sábado, 23 de diciembre de 2023

La Luz de Belén



Otra vez, Navidad. Ciegos o sordos habríamos de estar, para no darnos cuenta de que la fiesta del Nacimiento de Cristo está a las puertas. Ciegos, porque las luces que adornan calles y escaparates brillan por doquier; y sordos porque ruidos y bullicio no se quedan atrás. A esto se suma la impresión de que las prisas por adelantar el acontecimiento -promoviendo compras con tantas proclamas externas- creciesen de año en año. Todo sea bienvenido si las ramas no impiden ver el bosque, es decir, si la jarana y luces titilantes ayudan y no hacen olvidar “el misterio” que subyace al decorado exterior.

El “Misterio” subyacente sí, y esta vez con mayúscula, porque los cristianos celebramos el Nacimiento, en Belén, del Salvador del mundo. La fiesta del Hijo eterno de Dios hecho hombre es lo que late en la entraña del profuso bosque de luces y músicas que nos envuelven. Y para quienes no sean cristianos, no por ello la conmemoración del 25 de diciembre, dejará de ser el motivo de tanto reflejo externo.

Considero que todos, cristianos o no, tendríamos que cuestionarnos qué eco interior produce en nosotros este acontecimiento histórico que, al cabo de 21 siglos, sigue llamando a nuestras puertas. Ya es motivo serio de personal interpelación el que sean tantos los siglos transcurridos, sin que haya perdido fuerza.  Por eso, me parece fundamental que nos esforcemos por aminorar nuestro ajetreo incesante y hacer silencio en el interior del corazón.

Solo así los cristianos celebraremos la Navidad como Dios se merece; y quienes no lo sean, sabe Dios si recibirán también rayos de luz del que, en su oscuridad de Belén, nació para todos. Como ilustración de lo escrito hasta aquí, y para favorecer disposiciones personales que nos ayuden a acoger el Misterio y responder a su amor, me serviré de dos representaciones artísticas.

“Censo en Belén” es el título de un cuadro al óleo, del flamenco Pieter Brueghel el Viejo, de mediados del siglo XVI. Recoge la escena evangélica del empadronamiento en Belén, que registra san Lucas en su evangelio. El artista presenta un paisaje nevado en el que numerosas personas, aisladas o en pequeños grupos, transmiten la sensación de una incesante actividad, afanadas en sus trabajos. 

A las puertas de una gran casa, se ve un nutrido grupo de personas, agolpadas, pidiendo asilo; y en el centro del cuadro, dirigiéndose a ese alojamiento, aparecen dos figuras inconfundibles: María, montada sobre un jumento; y José que camina a pie, por delante, llevando el ronzal del borrico. Da la impresión de que estuviesen como perdidos y silenciosos, en medio de la marabunta y del movimiento que difunden a su alrededor todos los demás personajes.

La descripción que acabo de hacer, bien podría ser una imagen de nuestros días. Además de los actuales conflictos bélicos que tanto sufrimiento nos producen, vemos mucha agitación de distinto tipo y a diversos niveles: en el trabajo, en las relaciones sociales, en los grupos familiares, etc.. Estos contrastes en la convivencia social, en las relaciones laborales o familiares, de suyo no deberían ser motivo de inquietudes y desequilibrios; sin embargo, muchas veces dificultan e impiden que nos detengamos por fuera y nos apacigüemos por dentro.

Ahora, la conmemoración del nacimiento de Jesús es una llamada apremiante para serenar nuestras vidas y contribuir a que lo hagan también muchos otros. Si pacificamos el propio mundo interior, será más fácil que la mirada descubra a María y José perdidos entre la marabunta de “El censo en Belén”, y al Niño que, en breve, y sin ruido de palabras nos hablará desde la gruta de Belén. Correspondámosle con oración porque de eso se trata y a eso invita la “parada” que hagamos. Así dispuestos, oiremos su llamada y percibiremos su luz, sin dejar que pase de largo, ahora y en el curso de nuestra vida.

“La luz del mundo” es el título de la segunda obra pictórica con la que deseo ilustrar cuanto vengo diciendo: que el bullicio y los  reclamos exteriores no impidan que el amor de Dios reavivado en su Navidad, pase sin dejar huella en nosotros. William Holman es el autor inglés del cuadro, a mediados del siglo XIX.

Si en el óleo del “Censo en Belén” el movimiento y número de las figuras eran incontables, en “La luz del mundo” aparece una sola: Cristo, que vestido con una túnica blanca y portando un farol en su mano izquierda, llama con la derecha a la puerta de una casa. En realidad, son dos los protagonistas del cuadro: además de Jesús, cada uno de nosotros. aunque no estemos representados pictóricamente, pero nos sabemos presentes al otro lado de la puerta. La metáfora está más que clara y servida.

Cristo ha dicho de sí mismo: “Yo soy la luz del mundo”, y desea comunicarnos, uno a uno, la luz de su verdad y del sentido de nuestras vidas, representados por el farol que porta en su mano. Sin embargo, todo depende de que acojamos su llamada y le abramos nuestra intimidad.

Se cuenta que William Holman al dar a conocer su obra en Londres, fue interpelado por uno de los presentes, por no haber pintado cerradura alguna en la puerta. El autor le habría contestado que era una omisión intencionada, porque esa puerta solo podía abrirse desde dentro. Poco importa que esta anécdota sea o no verídica, porque el propio Holman, en el mismo cuadro, ha dejado bien clara su intencionalidad: no hacer oídos sordos a la llamada personal que Cristo hace a cada uno de nosotros.

En efecto, en la parte superior del cuadro, junto con su firma a la derecha, puso, en latín, estas palabras: “Me non praetermisso, Domine”, que podemos traducir así: “No me pases de largo, Señor”. Lo interpreto como una aspiración del pintor, a modo de sincera jaculatoria. Puede servirnos como llamada de atención para no dejar escapar la gracia y la luz de Cristo que nunca nos faltan, y menos en esta nueva fiesta de Navidad. Precisamente en estos días oiremos las palabras de Isaías referidas al nacimiento de Jesús: “Hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor” (Is. 9, 2).

Concluyo sintetizando las precedentes sugerencias con tres sucintas ideas: Dios viene de nuevo y nos interpela personalmente con su amor. La oración y el silencio interior se hacen necesarios para oír su llamada y acogerla. Cristo hará que experimentemos la alegría y la paz que nos ofrece y, con Él, que las difundamos a nuestro alrededor. Es la Navidad que deseo para todo el mundo, empezando por los   lectores de estas líneas y sus allegados más queridos. 

(PUBLICADO EN "EL CONFIDENCIAL")

jueves, 27 de julio de 2023

JMJ 2023: El demonio no está invitado a Lisboa

Vaya por delante mi petición de perdón por la inmodestia de decir que el título de estas líneas lo encuentro muy acertado y nada gratuito, porque me lo ha suscitado la vida misma con sus diarios acontecimientos, mirados a la luz de la fe cristiana. Me explicaré, remontándome al origen y espíritu de estas Jornadas Mundiales. A nadie se le escapa que han sido y lo siguen siendo un grandioso acontecimiento de enorme atractivo y resonancia mundial. Desde el primer momento en que vieron la luz, en Roma, en el ya lejano 1986, instituidas e impulsadas por el papa santo Juan Pablo II, han atraído a millones de jóvenes del mundo entero. Conviene recordar brevemente su nacimiento y el espíritu que les dio inicio y las mantiene palpitantes.

Era el Domingo de Ramos de 1984 cuando, en Roma, el papa organizó un encuentro para celebrar el jubileo de los jóvenes, con motivo del Año Santo de la Redención de Cristo. Se esperaban 60.000 peregrinos, pero respondieron a la llamada unos 250.000 de muchos países. Yo vivía en Roma y pude gozar de aquel acontecimiento, que prometía mucho porque nació y estaba animado por algo imperecedero: conmemorar la alegría de la Resurrección de Cristo, centro y alma de estas Jornadas. Al año siguiente el papa decidió repetirlo: acudió todavía un mayor número de jóvenes; en marzo escribió una Carta Apostólica a los y las jóvenes de todo el mundo, y al fin, el 20 de diciembre anunciaría la institución de la Jornada Mundial de la Juventud.

El propio Juan Pablo II habló así del espíritu de la JMJ y de la centralidad de Cristo en esos encuentros: “Todos los jóvenes deben sentirse acompañados por la Iglesia: por ello, toda la Iglesia, en unión con el Sucesor de Pedro, se siente más comprometida, a nivel mundial, a favor de la juventud, de sus preocupaciones y peticiones, de su apertura y esperanzas, para corresponder a sus aspiraciones, comunicando a través de una apropiada formación, la certeza que es Cristo, la Verdad que es Cristo, el Amor que es Cristo” (Discurso a la Curia romana, 20-XII).

Desde la primera JMJ 1986, en Roma, está a la vista el atractivo e impacto mundial que suponen. Sin ir más lejos, hace una semana, Alicia, una joven médico que charla de vez en cuando conmigo, me enviaba este mensaje: “Estoy muy liada en el trabajo, pero espero liberarme ahora en agosto: ¡Tengo enormes ganas de participar en la JMJ”. Sé que no va sola, porque conozco otros jóvenes con idénticos deseos de estar en Lisboa.

Las JMJ han producido muchos frutos de alegría y de vida cristiana. Refiero algunos muy sencillos: en la JMJ 2011 de Madrid, Andrés y Gema -sobrina nieta mía-, se comprometieron a seguir madurando cristianamente su noviazgo; más tarde recibieron el sacramento del matrimonio y Dios los ha bendecido ya con cuatro hijos. La JMJ de 2016 en Cracovia, vio nacer el noviazgo de Pedro con María, otra joven médico conocida; hace menos de un año se dieron el “sí” ante el altar.

Y como no hay dos sin tres, mencionaré el testimonio de Carlos, un joven sacerdote catalán que estará presente en Lisboa los próximos días; él mismo recuerda así su presencia en la JMJ 2016: “Siendo seminarista, en Cracovia, tuve el privilegio de acompañar a otros jóvenes y ser testigo de cómo el Señor tocaba sus corazones. Para mí también fue una ocasión de tomar un nuevo impulso en la fe”. Son pequeños testimonios, como tres gotas de agua en el inmenso mar de las JMJ, pero ¡cuántas gotitas de decisiones de mejora personal y de seguir vivamente a Cristo habrán colmado esas Jornadas!

Llegados aquí, el lector se preguntará: ¿y dónde diablos está ese demonio que sale a relucir en el título de estas líneas? Pues apareció muy pronto en escena porque estos encuentros, al estar tan llenos de Cristo y, en torno a Él, de cientos de miles de jóvenes cristianos de todo el planeta -quizá algunos no lo sean, pero no están excluidos-, resultan un pastel extremadamente apetitoso para hacerse con esa juventud tan prometedora y que tanto atractivo suscita.

Y si no es posible apropiarse del pastel y de esa juventud seguidora del Señor, el demonio se encarga de sembrar cizaña, y poner todos los medios para que el espíritu con que nacieron estas Jornadas desaparezca o se adultere, descafeinándolo con polémicas y enfrentamientos. Mencionaré dos hechos, bien conocidos, que prueban lo que acabo de escribir.

En mayo pasado el Vaticano quiso lanzar un sello conmemorativo de esta JMJ 2023 Lisboa. Diseñado ya por un artista italiano y prevista una tirada de 45.000 unidades, mostraba al papa Francisco en la quilla de una embarcación seguido por un grupo de jóvenes portando la bandera de Portugal. Pero apareció la cizaña y saltó la polémica. ¿Motivación? Quienes lo impugnaron argumentaban que esa representación emulaba la escultura del "Monumento a los Descubrimientos", instalado en la capital portuguesa durante la dictadura. El sello hubo que retirarlo y hacer otro nuevo. Pequeño embrollo, al fin, comparado con el que, de nuevo, el demonio volvió a suscitar en el mes de julio.

Se ha tratado de unas palabras del máximo representante, por parte de la Iglesia, de la JMJ en Lisboa. En la prensa hemos leído, en efecto, este comentario suyo: “Nosotros no queremos convertir a los jóvenes a Cristo ni a la Iglesia Católica ni nada de eso, en absoluto.” 

Dicho así, parece desvirtuar por completo el mandato evangélico y su impulso testimonial cristiano de los cientos de miles de chicas y chicos jóvenes que acudirán a Lisboa. No han faltado, enseguida, altas personalidades de la jerarquía de la Iglesia en diversos países, que han salido al paso de ese comentario poco afortunado Y, por su parte, el interesado ha rebatido que sus palabras habían sido sacadas de contexto.

Sin entrar en juicios de ningún tipo, es evidente que el demonio -único no invitado y por tanto excluido de la JMJ- está muy activo y no dejará de trabajar en lo suyo: sembrar cizaña y tratar de apartar las almas del amor de Cristo y de su seguimiento por todos los caminos de la tierra. Estemos atentos para no ser incautos y hacerle el juego.

Francisco se ha dirigido varias veces a los participantes en este encuentro. He visto su última grabación en video, donde también hacía una llamada a quienes no podamos estar allí físicamente presentes, y “sigan la Jornada desde lejos”: sepan, decía, que “es un punto de atracción para todos y donde todos hemos de mirar”. Por mi parte, animo al lector a hacerlo así de la mano de la Virgen María, cuya actitud decisiva de ir al encuentro de su prima Isabel, ha dado el lema a esta JMJ:”Se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39). María tenía ya a Cristo en su seno y, por eso, su presencia y encuentro con Isabel, en Ain Karim, lo llenó todo de luz y de alegría, como deseo que suceda en Lisboa. 

(PUBLICADO EN EL CONFIDENCIAL)


JMJ 2023 LISBOA

 

Buenos días.

 

Comienza enseguida la JMJ 2023 de Lisboa. Si no puedes estar allí físicamente, el Señor agradecerá que participes con la cercanía de tu oración, para que sean días muy fructuosos.

 

Y ¡buen viaje a quienes vayáis!

jueves, 13 de julio de 2023

El Papa Francisco comparte este “secreto” con los jóvenes que se preparan para la JMJ 2023

La Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó este jueves 4 de mayo un videomensaje en el que el Papa Francisco comparte un “secreto” con los jóvenes a fin de que puedan prepararse de la mejor manera para la JMJ 2023, que se celebrará entre el 1 y 6 de agosto en Lisboa, Portugal. 

El “secreto” para una buena preparación es, según el Santo Padre, “mirar a las raíces”. “Traten de encontrarse con los ancianos”, aconsejó a la juventud. 

“Muchos de ustedes tienen abuelos. Visiten a los abuelos y pregúntenles: ‘¿En tu tiempo había Jornada de la Juventud?’. ‘No’, seguro.  ‘¿Y a vos (usted) qué te parece que tengo que hacer yo?’. Hablen un poco con los abuelos. Porque ellos les van a dar sabiduría”, alentó.

El Papa Francisco también recordó que tan sólo quedan 3 meses para el encuentro, y animó a los participantes a no perder la ilusión frente a las preocupaciones que puedan surgir, como puede ser “la licencia del trabajo, del estudio, cómo van a hacer para lograr lo que les falta para el pasaje…”.

Ante estas inquietudes de última hora, el Pontífice subrayó que “participar en la Jornada es una cosa linda, y uno, cuando lo siente, tiene la ilusión de participar”.

“Prepárense con esa ilusión. Pongan esperanza, pongan esperanza, porque se crece mucho en una Jornada así”, puntualizó. 

Además, aseguró que todo lo vivido “queda dentro”: “Quedan los valores que hemos encontrado dentro, las relaciones que hemos tenido con otros jóvenes de otros países, los encuentros, todo queda dentro, y sobre todo ver la fuerza juvenil, la Iglesia tiene fuerza de joven”.

“Así que adelante”, animó el Papa Francisco a los jóvenes.


(publicado en ACIPRENSA)

jueves, 22 de junio de 2023

9 claves del Papa Francisco para ser un buen padre

Con ocasión de la celebración en muchos países del Día del Padre este 18 de junio, compartimos 9 claves del Papa Francisco sobre cómo ser un buen padre.

1. No se cansen de hablar de fe a sus hijos 

El Santo Padre ha pedido el 1 de junio de 2023 en su cuenta de Twitter: "Queridos padres, no os canséis de hablar de vuestra fe a los hijos: tened siempre la fuerza de ser mediadores de la fe que recibisteis de vuestros padres".

2. Acompañar y estar presente

El Papa Francisco aconsejó a los padres a estar presentes en su casa y en su familia y aseguró que es necesario “compartir los gozos y las penas con la mujer, acompañar a los chicos a medida que van creciendo”.

"La parábola evangélica del Hijo pródigo nos muestra al padre que espera en la puerta de casa el retorno del hijo que se equivocó. Sabe esperar, sabe perdonar, sabe corregir. También hoy los hijos al volver a casa con sus fracasos necesitan a un padre que los espere, que los proteja, los anime, les enseñe cómo seguir por el buen camino. A veces tiene que castigarlo, pero nunca le da una bofetada en la cara".

3. Enseñar con dulzura y  firmeza

Otra clave que enseñó el Papa Francisco durante la Audiencia General del 4 de febrero, fue que para ser un buen padre es “tratar de enseñar lo que el hijo aún no sabe, corregir los errores que aún no ve, orientar su corazón, protegerlo en el desánimo y la dificultad. Todo ello con cercanía, con dulzura y con una firmeza que no humilla”.

4. Preguntarse qué padres quieren ser

En otra ocasión, durante una entrevista con medios vaticanos, el Santo Padre explicó que “los hijos de hoy que se convertirán en los padres de mañana deberían preguntarse qué padres han tenido y qué padres quieren ser”. 

“No deben dejar que su papel paternal sea el resultado de la casualidad o simplemente la consecuencia de una experiencia pasada, sino que deben decidir conscientemente de qué modo amar a alguien, de qué modo responsabilizarse de alguien”.

5. Saber retirarse en el momento oportuno

El Papa Francisco también aseguró que un buen padre lo es cuando sabe retirarse en el momento oportuno para que su hijo pueda emerger con su belleza, con su singularidad, con sus elecciones, con su vocación”. 

“En este sentido, en toda buena relación es necesario renunciar al deseo de imponer una imagen desde arriba, una expectativa, una visibilidad, una forma de llenar completa y constantemente la escena con excesivo protagonismo”.

6. Imitar a San José

El Santo Padre puso también el ejemplo de San José y su capacidad de “saber hacerse a un lado, su humildad, que es también la capacidad de pasar a un segundo plano, es quizá el aspecto más decisivo del amor que José muestra por Jesús”. 

“En este sentido es un personaje importante, me atrevería a decir que esencial en la biografía de Jesús, precisamente porque en un momento determinado sabe retirarse de la escena para que Jesús pueda brillar en toda su vocación, en toda su misión. A imagen y semejanza de José, debemos preguntarnos si somos capaces de saber dar un paso atrás, de permitir que los demás, y sobre todo los que nos han sido confiados, encuentren en nosotros un punto de referencia, pero nunca un obstáculo”.

El Santo Padre resaltó también la importancia de pedir "al Señor que nunca falte en las familias la presencia de un buen padre, que sea mediador y custodio de la fe en la bondad, en la justicia y la protección de Dios, como lo fue San José”.

7. Orar con confianza

“Muchas veces no admitirán los fracasos, los hijos, pero necesitan del padre como todos necesitamos acudir al único Padre Bueno, como dice el Evangelio, el Padre nuestro que está en los cielos”, indicó el Papa, haciendo alusión al diálogo con Dios a través de la oración.

8. Apoyarse en la Iglesia

El Papa Francisco aseguró que “debemos tener el valor de decir que la Iglesia no debería ser solo materna sino también paterna. Es decir, está llamada a ejercer un ministerio paterno no paternalístico”. 

“Y cuando digo que la Iglesia debe recuperar este aspecto paterno me refiero precisamente a la capacidad paterna de colocar a los hijos en condiciones de asumir las propias responsabilidades, de ejercer la propia libertad, de hacer elecciones’. 

“Si por un lado la misericordia nos sana, nos cura, nos consuela, nos anima, por el otro lado el amor de Dios no se limita simplemente a perdonar, a sanar, sino que el amor de Dios nos empuja a tomar decisiones, a despegar”.

9. Ayudar en el fracaso

“Un verdadero padre no te dice que irá siempre todo bien, sino que incluso si te encontrarás en la situación en la que las cosas no irán bien podrás afrontar y vivir con dignidad también esos momentos, también esos fracasos”. 

“Una persona madura se reconoce no en las victorias sino en el modo en el que sabe vivir un fracaso. Es precisamente en la experiencia de la caída y de la debilidad como se reconoce el carácter de una persona”, aseguró el Santo Padre.


(publicado en ACIPRENSA)

viernes, 26 de mayo de 2023

Hoy celebramos a San Beda, cuyas homilías inspiraron el lema del Papa Francisco

 “El tiempo de mi partida ha llegado y mi corazón anhela ver la belleza de Cristo, mi Rey”, dijo antes de morir el Doctor de la Iglesia y patrono de los historiadores, San Beda, cuyas homilías inspiraron el lema pontificio del Papa Francisco. 

Por ser además lingüista y traductor, sus trabajos con los escritos latinos y griegos de los primeros Padres de la Iglesia contribuyeron de manera significativa con el cristianismo inglés.

En sus homilías, San Beda hizo una reflexión del episodio evangélico de la llamada de Jesús a San Mateo, y escribió: “Vidit ergo Iesus publicanum et quia miserando atque eligendo vidit, ait illi Sequere me (Vio Jesús a un publicano, y como lo miró con sentimiento de amor y lo eligió, le dijo: Sígueme)”.

De estas palabras, el Papa Francisco tomó la frase “miserando atque eligendo”, que aparece en su escudo papal, ya que es un homenaje a la misericordia divina que el Pontífice experimentó en su juventud, después de una Confesión.

San Beda nació por el 672 o el 673 en Wearside o en Tyneside (Reino Unido), muy cerca al monasterio de San Pedro en Wearmouth, a donde ingresó con tan sólo siete años de edad. Su formador allí fue San Benito Biscop.

Años después, San Beda fue al monasterio de Jarrow y tuvo como nuevo maestro a San Celofrith. Se dice que se ordenó de diácono con 19 años y luego, con 30 años, fue ordenado sacerdote por San Juan de Beverley. Escribió muchos libros, siendo su obra maestra la “History of the English Church and People” (Historia de la Iglesia y del pueblo inglés).

San Beda, conocido como el Venerable, partió a la Casa del Padre el 25 de mayo del 735. En 1899 el Papa León XIII lo nombró Doctor de la Iglesia por su importante aporte teológico.

(publicado en ACIPRENSA)

jueves, 18 de mayo de 2023

13 frases del Papa Francisco en el Día de la Familia para reflexionar sobre su valor

 Con ocasión del Día Internacional de las Familias que se celebra cada 15 de mayo, en ACI Prensa recordamos 13 mensajes del Papa Francisco sobre el valor de la institución familiar.

En su reciente discurso en los "Estados Generales de la Natalidad", el Papa ha llamado a los gobiernos a implementar políticas con visión de futuro y a abordar el problema de la baja tasa de natalidad sin ideologías ni posturas preconcebidas en Europa. “Hoy en día, traer hijos al mundo se percibe como una empresa a cargo de las familias", lo que -explicó- afecta la mentalidad de las jóvenes generaciones que crecen en incertidumbre, desilusión y miedo.

El Día Internacional de las Familias es promovido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “para crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de los hijos desde la primera infancia, y las oportunidades de aprendizaje permanente que existen para niños y jóvenes”, considerando que “la familia constituye la unidad básica de la sociedad”, indica la web de la ONU.

1. En diciembre de 2021, el Papa Francisco escribió una carta a los matrimonios con ocasión del Año de la Familia, Amoris laetitia, en la que recordó que “el primer ámbito de la educación sigue siendo la familia, en los pequeños gestos que son más elocuentes que las palabras”.

2. En la fiesta de la Sagrada Familia de 2021, el Santo Padre advirtió que “para preservar la armonía en la familia hay que luchar contra la dictadura del yo”.

3. En diciembre de 2020, el Papa indicó que “la familia de Jesús, la de Nazaret, es la familia-modelo, en la que todas las familias del mundo pueden hallar su sólido punto de referencia y una firme inspiración”.

4. En 2017, el Pontífice explicó en el Vaticano que las familias son un tesoro precioso y “no son piezas de museo, sino que por medio de ellas se concreta la capacidad de darse, el compromiso recíproco y la apertura generosa a los demás, así como el servicio a la sociedad”.

5. En septiembre de 2015, el Sucesor de Pedro expresó que la familia “es capaz de calentar el corazón de toda una ciudad con su testimonio de amor”.

6. En enero de 2015, el Santo Padre hizo notar que “no existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva. Por eso, la familia en la que, con los propios límites y pecados, todos se quieren, se convierte en una escuela de perdón”.

7. En agosto de 2014, el Papa calificó a la familia como un “centro de amor, donde reina la ley del respeto y de la comunión, capaz de resistir a los embates de la manipulación y de la dominación de los ‘centros de poder’ mundanos”.

8. Durante el Encuentro Mundial de las Familias que se llevó a cabo en Irlanda en agosto de 2018, el Papa Francisco pronunció numerosas frases para todas las familias del mundo, que vale la pena recordar por su carácter evangélico y formativo. A continuación, algunas de ellas:

“El Evangelio de la familia es verdaderamente alegría para el mundo, ya que allí, en nuestras familias, Jesús siempre puede ser encontrado; Él vive allí, en simplicidad y pobreza, como lo hizo en la casa de la Sagrada Familia de Nazaret”.  

9. La familia es el lugar más importante para transmitir la fe

“El primer y más importante lugar para transmitir la fe es el hogar, a través del sereno y cotidiano ejemplo de los padres que aman al Señor y confían en su palabra”.

10. La familia debe tener como base el perdón

“Gestos pequeños y sencillos de perdón, renovados cada día, son la base sobre la que se construye una sólida vida familiar cristiana. Los niños aprenden a perdonar cuando ven que sus padres se perdonan recíprocamente. Si entendemos esto, podemos apreciar la grandeza de la enseñanza de Jesús sobre la fidelidad en el matrimonio”.

11. La familia es la esperanza del mundo

“Ustedes, familias, son la esperanza de la Iglesia y del mundo. Con su testimonio del Evangelio pueden ayudar a Dios a realizar su sueño, pueden contribuir a acercar a todos los hijos de Dios, para que crezcan en la unidad y aprendan qué significa para el mundo entero vivir en paz como una gran familia”.

12. La iglesia es “una familia de familias”La Iglesia es, efectivamente, “una familia de familias, y siente la necesidad de ayudar a las familias en sus esfuerzos para responder fielmente y con alegría a la vocación que Dios les ha dado en la sociedad”.

13. Ante la crisis social y el invierno demográfico en Europa, la familia, expresó el Santo Padre el 12 de mayo de 2023, "no es parte del problema, sino parte de su solución”. Así, “el reto de la natalidad es una cuestión de esperanza”, afirmó el Papa ante una cultura enemiga de la familia en la que vivimos hoy. Las jóvenes generaciones “viven en un clima social en el que fundar una familia se está convirtiendo en un esfuerzo titánico, en lugar de ser un valor compartido que todos reconocen y apoyan”.

Publicado en ACIPRENSA 




jueves, 11 de mayo de 2023

Papa Francisco explica por qué es importante rezar el Rosario en familia y a diario

En un tuit compartido este sábado 6 de mayo, el Papa Francisco explica por qué es importante rezar el Rosario en familia y a diario.

“Rezar el #SantoRosario en familia diariamente hace que en ella nunca se agote el aceite de la fe y de la alegría, que brota de la vida de sus miembros en comunión con Dios”, compartió el Santo Padre.

El miércoles 3 de mayo, durante la Audiencia General que presidió en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa recordó que la Iglesia Católica dedica “de modo especial” el mes de mayo a la Virgen María.

En ese marco, el Santo Padre recordó el pedido de la Virgen de Fátima, cuya fiesta se celebrará el próximo sábado 13 de mayo: “Recen todos los días el Rosario por la paz en el mundo y el fin de la guerra”.

Por ello, invitó a los fieles a escuchar las palabras de la Virgen: “Yo también os lo pido: rezad el Rosario por la paz”.

El Papa Francisco invitó a los fieles a buscar refugio en Santa María e hizo votos para que ella “nos ayude a construir caminos de encuentro y senderos de diálogo, y nos dé el valor de emprenderlos sin demora”.

(publicado en ACIPRENSA)

lunes, 17 de abril de 2023

¿En dónde buscamos al Jesús resucitado?, pregunta el Papa Francisco a los católicos

 El Papa Francisco interpeló a los católicos reunidos este domingo en la Plaza de San Pedro para que reflexionen sobre cómo y en qué lugar buscan al Jesús resucitado en este tiempo de Pascua.  

“¿Dónde buscamos al Resucitado? ¿En algún evento especial, en algún evento religioso espectacular o llamativo, únicamente en nuestras emociones y sensaciones? ¿O en la comunidad, en la Iglesia, aceptando el desafío de permanecer allí, aunque no sea perfecta?”, preguntó antes del rezo del Regina Coeli este 16 de abril, Domingo de la Divina Misericordia.

El Papa Francisco aseguró que, “a pesar de todas sus limitaciones y caídas, que son nuestras limitaciones y caídas, nuestra Madre Iglesia es el Cuerpo de Cristo; y es allí, en el Cuerpo de Cristo, donde se imprimen todavía y para siempre los mayores signos de su amor”.

“Sin embargo, preguntémonos si en nombre de este amor, en nombre de las llagas de Jesús, estamos dispuestos a abrir los brazos a los que están heridos por la vida, sin excluir a nadie de la misericordia de Dios, sino acogiendo a todos; cada uno como un hermano, como una hermana”, reflexionó.

Luego, el Pontífice recordó que “Dios acoge a todos”.

Este Domingo de la Divina Misericordia, el Papa Francisco hizo una reflexión sobre el pasaje del Evangelio que relata los dos apariciones de Jesús resucitado a los discípulos y en particular a Tomás, el “apóstol incrédulo” (cf. Jn 20, 24-29).

El Santo Padre reconoció que “Tomás, en realidad, no es el único al que le cuesta creerlo, de hecho nos representa a todos en cierta medida”.
“De hecho, no siempre es fácil de creer, especialmente cuando, como en su caso, uno ha sufrido una gran decepción. Después de una gran decepción, es difícil de creer”, continuó.

Refiriéndose al caso específico de Tomas, el Papa recordó que el apóstol “siguió a Jesús durante años, asumiendo riesgos y soportando penalidades, pero el Maestro fue crucificado como un criminal y nadie lo liberó, ¡nadie hizo nada! Está muerto y todos están asustados. ¿Cómo volver a confiar? ¿Cómo confiar en la noticia de que está vivo? La duda estaba dentro de él”.

Sin embargo, –prosiguió Francisco–, Tomás demostró “que tiene coraje”.

“Mientras los demás están encerrados en el aposento alto por el miedo, él sale, con el riesgo de que alguien lo reconozca, lo denuncie y lo arreste. Incluso podríamos pensar que, con su valentía, merece más que los demás encontrarse con el Señor resucitado”, sostuvo.

No obstante, el Papa señaló que fue precisamente cuando Tomás se alejó y se retiró a su comunidad, que Jesús se aparece a los discípulos por primera vez en la noche de Pascua.

(publicado en ACIPRENSA)

viernes, 24 de marzo de 2023

El Papa pide renovar la consagración al Inmaculado Corazón de María cada 25 de marzo

Al término de la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco recordó que el próximo sábado 25 de marzo se celebra el aniversario de la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. 

Ante los fieles que le escuchaban en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en la Audiencia General de este miércoles, el Santo Padre aludió al aniversario de este acto, realizado en marzo de 2022 y que coincide con la Solemnidad de la Anunciación del Señor.

El Santo Padre rememoró la consagración “en unión con todos los obispos del mundo, la Iglesia y la humanidad, especialmente Rusia y Ucrania, al Corazón Inmaculado de María”. 





En este sentido, pidió que “no nos cansemos de confiar la causa de la paz a la Reina de la Paz”. 

Además, invitó a todos los creyentes y comunidades, especialmente a los grupos de oración, “a renovar cada 25 de marzo el acto de consagración a la Virgen, para que Ella, que es Madre, nos conserve a todos en la unidad y en la paz”. 

“Y no olvidemos, en estos días, a la atormentada Ucrania, que tanto sufre”, concluyó el Papa Francisco.

Acto de Consagración
El Papa Francisco consagró el 25 de marzo de 2022 a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, en un acto histórico que repitió el Cardenal Konrad Krajewski en el Santuario de Fátima (Portugal) y al que se sumaron los religiosos y fieles de los cinco continentes.

El acto, que se celebró un mes después de la invasión rusa a Ucrania, tuvo lugar en el marco de la celebración penitencial “24 horas para el Señor”

El Santo Padre pidió la intercesión de la Virgen María por la paz y consagró al mundo entero, en especial a Rusia y Ucrania, a su Inmaculado Corazón ante la presencia de unas 2.000 personas.

El Pontífice acogió así la solicitud que el 2 de marzo le habían hecho los obispos católicos de rito latino de Ucrania de consagrar públicamente ambos países.

(publicado en ACIPRENSA)

viernes, 20 de enero de 2023

El Papa invita a sumarse a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2023

El Papa Francisco destacó la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que se celebra del 18 al 25 de enero y alentó a ser “constructores de reconciliación y de paz”.

Durante la Audiencia general de este miércoles 18 de enero, el Santo Padre invitó a “rezar y a trabajar para que entre todos los creyentes en Cristo se afirme cada vez más el camino de la plena comunión”.

Al mismo tiempo, el Papa Francisco animó a “comprometerse con dedicación y en todos los ambientes de la vida, a ser constructores de reconciliación y de paz”.

Luego, el Pontífice alentó “a dar gracias a Dios por el servicio que nuestros hermanos de otras confesiones realizan en favor de los más necesitados”, porque “este camino de caridad nos acercará cada vez más, amando e imitando a Cristo Buen Pastor”.

Finalmente, el Santo Padre envió un mensaje a través de su cuenta oficial de Twitter @Pontifex_es en el que recordó que hoy comienza la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que tiene como tema “Haz el bien; busca la justicia”.

“Demos gracias al Señor, que con fidelidad y paciencia, guía a su pueblo hacia la plena comunión”, escribió el Papa, quien también animó a rezar juntos por esta intención.

(publicado en ACIPRENSA)

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