miércoles, 26 de julio de 2017

MISA DEL DOMINGO 30/07/17

DOMINGO 30

Verde Domingo XVII Del Tiempo Ordinario [Se omiten Memorias, Santa María de Jesús Sacramentado Venegas, religiosa y San Pedro Crisólogo, obispo y doctor de la Iglesia] MR p. 429 / Lecc. II, p. 38

Otros santos: Beatos Sebastián Llorens y Jaime Puig, mártires.

ENSÉÑAME A ESCUCHAR
1 Re 3, 5-13; Rom 8, 28-30; Mt 13, 44-52
El relato del libro de los Reyes nos refiere la visión que tuvo el rey Salomón en el templo de Gabaón. Dios se le manifestó en sueños y le abrió su cartera de par en par, diciéndole "pídeme lo que quieras". Salomón no se engolosinó como solemos hacer los humanos, cuando nos dejamos encandilar por las apariencias. Antes que pedirle riquezas, larga vida o victorias sobre sus enemigos, Salomón le pidió sensatez para escuchar y saber gobernar a su pueblo y sabiduría para desechar las malas decisiones y acoger las buenas. La sabiduría de Salomón no es algo imposible de conseguir. En el Evangelio, el Señor Jesús nos explica que el tesoro y la perla preciosa del reinado de Dios están al alcance de toda persona bien dispuesta, que sepa buscar. Quien encuentre el tesoro escondido del Reino, aprenderá a vivir con la sabiduría que Jesús vivió.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 67, 6. 7. 36
Dios habita en su santuario; Él nos hace habitar juntos en su casa; es la fuerza y el poder de su pueblo.


ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, protector de los que en ti confían, sin ti, nada es fuerte, ni santo; multiplica sobre nosotros tu misericordia para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos ahora de los bienes pasajeros, que nuestro corazón esté puesto en los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
Por haberme pedido sabiduría.
Del primer libro de los Reyes: 3, 5-13

En aquellos días, el Señor se le apareció al rey Salomón en sueños y le dijo: "Salomón, pídeme lo que quieras, y yo te lo daré".
Salomón le respondió: "Señor, tú trataste con misericordia a tu siervo David, mi padre, porque se portó contigo con lealtad, con justicia y rectitud de corazón. Más aún, también ahora lo sigues tratando con misericordia, porque has hecho que un hijo suyo lo suceda en el trono. Sí, tú quisiste, Señor y Dios mío, que yo, tu siervo, sucediera en el trono a mi padre, David. Pero yo no soy más que un muchacho y no sé cómo actuar. Soy tu siervo y me encuentro perdido en medio de este pueblo tuyo, tan numeroso, que es imposible contarlo. Por eso te pido que me concedas sabiduría de corazón para que sepa gobernar a tu pueblo y distinguir entre el bien y el mal. Pues sin ella, ¿quién será capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?"
Al Señor le agradó que Salomón le hubiera pedido sabiduría y le dijo: "Por haberme pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino sabiduría para gobernar, yo te concedo lo que me has pedido. Te doy un corazón sabio y prudente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti. Te voy a conceder, además, lo que no me has pedido: tanta gloria y riqueza, que no habrá rey que se pueda comparar contigo". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 118, 57 y 72. 76-77. 127-128. 129-130.

R/. Yo amo, Señor, tus mandamientos.
A mí, Señor, lo que me toca es cumplir tus preceptos. Para mí valen más tus enseñanzas que miles de monedas de oro y plata. R/.
Señor, que tu amor me consuele, conforme a las promesas que me has hecho. Muéstrame tu ternura y viviré, porque en tu ley he puesto mi contento. R/.
Amo, Señor, tus mandamientos más que el oro purísimo: por eso tus preceptos son mi guía y odio toda mentira. R/.

Tus preceptos, Señor, son admirables, por eso yo los sigo. La explicación de tu palabra da luz y entendimiento a los sencillos.


SEGUNDA LECTURA
Nos predestina para que reproduzcamos en nosotros mismos la imagen de su Hijo.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 28-30
Hermanos: Ya sabemos que todo contribuye para bien de los que aman a Dios, de aquellos que han sido llamados por él, según su designio salvador.
En efecto, a quienes conoce de antemano, los predestina para que reproduzcan en sí mismos la imagen de su propio Hijo, a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A quienes predestina, los llama; a quienes llama, los justifica; y a quienes justifica, los glorifica. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 11, 25R/. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.


EVANGELIO
Vende cuanto tiene y compra aquel campo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 44-52
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra. También se parece el Reino de los cielos a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces. Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen los buenos en canastos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación.
¿Han entendido todo esto?" Ellos le contestaron: "Sí". Entonces él les dijo: "Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante al padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.


PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, el auxilio del Espíritu Santo, para que inspire nuestras oraciones y ruegue con nosotros por las necesidades del mundo, respondiendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para los que empiezan a conocer a Cristo y desean la gracia del bautismo y para que los que preparan el bautismo de sus hijos, pidamos el favor de Dios todopoderoso. Te rogamos, Señor.
Para nuestra ciudad (nuestro pueblo), para todos los que habitan en ella (él), y para todos los pueblos y naciones, pidamos al Señor paz y prosperidad abundantes. Te rogamos, Señor.
Para los que persiguen a la Iglesia y para los pecadores que viven intranquilos, pidamos la luz del Espíritu y la gracia de la conversión. Te rogamos, Señor.
Por los que estamos aquí reunidos y por aquellos por los que queremos rezar, pidamos al Señor que nos guarde a todos en la fe y nos reúna en el reino de su Hijo. Te rogamos, Señor.
Señor Dios, que Cristo, nos has hecho descubrir el tesoro escondido y la perla de gran valor, concédenos la luz de tu Espíritu, para que, viviendo en medio del mundo, sepamos valorar las riquezas inestimables de tu reino y, para poseerlas, estemos dispuestos a renunciar a todo. Por Jesucristo, nuestro Señor.



ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que por tu generosidad te presentamos, para que, por el poder de tu gracia, estos sagrados misterios santifiquen toda nuestra vida y nos conduzcan a la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 102, 2
Bendice alma mía al Señor, y no te olvides de tus beneficios.
O bien: Mt 5, 7-8
Dichosos los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido, Señor, el sacramento celestial, memorial perpetuo de la pasión de tu Hijo, concédenos que este don, que él mismo nos dio con tan inefable amor, nos aproveche para nuestra salvación eterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Cuando se tiene voluntad de vivir congruentemente la propia fe y las convicciones ciudadanas que sostenemos, podemos hacer la diferencia. No es necesario disponer de virtudes extraordinarias, ni hace falta poseer madera de héroe. Con una dosis de sentido común, que Dios se encarga de ofrecernos a través de su Espíritu, podemos tener la sabiduría suficiente para aplicar los grandes principios de la fe cristiana y los grandes valores universales a las situaciones cotidianas. No hace falta mucha inteligencia para cuidar el agua en vez de llenar nuestros escasos lagos y presas de desechos tóxicos. No se necesita practicar ningún tipo de heroísmo para respetar el derecho al descanso de nuestros vecinos. No se tiene que ser un superdotado para comprender que el trabajo paciente y honesto, es más seguro y digno que la piratería, el tráfico de influencias y la corrupción.

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