Blanco Misa Crismal MR, p. 262 (276) / Lecc. I, p. 811 La bendición del óleo de los enfermos, del óleo de los catecúmenos y la consagración del Crisma las hace el obispo normalmente el día de hoy, en una misa especial, que se celebrar por la mañana.
Las celebraciones del Triduo Sacro deben llevarse a cabo sólo en las Iglesias catedrales y parroquiales y en aquellas donde puedan celebrarse dignamente, es decir, con presencia de fieles, con un número conveniente de ministros y con la posibilidad de cantar al menos algunas partes. Es necesario, por consiguiente, que las pequeñas comunidades, asociaciones y los grupos peculiares de todo género se reúnan en estas iglesias, para llevar a cabo las celebraciones de una forma más noble. MR 278, 3
Inicia El Triduo Sacro Jueves Santo de la Cena del Señor Misa Vespertina Institución de la eucaristía, del Sacerdocio y Mandamiento del Amor MR. p. 279 (291) / Lecc. I, p. 816 Otros santos: Perfecto de Córdoba, mártir. Beatos: Lucas Passi presbítero y fundador; Andrés Hibernón, religioso de la Orden de los Hermanos Menores
UN PAR DE SIGNOS
Ex 2, 1-8, 11-14, 1 Cor 11, 23-26; Jn 13, 1-15
Las personas que participan en el relato del Éxodo y en el cuarto Evangelio recurren al lenguaje de los gestos simbólicos. Los símbolos tienen una gran fuerza comunicativa. Moisés recurrió a la violencia para hacer justicia y defender a las víctimas. Su herramienta para enfrentar los conflictos radica en la fuerza y no en la palabra. Tiempo después, cuando intenta hacerlo de nuevo, cuestionan la legitimidad de su proceder. "Nadie" le ha establecido como liberador de los esclavos hebreos. En el relato de la Última Cena el Señor Jesús pretende instruir a sus discípulos sobre la excelencia del servicio. Realiza un gesto sorprendente a los ojos de los suyos porque asume la función del siervo, siendo el Maestro. El desconcierto de Pedro es notorio y permite a Jesús explicar con sus palabras el sentido profundo de sus acciones. Los que son enviados en el nombre de Jesús no deben engreírse, sintiéndose merecedores de una grandeza ajena.
Según una antiquísima tradición, en este día se prohíben todas las Misas sin participación del pueblo. En la tarde, a la hora más oportuna, se celebra la misa de la Cena del Señor. con la participación de toda la comunidad local y con la intervención, según su propio oficio, de todos los sacerdotes y ministros La sagrada comunión se puede distribuir a los fieles sólo dentro de la misa; pero a los enfermos se les puede llevar a cualquier hora del día. El sagrario debe estar completamente vacío. Conságrense en esta misa suficientes hostias, de modo que alcancen para la comunión del clero y del pueblo, hoy y mañana.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ga 6, 14
Debemos gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, porque en él está nuestra salvación, nuestra vida y nuestra resurrección, y por él fuimos salvados y redimidos.
Se dice Gloria.
Mientras se canta este himno, se tocan las campanas Terminado el canto, las campanas no vuelven a tocarse hasta la Vigilia Pascual.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, reunidos para celebrar la santísima Cena en la que tu Hijo unigénito, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el nuevo y eterno sacrificio, banquete pascual de su amor, concédenos que, de tan sublime misterio, brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Prescripciones sobre la cena pascual.
Del libro del Éxodo: 12, 1-8. 11-14
En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: "Este mes será para ustedes el primero de todos los meses y el principio del año. Díganle a toda la comunidad de Israel: 'El día diez de este mes, tomará cada uno un cordero por familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con los vecinos y elija un cordero adecuado al número de personas y a la cantidad que cada cual pueda comer. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito.
Lo guardarán hasta el día catorce del mes, cuando toda la comunidad de los hijos de Israel lo inmolará al atardecer. Tomarán la sangre y rociarán las dos jambas y el dintel de la puerta de la casa donde vayan a comer el cordero. Esa noche comerán la carne, asada a fuego; comerán panes sin levadura y hierbas amargas. Comerán así: con la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano y a toda prisa, porque es la Pascua, es decir, el paso del Señor.
Yo pasaré esa noche por la tierra de Egipto y heriré a todos los primogénitos del país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados. Castigaré a todos los dioses de Egipto, yo, el Señor. La sangre les servirá de señal en las casas donde habitan ustedes. Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo y no habrá entre ustedes plaga exterminadora, cuando hiera yo la tierra de Egipto.
Ese día será para ustedes un memorial y lo celebrarán como fiesta en honor del Señor. De generación en generación celebrarán esta festividad, como institución perpetua' ". Palabra de Dios Te alabarnos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 115, 12-13. 15-16bc. 17-18
R/. Gracias, Señor, por tu sangre que nos lava.
¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor. R/.
A los ojos del Señor es muy penoso que mueran sus amigos. De la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava. R/.
Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre. Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 11, 23-26
Hermanos: Yo recibí del Señor lo mismo que les he trasmitido: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía".
Lo mismo hizo con el cáliz después de cenar, diciendo: "Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él".
Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva. Palabra de Dios Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 13, 34
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R/.
EVANGELIO
Los amó hasta el extremo,
Del santo Evangelio según san Juan: 13,1-15
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre y habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
En el transcurso de la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, la idea de entregarlo, Jesús, consciente de que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas y sabiendo que había salido de Dios y a Dios volvía, se levantó de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó; luego echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que se había ceñido.
Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: "Señor, ¿me vas a lavar tú a mí los pies?". Jesús le replicó: "Lo que estoy haciendo tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde". Pedro le dijo: "Tú no me lavarás los pies jamás". Jesús le contestó: "Si no te lavo, no tendrás parte conmigo". Entonces le dijo Simón Pedro: "En ese caso, Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza". Jesús le dijo: "El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. Y ustedes están limpios, aunque no todos". Como sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: 'No todos están limpios'.
Cuando acabó de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, volvió a la mesa y les dijo: "¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXIÓN: Comienza—con el Triduo Pascual—la conmemoración del misterio de la redención humana realizada por la pasión, muerte y resurrección del Señor. Un día por demás señalado: "jueves único" en el año litúrgico. Si la celebración eucarística es siempre memorial de la muerte y resurrección de Cristo, hoy lo es "mucho más", si cabe la expresión... Entre los temas que destacan en la liturgia: Eucaristía, Sacerdocio ministerial y Amor fraterno, el primero y determinante es la Eucaristía, celebración de la pasión y muerte del Señor hasta que él vuelva: "nueva pascua" y "banquete sacrificial" del pueblo cristiano, que viene a sustituir alacena pascual judía, como recuerdo de la liberación de Egipto.
LAVATORIO DE LOS PIES
Después de la homilía, donde lo aconseje el bien pastoral, se lleva a cabo el lavatorio de los pies. Los varones designados van, acompañados por los ministros, a ocupar los asientos preparados para ellos. [Hay que tener en cuenta que: «…también puede estar compuesto de hombres y mujeres, y es conveniente que formen parte de él jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, clérigos, consagrados, laicos». Cfr Decreto in Coena Domini, Congregación para el Cubo Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a 6 de enero de 2016. solemnidad de la Epifanía del Señor] El sacerdote, se quita la casulla si es necesario, y se acerca a cada una de las personas designadas. Con la ayuda de los ministros y les lava los pies y se los seca mientras tanto se cantan algunas de las siguientes antífonas o algún canto apropiado.
ANTÍFONA 1 Cfr. Jn 13, 4. 5. 15
El Señor se levantó de la mesa, echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de sus discípulos para darles ejemplo.
ANTÍFONA 2 Jn 13, 6. 7. 8
Señor, ¿pretendes tú lavarme a mí los pies? Jesús le respondió: Si no te lavo los pies, no tendrás nada que ver conmigo.
ANTÍFONA 3 Cfr. Jn 13, 14
Si yo, que soy el maestro y el Señor, les he lavado los pies, ¡con cuánta mayor razón ustedes deben lavarse los pies unos a otros!
ANTÍFONA 4 Jn 13, 35
En esto reconocerán todos que son mis discípulos: en que se amen los unos a los otros.
ANTÍFONA 5 Jn 13, 34
Este nuevo mandamiento les doy: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado, dice el Señor.
ANTÍFONA 6 1 Co 13, 13
Ahora tenemos la fe, la esperanza y el amor; pero la mayor de estas tres virtudes es el amor.
Inmediatamente después del lavatorio de los pies o, si éste no tuvo lugar, después de la homilía, se hace la Oración universal. Sería conveniente organizar la procesión de ofrendas en la que además de pan y vino, se lleven dones para los pobres. Sería bueno cantar el Ubi caritas et amor... u otro canto apropiado. Hay que tener presente también las variantes propias de este día en la Plegarias Eucarísticas.
No se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Supliquemos, hermanos, a Cristo, el Ungido de Dios, en cuyas manos el Padre ha puesto todas las cosas, y pidámosle que escuche nuestra oración:
Para que todos los cristianos sepan seguir el ejemplo de humildad del Señor, que lavó los pies de sus discípulos, e imiten la bondad de aquel que aceptó las lágrimas de Pedro, que lo había negado, roguemos al Señor.
Para que nuestro obispo N., y sus presbíteros, que en estos días han recordado el inicio de su ministerio y han renovado sus promesas, vivan plenamente conforme a Jesús y sean siempre fieles a lo que en su ordenación prometieron, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que se entregó a la muerte para reunir a los hijos de Dios que estaban dispersos, inspire sentimientos de conversión a los que por el pecado o la indiferencia se han alejado de la Iglesia, roguemos al Señor.
Para que los enfermos, al ser ungidos con el óleo de la salvación que nuestro obispo acaba de consagrar, experimenten la protección del Señor y sientan mejora en su enfermedad y alivio en sus dolores, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que con su humillación nos exalta, con su entrega nos merece el perdón, con su sangre nos purifica y con su carne nos alimenta, ilumine también nuestras mentes para que comprendamos y amemos los misterios que hoy conmemoramos, roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, ya que mientras vivimos aún en este mundo, nos invitas a participar en la mesa que es imagen del banquete eterno, escucha nuestra oración y haz que los que ahora nos reunimos para celebrar el sacramento de tu triunfo podamos ser también tus comensales en el banquete de la Pascua eterna. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial de la muerte de tu Hijo, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El sacrificio y el sacramento de Cristo MR, p. 283 (521).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Co 11, 24. 25
Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice el Señor.
En la Comunión, en un momento oportuno, el sacerdote, tomando del altar la Eucaristía. la entrega a los diáconos, acólitos u otros ministros extraordinarios, para que la lleven a los enfermos en sus casas. Después de distribuir la comunión, se deja sobre el altar un copón con hostias para la comunión del día siguiente, y se termina la misa con esta oración.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que así como somos alimentados en esta vida con la Cena pascual de tu Hijo, así también merezcamos ser saciados en el banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
TRASLADO DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO
Después de incensar al Santísimo, el sacerdote, cubriendo con el paño de hombros el copón, inicia la procesión hacia el SITIO donde se le va a guardar, en donde será adorado por turnos.
hasta la media noche. Antes de depositar al Señor en el lugar preparado, se repite la incensación. En ambos casos y durante el trayecto se usan cantos adecuados. Esta adoración, después de la media noche, hágase sin solemnidad.
REFLEXIÓN: Este Jueves Santo se celebra la Misa de la Cena del Señor. San Juan María Vianney en su Sermón para esta fecha expresa: ¡Qué amor, qué caridad la de nuestro Señor Jesucristo al escoger la vigilia del día en que habían de hacerle morir para instituir un sacramento por el cual iba a quedarse entre nosotros, para ser nuestro Padre, nuestro Consolador y toda nuestra felicidad! Más felices somos nosotros que los que vivían en tiempo de su vida mortal en que él no estaba en un lugar fijo, en que era necesario desplazarse lejos para tenerla dicha de verle; hoy le encontramos en todos los lugares del mundo, y esta dicha se me ha prometido ser realidad hasta que se acabe el mundo. ¡Oh amor inmenso de un Dios por sus criaturas! No, nada puede hacerle parar cuando se trata de mostrarnos la grandeza de su amor. En este momento, dichoso para nosotros, toda Jerusalén está ardiendo, todo el populacho hecho una furia, todos conspiran su perdición, todos quieren se derrame su sangre adorable —y es precisamente en este momento— que él les prepara, igual que a nosotros, la prueba más inefable de su amor".
No hay comentarios:
Publicar un comentario