martes, 30 de octubre de 2018

NOTICIAS PAPA FRANCISCO

El Papa clausura Sínodo y pide defender a la Iglesia de ataques del diablo


El Papa Francisco clausuró este sábado el Sínodo de los Obispos con un llamado a los fieles a defender a la Iglesia con la oración y la penitencia, de los ataques que el Gran Acusador realiza a causa de los pecados de sus hijos.
“Nuestra madre (la Iglesia) es santa, pero los hijos somos pecadores. Somos todos pecadores, no lo olvidemos”, señaló el Papa ante los padres sinodales reunidos en el Vaticano.
Sin embargo, advirtió que “el Gran Acusador” aprovecha los pecados de los hijos para atacar a la Iglesia. “Dice en el primer capítulo de Job que gira y gira por la tierra buscando a quien acusar” y “en este momento nos está acusando fuerte” y “esta acusación se convierte en persecución”.
El Pontífice añadió que las acusaciones del diablo también “se convierten en otro tipo de persecución, acusaciones continuas para ensuciar la Iglesia. Y la Iglesia no se ensucia: los hijos ‘estamos todos sucios’, pero la Madre, no”.
Por ello, dijo, “es el momento de defender a la Madre: y a la Madre se defiende del Gran Acusador con la oración y la penitencia. Por esto he pedido, en este mes que culmina en pocos días, de rezar el Rosario, rezar a San Miguel Arcángel, rezar a la Virgen para que cubra siempre a la Madre Iglesia”.
“Sigamos haciéndolo. Es un momento difícil, porque el Acusador a través nuestro ataca a la Madre, y a la Madre no se toca. Esto quiero decirlo de corazón al final del Sínodo”, expresó.
El documento del Sínodo
Previamente, en su discurso el Santo Padre habló sobre el documento final aprobado por los padres sinodales.
“Primero quiero reafirmar una vez más que el Sínodo no es un parlamento, es un espacio protegido para que el Espíritu Santo pueda actuar. Por esto las informaciones que se dan son generales, y no las cosas más particulares”. “Este ha sido un lugar protegido, no lo olvidemos, fue el Espíritu el que ha trabajado aquí”, reiteró.
Asimismo, señaló que “el resultado del Sínodo no es un documento. Lo he dicho al inicio, estamos llenos de documentos, no sé si este documento afuera hará algo, no lo sé, pero sí sé que debe hacer en nosotros, debe trabajar en nosotros”.
“Nosotros hemos hecho el documento, la comisión, nosotros lo hemos estudiado y lo hemos aprobado el documento. Ahora el Espíritu nos da el documento para que trabaje en nuestro corazón. Somos nosotros los destinatarios del documento”, indicó.
Francisco invitó a los padres sinodales y demás personas que participaron en este evento a “hacer oración con el documento, estudiarlo” para que este trabaje.
El Papa señaló que si bien el texto aprobado “es para más gente”, los primeros destinatarios “somos nosotros. Es el Espíritu el que ha hecho todo esto y retorna a nosotros. No olvidarlo por favor”.
El Sínodo de los Obispos comenzó el 3 de octubre y los trabajos culminaron este sábado 27.  El documento aprobado contiene 167 puntos divididos en doce capítulos.
Mañana el Papa celebrará la Misa de clausura en la Basílica de San Pedro a las 10:00 a.m. hora local.

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
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MISA DEL DOMINGO 04/11/18

Verde XXXI Domingo Ordinario [Se omite la Memoria de San Carlos Borromeo, obispo] MR p. 443 (441) / Lecc II, p. 185



UNA BINA INDISOLUBLE

Deut 6. 2-6; Heb 7, 23-28; Mc 12, 28-34


El libro del Deuteronomio hilvana una serie de adverbios de modo para enseñarnos el lugar privilegiado que debe ocupar Dios en nuestra vida. Israel no reconoce sino a un solo Dios y Señor y por eso mismo ha de amarle con absoluta intensidad: con toda el alma, con todas las fuerzas y de todo corazón. La estructura del libro del Deuteronomio está cargada de un aprecio y un respeto por el ser humano. Es una legislación humanista que antepone el valor de toda persona en particular la de los más débiles (viudas, huérfanos, forasteros) a la obediencia rigurosa de las normas. En ese sentido, la nueva síntesis que el Señor Jesús propone al Maestro de Israel, urgiéndole a amar por igual a Dios y al prójimo no es una absoluta novedad. El Señor Jesús, como afirmara san Agustín, hace patente lo que estaba latente en la Antigua Alianza.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 37, 22-23

No me abandones, Señor, Dios mío, no te alejes de mí. Ven de prisa a socorrerme, Señor mío, mi salvador.

Se dice Gloria

ORACIÓN COLECTA

Dios omnipotente y misericordioso, a cuya gracia se debe el que tus fieles puedan servirte digna y laudablemente, concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos tienes prometidos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón.

Del libro del Deuteronomio: 6, 2-6


En aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo: "Teme al Señor, tu Dios, y guarda todos sus preceptos y mandatos que yo te transmito hoy, a ti, a tus hijos y a los hijos de tus hijos. Cúmplelos siempre y así prolongarás tu vida. Escucha, pues, Israel: guárdalos y ponlos en práctica, para que seas feliz y te multipliques.

Así serás feliz, como ha dicho el Señor, el Dios de tus padres, y te multiplicarás en una tierra que mana leche y miel.

Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón los mandamientos que hoy te he transmitido". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



SALMO RESPONSORIAL 

Del salmo, 17, 2-3a. 3 bc-4. 47 y 51ab.


R/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza.


Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera. R/.

Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de mi enemigo. R/.

Bendito seas, Señor, que me proteges; que tú, mi salvador, seas bendecido. Tú concediste al rey grandes victorias y mostraste tu amor a tu elegido. R/.


SEGUNDA LECTURA

Jesús tiene un sacerdocio eterno por que él permanece para siempre.

De la carta a los hebreos: 7, 23-28


Hermanos: Durante la antigua alianza hubo muchos sacerdotes, porque la muerte les impedía permanecer en su oficio. En cambio, Jesucristo tiene un sacerdocio eterno, porque él permanece para siempre. De ahí que sea capaz de salvar, para siempre, a los que por su medio se acercan a Dios, ya que vive eternamente para interceder por nosotros.

Ciertamente que un sumo sacerdote como éste era el que nos convenía: santo, inocente, inmaculado, separado de los pecadores y elevado por encima de los cielos; que no necesita, como los demás sacerdotes, ofrecer diariamente víctimas, primero por sus pecados y después por los del pueblo, porque esto lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. Porque los sacerdotes constituidos por la ley eran hombres llenos de fragilidades; pero el sacerdote constituido por las palabras del juramento posterior a la ley, es el Hijo eternamente perfecto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 23

R/. Aleluya, aleluya.


El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y haremos en él nuestra morada, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

Amarás al Señor tu Dios. - Amarás a tu prójimo.

Del santo Evangelio según san Marcos: 12, 28-34


En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?". Jesús le respondió: "El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos".

El escriba replicó: "Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, y que amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios”. Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: "No estás lejos del Reino de Dios". Y ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL


Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras oraciones y nos conceda el auxilio que necesitamos: Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe. (R/. Escúchanos Padre, y aumenta nuestra fe.)

Para que Dios derrame en su Iglesia el Espíritu de piedad y fortaleza, que suscite numerosos y dignos ministros del altar y testigos celosos y humildes del Evangelio, roguemos al Señor.

Para que Dios infunda en el corazón de los gobernantes la voluntad de promover el bien de sus súbditos, a fin de que todos puedan desarrollarse debidamente y reinen en el mundo la justicia y la igualdad, roguemos al Señor.

Para que el Señor fortalezca a los moribundos que luchan en su último combate, los libre de las tentaciones y no permita que nosotros, al llegar la hora de abandonar este mundo, caigamos en manos del enemigo, roguemos al Señor.

Para que Dios conceda a nuestros familiares y amigos el perdón de sus pecados, una vida próspera y el don de la caridad, roguemos al Señor.

Padre santo, Dios nuestro, el único que eres Señor, concédenos la gracia de estar siempre atentos, para que nuestro corazón, nuestra alma, nuestra mente y nuestro ser se rindan plenamente a tu palabra, el Evangelio de tu Hijo, el único sacerdote para siempre que puede salvar definitivamente a los que por medio de él se acercan a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, que este sacrificio sea para ti una ofrenda pura, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 15, 11

Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.

O bien: Jn 6, 57

Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, dice el Señor, así también el que me come vivirá por mí.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te rogamos, Señor, que aumente en nosotros la acción de tu poder y que, alimentados con estos sacramentos celestiales, tu favor nos disponga para alcanzar las promesas que contienen. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PARA NUESTRO TIEMPO.- Con justa razón se extrañan los analistas de una inexplicable combinación. Una sociedad que se confiesa cristiana en muy alta proporción padece altísimos índices de violencia y desigualdad. Si la fe es genuina, queda sin explicación alguna tanta violencia. Si la fe es puramente nominal y declarativa no puede servir como freno o barrera ante tanta barbarie. La única alternativa viable, al menos para los cristianos de buena voluntad, será conciliar estrechamente el amor a Dios con el amor al prójimo. Un amor que no es un sentimentalismo meloso, sino que fundamentalmente se debe traducir en un respeto permanente hacia la vida, la dignidad, el cuerpo, los bienes, la intimidad de toda persona. No caben excepciones: no se puede justificar el ajuste de cuentas ni el linchamiento de delincuentes comunes o criminales de alto rango; como tampoco se puede violentar a las mujeres por su forma de vestir, ni a los emigrantes por su color de piel. Dios se ha hecho carne en la vida de cada persona.

MISA DEL JUEVES 01/11/18

Solemnidad de Todos los Santos

Nota: El número entre paréntesis en MR ( ) corresponde al Misal Romano, edición para México de Editorial BAC.

Blanco MR, p. 822 (855) / Lecc. II, p. 1132 / LH, de la solemnidad


Esta solemnidad nos representa visualmente a toda la multitud de los redimidos; para descubrirnos el destino que nos espera también a nosotros, peregrinos. Es, además, un motivo para hacernos conscientes de nuestra solidaridad con todos aquellos que nos han precedido en el mundo del espíritu. Todos ellos, que viven frente a Dios, son nuestros intercesores, que dan impulso a nuestra vida.


DIOS Y EL CORDERO

Apoc 7, 2-4-9-14; 1 Jn 3, 1-3; Mt 5, 1-12


Aunque dice el refrán que "la derrota es huérfana y la victoria tiene muchos padres", en el cántico que resuena en el libro del Apocalipsis la victoria es atribuida solamente a dos: a Dios y al Cordero. Los 144 mil y la enorme muchedumbre, grupos simbólicos que representan a los hombres y mujeres que fueron fieles a Dios, tanto del pueblo de Israel como del pueblo congregado en torno al Cordero, entonan un cántico unánime de alabanza. Ellos lograron superar la persecución y el martirio, porque acogieron el don de fortaleza que Dios les regaló. También los ancianos y los vivientes lo reconocen: el verdadero responsable de la victoria sobre el maligno y sus secuaces es solamente Dios. Las bienaventuranzas nos alientan a perseverar en la senda de la fidelidad cristiana, animándonos con argumentos sólidos: El Señor Jesús venció al mal y a su vez, una multitud de hijos de Abrahán y de discípulos de Jesucristo, han perseverado en el amor y por eso llevan consigo la marca de la victoria.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Alegrémonos en el Señor y alabemos al Hijo de Dios, junto con los ángeles, al celebrar hoy esta solemnidad de Todos los Santos.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que nos concedes venerar los méritos de todos tus santos en una sola fiesta, te rogamos, por las súplicas de tan numerosos intercesores, que en tu generosidad nos concedas la deseada abundancia de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA


Vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas.

Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 7, 2-4. 9-14

Yo, Juan, vi a un ángel que venía del oriente. Traía consigo el sello del Dios vivo y gritaba con voz poderosa a los cuatro ángeles encargados de hacer daño a la tierra y al mar. Les dijo: "¡No hagan daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que terminemos de marcar con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios!".

Y pude oír el número de los que habían sido marcados: eran ciento cuarenta y cuatro mil, procedentes de todas las tribus de Israel.

Vi luego una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica blanca; llevaban palmas en las manos y exclamaban con voz poderosa: "La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero”. Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, cayeron rostro en tierra delante del trono y adoraron a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza, se le deben para siempre a nuestro Dios".

Entonces uno de los ancianos me preguntó: "¿Quiénes son y de dónde han venido los que llevan la túnica blanca?". Yo le respondí: "Señor mío, tú eres quien lo sabe". Entonces él me dijo: "Son los que han pasado por la gran tribulación y han lavado y blanqueado su túnica con la sangre del Cordero".

Palabra de Dios Te alabamos, Señor.



SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 23, 1-2. 3-4ab. 5-6


R/. Ésta es la clase de hombres que te buscan, Señor.


Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.

¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso. R/.

Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob. R/.


SEGUNDA LECTURA

Veremos a Dios tal cual es.

De la primera carta del apóstol san Juan: 3,1-3


Queridos hijos: Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha reconocido a él.

Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

Todo el que tenga puesta en Dios esta esperanza, se purifica a sí mismo para ser tan puro como él.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 11, 28

R/. Aleluya, aleluya.


Vengan a mí, todos los que están fatigados y fatigados por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos.

Del santo Evangelio según san Mateo: 5,1-12


En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, y les dijo: "Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.

Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que te sean gratos, Señor, los dones que ofrecemos en honor de todos los santos, y concédenos experimentar la ayuda para obtener nuestra salvación, de aquellos que ya alcanzaron con certeza la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

La gloria de nuestra madre, la Jerusalén celeste.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque hoy nos concedes celebrar a tu familia, que es nuestra madre, la Jerusalén del cielo, en donde nuestros hermanos ya glorificados te alaban eternamente. Hacia ella, peregrinos, caminando por la fe, nos apresuramos ardorosos, regocijándonos por los más ilustres miembros de la Iglesia, en cuya gloria nos das al mismo tiempo ejemplo y ayuda para nuestra fragilidad. Por eso, unidos a ellos y a todos los ángeles, a una voz te alabamos y glorificamos, diciendo: Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 5, 8-10

Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios nuestro, a quien adoramos, admirable y único Santo entre todos tus santos, imploramos tu gracia para que, al consumar nuestra santificación en la plenitud de tu amor, podamos pasar de esta mesa de la Iglesia peregrina, al banquete de la patria celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Indulgencia Plenaria en favor de los difuntos


Quienes visitan el cementerio y oran por los difuntos en los días del 1° al 8 de noviembre.

Quienes visitan una iglesia u oratorio y rezan el Padrenuestro o el Credo en el día de la Conmemoración de todos los fieles difuntos (EI, n. 29)

viernes, 26 de octubre de 2018

PASTORAL Y HOMILÍAS OBISPO


INICIO DEL CURSO PASTORAL 2018-2019

Queridos hermanos y hermanas.

Comenzamos un nuevo curso pastoral. El último del vigente V Plan Diocesano de Evangelización. “Salid al encuentro” ha sido nuestro lema y nuestra guía durante estos últimos años: al encuentro con Dios, con el prójimo, de modo particular en las periferias existenciales y entre nosotros fomentando la comunión. Señalábamos algunas tareas permanentes: la puesta en marcha del directorio diocesano de iniciación cristiana, la culminación de la remodelación pastoral y el impulso a la paz y la reconciliación. Además, algunos acentos han querido orientar nuestra acción pastoral: la consideración de la familia como sujeto agente de la evangelización; la integración de la dimensión socio-caritativa en el núcleo de la evangelización y de la vida de las comunidades; el impulso en la creación de realidades comunitarias y el fortalecimiento de un laicado responsable; el fomento de la comunión diocesana; la promoción de condiciones favorables al encuentro personal con Dios.

Al comienzo de curso queremos acoger nuevamente con ilusión la llamada del Señor que nos invita a participar en la tarea evangelizadora, en el campo donde la mies es mucha y los trabajadores pocos, en la viña, que debe dar buenos frutos en lugar de agrazones, en el ancho mar, donde hemos de echar las redes confiados en su Palabra.

Debemos concebir nuestra propia vida como una llamada a la misión. Esta es nuestra vocación. Vocación y misión son dos dimensiones inherentes a nuestro ser discípulos y misioneros.

La situación eclesial y social ha ido cambiando en estos años. El número de niños y jóvenes que comienzan su iniciación cristiana sigue disminuyendo, así como la celebración de nuevos matrimonios cristianos. También la celebración exequial cristiana ha dado paso a nuevas formas de despedida al margen de la celebración en la Iglesia. Nuevas formas de pobreza surgen entre nosotros, la llegada de refugiados o de inmigrantes que cruzan el estrecho con gran riesgo de sus vidas y en medio de un doloroso desarraigo. Se cronifica la pobreza en familias, parados de larga duración y personas que no son capaces de salir del centro o la periferia de la exclusión. La soledad de muchas personas, particularmente ancianas y enfermas se extiende como una amarga sombra sobre una vida que va perdiendo la esperanza. La tarea de la reconciliación que ayude a restañar profundas heridas que ha dejado entre nosotros el terrorismo y la violencia requerirá de formas nuevas y de un nuevo impulso renovado.

La familia sigue siendo la institución más valorada en nuestra sociedad. Tras la promulgación de la exhortación postsinodal Amoris laetitia, es necesario que sus contenidos y propuestas vayan calando y fecundando nuestra acción pastoral en el cuidado y promoción de la familia, así como su integración plena en la vida de las comunidades y parroquias, y la atención esmerada y cercana a las situaciones de dificultad, crisis, sufrimiento o ruptura.

Las periferias existenciales, nuevas y antiguas, siguen siendo el lugar donde resuena y nos interpela el gran protocolo por el que seremos juzgados: me disteis de comer, de beber, me vestisteis, me visitasteis... El Papa Francisco, a este respecto, nos dice: “Ante la contundencia de estos pedidos de Jesús es mi deber rogar a los cristianos que los acepten y reciban con sincera apertura, «sine glossa», es decir, sin comentario, sin elucubraciones y excusas que les quiten fuerza. El Señor nos dejó bien claro que la santidad no puede entenderse ni vivirse al margen de estas exigencias suyas, porque la misericordia es «el corazón palpitante del Evangelio» (GE, 97). Y nos pide que nos alejemos de dos modos ideologizados que distorsionan la verdad que resplandece en el Evangelio: “Lamento que a veces las ideologías nos lleven a dos errores nocivos. Por una parte, el de los cristianos que separan estas exigencias del Evangelio de su relación personal con el Señor, de la unión interior con él, de la gracia. Así se convierte al cristianismo en una especie de ONG, quitándole esa mística luminosa que tan bien vivieron y manifestaron san Francisco de Asís, san Vicente de Paúl, santa Teresa de Calcuta y otros muchos. A estos grandes santos ni la oración, ni el amor de Dios, ni la lectura del Evangelio les disminuyeron la pasión o la eficacia de su entrega al prójimo, sino todo lo contrario.” (GE, 100). “También es nocivo e ideológico el error de quienes viven sospechando del compromiso social de los demás, considerándolo algo superficial, mundano, secularista, inmanentista, comunista, populista. O lo relativizan como si hubiera otras cosas más importantes o como si solo interesara una determinada ética o una razón que ellos defienden. La defensa del inocente que no ha nacido, por ejemplo, debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo. Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de descarte. No podemos plantearnos un ideal de santidad que ignore la injusticia de este mundo, donde unos festejan, gastan alegremente y reducen su vida a las novedades del consumo, al mismo tiempo que otros solo miran desde afuera mientras su vida pasa y se acaba miserablemente”. (GE, 101).

La vida cristiana nace, crece y madura en la comunión eclesial. De ahí la necesidad de fortalecer nuestras comunidades cristianas como lugar de encuentro con Dios y entre nosotros, favoreciendo el conocimiento mutuo de los diversos ministerios y carismas y fortaleciendo la comunión. Esta comunión es “conditio sine qua non” para la fecundidad de la misión. “Sabrán que sois discípulos míos si os amáis”, dice el Señor (cfr. Jn 13, 35). Esta comunión eclesial está inserta en la vida de la gente, en medio de la sociedad, como un fermento en la masa, como faro en la noche, a modo de sacramento de salvación, en palabras del Concilio.

Esta comunión eclesial no es fruto de nuestro esfuerzo, sino de la llamada de Dios, que nos ha convocado para formar un pueblo santo, real, profético y sacerdotal.

X Mario Iceta Gabicagogeascoa

Obispo de Bilbao

jueves, 25 de octubre de 2018

ADORACIÓN EUCARÍSTICA (JUEVES 25/10/18)



ADORACIÓN EUCARÍSTICA



Si alguno quiere estar con la virgen, que vaya a las 19:00.

Hoy hemos quedado además con el señor a las 19:30 y a las 20:00.

Un saludo y nos vemos esta tarde.

miércoles, 24 de octubre de 2018

MISA DEL DOMINGO 28/10/18

Verde Domingo XXX del Tiempo Ordinario [Se omite la fiesta de los Santos Simón y Judas, Apóstoles y de San Rodrigo Aguilar, mártir mexicano] MR. p 442 (440) / Lecc. II, p. 182 / LH. 2a semana del Salterio



TEN COMPASIÓN DE MÍ

Jer 31, 7-9: Heb 5, 1-6; Mc 10, 46-52


Entre la profecía de Jeremías y el fragmento del Evangelio de san Marcos encontramos una relación de promesa y cumplimiento. El profeta anunciaba el regreso de los desterrados, un retorno que no dejaría atorado en Babilonia a ningún israelita; aún aquellos que experimentarían dificultades para caminar—ciegos, cojos, mujeres embarazadas— regresarían a la tierra de Israel. El pregón que lanza el profeta es abierto, todos podrán escucharlo y sumarse con entusiasmo al grupo que regresa a Jerusalén. Un rumor creciente debió circular también en las callejas y plazas de Jericó, el profeta de Nazaret, Jesús, hijo de David había llegado, sin duda alguna cumpliría ahí también las señales y gestos de misericordia realizados en otros poblados. Bartimeo se dejó sacudir por esa buena noticia, se aproximó sin vacilar a Jesús, manifestó su confianza en él y recibió lo que más anhelaba: la visión necesaria para guiarse con toda seguridad.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4

Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin descanso.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para que merezcamos alcanzar lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Vienen a mi llorando, pero yo los consolaré y los guiaré

Del libro del profeta Jeremías: 31, 7-9


Esto dice el Señor: "Griten de alegría por Jacob, regocíjense por el mejor de los pueblos; proclamen, alaben y digan: 'El Señor ha salvado a su pueblo, al grupo de los sobrevivientes de Israel'.

He aquí que yo los hago volver del país del norte y los congrego desde los confines de la tierra. Entre ellos vienen el ciego y el cojo, la mujer encinta y la que acaba de dar a luz.

Retorna una gran multitud; vienen llorando, pero yo los consolaré y los guiaré; los llevaré a torrentes de agua por un camino llano en el que no tropezarán. Porque yo soy para Israel un padre y Efraín es mi primogénito". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5.6


R/. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.


Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar; entonces no cesaba de reír nuestra boca ni se cansaba entonces la lengua de cantar. R/.

Aun los mismos paganos con asombro decían: "¡Grandes cosas ha hecho por ellos el Señor!". Y estábamos alegres, pues ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor. R/. 

Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor. R/.

Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando vendrán con sus gavillas. R/.


SEGUNDA LECTURA

Tú eres sacerdote eterno, como Melquisedec.

De la carta a los hebreos: 5, 1-6


Hermanos: Todo sumo sacerdote es un hombre escogido entre los hombres y está constituido para intervenir en favor de ellos ante Dios, para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. Por eso, así como debe ofrecer sacrificios por los pecados del pueblo, debe ofrecerlos también por los suyos propios.

Nadie puede apropiarse ese honor, sino sólo aquel que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. De igual manera, Cristo no se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote; se la otorgó quien le había dicho: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. O como dice otro pasaje de la Escritura: Tú eres sacerdote eterno, como Melquisedec. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Tm 1, 10

R/. Aleluya, aleluya.


Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.

EVANGELIO

Maestro, que pueda ver.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 46-52


En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó en compañía de sus discípulos y de mucha gente, un ciego, llamado Bartimeo, se hallaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que el que pasaba era Jesús Nazareno, comenzó a gritar: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!". Muchos lo reprendían para que se callara, pero él seguía gritando todavía más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!". Jesús se detuvo entonces y dijo: "Llámenlo". Y llamaron al ciego, diciéndole: "¡Ánimo! Levántate, porque él te llama". El ciego tiró su manto; de un salto se puso en pie y se acercó a Jesús. Entonces le dijo Jesús: "¿Qué quieres que haga por ti?". El ciego le contestó: "Maestro, que pueda ver". Jesús le dijo: "Vete; tu fe te ha salvado" Al momento recobró la vista y comenzó a seguirlo por el camino.

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo

PLEGARIA UNIVERSAL


Confiados en que la oración de los pobres llega hasta el Señor, elevemos con humildad nuestras peticiones a Dios y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor)

Para que el Señor conceda el espíritu de consejo, fortaleza, ciencia y piedad a nuestro obispo N., y a todos los pastores de la Iglesia, roguemos al Señor.

Para que los gobiernos de las naciones edifiquen sus comunidades en la paz, equilibrando toda desigualdad injusta, roguemos al Señor.

Para que el Señor alivie los dolores de los que sufren en el cuerpo o en el espíritu y les dé fuerza para no desfallecer ante la tribulación, roguemos al Señor.

Para que mantenga a nuestras familias firmes en la concordia y seguras en su gracia y amistad, roguemos al Señor.

Dios nuestro, luz para los ciegos y consuelo para los afligidos, que en tu Hijo nos has dado al Sumo Sacerdote justo e indulgente hacia los que pecan por la ignorancia o error, escucha las súplicas de tu familia y haz que todos los hombres experimenten la intercesión de Jesús, el Señor, y retornen al camino que conduce a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Se dice Credo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Mira, Señor, los dones que presentamos a tu majestad, para que lo que hacemos en tu servicio esté siempre ordenado a tu mayor gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 19, 6

Nos alegraremos en tu victoria y cantaremos alabanzas en el nombre de nuestro Dios.

O bien: Ef 5, 2

Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda agradable a Dios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que tus sacramentos, Señor, produzcan en nosotros todo lo que significan, para que lo que ahora celebramos en figura lo alcancemos en su plena realidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La esperanza es una de las fortalezas del espíritu humano. Una sociedad desesperanzada es presa fácil de sus propios problemas. Aunque la esperanza por sí solano remedia ningún problema social, sí nos ofrece la disposición de ánimo para sumar esfuerzos y caminar hacia el logro de objetivos comunes valiosos. Bien lo afirma el refrán, que "el primero de mil pasos es el más difícil". No sabemos si Bartimeo era un ciego de nacimiento o si había sufrido algún accidente; lo que sí sabemos es que su desgraciada situación no le había despojado de la esperanza. Cuando revisamos los enormes retos mundiales (amenazas nucleares, calentamiento global, terrorismo, etc.) o los problemas del país (corrupción, violencia, inequidad social corremos el peligro de sumirnos en la impotencia o la resignación. La fe en un Dios salvador nos urge a vivir documentando con gestos y palabras nuestra condición de creyentes en la victoria de Jesús resucitado.

NOTICIAS PAPA FRANCISCO

El Papa Francisco explica en qué consiste la esperanza cristiana con esta curiosa imagen


Durante la Misa celebrada este martes 23 de octubre en Casa Santa Marta, el Papa Francisco explicó que el encuentro con Jesús será la herencia de los cristianos, el motivo de la esperanza cristiana.
El Santo Padre dedicó su homilía a reflexionar sobre la esperanza, y la describió con la imagen de una mujer embarazada que espera alegre el encuentro con su hijo que va a nacer, y todos los días pone sus manos sobre la barriga para acariciar al niño. De la misma manera, el cristiano vive la esperanza del encuentro con Jesús.
Al hablar de esperanza, el Papa explicó que “se me viene a la cabeza esa imagen de la mujer embarazada, la mujer que espera a un niño, que va al médico que le hace ver la ecografía y ¡está alegre. Todos los días se toca la barriga para acariciar a ese niño. Está a la espera del niño, vive esperando a ese hijo”.
Esa imagen “puede ayudarnos a comprender qué es la esperanza: vivir para el encuentro. Esa mujer imagina cómo serán los ojos del hijo, cómo será su sonrisa, si será rubio o moreno. Imagina el encuentro con el hijo”.
El Pontífice explicó que fe, esperanza y caridad son un mismo regalo. Al mismo tiempo, puso el acento en que tanto la fe como la caridad son fáciles de comprender, “pero la esperanza, ¿qué es?”, preguntó.
“Vivir en esperanza es caminar hacia un premio, hacia la felicidad que no tenemos aquí pero que la tendremos allí, en el cielo. Es una virtud difícil de entender. Es una virtud humilde, muy humilde. Es una virtud que nunca decepciona: si tú esperas, nunca serás decepcionado. Nunca, nunca”.
La esperanza “también es una virtud concreta”, señaló. Pero, “¿cómo puede ser concreta si yo no conozco el cielo o aquello que me espera?”, planteó el Santo Padre.
“Esa herencia nuestra que es la esperanza hacia algo…, es un encuentro. Jesús siempre subraya esta parte de la esperanza, ese mantenerse en espera…, encontrar”.
El Papa regresó a la imagen de la madre embarazada que imagina al hijo que va a nacer: “¿Espero así, de esa forma concreta, o espero un poco gnósticamente? La esperanza es concreta, es de todos los días porque es un encuentro. Y cada vez que encontramos a Jesús en la Eucaristía, en la oración, en el Evangelio, en los pobres, en la vida comunitaria, damos un paso hacia ese encuentro definitivo”.
Se trata de “la sabiduría de saber disfrutar de los pequeños encuentros de la vida con Jesús, preparando ese encuentro definitivo”, concluyó el Papa.
Evangelio comentado por el Papa Francisco:
Lucas 12:35-38
35 «Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas,
36 y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran.
37 Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá.
38 Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!
(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
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Jóvenes iraquíes envían conmovedor mensaje al Papa Francisco por el Sínodo


Un grupo de católicos iraquíes envió un conmovedor video-mensaje al Papa Francisco con ocasión del Sínodo de los Jóvenes que se desarrolla en Roma hasta el 28 de octubre.
Según informó Vatican News, el pasado 13 de octubre el Papa Francisco se reunió en la Casa Santa Marta con un joven iraquí llamado Safa Al Abbia, auditor en el sínodo.
Al Abbia tenía que regresar a su país porque su madre estaba enferma y quiso saludar al Pontífice antes de irse.
Por su parte, Francisco le entregó un rosario para que se lo llevara a su madre y le pidió que transmitiera su bendición y un mensaje a los jóvenes católicos iraquíes para animarlos a seguir adelante confiando en Dios.
Vatican News indicó que el gesto del Papa fue acogido con cariño por parte de los iraquíes y Al Abbia quiso enviarle las respuestas de estos jóvenes a través de un video.
Los muchachos iraquíes grabaron un mensaje en diferentes idiomas (inglés, italiano, francés, ruso, árabe y español), para agradecer al Santo Padre por la labor que hace en favor de la Iglesia. También le dijeron que lo querían y “nos vemos pronto en Irak”.
Uno de los jóvenes expresó: “Muchas gracias por todo el apoyo que está brindando a la juventud iraquí y a Bagdad”.
En el video los acompañan los Obispos Auxiliares de Bagdad, Mons. Shlemon Warduni y Basel Salim Yaldo, quienes también aseguraron sus oraciones por el Pontífice y “por la paz en Irak y en Medio Oriente”.

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
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Papa Francisco aconseja a los abuelos cómo transmitir la fe a sus nietos


El Papa Francisco dialogó con jóvenes y ancianos este martes 23 de octubre en un encuentro intergeneracional celebrado en el Instituto Patristico Augustinianum de Roma, organizado por la editorial italiana Marsilio. La escucha entre generaciones, la transmisión de la fe a los jóvenes o la ayuda los migrantes fueron algunos de los temas que trataron.
El objetivo del evento era promocionar la venta del libro ‘La saggezza del tempo’ (‘La sabiduría del tiempo’) escrito por el P. Antonio Spadaro, director de la revista jesuita ‘La Civiltà Cattolica’, que recoge testimonios de ancianos en diferentes países del mundo y el comentario del Santo Padre como respuesta a cada uno de ellos.
Cómo vivir en una sociedad que se mueve por la violencia
En el encuentro, el Papa respondió a algunas preguntas de los asistentes, entre ellos el cineasta estadounidense Martin Scorsese, quien le preguntó cómo se puede vivir una vida buena y justa en una sociedad que parece moverse por la codicia y la violencia.
“Ante las violencias, ante la crueldad, ante la destrucción de la dignidad humana, el llanto es cristiano”, fue la respuesta del Papa.
Animó a “pedir la gracia de las lágrimas, porque el llanto ablanda el corazón, abre el corazón, es fuente de inspiración. Llorad. Jesús en los momentos más sentidos de su vida, ha llorado. En el momento en que vio el fracaso de su pueblo lloró ante Jerusalén”.
Otra asistente, la joven italiana de 26 años Federica Ancona, preguntó cómo puede vivir una vida feliz. El Papa le explicó que, como respuesta a su pregunta, se le ocurre un gesto: “Extender la mano y abrirla”.
Frente a la cultura de la hipocresía y del cerrarse, el Papa propuso “la cultura del convivir”, de la fraternidad y del servicio, porque “se abre y se mancha las manos”. “¿Quieres ser feliz? Entonces extiende la mano, ábrela y mánchatela”.
Cómo transmitir la fe a los hijos
Asimismo, el matrimonio maltés formado por Tony y Grace Naudi, de 71 y 65 años que preguntaron cómo pueden, como padres y abuelos, transmitir la fe a sus hijos y nietos y evitar que renuncien al camino de la fe.
El Papa contestó recordando que “la fe siempre se transmite en dialecto. El dialecto de la familia, el dialecto de la amistad, el dialecto de la cercanía”.
Subrayó que “la fe se transmite siempre en casa. Precisamente son los abuelos quienes, en los momentos más difíciles de la historia, los que han transmitido la fe. Pensemos en las persecuciones de la fe del siglo pasado. Dictadores genocidas que todos sabemos… Y fueron los abuelos los que a escondidas enseñaban a los nietos a rezar y los llevaban a bautizar. Han tenido en esos momentos de persecución una gran responsabilidad”.
Además, hizo hincapié en que para transmitir la fe “no basta con leer el catecismo, porque la fe no solo es el contenido, es el modo de vivir, evaluar, de alegrarse, de entristecerse, de llorar…, hay toda una vida que está ahí”.
También rechazó la tentación del proselitismo, “no se trata de convencer, porque la fe y la Iglesia no crecen por medio del proselitismo, sino por atracción, es decir, por testimonio”. En este sentido, destacó la importancia del silencio, “pero un silencio que acompañe, no un silencio que acuse”.
Por el contrario, está el “mal testimonio, la mayoría por parte de gente de la Iglesia como sacerdotes neuróticos o gente que dice ser católica pero lleva una mala vida”. Ese mal testimonio es el que aleja a la gente de la fe, aseguró el Pontífice.
Como consejo a los padres que ha visto cómo sus hijos se alejaban de la fe, les propuso actuar “con mucho amor, mucha ternura, mucho testimonio, paciencia y oración. Y nunca discutir”.
Cómo animar a los jóvenes a confiar en la vida
Rosemary Lane, estadounidense de 30 años, preguntó al Santo Padre qué le diría a los jóvenes que quieren confiar en la vida, que desean construirse un futuro a la altura de sus sueños.
“Les diría que comiencen a soñar y que sueñen todo lo que puedan sin vergüenza”, empezó el Pontífice en su respuesta.
Y después, “defender los sueños como se defiende a los hijos”. “Cuando tienes un sueño, lo custodias y lo defiendes para que el hábito de lo cotidiano no te lo quite”. También animó a “llevar los sueños de los ancianos. No limitarse a escucharlos, tomar nota y marcharse a divertirse. No. Hay que llevar con nosotros los sueños de nuestros ancianos. Son una responsabilidad que te cambia el corazón, te hace crecer, te hace madurar”.
El problema de los populismos
Fiorella Bacherini, una mujer italiana de 83 años, planteó al Papa la problemática de los populismos, y cómo aquellos que quieren sembrar el odio utilizan el drama de los refugiados para lograr sus objetivos.
El Papa fue muy claro y afirmó que los jóvenes “tienen que saber cómo crece el populismo”, y animó a estudiar el ascenso al poder de dictadores como Hitler en la Alemania de los años 30. “Que sepan cómo comienzan los populismos”, insistió.
“No se puede vivir sembrando odio. Pensemos en la historia de las religiones, en la reforma protestante, cómo sembramos odio, por las dos partes. Y con el tiempo nos dimos cuenta de que ese no era el camino y ahora estamos sembrando gestos de amistad y no de odio”.
El Papa insistió: “Sembrar odio es fácil, y no hace falta mirar a la escena internacional, aquí mismo, en los barrios, en la vida cotidiana. Se siembra odio con los malos comentarios, con los cotilleos… Eso es matar. Es matar la fama al otro, matar la paz y la concordia en la familia, en el barrio, en el lugar de trabajo”.
Sobre el drama de la migración preguntó: “¿Qué se puede hacer cuando veo que el Mediterráneo es un cementerio? Yo le digo la verdad: sufro, rezo, hablo. No podemos aceptar este sufrimiento”.
Recordó que “ayudar al migrante es un mandato bíblico, porque ‘tú mismo fuiste migrante en Egipto’. Luego pensamos: Europa ha sido hecha de los migrantes. Y tomar conciencia de que en momentos malos del pasado otros países recibieron a los migrantes europeos”.
En este sentido recordó: “Yo soy hijo de emigrantes que se fueron a Argentina. En América hay muchos que tienen nombre italiano. Migrantes recibidos con el corazón y los brazos abiertos”.
Por último, insistió en que a los inmigrantes no sólo hay que acogerlos, también hay que integrarlos.

(PUBLICADO EN ACIPRENSA)
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Alegría en el corazón de Dimas

Hemos entrado en Cuaresma, tiempo de preparación para celebrar la Semana Santa, con la Pascua cristiana: el triunfo de Cristo, después de su...