martes, 24 de septiembre de 2019

NOTICIAS PAPA FRANCISCO

El Papa propone “la mejor medicina” para no hablar mal de los demás


El Papa Francisco sugirió una medicina eficaz para no hablar mal de los demás, durante la Misa celebrada en la diócesis de Albano, localizada a 40 kilómetros del Vaticano, lugar que visitó en la tarde de este sábado 21 de septiembre.
“Es importante tener la boca cerrada. Cuando alguien viene a decirme: ‘no puedo no hablar de los demás’. Yo sugiero una medicina eficaz: muérdete la lengua. Seguramente se te hinchará, pero no hablarás mal de los demás”, dijo el Santo Padre tras haber rezado en la Catedral de Albano con algunos sacerdotes.
La Misa fue concelebrada por el Obispo de Albano, Mons. Marcello Semeraro, quien forma parte también del Consejo de Cardenales que lo asesora en la reforma de la Curia romana.
Durante su homilía, el Santo Padre reflexionó en el pasaje bíblico del Evangelio de San Lucas de Jesús en la ciudad de Jericó y de su encuentro con Zaqueo “el jefe de los publicanos”, quien recaudaba impuestos para el imperio romano, por lo que era despreciado por sus conciudadanos, pero no por Jesús.
El Papa destacó que a pesar de la “baja estatura física y moral y también de su vergüenza” Zaqueo trató de ver a Jesús escondido en las ramas de un árbol para dar una lección: “El Señor ante todo nos recuerda. No nos olvida, no nos pierde de vista, a pesar de los obstáculos que nos pueden mantener alejados de Él”.
Además, Francisco remarcó que tras el encuentro de Jesús con Zaqueo “todos murmuraron” en esa ciudad y añadió que a pesar de “límites, pecados, vergüenza, chismorreos y prejuicios: ningún obstáculo hace que Jesús olvide lo esencial, el hombre para amar y salvar”.
En esta línea, el Santo Padre señaló que el Evangelio invita a recordar que “cada iglesia, que la Iglesia con mayúscula existe para mantener vivo en los corazones de los hombres el recuerdo de que Dios los ama”.
Por ello, el Papa Francisco aseguró que la Iglesia “existe para decirles a todos, incluso a los más lejanos: ‘Jesús te ama y te llama por tu nombre; Dios no te olvida, se preocupa por ti’. Queridos hermanos y hermanas, como Jesús, no tengan miedo de ‘cruzar’ su ciudad, ir a aquellos que son los más olvidados, aquellos que están ocultos detrás de las ramas de la vergüenza, el miedo, la soledad, para decirles: Dios se acuerda de ti”, expresó.
Asimismo, el Santo Padre explicó que Jesús es quien “nos ve primero, el que nos ama primero, el que nos recibe primero” y añadió que “cuando descubrimos que su Amor nos anticipa, que nos alcanza antes que nada, la vida cambia”.
“Querido hermano, querida hermana, si como Zaqueo buscas un significado para la vida y, al no encontrarlo, te estás dejando andar con “sustitutos del amor”, como las riquezas, la carrera, el placer, alguna adicción, déjate mirar por JesúsSolo con Jesús descubrirás que siempre has sido amado y descubrirás la vida”, animó el Papa.
De este modo, el Pontífice exhortó a preguntarnos como Iglesia cuál es el lugar que tiene Jesús: “¿Está primero Él o nuestra agenda, está antes Él o nuestras estructuras?” y advirtió que “si todo lo que hacemos no parte de la mirada misericordiosa de Jesús, corremos el riesgo de mundanizar la fe, de complicarla y llenarla con muchos contornos: temas culturales, visiones eficientes, opciones políticas, elecciones de partido... Pero lo esencial se nos olvida, la simplicidad de la fe, lo que viene antes que nada: el encuentro vivo con la misericordia de Dios”.
“Si este no es el centro, si no está al principio y al final de todas nuestras actividades, corremos el riesgo de mantener a Dios ‘fuera de casa’ en la Iglesia, que es su hogar” alertó Francisco quien dijo que la invitación es dejarse “misericordiar” por Jesús.
En este sentido, el Santo Padre invitó a ser como niños y ser simples “para proteger el ‘antes’ de Dios, su misericordia, no debemos ser cristianos complicados, que elaboran mil teorías y se dispersan para buscar respuestas en la red, sino como niños. Ellos necesitan padres y amigos: también nosotros necesitamos a Dios y a los demás. No somos autosuficientes, necesitamos desenmascarar nuestra autosuficiencia, superar nuestros cierres, volvernos pequeños por dentro, simples y entusiastas, llenos de entusiasmo hacia Dios y amor al prójimo”, afirmó.
Una vez más, el Papa reconoció que “desafortunadamente, sucede que nuestras comunidades se vuelven extrañas para muchos y poco atractivas” y lamentó que “a veces también sufrimos la tentación de crear círculos cerrados, lugares íntimos entre los elegidos, nos sentimos elite”.
En esta línea, Francisco señaló que “el Señor desea que su Iglesia sea una casa entre las casas, una tienda hospitalaria donde cada hombre, un viajero de la existencia, se encuentra con Aquel que ha venido a habitar entre nosotros. Que la Iglesia sea el lugar donde los demás nunca sean menospreciados, sino como Jesús con Zaqueo, de abajo hacia arriba; nunca como jueces, siempre como hermanos”, animó. 
Por último, el Santo Padre recordó que el Hijo del Hombre “vino a buscar y salvar lo que se había perdido” por lo que explicó que “si evitamos a los que nos parecen perdidos, no somos de Jesús”.
“Pidamos la gracia de encontrarnos con cada uno como un hermano y no ver a nadie como un enemigo. Y si hemos sido heridos, devolvamos bien. Los discípulos de Jesús no son esclavos de los males pasados, sino que, perdonados por Dios, hacen lo mismo que Zaqueo: piensan solamente en el bien que pueden hacer. Demos libremente, amemos a los pobres y a los que no tienen que devolvernos: seremos ricos en la presencia de Dios”, concluyó.

(publicado en ACIPRENSA)
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Papa Francisco: Nuestro desafío es que ardan los corazones con el amor de Dios


El Papa Francisco afirmó que el desafío de los católicos hoy en día es hacer arder los corazones con el amor de Dios, en medio de las dificultades y ante las distintas percepciones que las personas puedan tener de la Iglesia actualmente.
Así lo indicó el Santo Padre en la audiencia con los participantes del encuentro internacional para los centros académicos, movimientos y asociaciones de nueva evangelización promovido por el Pontificio Consejo de la Nueva Evangelización, que reflexiona sobre el tema “¿Encontrar a Dios es posible? Caminos de Nueva Evangelización”.
Tras señalar que “hacer arder el corazón es nuestro desafío”, el Papa Francisco dijo que “nosotros hemos experimentado todo esto en una palabra que es una persona: Jesús. Nosotros, frágiles y pecadores, hemos sido inundados por el río de la plena bondad de Dios y tenemos esta misión: encontrarnos con nuestros contemporáneos para hacerles conocer su amor. No tanto enseñando, nunca juzgando, sino haciéndonos compañeros de camino”.
Esta tarea, explicó se da cuando “a menudo sucede que la Iglesia es un recuerdo frío para el hombre de hoy, o una ardiente decepción, como lo fue la historia de Jesús para los discípulos de Emaús. Muchos, especialmente en Occidente, tienen la impresión de que la Iglesia no los entiende y está lejos de sus necesidades”.
Otros en cambio, “que quisieran secundar la lógica poco evangélica de la relevancia, juzgan a la Iglesia como demasiado débil ante el mundo, mientras otros la ven todavía muy poderosa en relación a las grandes pobrezas. Digo que es justo preocuparse pero, sobre todo, ocuparse, cuando se percibe una Iglesia mundanizada, que sigue los criterios de éxito del mundo y se olvida que no existe para anunciarse a sí misma sino a Jesús”.
“Una Iglesia preocupada por defender su buen nombre, que se cansa por renunciar a lo que no es esencial, no prueba el ardor de calar el Evangelio en el hoy y termina por ser más bien un repertorio de museo en vez de la casa sencilla y festiva del Padre. ¡Es la tentación de los museos! Y también concibe la tradición viviente de la Iglesia como un museo, de custodiar las cosas para que todas estén en su lugar”.
El Papa Francisco resaltó asimismo que “son muchos los hijos que el Padre desea hacer ‘sentir en casa’; son nuestros hermanos y hermanas que, beneficiándose de muchos logros técnicos, viven absorbidos por el torbellino de un gran frenesí”.
“Cuántas personas a nuestro lado viven apuradas, esclavas de lo que debería ayudarles a sentirse mejor y olvidan el sabor de la vida: la belleza de una familia grande y generosa, que llena el día y la noche, pero que ensancha el corazón, la luminosidad que está en los ojos de los niños, algo que ningún teléfono inteligente puede dar, la alegría de las cosas sencillas, la serenidad que da la oración”.
“Lo que con frecuencia nos piden nuestros hermanos y hermanas, tal vez sin lograr hacer el pedido, corresponde a las necesidades más profundas: amar y ser amados, ser aceptados por aquello que son, encontrar la paz del corazón y una alegría más duradera que las diversiones”, continuó.
“¡Qué importante es sentirse interpelado por las preguntas de los hombres y mujeres de hoy! Sin pretender tener respuestas inmediatas y sin dar respuestas fabricadas, sino compartiendo palabras de vida, no para hacer prosélitos, sino para dejar espacio a la fuerza creadora del Espíritu Santo que libera el corazón de la esclavitud que lo oprime y renueva”, dijo el Papa Francisco.
“Transmitir a Dios, pues, no es hablar de Dios, no es justificar su existencia: ¡hasta el diablo sabe que Dios existe! Anunciar al Señor es testimoniar la alegría de conocerlo, es ayudar a vivir la belleza de su encuentro”.
El Santo Padre dijo además que “Dios no es la respuesta a una curiosidad intelectual o a un compromiso de voluntad, sino una experiencia de amor, llamada a convertirse en historia de amor porque –vale también para nosotros– una vez encontrado el Dios vivo, es necesario buscarlo. El misterio de Dios nunca se agota, es inmenso como su amor”.
Tras alentar a escuchar siempre el primer anuncio, el Pontífice alentó a todos a “acercarse a los necesitados, construir puentes, servir a los que sufren, cuidar a los pobres, ‘ungir la paciencia’ a los que nos rodean, consolar a los que están desanimados, bendecir a los que nos hieren, para convertirnos en signos vivos del Amor que proclamamos”.

(publicado en ACIPRENSA)
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lunes, 23 de septiembre de 2019

MISA DEL DOMINGO 29/09/19

Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

Verde Domingo XXVI del Tiempo Ordinario [Se omite la Fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael] MR p. 440 (436) / Lecc. II, p. 277


AUNQUE UN MUERTO RESUCITE


Am 6, 1. 4-7; 1 Tim 6,11-16; Lc 16, 19-31


El rico que nos presenta san Lucas vive fastuosamente. Los israelitas ricos de Samaria se regalan una serie de lujos inalcanzables para la mayoría de sus vecinos. Lo que vuelve más insoportable esa situación es la indiferencia ante la desastrosa situación en que viven sus prójimos. El profeta Amós muestra que los que nadan en la opulencia no quieren compadecerse del desastre de José. La mayoría del pueblo no tenía acceso a la comida y al vestido, mientras que los gobernantes disponían de camas de marfil importado y banqueteaban a diario. En idéntica situación se encontraba el pobre Lázaro Entre el rico y el pobre del Evangelio parecía no haber mucha distancia geográfica, en cambio había una enorme distancia afectiva. Esa misma distancia es la que nos documenta al final la parábola cuando dice que entre Lázaro y el rico existe un abismo inmenso.

ANTÍFONA DE ENTRADA Dn 3, 31. 29. 30. 43. 42

Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo, porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus mandatos; pero haz honor a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa misericordia.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que manifiestas tu poder de una manera admirable sobre todo cuando perdonas y ejerces tu misericordia, multiplica tu gracia sobre nosotros, para que, apresurándonos hacia lo que nos prometes, nos hagas partícipes de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Ustedes, los que lleven una vida disoluta, irán al destierro.

Del libro del profeta Amós: 6, 1. 4-7

Esto dice el Señor todopoderoso: "¡Ay de ustedes, los que se sienten seguros en Sión y los que ponen su confianza en el monte sagrado de Samaria! Se reclinan sobre divanes adornados con marfil, se recuestan sobre almohadones para comer los corderos del rebaño y las terneras en engorda. Canturrean al son del arpa, creyendo cantar como David. Se atiborran de vino, se ponen los perfumes más costosos, pero no se preocupan por las desgracias de sus hermanos. Por eso irán al destierro a la cabeza de los cautivos y se acabará la orgía de los disolutos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 145, 6c-7. 8-9a. 9bc-10

R/. Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.



El Señor es siempre fiel a su palabra, yes quien hace justicia al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.

Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.

A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos. R/.


SEGUNDA LECTURA

Cumple todo lo mandado, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.

De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 6, 11-16


Hermano: Tú, como hombre de Dios, lleva una vida de rectitud, piedad, fe, amor, paciencia y mansedumbre. Lucha en el noble combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste tan admirable profesión ante numerosos testigos.

Ahora, en presencia de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que dio tan admirable testimonio ante Poncio Pilato, te ordeno que cumplas fiel e irreprochablemente todo lo mandado, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo, la cual dará a conocer a su debido tiempo Dios, el bienaventurado y único soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, el que habita en una luz inaccesible y a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él todo honor y poder para siempre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Cor 8, 9

R/. Aleluya, aleluya.


Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.

EVANGELIO

Recibiste bienes en tu vida y Lázaro, males; ahora él goza de consuelo, mientras que tú sufres tormentos.

Del santo Evangelio según san Lucas: 16,19-31


En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto de llagas y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.

Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba éste en el lugar de castigo, en medio de tormentos, cuando levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro junto a él.

Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora de consuelo, mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes y nosotros se abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá ni hacia acá'.

El rico insistió: `Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta y no acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo: 'Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó: 'No, padre Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se arrepentirán'. Abraham repuso: `Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto' ". Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.


Credo

PLEGARIA UNIVERSAL


Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor)

Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda santos y numerosos ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos al Señor.

Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de ser justos e infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad de la familia humana, roguemos al Señor.

Para que los que buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, descansen contemplándola, roguemos al Señor.

Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en el pecado y nos libre de una muerte imprevista, roguemos al Señor.

Dios nuestro, que llamas por su propio nombre al pobre y desconoces el de quien vive en medio de riquezas, escucha nuestras oraciones, haz justicia a los oprimidos y concédenos que, al escuchar tu palabra, creamos que Cristo ha regresado verdaderamente de entre los muertos y nos recibirá, al término de nuestros días, en el seno de nuestro padre Abraham. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Dios misericordioso, que nuestra ofrenda te sea aceptable y que por ella quede abierta para nosotros la fuente de toda bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 118, 49-50

Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu siervo, ella me infunde esperanza y consuelo en mi dolor.

O bien.

1 Jn 3, 16

En esto hemos conocido lo que es el amor de Dios: en que dio su vida por nosotros. Por eso también nosotros debemos dar la vida por los hermanos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que este misterio celestial renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de aquel cuya muerte, al anunciarla, la hemos compartido. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Cuando se diluyen los vínculos entre las personas aparece la insensibilidad. Los israelitas del tiempo de Amós vivían en una sociedad tan polarizada como la nuestra. Quienes disponían de mucha riqueza veían como extraños a los que carecían de esa. En palabras de los estudiosos de nuestra sociedad, somos un país dual, donde coexisten dos mundos que no se tocan. De un lado un estrecho sector que maneja una enorme cantidad de riquezas, del otro, una enorme cantidad de ciudadanos, que parecen no serlo, porque están desprovistos de oportunidades. El relato evangélico señala la importancia de realizar cambios sociales en el momento oportuno. Una sociedad con inclusión y menos polarización es más habitable que una sociedad de tantos contrastes. Desde la óptica de la fe, los cristianos que disponemos de mejores oportunidades, tenemos la responsabilidad de traducir nuestra conciencia de fraternidad, apoyando iniciativas que promuevan la mejoría en las condiciones de vida de los menos favorecidos.

INICIO CURSO 2019/2020


Nos ponemos en camino en un nuevo año pastoral marcado por la elaboración del VI Plan Diocesano de Evangelización. Por eso es necesario que juntos nos pongamos a la escucha de lo que el Señor quiere decir a nuestra Iglesia diocesana


Él designa y Él envía a los discípulos misioneros, porque tanto la tarea como la mies son suyas.


Necesitamos urgentemente renovar la conciencia de la centralidad de la Eucaristía en la vida del creyente y de la Iglesia, fuente de donde nace la tarea evangelizadora.

Tomamos conciencia de la necesidad de presbíteros para la celebración y la presidencia de la comunidad, no perdiendo la esperanza de que el dueño de la mies enviará los obreros que necesitamos. Por eso debemos pedir insistentemente en la oración y fomentar sin desfallecer el cultivo vocacional a todos los carismas y ministerios, pero con mayor urgencia si cabe al ministerio presbiteral.

La Iglesia es un misterio de comunión. Vivir esta realidad es indispensable para la tarea evangelizadora.

Cada generación necesita ser enviada. También nuestra generación joven necesita ser enviada. Enviados a donde piensa ir Él, pues a quien espera esta humanidad es a Jesús, a quien nosotros humildemente queremos portar y anunciar.

Una pregunta fundamental sobre ser Iglesia en salida es ¿quién irá a evangelizar? De poco sirven estrategias pastorales, altos ideales, si cada uno y juntos no nos levantamos decididamente para anunciar con el testimonio y con la palabra a personas concretas, en ambientes concretos, con creatividad, audacia, constancia, sin miedos ni prejuicios.

Bautizar es en el fondo una opción educativa, una orientación decisiva de la vida. Y el Evangelio sigue siendo luz para todos.

La ignorancia sobre la fe cristiana, una visión sesgada, deformada o caricaturizada de la misma, o un conocimiento superficial y parcial que no genera un encuentro vivo y personal con Jesús, necesitan una vez más del compromiso de anunciar apasionadamente a Cristo y de “estar siempre dispuestos a dar razón de nuestra esperanza”

La paz es fruto de la verdad, del amor y de la justicia. El Señor nos ha dicho que nos deja y nos da su paz, no como la da el mundo

Los pobres deben tener un lugar privilegiado en el pueblo de Dios y en el corazón de los creyentes. Estamos llamados a cuidar de la fragilidad de la vida humana en todo su arco vital, desde la concepción hasta la muerte natural

La colaboración con Iglesias en países lejanos sigue siendo una prioridad de la tarea diocesana, particularmente señalada en este año con motivo del mes misionero extraordinario

Quisiera agradecer al voluntariado económico y administrativo diocesano, de las unidades pastorales y de las parroquias la tarea que desarrollan. Es una tarea muchas veces ingrata y desconocida.

+ Mario Iceta Gabicagogeascoa
Obispo de Bilbao




miércoles, 18 de septiembre de 2019

EUCARISTÍA MALLABIA. DESPEDIDA DON JESÚS ZAMALLOA MALLABIA 15 SEPTIEMBRE 2019




Queridos hermanos y hermanas.

1. Las parábolas del perdón defienden e iluminan la actitud del Cristo  que busca y carga sobre sí a la oveja perdida. Esta parábola de la oveja perdida y del hijo pródigo nos muestra la misericordia infinita de Dios. Él perdona nuestros pecados y nos convoca a su mesa y a su Reino.

2. Con las parábolas de la misericordia Jesús el auténtico rostro de Dios. Es amor y misericordia. A través de las parábolas, Dios se ha revelado como fuerza de un amor que salva y crea.

3. Cualquier pastor que ha perdido una oveja coloca a las otras en sitio seguro y se arriesga a buscar la que falta. La mujer que ha extraviado una moneda no se ocupa de las otras; ilumina su morada y limpia todo hasta encontrarla. En ambos casos se suscita el mismo gozo: la alegría de encontrar de nuevo aquello que estaba ya perdido. La forma de actuar de Dios es semejante. No le basta con los justos; no se ocupa simplemente de los buenos. Dios atiende especialmente a los que viven en peligro, y busca a los pecadores. Este amor justifica la actitud de Jesús y de la Iglesia con respecto a los pequeños, los perdidos y los pecadores.

4. Dios se ha revelado en las parábolas como amor que busca lo perdido, que perdona y crea. Dios es padre que a todos ofrece la gracia de un perdón y la posibilidad de una existencia nueva; su alegría está precisamente en ayudar a los que están extraviados o en peligro. El evangelio se define a partir de esta revelación de amor. Jesús se ha presentado como la "encarnación" del perdón creador de Dios.

5. El escándalo que produce su actitud significa en el fondo un rechazo del auténtico. También Moisés nos ha enseñado en la primera lectura a perdonar y a pedir por los pecadores. Esto es posible cuando uno ha experimentado el perdón de Dios. Así lo expresa San Pablo: “Cristo Jesús me hizo capaz y se fio de mi. Y eso que antes era un blasfemo, perseguidor y violento.Pero Dios tuvo compasión de mi. Me dio la fe y el amor cristiano”. Es la experiencia del amor de Jesús. Él se acerca a los publicanos y pecadores y los carga sobre sus hombros con gran alegría.

6. En esta Eucaristía queremos agradecer el servicio durante tantos años de Don Jesús en esta parroquia. Es un hombre bueno, humilde y servicial. Son los tres rasgos propios del servidor bueno y fiel del que nos habla el Evangelio. Ha compartido las preocupaciones y problemas de la gente sencilla, sin distinción de ningún tipo. Su presencia amiga, cariñosa y discreta ha sido constante en los acontecimientos de esta parroquia. Es ejemplo de fraternidad y amor con obras.

7. Pero los años no pasan en balde. La edad hace que aparezcan limitaciones en el deseo de servir y de cuidar de la parroquia. Hoy queremos agradecer a Dios todos los dones que nos ha concedido en la persona de Don Jesús. Que Dios siga cuidando de él. Que esta nueva etapa de su vida la viva con paz, alegría y esperanza. Muchas gracias Don Jesús por tu servicio fiel y tu entrega generosa. Dios te bendiga y que sigas estando muchos años con nosotros. Eskerrik asko!


+Mario Iceta Gabicagogeascoa
Obispo de Bilbao

martes, 17 de septiembre de 2019

MISA DEL DOMINGO 22/09/19

Verde Domingo XXV del Tiempo Ordinario MR p. 439 (435) / Lecc. II. p. 273



MI PATRÓN ME QUITA EL EMPLEO

Am 8, 4-7; I Tim 2,1-8; Lc 16,1-13


La vertiente social de la existencia creyente aparece en ambos pasajes. Tanto en la tradición profética, destacada con toda su fuerza en el campesino y profeta llamado Amos, como en la tradición evangélica, encontramos una estrecha conexión entre la práctica de la justicia y la fe en Dios. Amós nos recuerda con imágenes Certeras que no es posible creer en el Dios que libera y a la vez, practicar el fraude y convertir a las personas en mercancías. Tales abusos provocan un rechazo mayúsculo de parte de Dios. La opresión es una fractura que destruye tanto como los terremotos. El relato del administrador astuto nos exhorta a utilizar de manera compasiva y solidaria nuestros bienes para auxiliar a los necesitados. Quienes aprendan a compadecerse de los que viven algún descalabro económico, alcanzarán la compasión del Padre bondadoso.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé cuando me llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de todo lo mandado en tu santa ley, concédenos que, cumpliendo tus mandamientos, merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Contra las que obligan a los pobres a venderse.

Del libro del profeta Amós: 8,4-7

Escuchen esto los que buscan al pobre sólo para arruinarlo y andan diciendo: "¿Cuándo pasará el descanso del primer día del mes para vender nuestro trigo, y el descanso del sábado para reabrir nuestros graneros?". Disminuyen las medidas, aumentan los precios, alteran las balanzas, obligan a los pobres a venderse; por un par de sandalias los compran y hasta venden el salvado como trigo. El Señor, gloria de Israel, lo ha jurado: "No olvidaré jamás ninguna de estas acciones". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 112, 1-2. 4-6. 7-8

R/. Que alaben al Señor todos sus siervos.



Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor, desde ahora y para siempre. R/.

Dios está sobre todas las naciones, su gloria por encima de los cielos. ¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al Dios nuestro? R/.

Él tiene en las alturas su morada y sin embargo de esto, bajar se digna su mirada para ver tierra y cielo. R/.

Él levanta del polvo al desvalido y saca al indigente del estiércol para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo. R/.


SEGUNDA LECTURA

Pidan a Dios por todos los hombres, porque él quiere que todos se salven.

De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 2,1-8


Te ruego, hermano, que ante todo se hagan oraciones, plegarias, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, y en particular, por los jefes de Estado y las demás autoridades, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, entregada a Dios y respetable en todo sentido.

Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, pues él quiere que todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la verdad, porque no hay sino un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre él también, que se entregó como rescate por todos.

Él dio testimonio de esto a su debido tiempo y de esto yo he sido constituido, digo la verdad y no miento, pregonero y apóstol para enseñar la fe y la verdad. Quiero, pues, que los hombres, libres de odios y divisiones, hagan oración dondequiera que se encuentren, levantando al cielo sus manos puras. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Co 8, 9

R/. Aleluya, aleluya.


Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.

EVANGELIO

No pueden ustedes servir a Dios y al dinero.

Del santo Evangelio según san Lucas: 16, 1-13


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: `¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador'. Entonces el administrador se puso a pensar: `¿Que voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan'.

Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: `¿Cuánto le debes a mi amo?'. El hombre respondió: 'Cien barriles de aceite'. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta'.

Luego preguntó al siguiente: 'Y tú, ¿cuánto debes?'. Éste respondió: 'Cien sacos de trigo'. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo y haz otro por ochenta'. El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios, que los que pertenecen a la luz.

Y yo les digo: Con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo. El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias, quién les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les confiará lo que sí es de ustedes? No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero". Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.


Credo

PLEGARIA UNIVERSAL


Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestro amor y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Por el santo Padre, el Papa Francisco, por nuestro obispo N., y por todos los demás obispos, por los presbíteros y diáconos; para que cuiden santamente el pueblo que tienen encomendado, roguemos al Señor.

Por los jefes de Estado y por los demás gobernantes, por los responsables del bien común y por los que tienen en sus manos las riquezas del mundo; para que fomenten la justicia, el bienestar, la paz y la libertad, roguemos al Señor.

Por los que padecen hambre u otras necesidades, por los que están enfermos o se sienten oprimidos, por los que añoran la patria o viven lejos de sus familias y de sus hogares; para que experimenten el consuelo y la fortaleza de Dios, roguemos al Señor.

Para que Dios nos conceda el gozo del Espíritu, y el perdón de los pecados, la perseverancia en la fe y en las buenas obras y la salvación eterna de nuestras almas, roguemos al Señor.

Dios nuestro, que nos llamas a amarte y a servirte como único Señor, ten piedad de nuestra débil condición humana y escucha nuestras oraciones; líbranos del deseo de poseer riquezas y haz que, alzando al cielo nuestras manos limpias, te rindamos un culto puro, agradable a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que recibamos, por este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de nuestra fe nos mueve a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 118, 4-5

Tú promulgas tus preceptos para que se observen con exactitud. Ojalá que mi conducta se ajuste siempre, al cumplimiento de tu voluntad.

O bien:

Jn 10. 14

Yo soy el buen pastor, dice el Señor; y conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

A quienes alimentas, Señor, con tus sacramentos, confórtanos con tu incesante ayuda, para que en estos misterios recibamos el fruto de la redención y la conversión de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El derecho al trabajo digno y bien remunerado es una protección que no se puede pisotear. Algunas medidas tomadas recientemente en el país "descobijan a un santo para cobijar a otro". Las ayudas a los adultos mayores a las personas con alguna discapacidad son incuestionables. Quienes no pueden emplearse en este mundo tan competido, necesitan del apoyo solidario de la sociedad. No obstante, parece injusto aplicar a rajatabla una política de despidos de manera indiscriminada. El lamento del Evangelio ha resonado con transparencia en la vida de muchos empleados del sector público: "¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me quita el empleo?". El abuso de poder es contrario al bienestar general. No es justo ofrecer dádivas a costa de derechos legítimos de terceros. La justa demanda social que pide poner un freno al dispendio y a los privilegios es digna de reconocimiento y apoyo ciudadano. Las reformas se tendrán que hacer con bisturí y no con machete.

CARDENAL EXPLICA BENEFICIOS DE REZAR EL ROSARIO EN FAMILIA


El Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, explicó los grandes beneficios de rezar el Rosario en familia, en su mensaje a los participantes de la 12 Peregrinación Nacional de las familias por la familia al Santuario Mariano de Nuestra Señor del Rosario en Pompeya (Italia).

“La relación esponsal tiene su origen en el dinamismo del amor, que hace mover el corazón de un hombre y de una mujer, generando el deseo de salir de sí para entregar al otro la propia vida y formar una familia”, explica el Cardenal Parolin en su mensaje a los que participan de la peregrinación que se realiza este sábado 14 de septiembre.
La oración consolida esta comunión y pone en movimiento las almas no solo hacia el cielo sino también hacia quien está junto a nosotros. En las generaciones pasadas, las familias solían reunirse en el hogar para recitar el Rosario cuando llegaba la noche”.
Al respecto, el Purpurado italiano destacó que “ese fuego irradiaba los rostros, calentaba las relaciones e inundaba de beneficiosa armonía las relaciones entre el esposo y la esposa, entre padres e hijos, hasta extenderse a los parientes más próximos. Y esta súplica recitada juntos alentaba los corazones al perdón, sanando los eventuales conflictos que se hubieran dado ese día”.
“Rezando el Rosario en su peregrinación, las familias recibirán los mismos beneficios porque, como afirma el Pontífice, ‘la familia que reza unida permanece unida’”, prosiguió el Cardenal.
El Secretario de Estado del Vaticano resaltó asimismo que “Nuestra Señora del Rosario todavía desata los nudos que surgen en las relaciones conyugales y alienta la reconciliación, incluso entre familia y familia, abriendo las puertas del propio hogar a los hermanos y hermanas que sufren la soledad o que huyen del hambre y la guerra, en busca de un abrazo”.
Tras recordar que “todos estamos llamados a ser misioneros del amor misericordioso” de Dios, el Purpurado destacó que “la Madre de Jesús nos muestra el camino y, como en Caná de Galilea, suscita el milagro del vino nuevo para todas nuestras familias, abriendo caminos de solidaridad y de paz para todos los pueblos”.
“A la luz de esto, su peregrinación se prepara también para el X Encuentro Mundial de las Familias, que se celebrará en Roma en 2021, y que tendrá como tema: ‘El amor familiar: vocación y camino hacia la santidad’. De hecho, el camino de la santidad necesita la armonía, típicamente femenina, que surge del corazón de la Virgen de Nazaret”.
El Cardenal dijo luego que el Papa Francisco “cuenta con ustedes y pide que las familias más frágiles sean cada vez más objeto de sus cuidados y de su acompañamiento: los que viven la tragedia de la separación, los más pobres, los que no encuentran trabajo o lo han perdido, los afligidos por el sufrimiento y el luto”.
“Mientras pide rezar por él y por su servicio a la Iglesia, Su Santidad confía a la maternal intercesión de María Reina de las familias su camino y envía de corazón a todos los participantes una especial bendición apostólica”, concluyó el Cardenal Parolin.
La peregrinación de las familias, evento organizado por la Renovación en el Espíritu Santo, concluye con la Misa presidida por el Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

(publicado en ACIPRENSA)
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lunes, 9 de septiembre de 2019

HOMILÍA XXIX JORNADA MARIANA DE LA FAMILIA




Queridos hermanos sacerdotes, queridas familias.

1. Me alegro mucho de poder compartir con vosotros esta jornada mariana de la familia. La Virgen María nos acoge en su casa y nosotros nos disponemos a disfrutar de una jornada intensa junto a Ella, agradeciendo el don inmenso que Dios nos ha hecho al regalarnos una familia y proponernos a la Sagrada Familia de Nazaret como ejemplo de hogar presidido por el amor, la alegría y la esperanza.

2. Pedimos el don del Espíritu Santo para penetrar en el sentido de las lecturas que nos ofrece la liturgia de hoy. Acabamos de escuchar lo que se conoce como la Anunciación a San José, recogida en el Evangelio de San Mateo. Como sabéis, el Evangelio de San Lucas nos relata la Anunciación del arcángel Gabriel a la Virgen María. Se trata de la revelación del plan de salvación de Dios para toda la humanidad. En la Anunciación a la Virgen María el arcángel Gabriel se presenta de modo personal en tono mayor, con un diálogo asombroso entre ambos que nunca nos cansaremos de orar y meditar. En cambio, la Anunciación a San José se realiza en tono menor, un ángel se le aparece en sueños. Es como el reflejo de la Anunciación a María, como la luz de la Mujer vestida de Sol que se refleja en San José que acoge y acepta el plan de Dios y lo abrazará con grandísima humildad y fidelidad hasta el fin de sus días. En el “fiat” de José reverbera el “fiat” grandioso de la Virgen Madre.

3. También Dios nos ha revelado su plan de salvación para cada uno de nosotros. No de modo solemne como a la Virgen María, pero sí de modo menor, como a San José. Dios ha ido entretejiendo los acontecimientos de nuestra propia historia, nos ha hablado por medio de su palabra, de modo providente ha puesto en nuestro caminar a nuestros padres, familiares, amigos, personas, situaciones, acontecimientos que son indicaciones ciertas de su voluntad. “La Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Enmanuel, que significa: Dios con nosotros”. No lo olvidemos nunca: Dios con nosotros. ¡Dios siempre con nosotros! La aventura de la vida una iniciativa suya, no nuestra. Dios quiere estar siempre con nosotros como Padre amoroso.

4. “No tengas reparo en llevarte a María, pues la criatura que hay en Ella viene del Espíritu Santo”. La vocación conlleva siempre una misión y una relación nueva con Dios y con el prójimo. El Papa Francisco ha recordado a los jóvenes en su última exhortación apostólica: “Quiero recordar cuál es la gran pregunta: Muchas veces, en la vida, perdemos tiempo preguntándonos: “Pero, ¿quién soy yo?”. Y tú puedes preguntarte quién eres y pasar toda una vida buscando quién eres. Pero pregúntate: “¿Para quién soy yo?”. Eres para Dios, sin duda. Pero Él quiso que seas también para los demás, y puso en ti muchas cualidades, inclinaciones, dones y carismas que no son para ti, sino para otros. (Papa Francisco, Christus vivit 286).

5. Por eso, no tengas reparo en abrazar tu propia historia, los acontecimientos que jalonan tu vida que siempre se concibe en relación a Dios y a los demás, que revelan tu vocación y misión en la que se manifiesta la voluntad de Dios. Es conmovedor contemplar cómo el camino de María y de José es un camino de misión, un camino de fe y confianza plena. Muchas veces no comprendían el camino de salvación que Dios les indicaba. En el evangelio de hoy vemos cómo José no entendía lo que ocurría en el seno purísimo de María su esposa. También María pregunta con sencillez al ángel cómo podía ocurrir todo lo que se le estaba anunciando. Cuando encuentran a Jesús adolescente en medio de los doctores, san Lucas señala que María y José “no comprendieron lo que Jesús les dijo” (Lc 2, 50). Pero María conservaba todo esto en su corazón (Lc 2, 51).

6. Tampoco nosotros comprendemos muchas veces lo que nos está ocurriendo, sobre todo en momentos oscuros de la existencia; no sabemos a dónde nos conducirá el futuro de nuestra historia ni el sentido último de muchos acontecimientos. No alcanzamos particularmente a comprender los problemas que pueden surgir en el caminar de nuestras familias: problemas de salud, económicos, dificultades que nos parecen muy difíciles de superar… tantas veces no comprendemos y necesitamos preguntar, confiar, dejarnos ayudar, ponernos manos a la obra y abrirnos a la esperanza del Enmanuel: Dios siempre con nosotros. Como hemos escuchado en la segunda lectura: “sabemos que a los que aman a Dios todos les sirve para el bien” (Rm 8, 28). Llegará un día en que seamos capaces de comprenderlo y contemplar la bondad de Dios que saca siempre bienes de los males.

7. El misterio Pascual, la la muerte y resurrección del Señor, es un misterio de amor esponsal. Queridos matrimonios, de este misterio brota vuestra vocación matrimonial y familiar. Cristo en la cruz entrega su vida a su esposa la Iglesia y la genera. El día de vuestro matrimonio fuisteis sumergidos para siempre en esta fuente de gracia que os configuró sacramentalmente a imagen de Cristo esposo e Iglesia esposa. De este modo, Jesús nos enseña que el amor es un misterio de entrega que genera vida.

8. En la humildad y desnudez de la cruz, Dios nos enseña que en la humildad acontece el misterio del amor. El amor de Dios nos sitúa ante nuestra propia realidad, que es siempre de indigencia. Somos mendigos que necesitamos apasionadamente ser amados. Cuando somos amados nuestra vida crece y se abre a su plenitud y eternidad. Percibir este amor nos enseña al mismo tiempo a amar a los demás. Esta indigencia de amor nos enseña a ser humildes. ¿Qué tienes que no hayas recibido? Sólo el humilde sabe amar de verdad, todo lo agradece, sabe disculpar y perdonar, sabe pedir y esperar. El soberbio, orgulloso y vanidoso, lleva en sí una herida que le impide amar. El humilde sabe que necesita desesperadamente ser amado. La primera lectura nos ha hablado precisamente de la humildad como puerta que nos abre al amor y a la salvación: “Tú, Belén de Éfrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe de Israel” (Miq 5, 1).

9. Esta presencia del amor esponsal de Cristo por su Iglesia se expresa sacramentalmente en el Matrimonio y en la Eucaristía. Por eso todos, y de modo particular las familias, necesitamos participar de la Eucaristía. Como afirma el Papa Francisco: “¿Qué podemos responder a quien dice que no hay que ir a Misa, ni siquiera el domingo, porque lo importante es vivir bien y amar al prójimo? Es cierto que la calidad de la vida cristiana se mide por la capacidad de amar, como dijo Jesús: «En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros» (Juan 13, 35); ¿Pero ¿cómo podemos practicar el Evangelio, sin sacar la energía necesaria para hacerlo, un domingo después de otro, en la fuente inagotable de la Eucaristía? No vamos a misa para dar algo a Dios, sino para recibir de Él aquello de lo que realmente tenemos necesidad” (Papa Francisco, 13 diciembre 2017). El secreto y la fuente del amor, no lo olvidéis nunca, es la Eucaristía.

10. También me gustaría recordar la necesidad de la oración tanto personal como familiar. Una hermosa oración de bendición del hogar dice: “Cristo el Señor esté aquí en medio de vosotros, fomente vuestra caridad fraterna, participe en vuestras alegrías y os consuele en vuestras tristezas. Procurad que vuestra casa sea un hogar luminoso y alegre, donde todos encuentren acogida y se haga manifiesta la caridad del Señor que se entregó por nosotros hasta la muerte y una muerte de cruz. Que aprendáis a amaros cada día más fomentando el espíritu de servicio; a obedecer, como el Señor obedeció a sus padres; a perdonar, como Él nos perdonó en la cruz. Vivid unidos, pendientes de los demás, compartiendo la misma casa, dispuestos al sacrificio y a la ayuda mutua. Alejad de vuestro hogar los enfrentamientos y rencores; el egoísmo y la desconfianza. Que aquí se respete siempre el Nombre de Dios, se aprenda a imitar a Cristo y se invoque con frecuencia la protección de la Virgen María y de todos los santos para que intercedan por vosotros, por vuestros familiares difuntos y así podáis encontrar la Casa del Cielo, "Bendición" eterna a la que todos aspiramos”.

11. Somos conscientes de nuestra debilidad. No sólo la Eucaristía nos fortalece. También contamos con el sacramento de la reconciliación que cura las heridas y restablece lo que estaba roto con el ungüento del amor de Cristo. Es fundamental saber reconocer las faltas, pedir humildemente perdón y ofrecer generosamente el perdón. Que no se ponga el sol en la jornada cotidiana sin habernos otorgado y recibido humilde y magnánimamente el perdón que necesitamos para caminar y para que nuestras vidas se fortalezcan y aprendan cada día a amar más y mejor.

11. Quisiera encomendar hoy de modo particular a las familias que atraviesan momentos de dificultad y de cruz. Cada uno sabe cuál es su cruz y de qué modo pone a prueba la fe y la esperanza. No estáis solos en la cruz. Dios pone un límite al sufrimiento y siempre muestra un camino por el que poder transitar y donde Él nos espera para acompañarnos y sostenernos. No viváis solos en el sufrimiento. Dios nos ha puesto los unos con los otros para caminar juntos y ayudarnos en los momentos de debilidad y fatiga. Estemos todos atentos a las necesidades de las familias que atraviesan dificultades y prestémonos a colaborar en la medida que lo necesiten de modo concreto y siempre con delicadeza y humildad, de modo que la esperanza nunca se apague.

12. Y quisiera terminar haciendo referencia a la fecundidad y creatividad maravillosa del amor esponsal y familiar. Se expresa de modo particular en el amor, cuidado y educación de los hijos. Cuántos desvelos y sacrificios por ellos. Sólo lo conocerán cuando lo que está velado quede al descubierto en el día final. Este amor a los hijos refleja y transfigura el amor infinito que Dios les tiene. Es necesaria una educación que los haga crecer como hijos e hijas amados de Dios, los capacite para transformar el mundo según el corazón de Cristo, para ser edificadores de una humanidad nueva y fraterna, sembradores del Reino de Dios, que es Reino de amor, justicia, misericordia y paz. Un Reino, que como ha anunciado San Gabriel a la Virgen María, “no tendrá fin”.

13. El amor de la familia es capaz de superar los límites de la propia carne y sangre para acoger y servir a niños que no tienen familia, a familias que sufren, a enfermos y ancianos, a los heridos de la vida, a los excluidos y descartados, a los empobrecidos e inmigrantes.  Es en la familia donde aprendemos a mirar de un modo distinto, no con mirada sociológica, economicista o simplemente indiferente. Aprendemos a ver con los ojos de Cristo. De modo particular las madres tienen un don especial para percibir las necesidades y sufrimientos. Y ellas nos enseñan a mirar de este modo nuevo. Quiera Dios que vuestras familias sean acogedoras, sensibles a las necesidades de los demás y servidoras de los necesitados. Que seamos capaces de abrigar con el amor familiar las noches frías y solitarias de los excluidos y heridos de la vida. Gabriel significa fortaleza de Dios. No en vano es el nombre del arcángel enviado a María para comunicarle el plan de Dios que requiere especialmente de esta virtud y don del Espíritu Santo.

14. Queridas familias. Nos acogemos hoy al cuidado materno y a la intercesión poderosa de la Virgen María en este hermoso santuario dedicado a honrarla y venerarla. Participemos con profundo agradecimiento en esta Eucaristía que hace presente el misterio de amor al que estamos llamados a vivir y de donde brota la fuente perenne de la esperanza y la alegría. Desde lo más profundo de nuestro corazón concluyamos estas palabras mostrando nuestro amor sincero y alabando a la Virgen Madre con las palabras que culminan el rezo de la Salve: “Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María”. Reina y Madre de nuestras familias. Ruega por nosotros. AMEN.


+ Mario Iceta Gabicagogeascoa. Obispo de Bilbao

Alegría en el corazón de Dimas

Hemos entrado en Cuaresma, tiempo de preparación para celebrar la Semana Santa, con la Pascua cristiana: el triunfo de Cristo, después de su...