El Papa Francisco pide por todos aquellos que trabajan en el mar y por sus familias
Tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro este domingo 8 de julio, el Papa Francisco dirigió unas palabras a los trabajadores marítimos con motivo de la celebración del Domingo del Mar, dedicado a los marineros y pescadores.
“Rezo por ellos y por sus familias, así como por los capellanes y voluntarios del Apostolado del Mar”, señaló el Santo Padre.
También dirigió un recuerdo especial “a aquellos que en el mar viven situaciones de trabajo indignas, y a todos aquellos que se han comprometido a limpiar los pares de todos los agentes contaminantes”.
Por otra parte, en un mensaje con motivo de este Domingo del Mar, el Cardenal Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Integral, recordó “a los casi 1.200.000 marineros de cada nacionalidad, que profesan una fe diferente, obligados a vivir varios meses en el espacio restringido de un barco, separados de sus familias y de sus seres queridos”.
Aislados durante largos períodos de tiempo en alta mar, estos marineros no pueden “participar en los eventos familiares más importantes y significativos, ni estar presentes en los momentos difíciles que te ponen a prueba, como las enfermedades o la muerte”, lamentó el Prefecto.
Con su profesión, “los marineros desarrollan un rol significativo en nuestra economía global transportando, de una parte a otra del globo, el 90% de los bienes que utilizamos en nuestra vida cotidiana. Por eso, hoy, mientras rezamos por estas personas, donde quiera que estén, queremos expresar nuestra gratitud por el duro trabajo lleno de sacrificios que llevan a cabo”.
En su mensaje, el Cardenal Turkson enumeró “algunos de los obstáculos que la gente del mar afronta cotidianamente”.
1.- Negación del permiso de desembarcar para los marineros y de visitar el barco para los capellanes
En su mensaje, explicó que “con la mecanización y la automoción, el tiempo de atraque del barco en el puerto se ha reducido al mínimo, por eso la tripulación no tiene suficiente tiempo para descansar y relajarse”.
En numerosos puertos, señaló, “para las tripulaciones es cada vez más complicado obtener el permiso para bajar a tierra firme, a causa de la política empresarial y de las normas restrictivas y discriminatorias impuestas por los Gobiernos”.
Además, denunció las numerosas trabas con que los capellanes y voluntarios del Apostolado del Mar se encuentran para dar atención espiritual a los marineros: “A muchos de nuestros capellanes y voluntarios que visitan los buques se les niega el permiso de entrar en puerto o de subir a bordo de los buques para suministrar bienestar material y espiritual a los marineros que llegan a la costa tras semanas de navegación”.
Por ello, aseveró que “las tripulaciones no deberían ver negada la libertad de bajar a tierra firme, así como a los capellanes y a los voluntarios no se les debería negar el derecho de subir a bordo de los buques”.
2.- Violencia en el mar y piratería
Sobre la violencia ejercida por bandas criminales en alta mar, el Prefecto valoró la mejora de la seguridad respecto a años anteriores. Aun así invitó “a cada persona a estar atenta a la violencia en el mar, que generalmente está marcada por la piratería”.
También se refirió a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, como una forma de violencia en el mar, pues priva “a muchos Estados costeros de sus recursos marítimos naturales, creando una situación de extrema pobreza en el país, y facilitando a individuos sin escrúpulos convertir a pescadores desesperados y sin trabajo en piratas”.
“Pedimos a los Gobiernos y a los propietarios de los buques que pongan en práctica todos los mecanismos necesarios para proteger la vida de las personas en el mar y reducir al mínimo el coste económico”.
3.- Abandono de buques y tripulación
“El abandono de buques y tripulación no es un problema nuevo para la industria marina”, explicó el Cardenal. “Entre el año 2012 y el año 2017 más de 1.300 marineros han sido abandonados por diversas razones en puertos extranjeros lejos de casa, a menudo sin sueldo y sin reservas de comida y carburante para el buque”.
En este sentido, denunció que “una vez abandonados, a los marineros se les deja solos, sin preocuparse por la comida, el sueldo, el estado de inmigración y de muchas cosas más, a no ser que sean ayudados por una organización humanitaria”.
“Pedimos que se ponga en práctica un sistema de seguridad financiera dirigido a garantizar que los propietarios de los buques den una indemnización a los marineros y a sus familias en caso de abandono”.
4.- Impacto ambiental en los océanos
Por último, se refirió al impacto medioambiental de las actividades marítimas. “Como cualquier tipo de transporte que utiliza combustibles fósiles, los buques producen emisiones de dióxido de carbono que contribuyen de manera significativa al cambio climático global y a la acidificación de los océanos”.
Además del dióxido de carbono, “estos buques emiten una cierta cantidad de contaminantes que contribuyen al problema”.
“Respaldamos los esfuerzos llevados a cabo por la Organización Marítima Internacional para prevenir y reducir de forma significativa la contaminación plástica marina del sector marítimo y disminuir las emisiones de los gases de efecto invernadero producidas por los buques e implementar otras normas que impongan el uso de carburantes más limpios en el mar”, aseguró.
(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
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El Papa Francisco hace balance del encuentro ecuménico de Bari
“Un signo elocuente de unidad de los cristianos”, así definió el Papa Francisco la reunión ecuménica que mantuvo en la ciudad italiana de Bari el sábado 7 de julio con los Patriarcas y jefes de las Iglesias Orientales.
“Ayer, en Bari, junto con los Patriarcas de las Iglesias de Oriente Medio y sus representantes, hemos vivido una jornada especial de oración y de reflexión por la paz en aquella región. Doy las gracias a Dios por este encuentro que ha sido un signo elocuente de unidad de los cristianos, y ha visto la participación entusiasta del pueblo de Dios”, fueron las palabras del Santo Padre al finalizar el Ángelus de este domingo 8 de julio en la Plaza de San Pedro.
El Pontífice también dio las gracias “a los hermanos Jefes de las Iglesias y a todos los que les representan. He quedado verdaderamente edificado por su talante y por su testimonio. Agradezco al Arzobispo de Bari, hermano humilde y servidor, a los colaboradores y a todos los fieles que nos han acompañado y sostenido con la oración y con su alegre presencia”.
En la reunión, el Papa Francisco y los Patriarcas veneraron juntos las reliquias de San Nicolás, rezaron por la paz en Oriente Medio y dialogaron sobre la situación de los cristianos en esa región.
Tras finalizar la reunión, el Papa pronunció unas palabras conclusivas en las que puso de relieve la delicada situación que padecen los cristianos en Oriente Medio, acosados por la violencia, las guerras y el fundamentalismo, y pidió a las potencias que se impliquen en la paz.
(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
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