Bizitzaren eta
maitasunaren arteko loturea
El domingo de Resurrección inaugura el mes de abril
con su poderosa llamada a la luz, a la vida nueva y a la eternidad. “Yo hago
nuevas todas las cosas” (Ap 21, 5). Jesús nos ha llamado a una existencia
injertada en su propia vida y animada por el Espíritu. Como bien nos advierte, “sin
mi no podéis hacer nada” (Jn 15. 5). Ese es el secreto profundo de la vida
cristiana. Es el Señor quien vivifica nuestra vida y la hace fructificar, como
la vid unida al sarmiento. Permanecer en esa comunión profunda, en esta unidad
de vida de amor y de destino es la clave de una vida fecunda y lograda.
Guztiok gara
bokazinoaren fruitua
Por eso el tiempo de Pascua es propicio para recordar
nuestra propia vocación. Hemos venido a la existencia por un acto de amor de
Dios. Él nos ha llamado y nos sigue llamando. Su nombre ha sido pronunciado
sobre nosotros y nuestro propio nombre ha salido de sus labios. ¡Cuánto
necesitamos reconocer esta voz, esta llamada! Sin ella nos encontramos
desorientados y vacíos. También Jesús nos dice que sus ovejas oyen la voz del
Buen Pastor y la reconocen, y le siguen en la alegría, el cuidado y la
esperanza. Todos somos fruto de una vocación, de una llamada y es bueno hacer
memoria de ella cada mañana al levantarnos. De este modo, más allá de pruebas y
dificultades, el día se torna luminoso y esperanzador.
Biziera
erlijiosoaren Astea
Este mes acogeremos la celebración de la Semana de la
vida religiosa. Los miembros de las diversas Congregaciones se reúnen durante estos
días para orar, reflexionar y dialogar acerca de los retos, dificultades,
esperanzas y caminos nuevos en el servicio que cada carisma congregacional
quiere ofrecer en nuestra Diócesis a la sociedad, de modo particular a los más
necesitados. Oremos por los frutos de este encuentro y acompañemos a la vida
consagrada para que sean testimonio del amor de Dios en las situaciones de
especial vulnerabilidad, dificultad y sufrimiento.
`Carmelo
Etxenagusia´ Ohorezko II. Aitamena
También celebraremos la segunda edición de la “Mención
Honorífica Carmelo Etxenagusia”. Este Premio fue instituido para reconocer la
labor de personas de la Diócesis en la evangelización de la cultura. Este año se
reconocerá la labor realizada por tres personas: Don José Ángel Ubieta, presbítero
diocesano. Ha sido Vicario General durante la Administración Apostólica D. José
María Cirarda y los episcopados de D. Antonio Añoveros y D. Luis María de
Larrea. En ese tiempo se crearon la mayoría de entidades culturales existentes
en la Diócesis. También dirigió la edición española de la Biblia de Jerusalén.
El Padre Martzel Andrinua, religioso pasionista. Fue vicario episcopal
territorial y ha creado numerosos materiales pastorales en euskera. Durante
muchos años se ha dedicado a la atención pastoral de las personas mayores
(movimiento Vida Ascendente – Bizian Gora). Y Doña Begoña Andonegi, laica
dedicada a la educación y a la acción pastoral, de modo particular como
profesora y directora de la ikastola Begoñazpi. Formó parte durante muchos años
del equipo de catequesis de infancia en Busturialdea y actualmente es referente
parroquial en Mundaka.
Abade
bokazinoen aldeko otoitzak eskatzen dodaz
El cuarto domingo de Pascua celebraremos a Cristo Buen
Pastor. Es un día para orar por quienes ejercen este ministerio en la Diócesis
y por quienes se preparan para ello. En la tarde de este día es habitual
instituir los ministerios de lector y acólito en la Catedral. Así mismo, la
víspera, celebraremos en el Seminario las doce horas de oración por las
vocaciones al ministerio sacerdotal. Os invito a participar en ambos eventos
con el fin de pedir al dueño de la mies que envíe operarios a su mies, ya que
ésta es abundante, pero los obreros son pocos; y estamos muy necesitados.
Pazko aldian
Kristinau Sarbiderako sakramentuen ospakizuna
Y también viene siendo habitual celebrar durante la
Pascua los sacramentos de la Iniciación cristiana en la Catedral. Se trata
principalmente de adultos que en su tiempo no recibieron el bautismo y que han
descubierto su fe y el deseo de ser admitidos en el discipulado y seguimiento
del Señor. Cada vez son más numerosas las personas jóvenes y adultas que
descubren a Jesús y quieren seguirle unidos a Él y acogiendo los dones de su
gracia para edificar la civilización nueva del amor, la creación nueva que
brota de la Pascua. Hemos sido convocados a formar parte de la Iglesia. La
vocación cristiana es realmente una con-vocación. Un llamamiento a realizar
juntos el camino de seguimiento de Jesús, respondiendo a su llamada y haciendo
fructificar en nosotros los dones que su Espíritu nos regala.
Zabaldu egizuez
bihotzak
Que Dios os colme con todos los dones de la Pascua.
Abrid el corazón para recibirlos en plenitud, con agradecimiento y
responsabilidad. Que Él nos bendiga y afiance en nosotros el don de la vida
nueva. Con gran afecto.
+ Mario Iceta Gabicagogeascoa
Obispo de Bilbao
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