jueves, 31 de octubre de 2019

CARTA DE DON MARIO NOVIEMBRE 2019


La santidad de la puerta de al lado
 

1. La solemnidad de todos los santos inaugura el mes de noviembre. Es una fiesta con sentimientos encontrados. El recuerdo feliz de quienes han acompañado nuestras vidas y ya han pasado a la casa del Padre, junto con la nostalgia de no tenerlos físicamente presente entre nosotros. Entre ambos sentimientos encontrados surge la esperanza cristiana, tan bellamente expresada por las palabras de San Pablo: “Haz memoria de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, del linaje de David… si morimos con Él, también con Él viviremos… Él permanece fiel” (cfr. 2 Tim 2, 8.11.13). Son muy consoladoras las palabras que a este respecto nos dirigió el Papa Francisco en la exhortación “Gaudete et exultate”: “Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, «la clase media de la santidad». Dejémonos estimular por los signos de santidad que el Señor nos presenta a través de los más humildes miembros de ese pueblo que «participa también de la función profética de Cristo, difundiendo su testimonio vivo sobre todo con la vida de fe y caridad» (GE , 7-8).

2. En este ambiente de llamada a la santidad, celebramos el día de la Iglesia diocesana bajo el lema: “Zu barik nora? Contigo hay futuro”. Este día tratamos de tomar conciencia del don que supone la Iglesia diocesana para cada uno de nosotros. En ella hemos nacido a la vida, celebramos la fe, recibimos la Palabra de Dios y todos sus dones, formamos parte de esta gran familia, nos ponemos en camino siendo discípulos y misioneros, aprendemos a compartir y a servir a quienes nos necesitan, anunciamos y edificamos el Reino de Dios en medio de nosotros.

3. En una sociedad con sus luces y sus sombras, con sus gozos y dolores, el individualismo es un rasgo, entre otros, que nos caracteriza y del que los cristianos también somos partícipes. Por eso, debemos recordar la pertenencia gozosa a un Pueblo y cada uno poner su granito de arena y expresar de modo creativo y novedoso esta realidad. En la misma exhortación “Gaudete et exultate” anteriormente citada, el Papa nos recuerda: “El Espíritu Santo derrama santidad por todas partes, en el santo pueblo fiel de Dios, porque «fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente». El Señor, en la historia de la salvación, ha salvado a un pueblo. No existe identidad plena sin pertenencia a un pueblo.” (GE, 6).

3. Y una semana después celebraremos la jornada mundial de los pobres que incluye en sí lo que durante muchos años hemos celebrado como el gesto diocesano de solidaridad. El lema elegido por el Papa Francisco para este año es: “La esperanza de los pobres nunca se frustrará (Sal 9, 19)”. En su mensaje, el Papa nos habla de viejas y nuevas esclavitudes y nos interpela con estas palabras: “La Iglesia, estando cercana a los pobres, se reconoce como un pueblo extendido entre tantas naciones cuya vocación es la de no permitir que nadie se sienta extraño o excluido, porque implica a todos en un camino común de salvación. La condición de los pobres obliga a no distanciarse de ninguna manera del Cuerpo del Señor que sufre en ellos. Más bien, estamos llamados a tocar su carne para comprometernos en primera persona en un servicio que constituye auténtica evangelización. (Mensaje III jornada mundial de los pobres, 6). En la diócesis estamos preparando este día, que incluirá actividades con los más jóvenes, un gesto de toda la diócesis compartiendo una jornada con quienes viven en la pobreza o en riesgo de exclusión y con gestos que cada vicaría o unidad pastoral organizará en su entorno.

5. En último término, la santidad, la pertenencia activa y a apasionada a la Iglesia diocesana y la acogida, servicio y promoción de los pobres son dimensiones profundamente conexas entre sí como expresión de un Pueblo de Dios que camina por la historia sembrando el Reino de Dios que el Señor nos ha confiado y Él mismo ha inaugurado con su muerte y resurrección. A María, Madre de la Iglesia nos encomendamos durante este mes de la santidad. Con gran afecto.

+ Mario Iceta Gabicagogeascoa

Obispo de Bilbao

Comentario al Evangelio del domingo, 3 de noviembre de 2019

Vivir de las apariencias o vivir en la verdad
      Una vez conocí a una persona para la que su fundamental preocupación era mantener su imagen. El tiempo que me tocó vivir cerca de él, me di cuenta de que era un trabajo agotador. Tenía que estar todo el día en guardia, tenía que decir la mentira oportuna a la persona oportuna en el momento justo, tenía que disimular continuamente. Aquel sujeto no se podía permitir expresar nunca lo que sentía de verdad. Siempre iba como cubierto con una coraza que, supongo, le debía pesar muchísimo y resultarle muy incómoda. De aquel modo lograba el aplauso de la gente. Pero ciertamente pagaba un precio muy alto. Demasiado alto. 
      La historia de Zaqueo es parecida. Por lo que nos dice el Evangelio, era un hombre rico. De entrada eso ya nos habla de una persona que tiene una buena imagen. La imagen social se hace a base de tener una buena casa y un buen coche, vivir en un buen barrio y disponer de fondos en el banco. A esas personas, los empleados de los bancos los tratan con respeto. Zaqueo era un hombre rico. Zaqueo había conseguido el respeto de los que vivían con él. Pero sabía que ese respeto era más por temor que por amor. Le tenían respeto pero no cariño. Porque su riqueza, probablemente, había sido amasada a base de hacer harina a los demás. Zaqueo era un publicano, uno que se dedicaba a recaudar los impuestos para los opresores romanos a cambio de quedarse con un tanto por ciento. Había hecho su riqueza a base de oprimir a sus vecinos. Zaqueo sabía que su imagen era sólo apariencia, que si le cedían el paso cuando le encontraban por la calle no era porque le amasen. En absoluto. Más bien, le odiaban. Zaqueo se había esforzado mucho por triunfar pero la verdad era que no lo había logrado. Para nada. 
      De repente, Jesús pasa por su vida. Porque Jesús es el enviado de Dios y Dios, como dice la primera lectura, ama todo lo que es suyo. Y Zaqueo es suyo. Zaqueo es hijo de Dios. Dios le quiere mostrar el buen camino, lo que tiene que hacer para triunfar de verdad en la vida. Hoy Dios va a pasar por su casa. Jesús se lo dice con claridad. “Hoy me voy a quedar contigo”. Jesús le va a hacer de espejo. Mirando a Jesús, Zaqueo se da cuenta de que ha perdido el tiempo y de que su aparente éxito en la vida no es más que un estrepitoso fracaso. Pero Jesús es su oportunidad. Dios le visita y le ofrece un nuevo comienzo. Menos mal que Zaqueo no fue tonto. Abrió su corazón a la salvación que Dios le ofrecía. Aceptó la realidad de su fracaso y reorientó su vida. Empezó a construir de nuevo su futuro pero esta vez apoyado en la realidad: no en el cuidado de la imagen y las apariencias sino en el amor y en la confianza en Dios. 

Para la reflexión
      ¿Me preocupo de las apariencias y del qué dirán tanto como para olvidarme de la realidad de mi vida? Hoy Jesús me está mirando y me dice que quiere quedarse en mi casa ¿qué le voy a responder? ¿No me está dando la oportunidad de cambiar algunas cosas? ¿Cuáles?

Lecturas del Domingo 31º del Tiempo Ordinario - Ciclo C

Primera lectura

Lectura del libro de la Sabiduría (11,22–12,2):

Señor, el mundo entero es ante ti como un grano en la balanza,
como gota de rocío mañanero sobre la tierra.
Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes
y pasas por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan.
Amas a todos los seres
y no aborreces nada de lo que hiciste;
pues, si odiaras algo, no lo habrías creado.
¿Cómo subsistiría algo, si tú no lo quisieras?,
o ¿cómo se conservaría, si tú no lo hubieras llamado?
Pero tú eres indulgente con todas las cosas,
porque son tuyas, Señor, amigo de la vida.
Pues tu soplo incorruptible está en todas ellas.
Por eso corriges poco a poco a los que caen,
los reprendes y les recuerdas su pecado,
para que, apartándose del mal, crean en ti, Señor.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 144,1-2.8-9.10-11.13cd-14

R/.
 Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.

V/. Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás. R/.

V/. El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.

V/. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.

V/. El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan. R/.

Segunda lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,11–2,2):

Hermanos:
Oramos continuamente por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos de la vocación y con su poder lleve a término todo propósito de hacer el bien y la tarea de la fe. De este modo, el nombre de nuestro Señor Jesús será glorificado en vosotros y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
A propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por alguna revelación, rumor o supuesta carta nuestra, como si el día del Señor estuviera encima.

Palabra de Dios

Evangelio

Evangelio según san Lucas (19,1-10), del domingo, 3 de noviembre de 2019
Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,1-10):

EN aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:
«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo:
«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo:
«Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

Palabra del Señor

NOTICIAS PAPA FRANCISCO

La oración hace milagros, asegura el Papa Francisco
 
El Papa Francisco animó a tener fe en la oración porque “la oración hace milagros” aunque, a veces, “no creemos en el milagro de la oración, no creemos aquello que dice Jesús: ‘Pedid y se os dará’, no creemos en el Padrenuestro que tiene tanta fuerza”.
 
El Santo Padre se expresó así en el discurso que pronunció ayer viernes 25 de octubre ante los participantes en el Capítulo General de la Orden de los Siervos de María, a los que recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano.
 
En su discurso, el Pontífice recordó a los fundadores de la Orden, los conocidos como Siete Santos Fundadores. Eran estos siete comerciantes de la ciudad de Florencia, durante el siglo XIII, unidos por su amistad y por su devoción a la Virgen. Sus nombres eran Alessio Falconieri, Amadio, Buonagiunta, Buonfiglio, Manetto, Uguccione y Sostegno.
 
Su devoción los llevó a abandonar sus actividades comerciales y, después de vender sus bienes y repartir su dinero entre los pobres, retirarse al Monte Senario a rezar y a hacer penitencia para santificarse.
 
De hecho, la oración fue el tema principal del discurso del Pontífice: “Ser siervos de la Virgen, de la esperanza, en un tiempo que cambia es posible únicamente con la oración. Vuestros siete fundadores, primero de todo, se retiraron a rezar. ¡Y rezaron bien!”.
 
“Mi recomendación es que no dejéis la oración. Es el fundamento de vuestra vida. La oración es como pedir limosna a la Virgen: ‘Ayúdame a ser un siervo fiel’. Esta oración es fecunda y os dará vocaciones y muchas cosas. La oración es el instrumento que hace milagros”.
 
Sin embargo, “hay muchos incrédulos sobre el poder de la oración. Y yo estoy tentado a decir (es una tentación, pero lo digo igualmente) que muchas veces los mayores incrédulos somos nosotros, los Obispos, lo sacerdotes, que no creemos en el milagro de la oración. No creemos aquello que dice Jesús: ‘Pedid y se os dará’. No creemos en el Padrenuestro que tiene tanta fuerza”.
 
Según el Papa Francisco, la oración está estrechamente vinculada con la esperanza. Explicó que “si hay una persona que no parecía que tuviese motivos de esperanza humana es la Virgen, con todas esas cosas extrañas que sucedían en su vida: desde el nacimiento de Jesús, luego la persecución y la fuga, luego el regreso, y ver al hijo que crecía en las contradicciones… Pero Ella miraba adelante: era la Señora de la esperanza”.
 
“Hoy somos todos doctores en la falta de esperanza. Siempre encontramos excusas para no tener esperanza, cuando comenzamos a lamentarnos del mundo. Suceden cosas malas, pero no peores que aquellas que sucedían en tiempos de la Virgen. Es lo mismo. El mundo ambia de forma, pero la esclavitud, las guerras, las crueldades de aquel tiempo son las mismas de hoy”.
 
Por ese motivo, “es necesario sembrar esperanza, mirar adelante. La Virgen también nos enseña a sembrar esperanza. Pensad en el Calvario, pensad en Pentecostés, cuando rezaba con los discípulos. Es la Virgen de los dolores, y en el dolor, en la pobreza, en el despojo surge la esperanza, se ve clara. Cuando uno está bien no es tan fácil expresar la esperanza, para cuando surgen las dificultades surge la esperanza. Y Ella, María, es una maestra, nos ha enseñado mucho”.
 
Por último, el Papa también recordó en su discurso su etapa de estudiante en el Seminario de Villa Devoto, en Buenos Aires, en el año 1957. “En aquel tiempo, había dos de vosotros que estudiaban allí. No sé si hay alguno de ellos aquí. Luego los perdí de vista. El año 57, hace ya 62 años. ¡Cómo se envejece en la vida! Fueron ellos quienes me contaron la historia de Alessio Falconieri y de los otros seis, y yo me entusiasmé de ese ejemplo de santidad”.
 
(Publicado en ACIPRENSA)

martes, 29 de octubre de 2019

Comentario al Evangelio del domingo, 27 de octubre de 2019

Nunca desprecies de tu hermano
      ¿Quién se puede gloriar ante Dios de que es justo? Pues el fariseo de la parábola lo hace sin el más mínimo rebozo. No tiene vergüenza para darle gracias a Dios porque no es como los demás. Se siente diferente. Pertenece a una clase mejor y más alta. Se siente justificado porque ayuna dos veces por semana y paga el diezmo de todo lo que tiene. Dicho en palabras más de nuestros días, porque va puntualmente a misa todos los domingos y contribuye generosamente a su iglesia (claro que dejando bien claro que él es el donante para que todos lo sepan). O porque cumple con todas las normas de la iglesia. No importa que sea un “cumplimiento”, un “cumplo y miento”. No importa el corazón. Lo que importa es que externamente cumple con las leyes. Es “oficialmente” un buen creyente. 
      El publicano se sitúa en las antípodas. Es oficialmente un pecador. Todo el mundo lo sabe. Él también. No tiene nada que presentar ante Dios. Basta con recordar la forma como la gente le mira para imaginarse como Dios lo mira también. Pero va al templo. Me hace pensar en algunas de nuestras iglesias donde las prostitutas de la zona, aunque no van a misa, se acercan a horas en que no hay casi nadie en el templo para encender una vela y hacer una oración a algún santo. El publicano se sabe pecador y lo único que hace es pedir a Dios que le tenga compasión. 
      Pero como dice la primera lectura, la oración de los pobres, de los oprimidos, de los huérfanos y las viudas, de los que no tienen nada, es como un grito que sube hasta el cielo, atraviesa las nubes y llega hasta Dios. Los que no tienen nada no pueden hacer más que esperar en la justicia de Dios. Porque la justicia de los hombres les ha dejado abandonados. 
      Es que nuestro Dios –un poco en contra de lo que dice la primera lectura– es un Dios parcial. Está del lado de los pobres, de los que sufren. Frente a los jueces de este mundo –y jueces somos todos cuando opinamos y juzgamos a nuestros hermanos y hermanas– que suelen escuchar con más facilidad a los que más vocean, a los que más dinero o más poder tienen y desprecian –despreciamos– a los que no tienen nada, Dios, el Dios de Jesús, se pone del lado de los pobres, comprende su situación, sufre con ellos, y mira por su bien.
      En la comunidad de Jesús todos somos hermanos. Todos estamos cubiertos por el inmenso amor de Dios. No hay razón para despreciar a nadie. Si alguien debe tener un lugar de privilegio ha de ser el pobre, el marginado, el pecador, aquel al que le ha tocado la peor parte en esta vida. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar a nadie, para entrar en su corazón y decir que es malo?

Para la reflexión
      ¿Miro a algunos de mis hermanos o familiares con desprecio? ¿Por qué? ¿Es que no tengo nada de que avergonzarme? ¿Cómo me debería comportar con ellos si actuase como lo haría Jesús?

PROGRAMA III CONGRESO NACIONAL DE ESPAÑA, BILBAO

VIERNES 15 DE NOVIEMBRE
17:00 h BIENVENIDA: L. Miguel Onieva, Filka Mihalj y Almudena Mendieta
17:15 h SANTO ROSARIO POR LAS INTENCIONES DE LA GOSPA Y FRUTOS DEL CONGRESO
18:00 h SANTA MISA
19:00 h DESCANSO
19:15 h CONFERENCIA: Orad, orad, orad: el poder de la oraciónP. INOCENCIO LLAMAS
20:30 h CENA
22:00 h ADORACIÓN
23:00 h FIN DE LA JORNADA

SÁBADO 16 DE NOVIEMBRE  
07.30h. LEVANTARSE
08.00h. ORACIÓN – LAUDES
08.30h. DESAYUNO
09.30h. CONFERENCIA: El valor salvífico de rezar el Rosario. P. AGUSTÍN GIMÉNEZ
10.45h. DESCANSO – CAFÉ
11:00h. CONFERENCIA La Postura Oficial de la Iglesia y la Pastoral en nuestras diócesis FR. DANKO PERUTINA ofm
12.00h. ANGELUS Y PRESENTACIÓN DE LA FUNDACIÓN CENTRO MEDJUGORJE: La misión de la Fundación. L. Miguel Onieva y Oriol Vives
13.30h. COMIDA
15.00h. CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA
15.30h. TESTIMONIOS (Dos testimonios de media hora)
16.30h. DESCANSO – CAFÉ
16.45h. CONFERENCIA: La “Gospa” te llama a la santidad.  P. INOCENCIO LLAMAS
18.00h. SANTO ROSARIO
18.45h. SANTA MISA
20.00h. CENA
21.30h. ADORACIÓN
22.30h. FIN DE LA JORNADA

DOMINGO 17 DE NOVIEMBRE
07.30h. LEVANTARSE
08.00h. ORACIÓN – LAUDES
08.30h. DESAYUNO
09.30h. CONFERENCIA: Cómo ser un buen guía de peregrinación y de grupo de oración FR. DANKO PERUTINA, ofm
10.30h. DESCANSO – CAFÉ
10:45h. CONFERENCIA: Que la misa sea tu vida, y tu vida sea una misa. P. INOCENCIO LLAMAS
12:00h. ANGELUS Y CONCLUSIONES DEL CONGRESO: L. Miguel Onieva y Oriol Vives12:30h. ROSARIO Y SANTA MISA
14.00h. COMIDA
15.00h. FIN DEL CONGRESO
Nota: Las noches del viernes y sábado permanecerá expuesto el Santísimo

26/10/2019 – Celebración del III Congreso Nacional María Reina de la Paz de España – Bilbao, 15 al 17 de noviembre

Me complace comunicaros que, en el próximo mes de noviembre, desde el viernes 15 al domingo 17, se celebrará en la Residencia Atalaya, de Bilbao, el III Encuentro Nacional de Responsables de Centros de Paz y Grupos de Oración, Guías de Peregrinación, Asociaciones Caritativas vinculadas a Medjugorje y de todos cuantos tienen en el corazón el amor a la Reina de la Paz.
Contaremos con la presencia del P. Danko Perutina, o.f.m., en representación de los franciscanos de la parroquia de Santiago Apóstol de Medjugorje; con el P. Inocencio Llamas, asesor espiritual del movimiento iberoamericano de la Reina de la Paz, con el P. Agustín Giménez, asesor espiritual de la Fundación en España y con otros sacerdotes de la diócesis de Bilbao.
Es una alegría contar con tres ponentes que están tan estrechamente ligados a la espiritualidad de la Reina de la Paz ya que seguro que con sus charlas y meditaciones nos ayudarán a comprender más el porqué de la llamada de la Virgen y así poder tener un crecimiento espiritual en nuestras vidas que nos ayude a servir mejor en nuestro apostolado.
Así pues, tanto para la Fundación Centro Medjugorje como para la Parroquia de Santiago Apóstol de Medjugorje, será una gran satisfacción poder contar con todos vosotros ya que también es una inmejorable oportunidad para conocer las directrices que desde Medjugorje nos llegan de forma regular con el objeto de buscar juntos una mejor coordinación del movimiento en España, establecer una línea de actuación efectiva entre todos y divulgar eficazmente los mensajes y la espiritualidad de María Reina de la Paz.
Aprovecharemos la celebración de este III Encuentro en España para dar respuesta a muchos de los interrogantes que a menudo se nos plantean en el desempeño de nuestra labor pero sobre todo, para compartir todo aquello que nos une, el amor a María.
El encuentro tendrá lugar en la Residencia “Atalaya”, Lejona (a 3 minutos de Guetxo, de Algorta…) Bilbao. Se iniciará el viernes 15 de noviembre a partir de las 17:00h. y concluirá el domingo 17 de noviembre a las 14:00h. Posteriormente, se servirá la comida de despedida.Si queréis podéis consultar el enlace para que os sea más fácil llegar: http://www.atalaiaclaret.com/
Os rogamos, que confirméis vuestra participación a la mayor brevedad cumplimentando la FICHA DE INSCRIPCIÓN
El precio para cubrir los diferentes gastos del Congreso es de 180€ por persona e incluye alojamiento en habitación doble y pensión completa.
Para asegurar la inscripción es necesaria una paga y señal de 100€ a ingresar en el siguiente número de cuenta:
Deustche Bank IBAN ES4900194330484210005036 – Titular Almudena Mendieta Echevarría.
Para aquellos que solamente pueden acudir algún día, o no puedan quedarse a dormir, el precio de la inscripción es de 50€ y cada comida 10€.
Para cualquier duda sobre formas de pago, transporte y alojamiento, rogamos se pongan en contacto con Almudena Mendieta en la siguiente dirección de correo electrónico: congresobilbao2019@hotmail.com
Así mismo, tendremos oportunidad de vivir el programa vespertino de oración del Santuario. Consulte el PROGRAMA del Congreso.
Que la Virgen, que nos convoca bajo su manto protector, nos ayude y nos bendiga en esta misión.
Unidos en Cristo y en la oración

viernes, 25 de octubre de 2019

NOTICIAS PAPA FRANCISCO

Catequesis del Papa Francisco sobre el libro de Los Hechos de los Apóstoles

Este miércoles 23 de octubre, en su Audiencia General, el Papa Francisco reflexionó sobre el libro de Los Hechos de los Apóstoles para entender mejor la misión de la Iglesia y el concepto de sinodalidad.

“La asamblea de Jerusalén arroja una luz significativa sobre cómo tratar las diferencias y buscar la ‘verdad en la caridad’. Nos recuerda que el método eclesial de resolución de conflictos se basa en el diálogo, constituido por la escucha atenta y paciente y el discernimiento efectuado a la luz del Espíritu”, explicó el Papa.

En esta línea, el Santo Padre indicó que “en efecto, es el Espíritu el que ayuda a superar los cierres y las tensiones y actúa en los corazones para que alcancen la verdad y la bondad, para que lleguen a la unidad. Este texto nos ayuda a comprender la sinodalidad. Es interesante, cómo escriben la Carta: los Apóstoles empiezan diciendo: ‘El Espíritu Santo y nosotros pensamos que...’. Es propio de la sinodalidad, de la presencia del Espíritu Santo, de lo contrario no es sinodalidad, es parlatorio, parlamento, otra cosa...”

Por ello, el Pontífice invitó a pedir al Señor “que fortalezca en todos los cristianos, especialmente en los obispos y sacerdotes, el deseo y la responsabilidad de la comunión”.
 
“Que nos ayude a vivir el diálogo, la escucha y el encuentro con nuestros hermanos y hermanas en la fe y con los que están lejos, para gustar y manifestar la fecundidad de la Iglesia, llamada a ser en todos los tiempos ‘madre gozosa’ de muchos hijos”, afirmó.
A continuación, el texto completo de la catequesis del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El libro de los Hechos de los Apóstoles nos dice que san Pablo, después de ese encuentro transformador con Jesús, es acogido por la Iglesia de Jerusalén gracias a la mediación de Bernabé y comienza a anunciar a Cristo. Pero, debido a la hostilidad de algunos, se ve obligado a trasladarse a Tarso, su ciudad natal, donde Bernabé se une a él para involucrarlo en el largo viaje de la Palabra de Dios.

El libro de los Hechos de los Apóstoles, que estamos comentando en estas catequesis, puede decirse que es el libro del largo camino de la Palabra de Dios: la Palabra de Dios debe ser anunciada, y anunciada en todas partes. Este viaje comienza después de una fuerte persecución (cf. Hch 11,19); pero esta, en vez de ser un compás de espera para la evangelización, se convierte en una oportunidad para ampliar el campo donde sembrar la buena semilla de la Palabra. Los cristianos no se asustan. Deben huir, pero huyen con la Palabra, y la difunden por todas partes.
Pablo y Bernabé llegaron primero a Antioquía de Siria, donde se quedan un año entero para enseñar y ayudar a la comunidad a echar raíces (Hechos 11:26). Anunciaban a la comunidad judía, a los judíos. Antioquía se convierte así en el centro de propulsión misionera, gracias a la predicación con la que los dos evangelizadores -Pablo y Bernabé- llegan los corazones de los creyentes, que aquí, en Antioquía, son llamados por primera vez "cristianos" (cf. Hch 11, 26). El libro de los Hechos revela la naturaleza de la Iglesia, que no es una fortaleza, sino una tienda capaz de ampliar su espacio (cf. Is 54,2) y de dar cabida a todos.

La Iglesia o es "en salida" o no es Iglesia, o está en camino, ampliando siempre su espacio para que todos puedan entrar, o no es Iglesia. "Una Iglesia con las puertas abiertas" (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, 46), siempre con las puertas abiertas. Cuando veo una iglesita aquí, en esta ciudad, o cuando la veía en la otra diócesis de dónde vengo, con las puertas cerradas, creo que es una mala señal. Las iglesias siempre deben tener las puertas abiertas porque son el símbolo de lo que es una iglesia: siempre abierta. La Iglesia está "llamada a ser siempre la casa abierta del Padre". De ese modo si alguien quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad de unas puertas cerradas" (ibid., 47).
 
¿Pero esta novedad de las puertas abiertas a quiénA los paganos, porque los apóstoles predicaban a los judíos, pero también los paganos venían a llamar a la puerta de la Iglesia; y esta novedad de las puertas abiertas a los paganos desencadena una controversia muy animada. Algunos judíos afirman la necesidad de hacerse judíos mediante la circuncisión para salvarse y luego recibir el bautismo. Dicen: "Si no os circuncidáis conforme a la costumbre mosaica no podéis salvaros" (Hch 15,1), es decir, no podréis recibir el bautismo más tarde. Primero el rito judío y luego el bautismo: esta era su postura. Y para resolver la cuestión, Pablo y Bernabé consultan al consejo de los Apóstoles y de los ancianos en Jerusalén, y tiene lugar lo que se considera el primer concilio en la historia de la Iglesia, el concilio o asamblea de Jerusalén, al que Pablo se refiere en la Carta a los Gálatas (2,1-10).
Se aborda una cuestión teológica, espiritual y disciplinaria muy delicada: es decir, la relación entre la fe en Cristo y la observancia de la Ley de Moisés. En el curso de la asamblea son decisivos los discursos de Pedro y Santiago, "columnas" de la Iglesia Madre (cf. Hch 15,7-21; Gál 2,9). Invitan a no imponer la circuncisión a los paganos, sino sólo a pedirles que rechacen la idolatría y todas sus expresiones. De la discusión viene el camino común, y esa decisión, ratificada con la llamada carta apostólica enviada a Antioquía.

La asamblea de Jerusalén arroja una luz significativa sobre cómo tratar las diferencias y buscar la "verdad en la caridad" (Ef 4,15). Nos recuerda que el método eclesial de resolución de conflictos se basa en el diálogo, constituido por la escucha atenta y paciente y el discernimiento efectuado a la luz del Espíritu. En efecto, es el Espíritu el que ayuda a superar los cierres y las tensiones y actúa en los corazones para que alcancen la verdad y la bondad, para que lleguen a la unidad. Este texto nos ayuda a comprender la sinodalidad. Es interesante, como escriben la Carta: los Apóstoles empiezan diciendo: "El Espíritu Santo y nosotros pensamos que...". Es propio de la sinodalidad, de la presencia del Espíritu Santo, de lo contrario no es sinodalidad, es parlatorio, parlamento, otra cosa...
Pidamos al Señor que fortalezca en todos los cristianos, especialmente en los obispos y sacerdotes, el deseo y la responsabilidad de la comunión. Que nos ayude a vivir el diálogo, la escucha y el encuentro con nuestros hermanos y hermanas en la fe y con los que están lejos, para gustar y manifestar la fecundidad de la Iglesia, llamada a ser en todos los tiempos "madre gozosa" de muchos hijos (cf. Sal 113, 9).

(Publicado en ACIPRENSA)

lunes, 21 de octubre de 2019

MENSAJE DE DON MARIO PARA EL DOMUND 2019


Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo

“Domund 2019”

Mario Iceta Gabicagogeascoa. Obispo de Bilbao

 

Queridos hermanos y hermanas.

1. Celebramos este año el mes misionero extraordinario para conmemorar el centenario de la carta apostólica “Maximum illud” del Papa Benedicto XV. En este contexto, el DOMUND se hace eco de esta efeméride, acogiendo el mismo lema: Bautizados y enviados; la Iglesia de Cristo en misión en el mundo. Despertar la conciencia de la “missio ad gentes” y retomar con un nuevo impulso la responsabilidad del anuncio del Evangelio son dos rasgos que unen la solicitud pastoral del Papa Benedicto XV en la Maximum Illud y la vitalidad misionera expresada por el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium: “La salida misionera es el paradigma de toda obra de la Iglesia” (EG 15).

2. Cuatro son las dimensiones, señaladas por el Papa, para vivir con más intensidad el camino de preparación y realización del Mes Misionero Extraordinario de octubre de 2019 que resuena de modo particular en este día del DOMUND. En primer lugar, el encuentro personal con Jesucristo vivo en su Iglesia, a través de la Eucaristía, la Palabra de Dios, la oración personal y comunitaria. No podemos dar lo que no tenemos o no vivimos. De la llamada de Cristo, como hizo un día con sus discípulos, surge la llamada personal a la misión. Es como el tesoro escondido del que habla el Evangelio, que cuando uno lo encuentra lo vende todo para hacerse con él (cfr. Mt 13, 44) y su gozo le lleva a comunicar este don a los demás. Cuando Jesucristo cambia la vida, nos vemos convocados y urgidos a llevar esa novedad existencial a nuestros hermanos.

3. El segundo elemento del que habla el Papa es la necesidad del testimonio: los santos, los mártires de la misión y los confesores de la fe, son expresión de las Iglesias esparcidas por todo el mundo. San Pablo afirmaba que no se puede creer si nadie anuncia ni testimonia el Evangelio con las obras y con las palabras: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?” (Rm 10, 14-15). La necesidad del testimonio en nuestro entorno es fundamental para mostrar que existe un cielo nuevo y una tierra nueva. Los santos son quienes han tomado en serio el mandato de la caridad y lo han llevado a los confines del mundo. Han sido capaces de abandonar su tierra, como Abraham (cfr. Gn 12, 1), para ser conducidos a una tierra nueva que Dios les ha señalado: al lugar donde tantos hermanos y hermanas aguardan el don inmenso del mensaje de Jesucristo. El Papa lo expresa hermosamente en las siguientes palabras de su exhortación apostólica Christus vivit: “Muchas veces, en la vida, perdemos tiempo preguntándonos: “Pero, ¿quién soy yo?”. Y tú puedes preguntarte quién eres y pasar toda una vida buscando quién eres. Pero pregúntate: “¿Para quién soy yo?”. Eres para Dios, sin duda. Pero Él quiso que seas también para los demás, y puso en ti muchas cualidades, inclinaciones, dones y carismas que no son para ti, sino para otros”. (Papa Francisco, Christus vivit 286).

4. El tercer elemento al que hace referencia el Papa Francisco es la necesidad de la formación misionera: Escritura, catequesis, espiritualidad y teología. Es necesario aportar razones de nuestra fe. San Anselmo describía la Teología como la fe que busca entender. Es la fe que busca iluminar todas las dimensiones de la vida y abrir caminos nuevos. La fe nos comunica el plan de salvación de Dios, el modo en que su amor posibilita la plenitud de la humanidad con el advenimiento de su Reino. De modo particular, esta fe operativa cristaliza en la Doctrina Social de la Iglesia, tan necesaria para hacer presente en nosotros el Reino de Dios frente a estructuras de pecado que alienan al ser humano y producen injusticias, hambrunas y muertes.

5. Y en cuarto lugar, como lámpara que todo lo ilumina y penetra, el Papa habla de la caridad misionera. La caridad de Cristo nos urge, como afirmaba San Pablo (cfr. 2Co 5, 14). El amor de Cristo nos lleva a los lugares donde Él ya nos está esperando en los pobres y necesitados. La misión es testimonio de amor a Dios y a los hermanos. Encontramos esta raíz misionera en el bautismo, que nos ha iluminado y nos ha infundido los dones del Espíritu Santo, entre los que destaca la capacidad nueva de amar.

6. En este día del DOMUND queremos renovar y afianzar la dimensión misionera de nuestra diócesis, que tantos frutos ha dado desde su creación, en plena efervescencia misionera. El mandato de Jesús ha encontrado eco en tantas experiencias y realidades misioneras que han jalonado la historia diocesana. El Papa Francisco señala que “el bautismo es realmente necesario para la salvación porque nos garantiza que somos hijos e hijas en la casa del Padre, siempre y en todas partes, nunca huérfanos, extranjeros o esclavos. Lo que en el cristiano es realidad sacramental – cuyo cumplimiento es la Eucaristía-, permanece como vocación y destino para todo hombre y mujer que espera la conversión y la salvación” (mensaje Papa Francisco DOMUND 2019).

7. En esta realidad bautismal se genera una humanidad nueva que no conoce fronteras de razas, naciones, lenguas, culturas, pues todo renace a una nueva realidad. Continúa afirmando el Papa Francisco: “En el bautismo se nos da la paternidad originaria y la maternidad verdadera: no se puede tener a Dios como padre quien no tiene a la Iglesia como madre (San Cipriano, la unidad de la Iglesia católica 4) (mensaje Papa Francisco DOMUND 2019). El bautismo realiza en nosotros el ser convocados y enviados en comunión con toda la Iglesia. De este modo, la llamada personal contiene en sí la dimensión comunitaria, haciendo realidad el deseo de ser Iglesia en salida.

8. La oración, el sacrificio personal, las vocaciones misioneras y la ayuda material siguen representando el compromiso de las Obras Misionales Pontificias (OMP), nacidas en los siglos XIX y XX del ansia misionera de laicos, consagrados y sacerdotes. Juntas, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (CEP) y las Obras Misioneras Pontificias (OMP), están redefiniendo “el esfuerzo de recaudar y distribuir las ayudas materiales a la luz de la misión y de la formación que esta requiere, para que la conciencia, el conocimiento y la responsabilidad misionera vuelvan a ser parte de la vida ordinaria de todo el Pueblo santo de Dios”. (Papa Francisco a los Directores Nacionales de OMP, 1 de junio de 2018). Seamos generosos en nuestra colaboración con estas Obras Misioneras Pontificias. Que nuestra oración y ayuda magnánima posibilite la tarea de nuestras misiones para que el Evangelio llegue al confín de la tierra y sea luz y esperanza para tantas familias, pueblos y naciones. Nos acogemos a la intercesión de la Virgen María, Reina de las misiones.

Con gran afecto.

 

+ Mario Iceta Gabicagogeascoa

Obispo de Bilbao

jueves, 17 de octubre de 2019

Comentario al Evangelio del domingo, 20 de octubre de 2019

Hay que orar siempre
      La gente sencilla, los cristianos de a pie, tienen en la oración de petición una de sus principales armas a la hora de relacionarse con Dios. Vayamos a donde vayamos, encontraremos a personas sencillas, pobres, sin muchos estudios quizá, que se arrodillan delante del sagrario o delante de una imagen en la Iglesia y levantan los ojos a lo alto mientras que con sus labios musitan una oración mil veces repetida. Muchas veces acompañan ese gesto encendiendo una vela y dando una limosna. Dan de lo poco que tienen. La vela extiende la presencia de la oración aunque la persona se tenga que ir a sus quehaceres. Y le piden a Dios o a la Virgen de... una de las muchas advocaciones que hay en nuestros pueblos, que atienda esto o lo otro, que escuche su oración, que consuele sus penas, que ayude al hijo o a la hija, que conceda la salud, que proteja a la familia. Son muchas las oraciones que se elevan cada día a Dios. Algunas de esas personas ni siquiera van mucho a misa ni participan en los sacramentos. Pero saben a dónde recurrir cuando se ven con un problema que está más allá de sus posibilidades. 
      Algunos han despreciado esa oración sencilla de tantos hombres y mujeres. ¡Inmenso error! Esa oración denota una confianza enorme en Dios, en el que todo lo puede. Esas personas suelen ser constantes en su oración, independientemente de que suceda lo que piden que suceda o no. Dios es su punto de referencia continua y no deja de serlo. Quizá es que esas personas han comprendido perfectamente lo que hoy dice Jesús en el Evangelio a sus discípulos. Hay que orar incesantemente, hay que orar sin desanimarse. La comparación entre el juez de la parábola y Dios es clarísima. Los hombres conocemos la corrupción. El juez hace justicia sólo para evitar ser molestado. Pero Dios no es como el juez. Dios es Padre. Dios nos ha creado y nos ha elegido para la vida. ¿No hará justicia Dios a sus elegidos? ¿Es que su amor por ellos no es real? Por eso hay que confiar en él. Esa confianza forma parte esencial de la fe. Sólo el que confía de verdad cree realmente. En el silencio de Dios que a veces nos envuelve, hay que mantener la fe y la confianza. 
      Una vez hace años conocí a una mujer que estaba gravemente enferma. Llevaba así prácticamente toda la vida. De médico en médico, de hospital en hospital y de operación en operación. Su cuerpo estaba realmente deteriorado y sufría por ello graves dolores e incomodidades. Era impresionante oírle decir que “estoy convencida de que Dios me ama muchísimo, aunque sea de una forma un poco rara”. Y lo que decía, lo vivía. Eso es vivir la fe y no desanimarse nunca. 
 
Para la reflexión
      ¿Cómo es mi oración? ¿Con qué frecuencia me pongo en la presencia de Dios, le abro mi corazón y le pido por mis necesidades, las de mi familia y amigos y las del mundo? ¿Creo de verdad en que esa oración es escuchada? ¿Soy perseverante en la oración?

Lecturas del próximo Domingo 29º del Tiempo Ordinario - Ciclo C

Primera lectura

Lectura del libro del Éxodo (17,8-13):

En aquellos días, Amalec vino y atacó a Israel en Refidín. Moises dijo a Josue:
«Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el bastón de Dios en la mano».
Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; entretanto, Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte.
Mientras Moisés tenía en alto las manos, vencía Israel; mientras las tenía bajadas, vencía Amalec. Y, como le pesaban los brazos, sus compañeros tomaron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentase; mientras, Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado.
Así resistieron en alto sus brazos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su pueblo, a filo de espada.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 120,1-2.3-4.5-6.7-8

R/.
 Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.


V/. Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R/.

V/. No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel. R/.

V/. El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche. R/.

V/. El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre. R/.

Segunda lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (3,14–4,2):

QUERIDO hermano:
Permanece en lo que aprendiste y creíste, consciente de quiénes lo aprendiste, y que desde niño conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús.
Toda Escritura es inspirada por Dios y además útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para toda obra buena.
Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y a muertos, por su manifestación y por su reino:
proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina.

Palabra de Dios

Evangelio del domingo

Evangelio según san Lucas (18,1-8), del domingo, 20 de octubre de 2019

Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,1-8):

En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer.
«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
“Hazme justicia frente a mi adversario”.
Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:
“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”».
Y el Señor añadió:
«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

Palabra del Señor

DOMINGO 20 OCTUBRE: 1ª EUCARISTÍA SOLEMNE DEL P. ALDIN BALQUIN RODRIGO

DOMINGO 20 OCTUBRE A LAS 12:00 H
1ª EUCARISTÍA SOLEMNE DEL P. ALDIN BALQUIN RODRIGO
 

NOTICIAS PAPA FRANCISCO

El Papa invita a rezar el Rosario en familia para animar la fe y la alegría
 
El Papa Francisco invitó a rezar el Rosario en familia para que nunca falte “la fe y la alegría”. Así lo indicó el Pontífice este miércoles 16 de octubre, durante su saludo a los fieles de lengua portuguesa reunidos en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
 
“Los saludo calurosamente a todos y confío su vida y la de sus familias a Dios. ¡También recen por mí! Que sus familias se reúnan diariamente para rezar el Rosario bajo la mirada de la Virgen Madre, para que en ellas nunca se agote el aceite de la fe y la alegría, que fluye de la vida de sus miembros en comunión con Dios”, afirmó el Papa.
 
Octubre es el mes dedicado al Santo Rosario y en este 2019 se celebra a petición de Francisco el Mes Misionero Extraordinario en el que alienta también la oración.
Esta no es la primera vez que el Santo Padre anima a los fieles a rezar el Rosario. Ya lo hizo en mayo de este año cuando pidió rezar la oración mariana durante todos los días de ese mes para acercar “el cielo a los hombres”.
 
El 7 de octubre de 2016, en el día de la Virgen del Rosario, el Pontífice afirmó en su cuenta de Twitter que “el Rosario es la oración que acompaña siempre mi vida; también es la oración de los sencillos y de los santos… es la oración de mi corazón”.
En el año 2015, en su visita a Kenia, el Papa Francisco compartió con los jóvenes que una de las dos cosas que siempre lleva en los bolsillos es un Rosario “para rezar”.
 
(Publicado en ACIPRENSA)

jueves, 10 de octubre de 2019

Lecturas Del Domingo 28º del Tiempo Ordinario - Ciclo C

Primera lectura

Lectura del segundo libro de los Reyes (5,14-17):

EN aquellos días, el sirio Naamán bajó y se bañó en el Jordán siete veces, conforme a la palabra de Eliseo, el hombre de Dios, Y su carne volvió a ser como la de un niño pequeño: quedó limpio de su lepra.
Naamán y toda su comitiva regresaron al lugar donde se encontraba el hombre de Dios. Al llegar, se detuvo ante él exclamando:
«Ahora conozco que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel. Recibe, pues, un presente de tu siervo».
Pero Eliseo respondió:
«Vive el Señor ante quien sirvo, que no he de aceptar nada».
Y le insistió en que aceptase, pero él rehusó.
Naamán dijo entonces:
«Que al menos le den a tu siervo tierra del país, la carga de un par de mulos, porque tu servidor no ofrecerá ya holocausto ni sacrificio a otros dioses más que al Señor».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 97,1.2-3ab.3cd-4

R/.
 El Señor revela a las naciones su salvación.

V/. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

V/. El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

V/. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.

Segunda lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2,8-13):

Querido hermano:
Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre ¡os muertos, nacido del linaje de David, según mi evangelio, por el que padezco hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada.
Por eso lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación y la gloria eterna en Cristo Jesús.
Es palabra digna de crédito:
Pues si morimos con él, también viviremos con él;
si perseveramos, también reinaremos con él;
si lo negamos, también él nos negará.
Si somos infieles, él permanece fiel,
porque no puede negarse a sí mismo.

Palabra de Dios

Evangelio

Evangelio según san Lucas (17,11-19), del domingo, 13 de octubre de 2019G
Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,11-19):

Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo:
«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».
Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

Palabra del Señor

Lecturas del Nuestra Señora del Pilar

Primera lectura

Lectura del primer libro de las Crónicas (15,3-4.15-16;16,1-2):

En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para trasladar el arca del Señor al lugar que le había preparado. Luego reunió a los hijos de Aarón y a los levitas. Luego los levitas se echaron los varales a los hombros y levantaron en peso el arca de Dios, tal como había mandado Moisés por orden del Señor. David mandó a los jefes de los levitas organizar a los cantores de sus familias, para que entonasen cantos festivos acompañados de instrumentos, arpas, cítaras y platillos. Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión a Dios y, cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 26,1.3.4.5

R/.
 El Señor me ha coronado,
sobre la columna me ha exaltado


El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.

Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo. R/.

Una cosa pido al Señor, eso buscaré:
habitar en la casa del Señor por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R/.

Él me protegerá en su tienda el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,27-28):

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.»
Pero él repuso: «Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.»

Palabra del Señor

Alegría en el corazón de Dimas

Hemos entrado en Cuaresma, tiempo de preparación para celebrar la Semana Santa, con la Pascua cristiana: el triunfo de Cristo, después de su...