Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
Verde Domingo XXVI del Tiempo Ordinario [Se omite la Fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael] MR p. 440 (436) / Lecc. II, p. 277
AUNQUE UN MUERTO RESUCITE
Am 6, 1. 4-7; 1 Tim 6,11-16; Lc 16, 19-31
El rico que nos presenta san Lucas vive fastuosamente. Los israelitas ricos de Samaria se regalan una serie de lujos inalcanzables para la mayoría de sus vecinos. Lo que vuelve más insoportable esa situación es la indiferencia ante la desastrosa situación en que viven sus prójimos. El profeta Amós muestra que los que nadan en la opulencia no quieren compadecerse del desastre de José. La mayoría del pueblo no tenía acceso a la comida y al vestido, mientras que los gobernantes disponían de camas de marfil importado y banqueteaban a diario. En idéntica situación se encontraba el pobre Lázaro Entre el rico y el pobre del Evangelio parecía no haber mucha distancia geográfica, en cambio había una enorme distancia afectiva. Esa misma distancia es la que nos documenta al final la parábola cuando dice que entre Lázaro y el rico existe un abismo inmenso.
ANTÍFONA DE ENTRADA Dn 3, 31. 29. 30. 43. 42
Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo, porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus mandatos; pero haz honor a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa misericordia.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que manifiestas tu poder de una manera admirable sobre todo cuando perdonas y ejerces tu misericordia, multiplica tu gracia sobre nosotros, para que, apresurándonos hacia lo que nos prometes, nos hagas partícipes de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ustedes, los que lleven una vida disoluta, irán al destierro.
Del libro del profeta Amós: 6, 1. 4-7
Esto dice el Señor todopoderoso: "¡Ay de ustedes, los que se sienten seguros en Sión y los que ponen su confianza en el monte sagrado de Samaria! Se reclinan sobre divanes adornados con marfil, se recuestan sobre almohadones para comer los corderos del rebaño y las terneras en engorda. Canturrean al son del arpa, creyendo cantar como David. Se atiborran de vino, se ponen los perfumes más costosos, pero no se preocupan por las desgracias de sus hermanos. Por eso irán al destierro a la cabeza de los cautivos y se acabará la orgía de los disolutos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 145, 6c-7. 8-9a. 9bc-10
R/. Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
El Señor es siempre fiel a su palabra, yes quien hace justicia al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cumple todo lo mandado, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 6, 11-16
Hermano: Tú, como hombre de Dios, lleva una vida de rectitud, piedad, fe, amor, paciencia y mansedumbre. Lucha en el noble combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste tan admirable profesión ante numerosos testigos.
Ahora, en presencia de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que dio tan admirable testimonio ante Poncio Pilato, te ordeno que cumplas fiel e irreprochablemente todo lo mandado, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo, la cual dará a conocer a su debido tiempo Dios, el bienaventurado y único soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, el que habita en una luz inaccesible y a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él todo honor y poder para siempre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Cor 8, 9
R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.
EVANGELIO
Recibiste bienes en tu vida y Lázaro, males; ahora él goza de consuelo, mientras que tú sufres tormentos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 16,19-31
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto de llagas y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba éste en el lugar de castigo, en medio de tormentos, cuando levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro junto a él.
Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora de consuelo, mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes y nosotros se abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá ni hacia acá'.
El rico insistió: `Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta y no acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo: 'Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó: 'No, padre Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se arrepentirán'. Abraham repuso: `Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto' ". Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor)
Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda santos y numerosos ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de ser justos e infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad de la familia humana, roguemos al Señor.
Para que los que buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, descansen contemplándola, roguemos al Señor.
Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en el pecado y nos libre de una muerte imprevista, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que llamas por su propio nombre al pobre y desconoces el de quien vive en medio de riquezas, escucha nuestras oraciones, haz justicia a los oprimidos y concédenos que, al escuchar tu palabra, creamos que Cristo ha regresado verdaderamente de entre los muertos y nos recibirá, al término de nuestros días, en el seno de nuestro padre Abraham. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Dios misericordioso, que nuestra ofrenda te sea aceptable y que por ella quede abierta para nosotros la fuente de toda bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 118, 49-50
Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu siervo, ella me infunde esperanza y consuelo en mi dolor.
O bien.
1 Jn 3, 16
En esto hemos conocido lo que es el amor de Dios: en que dio su vida por nosotros. Por eso también nosotros debemos dar la vida por los hermanos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este misterio celestial renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de aquel cuya muerte, al anunciarla, la hemos compartido. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Cuando se diluyen los vínculos entre las personas aparece la insensibilidad. Los israelitas del tiempo de Amós vivían en una sociedad tan polarizada como la nuestra. Quienes disponían de mucha riqueza veían como extraños a los que carecían de esa. En palabras de los estudiosos de nuestra sociedad, somos un país dual, donde coexisten dos mundos que no se tocan. De un lado un estrecho sector que maneja una enorme cantidad de riquezas, del otro, una enorme cantidad de ciudadanos, que parecen no serlo, porque están desprovistos de oportunidades. El relato evangélico señala la importancia de realizar cambios sociales en el momento oportuno. Una sociedad con inclusión y menos polarización es más habitable que una sociedad de tantos contrastes. Desde la óptica de la fe, los cristianos que disponemos de mejores oportunidades, tenemos la responsabilidad de traducir nuestra conciencia de fraternidad, apoyando iniciativas que promuevan la mejoría en las condiciones de vida de los menos favorecidos.
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