jueves, 29 de marzo de 2018

LA VIDA VENCE A LA MUERTE




Bizitzaren eta maitasunaren arteko loturea

El domingo de Resurrección inaugura el mes de abril con su poderosa llamada a la luz, a la vida nueva y a la eternidad. “Yo hago nuevas todas las cosas” (Ap 21, 5). Jesús nos ha llamado a una existencia injertada en su propia vida y animada por el Espíritu. Como bien nos advierte, “sin mi no podéis hacer nada” (Jn 15. 5). Ese es el secreto profundo de la vida cristiana. Es el Señor quien vivifica nuestra vida y la hace fructificar, como la vid unida al sarmiento. Permanecer en esa comunión profunda, en esta unidad de vida de amor y de destino es la clave de una vida fecunda y lograda.

Guztiok gara bokazinoaren fruitua

Por eso el tiempo de Pascua es propicio para recordar nuestra propia vocación. Hemos venido a la existencia por un acto de amor de Dios. Él nos ha llamado y nos sigue llamando. Su nombre ha sido pronunciado sobre nosotros y nuestro propio nombre ha salido de sus labios. ¡Cuánto necesitamos reconocer esta voz, esta llamada! Sin ella nos encontramos desorientados y vacíos. También Jesús nos dice que sus ovejas oyen la voz del Buen Pastor y la reconocen, y le siguen en la alegría, el cuidado y la esperanza. Todos somos fruto de una vocación, de una llamada y es bueno hacer memoria de ella cada mañana al levantarnos. De este modo, más allá de pruebas y dificultades, el día se torna luminoso y esperanzador.

Biziera erlijiosoaren Astea

Este mes acogeremos la celebración de la Semana de la vida religiosa. Los miembros de las diversas Congregaciones se reúnen durante estos días para orar, reflexionar y dialogar acerca de los retos, dificultades, esperanzas y caminos nuevos en el servicio que cada carisma congregacional quiere ofrecer en nuestra Diócesis a la sociedad, de modo particular a los más necesitados. Oremos por los frutos de este encuentro y acompañemos a la vida consagrada para que sean testimonio del amor de Dios en las situaciones de especial vulnerabilidad, dificultad y sufrimiento.


`Carmelo Etxenagusia´ Ohorezko  II. Aitamena

También celebraremos la segunda edición de la “Mención Honorífica Carmelo Etxenagusia”. Este Premio fue instituido para reconocer la labor de personas de la Diócesis en la evangelización de la cultura. Este año se reconocerá la labor realizada por tres personas: Don José Ángel Ubieta, presbítero diocesano. Ha sido Vicario General durante la Administración Apostólica D. José María Cirarda y los episcopados de D. Antonio Añoveros y D. Luis María de Larrea. En ese tiempo se crearon la mayoría de entidades culturales existentes en la Diócesis. También dirigió la edición española de la Biblia de Jerusalén. El Padre Martzel Andrinua, religioso pasionista. Fue vicario episcopal territorial y ha creado numerosos materiales pastorales en euskera. Durante muchos años se ha dedicado a la atención pastoral de las personas mayores (movimiento Vida Ascendente – Bizian Gora). Y Doña Begoña Andonegi, laica dedicada a la educación y a la acción pastoral, de modo particular como profesora y directora de la ikastola Begoñazpi. Formó parte durante muchos años del equipo de catequesis de infancia en Busturialdea y actualmente es referente parroquial en Mundaka.

Abade bokazinoen aldeko otoitzak eskatzen dodaz

El cuarto domingo de Pascua celebraremos a Cristo Buen Pastor. Es un día para orar por quienes ejercen este ministerio en la Diócesis y por quienes se preparan para ello. En la tarde de este día es habitual instituir los ministerios de lector y acólito en la Catedral. Así mismo, la víspera, celebraremos en el Seminario las doce horas de oración por las vocaciones al ministerio sacerdotal. Os invito a participar en ambos eventos con el fin de pedir al dueño de la mies que envíe operarios a su mies, ya que ésta es abundante, pero los obreros son pocos; y estamos muy necesitados.

Pazko aldian Kristinau Sarbiderako sakramentuen ospakizuna

Y también viene siendo habitual celebrar durante la Pascua los sacramentos de la Iniciación cristiana en la Catedral. Se trata principalmente de adultos que en su tiempo no recibieron el bautismo y que han descubierto su fe y el deseo de ser admitidos en el discipulado y seguimiento del Señor. Cada vez son más numerosas las personas jóvenes y adultas que descubren a Jesús y quieren seguirle unidos a Él y acogiendo los dones de su gracia para edificar la civilización nueva del amor, la creación nueva que brota de la Pascua. Hemos sido convocados a formar parte de la Iglesia. La vocación cristiana es realmente una con-vocación. Un llamamiento a realizar juntos el camino de seguimiento de Jesús, respondiendo a su llamada y haciendo fructificar en nosotros los dones que su Espíritu nos regala.

Zabaldu egizuez bihotzak

Que Dios os colme con todos los dones de la Pascua. Abrid el corazón para recibirlos en plenitud, con agradecimiento y responsabilidad. Que Él nos bendiga y afiance en nosotros el don de la vida nueva. Con gran afecto.

+ Mario Iceta Gabicagogeascoa

Obispo de Bilbao

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