miércoles, 10 de octubre de 2018

MISA DEL VIERNES 12/10/18

Nuestra Señora del Pilar

Verde De Feria, o Misa Por los moribundos MR, p 1103 (1149) / Lecc. II, p. 884


LA LUCHA POR LA LIBERTAD Gál 3, 7-14; Lc 11. 15-26

Este episodio evangélico permite darnos cuenta, por una parte, de la polémica y las descalificaciones que recibía Jesús al realizar exorcismos y, por otra parte, nos instruye acerca de la fortaleza necesaria para recuperar y mantener la libertad perdida. Los adversarios de Jesús no podían negar su capacidad para realizar señales en favor de los enfermos. En su desesperación querían desacreditarlo, presentándolo como aliado del maligno. La segunda parte de este relato puede resultarnos más enriquecedora. Jesús se dirige a los discípulos y a los que han sido liberados de cualquier atadura física o espiritual, para recomendarles que estén vigilantes. La libertad es un bien tan valioso que debemos defenderlo con decisión. El Evangelio de san Lucas habla de un "hombre más fuerte" que resulta vencedor. Es obvio que Jesús es ese hombre más fuerte que nos libera de nuestro egoísmo. Es obvio también que necesitamos de esa fortaleza para preservar la libertad recuperada.

ANTÍFONA DE ENTRADA Rm 14, 7-8

Ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni muere para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Por lo tanto, ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Señor.

ORACIÓN COLECTA


Dios omnipotente y misericordioso, que al decretar la muerte para el género humano, en tu misericordia abriste las puertas de la vida eterna, mora con piedad a tu hijo que lucha en la agonía, para que, asociado a la pasión de Cristo y sellado con su sangre, pueda llegar a tu presencia limpio de toda culpa. Por nuestro Señor Jesucristo...

O bien por los que han de morir en este día:

Dios omnipotente y misericordioso, que en toda circunstancia muestras tu amor a todas tus creaturas, escucha, benigno, las súplicas que elevamos por los que hoy van a morir, para que, redimidos por la preciosa sangre de tu Hijo, puedan salir de este mundo sin mancha de pecado y descansar perpetuamente en el seno de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...



LITURGIA DE LA PALABRA 

PRIMERA LECTURA


Los que viven según la fe serán bendecidos, junto con Abraham, que le creyó a Dios.

De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 3,7-14


Hermanos: Entiendan que los hijos de Abraham son aquellos que viven según la fe. La Escritura, conociendo de antemano que Dios justificaría a los paganos por la fe, le adelantó a Abraham esta buena noticia: Por ti serán bendecidas todas las naciones. Por consiguiente, los que viven según la fe serán bendecidos, junto con Abraham que le creyó a Dios.

En cambio, sobre los partidarios de la observancia de la ley pesa una maldición, pues dice la Escritura: Maldito aquel que no cumpla fielmente todos los preceptos escritos en el libro de la ley. Y es evidente que la ley no justifica a nadie ante Dios, porque el justo vivirá por la fe. Y ciertamente la ley no se basa en la fe, porque, como dice la Escritura: Sólo vivirá quien cumpla los preceptos de la ley.

Además, Cristo nos redimió de la maldición de la ley, haciéndose objeto de maldición por nosotros, puesto que la Escritura dice: Maldito sea aquel que cuelga de un madero. Esto sucedió para que la bendición otorgada por Dios a Abraham llegara también, por Cristo Jesús, a los paganos y para que recibiéramos, por medio de la fe, el Espíritu prometido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 110, 1-2. 3-4. 5-6.


R/. Alabemos a Dios de todo corazón.


Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas son las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio. R/.

De majestad y gloria hablan sus obras y su justicia dura para siempre. Ha hecho inolvidables sus prodigios. El Señor es piadoso y es clemente. R/.

Acordándose siempre de su alianza, él le da de comer al que lo teme. Al darle por herencia a las naciones, hizo ver a su pueblo sus poderes. R/.




ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 12, 31-32

R/. Aleluya, aleluya.


Ya va a ser arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

Si yo expulso a los demonios con el poder de Dios, eso significa que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.

Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 15-26


En aquel tiempo cuando Jesús expulsó a un demonio, algunos dijeron: "Éste expulsa a los demonios con el poder de Belzebú, el príncipe de los demonios".

Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal milagrosa. Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: "Todo reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa. Si Satanás también está dividido contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo arrojo a los demonios con el poder de Belzebú. Entonces, ¿con el poder de quién los arrojan los hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero si yo arrojo a los demonios con el dedo de Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el Reino de Dios.

Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros; pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita las armas en que confiaba y después dispone de sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.

Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo, y al no hallarlo, dice: 'Volveré a mi casa, de donde salí'.

Y al llegar, la encuentra barrida y arreglada. Entonces va por otros siete espíritus peores que él y vienen a instalarse allí, y así la situación final de aquel hombre resulta peor que la de antes". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor Dios, el sacrificio que, confiados, te ofrecemos por tu siervo que se halla al final de la vida; y por la eficacia de este sacramento, concédele quedar purificado de todas sus culpas, para que, habiendo soportado en esta vida el sufrimiento que en tu providencia dispusiste, alcance en la vida futura el descanso eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Col 1, 24

Completo en mi carne lo que falta a la pasión de Cristo, por el bien de su cuerpo, que es la Iglesia.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la eficacia de este sacramento, dígnate, Señor, confortar piadosamente, con tu gracia, a tu siervo, para que, en la hora de la muerte, pueda vencer al enemigo y merezca pasar con tus ángeles a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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