Verde VIII Domingo del Tiempo Ordinario MR, p. 422 (418) / Lecc. I, p. 286 Semana IV del Salterio
LA PRUEBA DEL HOMBRE
Sir 27, 5-8. 1 Cor 15, 54-58; Lc 6, 39-45
Entre ambos pasajes bíblicos podemos encontrar más de una conexión. El tema del juicio, la autocrítica y la urgencia de alcanzar la sensatez están presentes en ambos textos. En primer lugar, el texto sapiencial se concentra de manera especial en el valor del razonamiento y la argumentación. La persona que aprende a razonar, es decir, a buscar las buenas razones que avalen o cuestionen sus propias convicciones, va aprendiendo los secretos de la vida buena. Quien no se deja atrapar por las apariencias ni los prejuicios, consigue juzgar y juzgarse con acierto. El Evangelio nos anima a ser tan rigurosos o compasivos según el caso, tanto con nosotros mismos como con los demás. El buen juicio y la prudencia exigen cuestionarse a uno mismo, antes de cuestionar el proceder del prójimo. Las personas sensatas transparentan en su forma de vivir la calidad humana de que están llenos. Como bien dice el refrán evangélico: cada árbol se conoce por sus frutos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 17, 19-20
El Señor es mi refugio, lo invoqué y me libró. Me salvó porque me ama.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que tú poder pacificador dirija el curso de los acontecimientos del mundo y que tu Iglesia se regocije al poder servirte con tranquilidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No alabes a nadie antes de que hable.
Del libro del Eclesiástico (Sirácide): 27, 5-8
Al agitar el cernidor, aparecen las basuras; en la discusión aparecen los defectos del hombre. En el horno se prueba la vasija del alfarero; la prueba del hombre está en su razonamiento. El fruto muestra cómo ha sido el cultivo de un árbol; la palabra muestra la mentalidad del hombre.
Nunca alabes a nadie antes de que hable, porque esa es la prueba del hombre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 91, 2-3. 13-14. 15-16
R/. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!
¡Qué bueno es darte gracias, Dios altísimo, y celebrar tu nombre, pregonando tu amor cada mañana y tu fidelidad, todas las noches! R/.
Los justos crecerán como las palmas, como los cedros en los altos montes; plantados en la casa del Señor, en medio de sus atrios darán flores. R/.
Seguirán dando fruto en su vejez, frondosos y lozanos como jóvenes, para anunciar que en Dios, mi protector, ni maldad ni injusticia se conocen. R/.
SEGUNDA LECTURA
Nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 54-58
Hermanos: Cuando nuestro ser corruptible y mortal se revista de incorruptibilidad e inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido aniquilada por la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado y la fuerza del pecado es la ley. Gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.
Así pues, hermanos míos muy amados, estén firmes y permanezcan constantes, trabajando siempre con fervor en la obra de Cristo, puesto que ustedes saben que sus fatigas no quedarán sin recompensa por parte del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Fil 2, 15. 16
R/ Aleluya, aleluya.
Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida. R/.
EVANGELIO
La boca habla de lo que está lleno el corazón.
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 39-45
En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: "¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.
¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: 'Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo', si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano.
No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos.
El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón; y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, queridos hermanos, a Dios Padre todopoderoso y pidámosle que venga en ayuda de su pueblo y lo socorra en sus necesidades.
Pidamos al Señor, presente en su Iglesia, que la vivifique y haga agradable a sus ojos, para que pueda alabarlo con los ángeles del cielo.
Oremos por los que tienen autoridad en el mundo: que su gobierno sea justo para la tranquilidad de la Iglesia y el bienestar de todos los pueblos.
Oremos por los que viven lejos de su hogar, por los que están de viaje y por los que se encuentran en peligro, para que Dios les envíe sus ángeles y los proteja de todo mal.
Oremos por el pueblo aquí reunido, para que el Señor perdone nuestras culpas, nos revele su luz y nos conceda proclamar con valentía el nombre de su Hijo.
Escucha, Señor, nuestras oraciones y haz que la palabra que resuena en tu Iglesia como fuente de sabiduría y norma de vida, nos ayude a comprender y amar a nuestros hermanos, para que nunca seamos jueces presuntuosos, sino portadores de bondad y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, que haces tuyas nuestra ofrendas, que tú mismo nos das para dedicarlas a tu nombre, concédenos que también nos alcancen la recompensa eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 12, 6
Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho, y entonaré un himno de alabanza al Dios Altísimo.
O bien: Mt 28, 20
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por estos dones de salvación, suplicamos, Señor, tu misericordia, para que este sacramento que nos nutre en nuestra vida temporal nos haga partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Si revisamos el ideario, las promesas de los gobernantes que recién han comenzado a ocuparse de la vida pública del país y lo contrastamos con los primeros cien días de gobierno, podremos encontrar sorpresas gratas y algunos desencantos. Tal como señala el Evangelio, el ser humano, en general, y los políticos, en particular, aprendemos a mirar con lupa microscópica la conducta del adversario, con el fin de obtener alguna ventaja; por otro lado, nos volvemos personas autocomplacientes a la hora de revisar nuestro propio proceder. La misma conducta se suele valorar como exceso y frivolidad cuando se trata de la vida del adversario político; mientras que es apenas un gusto legítimo cuando se trata del compañero de partido. La congruencia y austeridad exigida a terceras personas, escasea en casa propia. Los profesionistas, los políticos, los conyugues se conocen por sus acciones y actitudes y no por sus discursos. La incongruencia ajena jamás podrá justificar nuestra doble moral.
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