jueves, 28 de febrero de 2019

MISA DEL DOMINGO 03/03/19

Verde VIII Domingo del Tiempo Ordinario MR, p. 422 (418) / Lecc. I, p. 286 Semana IV del Salterio



LA PRUEBA DEL HOMBRE

Sir 27, 5-8. 1 Cor 15, 54-58; Lc 6, 39-45


Entre ambos pasajes bíblicos podemos encontrar más de una conexión. El tema del juicio, la autocrítica y la urgencia de alcanzar la sensatez están presentes en ambos textos. En primer lugar, el texto sapiencial se concentra de manera especial en el valor del razonamiento y la argumentación. La persona que aprende a razonar, es decir, a buscar las buenas razones que avalen o cuestionen sus propias convicciones, va aprendiendo los secretos de la vida buena. Quien no se deja atrapar por las apariencias ni los prejuicios, consigue juzgar y juzgarse con acierto. El Evangelio nos anima a ser tan rigurosos o compasivos según el caso, tanto con nosotros mismos como con los demás. El buen juicio y la prudencia exigen cuestionarse a uno mismo, antes de cuestionar el proceder del prójimo. Las personas sensatas transparentan en su forma de vivir la calidad humana de que están llenos. Como bien dice el refrán evangélico: cada árbol se conoce por sus frutos.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 17, 19-20

El Señor es mi refugio, lo invoqué y me libró. Me salvó porque me ama.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Señor, que tú poder pacificador dirija el curso de los acontecimientos del mundo y que tu Iglesia se regocije al poder servirte con tranquilidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

No alabes a nadie antes de que hable.

Del libro del Eclesiástico (Sirácide): 27, 5-8


Al agitar el cernidor, aparecen las basuras; en la discusión aparecen los defectos del hombre. En el horno se prueba la vasija del alfarero; la prueba del hombre está en su razonamiento. El fruto muestra cómo ha sido el cultivo de un árbol; la palabra muestra la mentalidad del hombre. 

Nunca alabes a nadie antes de que hable, porque esa es la prueba del hombre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 91, 2-3. 13-14. 15-16


R/. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!


¡Qué bueno es darte gracias, Dios altísimo, y celebrar tu nombre, pregonando tu amor cada mañana y tu fidelidad, todas las noches! R/.

Los justos crecerán como las palmas, como los cedros en los altos montes; plantados en la casa del Señor, en medio de sus atrios darán flores. R/.

Seguirán dando fruto en su vejez, frondosos y lozanos como jóvenes, para anunciar que en Dios, mi protector, ni maldad ni injusticia se conocen. R/.


SEGUNDA LECTURA

Nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 54-58


Hermanos: Cuando nuestro ser corruptible y mortal se revista de incorruptibilidad e inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido aniquilada por la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado y la fuerza del pecado es la ley. Gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo. 

Así pues, hermanos míos muy amados, estén firmes y permanezcan constantes, trabajando siempre con fervor en la obra de Cristo, puesto que ustedes saben que sus fatigas no quedarán sin recompensa por parte del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Fil 2, 15. 16

R/ Aleluya, aleluya.


Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida. R/.

EVANGELIO

La boca habla de lo que está lleno el corazón.

Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 39-45


En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: "¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. 

¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: 'Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo', si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano. 

No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos. 

El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón; y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL


Invoquemos, queridos hermanos, a Dios Padre todopoderoso y pidámosle que venga en ayuda de su pueblo y lo socorra en sus necesidades.

Pidamos al Señor, presente en su Iglesia, que la vivifique y haga agradable a sus ojos, para que pueda alabarlo con los ángeles del cielo.

Oremos por los que tienen autoridad en el mundo: que su gobierno sea justo para la tranquilidad de la Iglesia y el bienestar de todos los pueblos.

Oremos por los que viven lejos de su hogar, por los que están de viaje y por los que se encuentran en peligro, para que Dios les envíe sus ángeles y los proteja de todo mal.

Oremos por el pueblo aquí reunido, para que el Señor perdone nuestras culpas, nos revele su luz y nos conceda proclamar con valentía el nombre de su Hijo. 

Escucha, Señor, nuestras oraciones y haz que la palabra que resuena en tu Iglesia como fuente de sabiduría y norma de vida, nos ayude a comprender y amar a nuestros hermanos, para que nunca seamos jueces presuntuosos, sino portadores de bondad y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor Dios, que haces tuyas nuestra ofrendas, que tú mismo nos das para dedicarlas a tu nombre, concédenos que también nos alcancen la recompensa eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 12, 6

Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho, y entonaré un himno de alabanza al Dios Altísimo.

O bien: Mt 28, 20

Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados por estos dones de salvación, suplicamos, Señor, tu misericordia, para que este sacramento que nos nutre en nuestra vida temporal nos haga partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Si revisamos el ideario, las promesas de los gobernantes que recién han comenzado a ocuparse de la vida pública del país y lo contrastamos con los primeros cien días de gobierno, podremos encontrar sorpresas gratas y algunos desencantos. Tal como señala el Evangelio, el ser humano, en general, y los políticos, en particular, aprendemos a mirar con lupa microscópica la conducta del adversario, con el fin de obtener alguna ventaja; por otro lado, nos volvemos personas autocomplacientes a la hora de revisar nuestro propio proceder. La misma conducta se suele valorar como exceso y frivolidad cuando se trata de la vida del adversario político; mientras que es apenas un gusto legítimo cuando se trata del compañero de partido. La congruencia y austeridad exigida a terceras personas, escasea en casa propia. Los profesionistas, los políticos, los conyugues se conocen por sus acciones y actitudes y no por sus discursos. La incongruencia ajena jamás podrá justificar nuestra doble moral.

NOTICIAS PAPA FRANCISCO

Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de 2019


La Santa Sede difundió este martes 26 de febrero el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de este 2019 titiulado “La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios”, en el que hace un llamado a la conversión mediante el ayuno, la oración y la limosna.
“Que nuestra Cuaresma suponga recorrer ese mismo camino, para llevar también la esperanza de Cristo a la creación, que ‘será liberada de la esclavitud de la corrupción para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios’. No dejemos transcurrir en vano este tiempo favorable. Pidamos a Dios que nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión. Abandonemos el egoísmo, la mirada fija en nosotros mismos, y dirijámonos a la Pascua de Jesús; hagámonos prójimos de nuestros hermanos y hermanas que pasan dificultades, compartiendo con ellos nuestros bienes espirituales y materiales”.
A continuación, el texto completo del mensaje del Papa Francisco:
“La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios”
Cada año, a través de la Madre Iglesia, Dios «concede a sus hijos anhelar, con el gozo de habernos purificado, la solemnidad de la Pascua, para que […] por la celebración de los misterios que nos dieron nueva vida, lleguemos a ser con plenitud hijos de Dios» (Prefacio I de Cuaresma). De este modo podemos caminar, de Pascua en Pascua, hacia el cumplimiento de aquella salvación que ya hemos recibido gracias al misterio pascual de Cristo: «Pues hemos sido salvados en esperanza» (Rm 8,24).
Este misterio de salvación, que ya obra en nosotros durante la vida terrena, es un proceso dinámico que incluye también a la historia y a toda la creación. San Pablo llega a decir: «La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios» (Rm8,19). Desde esta perspectiva querría sugerir algunos puntos de reflexión, que acompañen nuestro camino de conversión en la próxima Cuaresma.
La celebración del Triduo Pascual de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, culmen del año litúrgico, nos llama una y otra vez a vivir un itinerario de preparación, conscientes de que ser conformes a Cristo (cf. Rm 8,29) es un don inestimable de la misericordia de Dios.
 Si el hombre vive como hijo de Dios, si vive como persona redimida, que se deja llevar por el Espíritu Santo (cf. Rm 8,14), y sabe reconocer y poner en práctica la ley de Dios, comenzando por la que está inscrita en su corazón y en la naturaleza, beneficia también a la creación, cooperando en su redención.
Por esto, la creación —dice san Pablo— desea ardientemente que se manifiesten los hijos de Dios, es decir, que cuantos gozan de la gracia del misterio pascual de Jesús disfruten plenamente de sus frutos, destinados a alcanzar su maduración completa en la redención del mismo cuerpo humano. Cuando la caridad de Cristo transfigura la vida de los santos —espíritu, alma y cuerpo—, estos alaban a Dios y, con la oración, la contemplación y el arte hacen partícipes de ello también a las criaturas, como demuestra de forma admirable el “Cántico del hermano sol” de san Francisco de Asís (cf. Enc. Laudato si’, 87). Sin embargo, en este mundo la armonía generada por la redención está amenazada, hoy y siempre, por la fuerza negativa del pecado y de la muerte.
2. La fuerza destructiva del pecado
Efectivamente, cuando no vivimos como hijos de Dios, a menudo tenemos comportamientos destructivos hacia el prójimo y las demás criaturas —y también hacia nosotros mismos—, al considerar, más o menos conscientemente, que podemos usarlos como nos plazca.
Entonces, domina la intemperancia y eso lleva a un estilo de vida que viola los límites que nuestra condición humana y la naturaleza nos piden respetar, y se siguen los deseos incontrolados que en el libro de la Sabiduría se atribuyen a los impíos, o sea a quienes no tienen a Dios como punto de referencia de sus acciones, ni una esperanza para el futuro (cf. 2,1-11). Si no anhelamos continuamente la Pascua, si no vivimos en el horizonte de la Resurrección, está claro que la lógica del todo y ya, del tener cada vez más acaba por imponerse.
Como sabemos, la causa de todo mal es el pecado, que desde su aparición entre los hombres interrumpió la comunión con Dios, con los demás y con la creación, a la cual estamos vinculados ante todo mediante nuestro cuerpo.
El hecho de que se haya roto la comunión con Dios, también ha dañado la relación armoniosa de los seres humanos con el ambiente en el que están llamados a vivir, de manera que el jardín se ha transformado en un desierto (cf. Gn 3,17-18). Se trata del pecado que lleva al hombre a considerarse el dios de la creación, a sentirse su dueño absoluto y a no usarla para el fin deseado por el Creador, sino para su propio interés, en detrimento de las criaturas y de los demás.
Cuando se abandona la ley de Dios, la ley del amor, acaba triunfando la ley del más fuerte sobre el más débil. El pecado que anida en el corazón del hombre (cf. Mc 7,20-23) —y se manifiesta como avidez, afán por un bienestar desmedido, desinterés por el bien de los demás y a menudo también por el propio— lleva a la explotación de la creación, de las personas y del medio ambiente, según la codicia insaciable que considera todo deseo como un derecho y que antes o después acabará por destruir incluso a quien vive bajo su dominio.
3. La fuerza regeneradora del arrepentimiento y del perdón
Por esto, la creación tiene la irrefrenable necesidad de que se manifiesten los hijos de Dios, aquellos que se han convertido en una “nueva creación”: «Si alguno está en Cristo, es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo» (2 Co5,17). En efecto, manifestándose, también la creación puede “celebrar la Pascua”: abrirse a los cielos nuevos y a la tierra nueva (cf. Ap 21,1).
Y el camino hacia la Pascua nos llama precisamente a restaurar nuestro rostro y nuestro corazón de cristianos, mediante el arrepentimiento, la conversión y el perdón, para poder vivir toda la riqueza de la gracia del misterio pascual.
Esta “impaciencia”, esta expectación de la creación encontrará cumplimiento cuando se manifiesten los hijos de Dios, es decir cuando los cristianos y todos los hombres emprendan con decisión el “trabajo” que supone la conversión. Toda la creación está llamada a salir, junto con nosotros, «de la esclavitud de la corrupción para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios» (Rm 8,21).
La Cuaresma es signo sacramental de esta conversión, es una llamada a los cristianos a encarnar más intensa y concretamente el misterio pascual en su vida personal, familiar y social, en particular, mediante el ayuno, la oración y la limosna.
Ayunar, o sea aprender a cambiar nuestra actitud con los demás y con las criaturas: de la tentación de “devorarlo” todo, para saciar nuestra avidez, a la capacidad de sufrir por amor, que puede colmar el vacío de nuestro corazón.
Orar para saber renunciar a la idolatría y a la autosuficiencia de nuestro yo, y declararnos necesitados del Señor y de su misericordia.
Dar limosna para salir de la necedad de vivir y acumularlo todo para nosotros mismos, creyendo que así nos aseguramos un futuro que no nos pertenece. Y volver a encontrar así la alegría del proyecto que Dios ha puesto en la creación y en nuestro corazón, es decir amarle, amar a nuestros hermanos y al mundo entero, y encontrar en este amor la verdadera felicidad.
Queridos hermanos y hermanas, la “Cuaresma” del Hijo de Dios fue un entrar en el desierto de la creación para hacer que volviese a ser aquel jardín de la comunión con Dios que era antes del pecado original (cf. Mc 1,12-13; Is 51,3).
Que nuestra Cuaresma suponga recorrer ese mismo camino, para llevar también la esperanza de Cristo a la creación, que «será liberada de la esclavitud de la corrupción para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios» (Rm 8,21). No dejemos transcurrir en vano este tiempo favorable. Pidamos a Dios que nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión.
Abandonemos el egoísmo, la mirada fija en nosotros mismos, y dirijámonos a la Pascua de Jesús; hagámonos prójimos de nuestros hermanos y hermanas que pasan dificultades, compartiendo con ellos nuestros bienes espirituales y materiales. Así, acogiendo en lo concreto de nuestra vida la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, atraeremos su fuerza transformadora también sobre la creación.

(publicado en ACIPRENSA)
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viernes, 22 de febrero de 2019

Festividad de la Cátedra de San Pedro

Cada 22 de febrero, la Iglesia celebra la Fiesta de la Cátedra de San Pedro, una ocasión importante que se remonta al siglo IV y que rinde homenaje al primado y autoridad del Apóstol Pedro, el primer Papa de la Iglesia.
Esta celebración recuerda además la potestad conferida por Cristo al Apóstol cuando le dice, según relatan los Evangelios: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella".
La palabra "cátedra" significa asiento o trono y es la raíz de la palabra catedral, la iglesia donde un obispo tiene el trono desde el que predica. Sinónimo de cátedra es también "sede" (asiento o sitial): la "sede" es el lugar desde donde un obispo gobierna su diócesis. Por ejemplo, la Santa Sede es la sede del Obispo de Roma, el Papa.
La cátedra o sede que actualmente se conserva en la Basílica de San Pedro en Roma fue donada por Carlos el Calvo al Papa Juan VIII en el siglo IX, con motivo de su viaje a Roma para su coronación como emperador romano de occidente. Este trono se conserva como una reliquia, en una magnífica composición barroca, obra de Gian Lorenzo Bernini construida entre 1656 y 1665.
La obra de Bernini está enmarcada por pilastras. En el centro se sitúa el trono de bronce dorado, en cuyo interior se encuentra la silla de madera y que se decora con un relieve representando la “traditio clavum” o "entrega de llaves".
El trono se apoya sobre cuatro grandes estatuas, también en bronce, que representan a cuatro doctores de la Iglesia, en primer plano San Agustín y San Ambrosio, para la Iglesia latina, y San Atanasio y San Juan Crisóstomo, para la Iglesia oriental.

Todos los años en esta fecha, el altar monumental que acoge la Cátedra de San Pedro permanece iluminado todo el día con docenas de velas y se celebran numerosas misas desde la mañana hasta el atardecer, concluyendo con la Misa del Capítulo de San Pedro.Por encima del trono aparece un sol de alabastro decorado con estuco dorado rodeado de ángeles que enmarca una vidriera en la que está representada una paloma de 162 cm de envergadura, símbolo del Espíritu Santo. Es la única vidriera coloreada de toda la Basílica de San Pedro.
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DOMINGO 24

DOMINGO 24

Verde VII Domingo del Tiempo Ordinario MR p. 421 (417) / Lecc I, p. 283
Semana III del Salterio

Otros santos: Evecio de Nicomedia, mártir laico; Beatas: Josefa Naval Girbés laica catequista; María Ascensión Nicol Goñi, cofundadora.

ADVERSARIOS Y ENEMIGOS
1 Sam 26, 2. 7-9. 12-13. 22-23; I Cor 15,45-49; Lc 6, 27-38
Saúl y David mantuvieron relaciones cordiales, de subordinación y lealtad, hasta que terminaron luchando abiertamente uno contra el otro. El libro de Samuel nos pinta al primero como el agresor y al segundo como la víctima. La disputa por el prestigio y el poder fue rompiendo la confianza entre ambos. Esta escena nos retrata a David como alguien noble y respetuoso que no se atreve a tocar "al ungido del Señor", renuncia a hacerse justicia por propia mano y desoye los consejos de sus soldados que lo presionaban para que clavara a Saúl en el suelo de una lanzada. El Evangelio de san Lucas nos presenta un fragmento del Sermón de la llanura, donde el Señor Jesús invita expresamente a los discípulos a amar y hacer el bien a los enemigos. Quien así proceda estará rebasando las convenciones sociales de la reciprocidad (te trato como me trates) y conformándose con el modo de ser de Dios, que ama gustosamente a los malvados y los malagradecidos.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 12, 6
Confío, Señor, en tu misericordia. Se alegra mi corazón con tu auxilio; cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.

ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que la constante meditación de tus misterios nos impulse a decir y hacer siempre lo que sea de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
David no quiso atentar contra el ungido del Señor.
Del primer libro de Samuel: 26, 2. 7-9. 12-13. 22-23
En aquellos días, Saúl se puso en camino con tres mil soldados israelitas, bajó al desierto de Zif en persecución de David y acampó en Jakilá.
David y Abisay fueron de noche al campamento enemigo y encontraron a Saúl durmiendo entre los carros; su lanza estaba clavada en tierra, junto a su cabecera, y en torno a él dormían Abner y su ejército. Abisay dijo entonces a David: "Dios te está poniendo al enemigo al alcance de tu mano. Deja que lo clave ahora en tierra con un solo golpe de su misma lanza. No hará falta repetirlo". Pero David replicó: "No lo mates. ¿Quién puede atentar contra el ungido del Señor y quedar sin pecado?".
Entonces cogió David la lanza y el jarro de agua de la cabecera de Saúl y se marchó con Abisay. Nadie los vio, nadie se enteró y nadie despertó; todos siguieron durmiendo, porque el Señor les había enviado un sueño profundo.
David cruzó de nuevo el valle y se detuvo en lo alto del monte, a gran distancia del campamento de Saúl. Desde ahí gritó: "Rey Saúl, aquí está tu lanza, manda a alguno de tus criados a recogerla. El Señor le dará a cada uno según su justicia y su lealtad, pues él te puso hoy en mis manos, pero yo no quise atentar contra el ungido del Señor".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 102, 1-2. 3-4. 8 y 10.

R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice, al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros pecados. R/.
Como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos; como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor con quien lo ama. R/.


SEGUNDA LECTURA
Fuimos semejantes al hombre terreno y seremos semejantes al hombre celestial.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 45-49
Hermanos: La Escritura dice que el primer hombre, Adán, fue un ser que tuvo vida; el último Adán es Espíritu que da la vida. Sin embargo, no existe primero lo vivificado por el Espíritu, sino lo puramente humano; lo vivificado por el Espíritu viene después.
El primer hombre, hecho de tierra, es terreno; el segundo viene del cielo. Como fue el hombre terreno, así son los hombres terrenos; como es el hombre celestial, así serán los celestiales. Y del mismo modo que fuimos semejantes al hombre terreno, seremos también semejantes al hombre celestial.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 13, 34
R/. Aleluya, aleluya.

Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R/. Aleluya.

EVANGELIO
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 27-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el bien, ¿qué tiene de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención de cobrárselo después.
Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno hasta con los malos y los ingratos.
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados; den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos".Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, hermanos, a Dios todopoderoso con una oración tan pura y humilde, que merezca obtener lo que pedimos:Por la santa Iglesia, extendida de Oriente a Occidente: para que el Señor la mantenga firme y confiada en medio de las contrariedades y tentaciones del mundo, roguemos al Señor.
Por los que tiene autoridad en el mundo, para que bajo su gobierno podamos vivir en paz y concordia glorificando a Cristo, nuestra esperanza, roguemos al Señor.
Por los que nos desprecian por causa de nuestra fe y por los que persiguen a la Iglesia: para que el Señor les conceda encontrar la verdad, roguemos al Señor.
Por los que estamos aquí reunidos en el nombre del Señor y por aquellos por los que queremos orar, para que Dios nos conceda perseverar en la fe y nos reúna un día a todos en su reino, roguemos al Señor.
Padre clementísimo, que en Cristo nos has revelado tu amo gratuito y universal, escucha nuestras oraciones y danos un corazón nuevo, para que seamos capaces de amar a nuestros enemigos y de orar por los que nos injurian, tal como nos lo mandó tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar con la debida reverencia tus misterios, te rogamos, Señor, que los dones ofrecidos en honor de tu gloria nos sirvan para la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 9, 2-3
Proclamaré todas tus maravillas; me alegraré y exultaré contigo y entonaré salmos a tu nombre, Dios Altísimo.
O bien: Jn 11, 27
Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo, el que tenía que venir al mundo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que alcancemos aquel fruto celestial, cuyo adelanto acabamos de recibir mediante estos sacramentos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Ya se ha convertido en un lugar común afirmar que el tejido social de México está roto. La violencia, impune, genera inseguridad y desconfianza entre la ciudadanía. Si asociamos a lo anterior un par de ingredientes de reciente aparición (la psicosis creada en redes sociales sobre supuestos ladrones de niños y la práctica de los linchamientos populares) entendemos la peligrosidad de los ajustes de cuentas del "pueblo bueno" (aunque en realidad es un pueblo enfurecido por sus manipuladores) son actos de barbarie que no tienen justificación alguna. Si los cristianos no estamos suficientemente preparados para hacer el bien y para amar al enemigo, lo mínimo que podemos exigirnos es respetar la vida y la dignidad de toda persona, más allá de las furias y la desesperación ante el fracaso de las instituciones encargadas de administrar justicia. La ausencia prolongada de justicia en nada justifica cometer actos de barbarie contra presuntos culpables, y menos contra inocentes.

sábado, 16 de febrero de 2019

MISA DE LOS DOMINGOS

Morado I Domingo de Cuaresma MR. p. 200 (210) / Lecc I. p.176 LH, Semana I del Salterio



NO MÁS DILUVIOS

Gen 9, 8-15; l Pe 3. 18-22; Mc 1, 12-15



El relato del Génesis genera certidumbre y confianza. Dios se ha "atado" voluntariamente las manos y no volverá a destruir la tierra. Aunque la maldad humana se desborde, Dios no recurrirá a diluvios devastadores ni a otros castigos para corregir a la humanidad. No serán las represalias ni la destrucción lo que utilizará para invitarnos a vivir en su amistad. El diálogo sincero que Dios nos ofrece se hace realidad en nuestra conciencia. Cada creyente bien dispuesto sabe escuchar la voz de Dios tanto en su propia conciencia, como a través de la observación atenta de los acontecimientos. Jesús aparece en Galilea, pronuncia un mensaje esperanzador y generoso que invita a creer y a participar en el reinado de Dios. Quien esté bien dispuesto sabrá escucharlo y actuará en consecuencia.

En este domingo se celebra el rito de “elección" o “inscripción del nombre” para los catecúmenos que van a ser admitidos a los sacramentos de la Iniciación Cristiana en la Vigilia Pascual. Se emplean las oraciones y las intercesiones propias que aparecen en las pp. 935-936 (975-976)


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 90, 15-16

Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su vida.
No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Dios todopoderoso, que por las prácticas anuales de esta celebración cuaresmal, progresemos en el conocimiento del misterio de Cristo, y traduzcamos su efecto en una conducta irreprochable. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Pondré mi arco Iris en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra.

Del libro del Génesis: 9, 8-15


En aquellos días, dijo Dios a Noé y a sus hijos: "Ahora establezco una alianza con ustedes y con sus descendientes, con todos los animales que los acompañaron, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca, con todo ser viviente sobre la tierra. Esta es la alianza que establezco con ustedes: No volveré a exterminar la vida con el diluvio ni habrá otro diluvio que destruya la tierra".

Y añadió: "Ésta es la señal de la alianza perpetua que yo establezco con ustedes y con todo ser viviente que esté con ustedes: pondré mi arco iris en el cielo como señal de mi alianza con la tierra, y cuando yo cubra de nubes la tierra, aparecerá el arco iris y me acordaré de mi alianza con ustedes y con todo ser viviente. No volverán las aguas del diluvio a destruir la vida".

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 24, 4bc-5ab. 6-7bc. 8-9



R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.

Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. R/.

Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.

Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos. R/.


SEGUNDA LECTURA

El agua del diluvio es un símbolo del bautismo. que nos salva.

De la primera carta del apóstol san Pedro: 3,18-22


Hermanos: Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; El, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado. En esta ocasión, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados, que habían sido rebeldes en los tiempos de Noé, cuando la paciencia de Dios aguardaba, mientras se construía el arca, en la que unos pocos, ocho personas, se salvaron flotando sobre el agua. Aquella agua era figura del bautismo, que ahora los salva a ustedes y que no consiste en quitar la inmundicia corporal, sino en el compromiso de vivir con una buena conciencia ante Dios, por la resurrección de Cristo Jesús, Señor nuestro, que subió al cielo y está a la derecha de Dios, a quien están sometidos los ángeles, las potestades y las virtudes.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4. 4

R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.

EVANGELIO

Fue tentado por Satanás y los ángeles le servían.

Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 12-15


En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí entre animales salvajes, y los ángeles le servían.

Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio".

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL


Intercedamos, amados hermanos, ante la divina clemencia, implorando la misericordia divina en favor de todos los hombres y suplicando el perdón para cuantos hemos pecado: (R/. Escúchanos, Señor.)

Para que, en este tiempo de Cuaresma, Dios conceda a todos los fieles la fuerza necesaria para luchar contra el mal, convertirse de su mala conducta y retomar al camino del bien, roguemos al Señor.

Para que quienes abundan en bienes de la tierra sepan moderar el uso de sus propias riquezas en provecho de los necesitados y no vivan absortos en los bienes de este mundo, roguemos al Señor

Para que quienes se han alejado de la Iglesia causa de nuestros escándalos o de nuestra tibieza se reincorporen a la familia de Dios, y a nosotros el Señor nos perdone el pecado de escándalo, roguemos al Señor.

Para que nuestros corazones lleguen a ser, por medio de la penitencia cuaresmal, aquella tierra fecunda en la que la Palabra de Dios produce fruto del ciento por uno, roguemos al Señor.

Señor Dios, paciente y misericordioso, que, a través de las distintas etapas de la historia, renuevas tu alianza con todas las generaciones, escucha nuestras súplicas y prepara nuestros corazones a escuchar a tu Hijo amado, para que, por medio de estos días de penitencia, alcancemos una verdadera conversión del corazón y renovemos nuestra alianza contigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que nos hagas dignos de estos dones que vamos a ofrecerte, ya que con ellos celebramos el inicio de este venerable misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

Las tentaciones del Señor

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque él mismo, al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento, consagró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal y, al rechazar las tentaciones del enemigo, nos enseñó a superar la seducción del pecado, para que, después de celebrar con espíritu renovado el misterio pascual, pasemos finalmente a la Pascua eterna. Por eso, con los coros de los ángeles y santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 4, 4

No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios.

O bien: Sal 90, 4

El Señor te cubrirá con sus plumas y bajos sus alas encontrarás refugio.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados, Señor, de este pan celestial que nutre la fe, hace crecer la esperanza y fortalece la caridad, te suplicamos la gracia de aprender a sentir hambre de aquel que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que procede de su boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO

Derrama sobre tu pueblo, Señor, la abundancia de tu bendición para que su esperanza crezca en la adversidad, su virtud se fortalezca en la tentación, y alcance la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El mensaje central de Jesús es la llegada del reinado de Dios. Reinado que no está conformado por una corte, unos funcionarios, un territorio ni mucho menos un ejército. Es un proyecto y una forma de vida que pone en el centro el valor y la dignidad de todas las personas, antes que el logro de los propios intereses. Con base en ese criterio podemos afirmar que los creyentes que se animan a creer en la cercana presencia de Dios en su vida, realizan una serie de reajustes en su forma de vivir. De ahí que cuando predomina la inequidad social, cuando prevalece el descuido de nuestra casa común y cuando sobresale el desinterés por el bien común, solamente podemos afirmar que estamos alejándonos del reinado de Dios. Quien ame a sus hermanos de cualquier condición y color de piel; quien cuide amigablemente nuestra casa común, estará viviendo en la esfera del reinado de Dios.

viernes, 15 de febrero de 2019

NOTICIAS PAPA FRANCISCO

El Papa Francisco aprendió esta lección del capellán de una cárcel

 

Durante la Audiencia General de este miércoles 13 de febrero en el Vaticano, el Papa Francisco contó una curiosa anécdota que protagonizó con un capellán de una cárcel:
 
“En una ocasión, el capellán de una cárcel me hizo una pregunta: ‘Dígame, padre, ¿cuál es la palabra contraria al ‘yo’?’. Y yo, ingenuo, dije: ‘Tú’”. Y el capellán contestó: “‘Ese es el inicio de la guerra. La palabra opuesta al ‘yo’ es ‘nosotros’, donde está la paz, todos juntos’. Esa es una bella enseñanza que recibí de aquel sacerdote”, dijo el Papa.
 
El Papa, que no especificó qué cárcel era ni cuándo se produjo esa conversación, quiso explicar así que el individualismo es contrario al diálogo con Dios.
 
“No hay oración elevada a Dios que no sea la oración de una comunidad de hermanos y hermanas, el nosotros: estamos en comunidad, somos hermanos y hermanas, somos un pueblo que reza, ‘nosotros’”, afirmó el Santo Padre.
 
 
(publicado en ACIPRENSA)

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LA MUJER DEL SIGLO XXI


 
 

Campaña Manos Unidas 2019

 

Queridos hermanos y hermanas.

 

1. La campaña que anualmente realiza Manos Unidas, en la que se nos alienta a colaborar para erradicar el hambre y las injusticias en el mundo, está dedicada este año a la situación de la mujer. En el lema de esta jornada se nos habla de la falta de independencia, seguridad y voz de la mujer en tantas partes del mundo.

 

2. La igual dignidad hombre y mujer se encuentra en el mensaje central del Evangelio de Jesús. Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza. En su relación de reciprocidad y amor se encuentra de modo particular la plasmación de la propia vida intratrinitaria. Lamentablemente, esta dignidad de la mujer, la promoción y defensa de sus valores propios, sus derechos, su papel en los diversos ámbitos, ha debido recorrer un largo y difícil camino para su reconocimiento real, y aún queda mucho por hacer, también en nuestra cultura occidental.

 

3. El Papa Francisco afirma que “La Iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad, con una sensibilidad, una intuición y unas capacidades peculiares que suelen ser más propias de las mujeres que de los varones… El genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales”” (EG, 103). También es necesario reconocer e impulsar las aportaciones que la mujer está llamada a desempeñar en la Iglesia, desde los dones y valores que proceden de ella misma. Así sigue afirmando el Papa Francisco: “Es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Temo la solución del “machismo con faldas”, porque la mujer tiene una estructura diferente del varón. Pero los discursos que oigo sobre el rol de la mujer a menudo se inspiran en una ideología machista. Las mujeres están formulando cuestiones profundas que debemos afrontar. La Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el papel que ésta desempeña. La mujer es imprescindible para la Iglesia” (Papa Francisco, entrevista 19 agosto 2013).

 

4. La falta de reconocimiento de la dignidad de la mujer, el reconocimiento de sus genuinos valores sigue siendo particularmente lacerante en diversos lugares del mundo. En muchos de ellos, sigue sometida al varón en una inhumana concepción de inferioridad tanto teórica como práctica. Su igual dignidad y derechos le son sistemáticamente negados. Lo mismo ocurre con la seguridad, protección y promoción que le son debidos. Ello deriva en un papel de inferioridad y discriminación. Su acceso al mundo del trabajo, a la toma de decisiones en los diversos ámbitos, a su papel fundamental en la sociedad, a su presencia en los medios de comunicación, en la política, en la empresa, la educación, la economía, el ámbito del ocio, el deporte, la cultura… sigue siendo dramáticamente limitado. Lo mismo ocurre con su participación en los ámbitos en los que su voz aún no es escuchada.

 

5. Esta discriminación hace que la mayoría de las pobrezas tengan rostro de mujer. Manos Unidas, como organización no gubernamental para el desarrollo, de voluntariado, católica y laical quiere dar a conocer y denunciar la existencia del hambre, pobrezas e injusticias, así como ir a la raíz y encontrar soluciones. Así mismo, financia proyectos y planes de desarrollo integral para salir de la pobreza. La campaña de Manos Unidas de este año quiere aportar la llamada de atención sobre la discriminación de la mujer y proponer la ayuda concreta a proyectos que buscan reconocer sus derechos.

 

6. Por ello os animo a participar activamente con los programas que nos hace esta asociación de la Iglesia Católica. Como afirma el Papa Francisco en su última exhortación apostólica Gaudete et exultate, “en la llamada a reconocer a Jesús en los pobres y sufrientes se revela el mismo corazón de Cristo, sus sentimientos y opciones más profundas, con las cuales todo santo intenta configurarse.  Ante la contundencia de estos pedidos de Jesús es mi deber rogar a los cristianos que los acepten y reciban con sincera apertura, «sine glossa», es decir, sin comentario, sin elucubraciones y excusas que les quiten fuerza. El Señor nos dejó bien claro que la santidad no puede entenderse ni vivirse al margen de estas exigencias suyas, porque la misericordia es «el corazón palpitante del Evangelio» (cfr. GE 96-97).

 

Con gran afecto.

 

+ Mario Iceta Gabicagogeascoa

Obispo de Bilbao

 

viernes, 8 de febrero de 2019

Don Mario en Tierra Santa


DOMINGO 10

DOMINGO 10

Verde V domingo Ordinario [Se suprimen las memorias deSanta Escolástica, virgen, o memoria libre de San José Sánchez Del Río, mártir mexicano] MR, p.419 (415) / Lecc I. p. 276 LH. Semana I del Salterio.

LA FUERZA DEL LLAMADO
Is 6, 1-2.3-8; 1 Cor 15, 1-11; Lc 5, 1-11

El capítulo sexto nos refiere la sorprendente experiencia de la gloria de Dios que tuvo Isaías, dando inicio así a su misión profética. Quien había servido al Señor como sacerdote ahora pondría a su servicio su capacidad de lenguaje. Aunque Isaías era consciente de su condición pecadora y de su incapacidad para contemplar y hablar con sus "labios impuros" de la grandeza de Dios, se sintió purificado por Dios y se dispuso a sacudir la conciencia adormecida de los hijos de Israel. En el Evangelio de san Lucas, el Señor Jesús constituye a Simón, el pescador de Betsaida, en pescador de hombres. Para cumplir esa tarea tendrá que aprender a vivir confiando en la palabra de Jesús. La pesca extraordinaria conseguida en esa jornada había sido la gran revelación. La palabra del maestro era digna de crédito, se podría vivir confiadamente, obedeciendo sus órdenes e instrucciones.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 94, 6-7
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque él es nuestro Dios.

ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor, que guardes con incesante amor a tu familia santa, que tiene puesto su apoyo sólo en tu gracia, para que halle siempre en tu protección su fortaleza. Por nuestro 
Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
Aquí estoy Señor, envíame.
Del libro del profeta Isaías: 6, 1-2. 3-8
El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor, sentado sobre un trono muy alto y magnífico. La orla de su manto llenaba el templo. Había dos serafines junto a él, con seis alas cada uno, que se gritaban el uno al otro: "Santo, santo, santo es el Señor, Dios de los ejércitos; su gloria llena toda la tierra".
Temblaban las puertas al clamor de su voz y el templo se llenaba de humo. Entonces exclamé: "¡Ay de mí!, estoy perdido, porque soy un hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, porque he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos". Después voló hacia mí uno de los serafines. Llevaba en la mano una brasa, que había tomado del altar con unas tenazas. Con la brasa me tocó la boca, diciéndome: "Mira: Esto ha tocado tus labios. Tu iniquidad ha sido quitada y tus pecados están perdonados".
Escuché entonces la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré? ¿Quién irá de parte mía?". Yo le respondí: "Aquí estoy, Señor, envíame".Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 137, 1-2a. 2 bc-3. 4-5. 7c-8.

R/. Cuando te invocamos, Señor, nos escuchaste.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles. Te adoraremos en tu templo. R/.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te invocamos nos oíste y nos llenaste de valor. R/.
Que todos los reyes de la tierra te reconozcan al escuchar tus prodigios. Que alaben tus caminos, porque tu gloria es inmensa. R/.
Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo, y así concluirás en nosotros tu obra. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy, no me abandones. R/.


SEGUNDA LECTURA
Esto es lo que hemos predicado y lo que ustedes han creído.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 1-11
Hermanos: Les recuerdo el Evangelio que yo les prediqué y que ustedes aceptaron y en el cual están firmes. Este Evangelio los salvará, si lo cumplen tal y como yo lo prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.
Les transmití, ante todo, lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, como dicen las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según estaba escrito; que se le apareció a Pedro y luego a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos reunidos, la mayoría de los cuales vive aún y otros ya murieron. Más tarde se le apareció a Santiago y luego a todos los apóstoles.
Finalmente, se me apareció también a mí, que soy como un aborto. Porque yo perseguí a la Iglesia de Dios y por eso soy el último de los apóstoles e indigno de llamarme apóstol. Sin embargo, por la gracia de Dios, soy lo que soy, y su gracia no ha sido estéril en mí; al contrario, he trabajado más que todos ellos, aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios, que está conmigo. De cualquier manera, sea yo, sean ellos, esto es lo que nosotros predicamos y esto mismos lo que ustedes han creído. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 19
R/. Aleluya, aleluya.

Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores de hombres. R/.

EVANGELIO
Dejándolo todo, lo siguieron

Del santo Evangelio según san Lucas: 5, 1-11
En aquel tiempo, Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la Palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.
Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba a la multitud. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para pescar". Simón replicó: "Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra, echaré las redes". Así lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le dijo: "¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!". Porque tanto él como sus compañeros estaban llenos de asombro al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Entonces Jesús le dijo a Simón: "No temas; desde ahora serás pescador de hombres". Luego llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, al Padre del Unigénito, al Hijo del Dios eterno y al Espíritu, fuente de todo bien: (R/ Escúchanos, Señor.)
Para la Iglesia inmaculada del Dios verdadero, extendida por todo el mundo, pidamos la plena riqueza del amor de Dios, roguemos al Señor.
Para los que gobiernan los pueblos y tienen en su mano el destino de los hombres, pidamos el espíritu de justicia y el deseo de servir con dedicación a sus súbditos, roguemos al Señor.
Por los débiles que se ven oprimidos y por los justos que sufren persecución, oremos a Jesús el Salvador. 
Para nosotros mismos, pidamos al Señor un temor filial, un amor ferviente, una vida feliz y una santa y buena muerte, roguemos al Señor.
Dios nuestro, de grandeza infinita, que has confiado a nuestros labios impuros y a nuestras fuerzas débiles la misión de proclamar el Evangelio, escucha las oraciones de tu familia y susténtanos con tu Espíritu, para que tu palabra sea acogida por los hombres con corazón generoso y abierto y dé fruto abundante en todo el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios nuestro, que has creado los frutos de la tierra sobre todo para ayuda de nuestra fragilidad, concédenos que también se conviertan para nosotros en sacramento de eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios nuestro, que has creado el fruto de la tierra sobre todo para ayuda de nuestra fragilidad, concédenos que también se conviertan para nosotros en sacramento de eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 106, 8-9
Demos gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace en favor de su pueblo; porque da de beber al que tiene sed y les da de comer a los hambrientos.
O bien: Mt 5, 5-6
Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que quisiste hacernos participar de un mismo pan y un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera, que, hechos uno en Cristo, demos frutos con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Las tareas y urgencias se multiplican y disminuyen los voluntarios dispuestos a colaborar, tanto en la iglesia como en la sociedad. Los apóstoles, activistas, voluntarios, misioneros que se deciden a destinar su tiempo y energías al servicio de un proyecto benéfico para los demás, no escuchan una orden terminante de parte de Dios. Es un descubrimiento más discreto. La vocación al servicio predicando la palabra de Dios, atendiendo a los enfermos, o limpiando los mares de basura resulta de una doble toma de conciencia: se descubre por un lado una urgente necesidad y se cae en la cuenta de que uno dispone de habilidades y recursos para atender dicho problema. Quienes nos sabemos llamados a servir por el bautismo, advertimos que esa doble toma de conciencia es un llamado de Dios. Nuestra libre decisión es la que nos permitirá dar el sí.

Alegría en el corazón de Dimas

Hemos entrado en Cuaresma, tiempo de preparación para celebrar la Semana Santa, con la Pascua cristiana: el triunfo de Cristo, después de su...