Para
ello, en el Bautismo fuimos ungidos por el Espíritu Santo, enviados a proclamar
la buena noticia a los pobres, a devolver la vista a los ciegos y la libertad a
los cautivos, a proclamar el año de gracia del Señor. Tenemos que discernir
continuamente las llamadas de Dios para concretar en el devenir de nuestra existencia
el modo de llevar adelante la misión que Dios nos ha confiado. Y las bodas de
Caná nos recuerdan que el misterio de Cristo es un misterio esponsal, un
misterio de amor. El individualismo es lo contrario al amor. El servicio, la
entrega, la paz, la misericordia son los frutos del amor.
Kristinauen
Batasunerako otoitz Astea
Y en torno a la fiesta de la conversión de San Pablo,
celebraremos la semana de oración por la unidad de los cristianos. El lema de
este año es “actúa siempre con toda justicia” (DT 16, 18-20). Esta semana ha
sido preparada por los cristianos de Indonesia. Es el país con mayor población
musulmana del mundo. Sin embargo, un 10% de sus habitantes son cristianos de
distintas tradiciones. Ante la situación de corrupción e injusticia de aquel
país, el texto elegido del libro del Deuteronomio ilumina poderosamente el
camino a seguir. Como pueblo establecido en la Nueva Alianza en la Sangre de
Jesús, los cristianos saben que las alegrías del banquete celestial serán dadas
a los que tienen hambre y sed de la justicia y a los que son perseguidos por
ella, “porque suyo es el Reino de los cielos” (cfr. Mt 5, 6.10).
Pido a Dios que os bendiga durante el año que acabamos de
comenzar. Con gran afecto.
+ Mario Iceta Gabicagogeascoa
Obispo de Bilbao
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