Sembradores de esperanza, cuidando y
confiando
Una vez más escuchamos juntos la
invitación del Señor a echar las redes, a remar mar adentro en este año tan
especial y tan particular. Felicito a la comisión que ha preparado este
comienzo de curso y que hayan querido no renunciar a que estemos juntos. Aunque
tengamos que usar la mascarilla, las distancias sociales... qué importante es
vernos y estar juntos.
Sentirnos Iglesia, sentirnos pueblo
de Dios convocados por el Señor. Convocados en esta Iglesia que como dice el
papa Francisco, nunca mejor que hoy: es un hospital de campaña. Estos meses tan
duros, tan amargos hemos visto pasar cerca la muerte. Quisiera que tengamos
todos un recuerdo y una oración agradecida a los que han fallecido durante
estos tiempos. El consuelo y la cercanía a sus familias. También a tantos que
están viendo con incertidumbre y desesperanza el futuro. Personas que han
perdido el trabajo o que están trabajando en condiciones muy limitadas, que no
encuentran el lugar de la subsistencia o que viven con preocupación este
momento.
Por eso me parece tan acertado el
lema de este año: Cuidar y confiar. Primero cada uno de nosotros necesitamos
ser cuidados y necesitamos confiar. Precisamente cuando Jesús sube a la barca
de Pedro le dice: “aléjate de la orilla, echa las redes” y Pedro le contesta “me
fio de ti”. Por eso queremos poner nuestra vida, nuestras comunidades, nuestra
Iglesia en manos del Señor de modo confiado. Y Él precisamente nos envía a
sembrar esperanza, a confiar también en esa Gracia que nos hace los unos para
los otros y, sobre todo, a cuidar. A cuidar de los más débiles, de los más
pequeños, de los que viven con miedo e incertidumbre estos tiempos.
Pienso que es un año especial para
poner por obra ese Evangelio del Señor, esa Buena Noticia y esa esperanza. Pido
al Señor que nos bendiga, que nos acompañe y de la mano de María que podamos
ser esos sembradores de esperanza cuidando y confiando.
+Mario Iceta
Obispo de Bilbao
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