sábado, 16 de febrero de 2019

MISA DE LOS DOMINGOS

Morado I Domingo de Cuaresma MR. p. 200 (210) / Lecc I. p.176 LH, Semana I del Salterio



NO MÁS DILUVIOS

Gen 9, 8-15; l Pe 3. 18-22; Mc 1, 12-15



El relato del Génesis genera certidumbre y confianza. Dios se ha "atado" voluntariamente las manos y no volverá a destruir la tierra. Aunque la maldad humana se desborde, Dios no recurrirá a diluvios devastadores ni a otros castigos para corregir a la humanidad. No serán las represalias ni la destrucción lo que utilizará para invitarnos a vivir en su amistad. El diálogo sincero que Dios nos ofrece se hace realidad en nuestra conciencia. Cada creyente bien dispuesto sabe escuchar la voz de Dios tanto en su propia conciencia, como a través de la observación atenta de los acontecimientos. Jesús aparece en Galilea, pronuncia un mensaje esperanzador y generoso que invita a creer y a participar en el reinado de Dios. Quien esté bien dispuesto sabrá escucharlo y actuará en consecuencia.

En este domingo se celebra el rito de “elección" o “inscripción del nombre” para los catecúmenos que van a ser admitidos a los sacramentos de la Iniciación Cristiana en la Vigilia Pascual. Se emplean las oraciones y las intercesiones propias que aparecen en las pp. 935-936 (975-976)


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 90, 15-16

Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su vida.
No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Dios todopoderoso, que por las prácticas anuales de esta celebración cuaresmal, progresemos en el conocimiento del misterio de Cristo, y traduzcamos su efecto en una conducta irreprochable. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Pondré mi arco Iris en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra.

Del libro del Génesis: 9, 8-15


En aquellos días, dijo Dios a Noé y a sus hijos: "Ahora establezco una alianza con ustedes y con sus descendientes, con todos los animales que los acompañaron, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca, con todo ser viviente sobre la tierra. Esta es la alianza que establezco con ustedes: No volveré a exterminar la vida con el diluvio ni habrá otro diluvio que destruya la tierra".

Y añadió: "Ésta es la señal de la alianza perpetua que yo establezco con ustedes y con todo ser viviente que esté con ustedes: pondré mi arco iris en el cielo como señal de mi alianza con la tierra, y cuando yo cubra de nubes la tierra, aparecerá el arco iris y me acordaré de mi alianza con ustedes y con todo ser viviente. No volverán las aguas del diluvio a destruir la vida".

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 24, 4bc-5ab. 6-7bc. 8-9



R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.

Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. R/.

Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.

Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos. R/.


SEGUNDA LECTURA

El agua del diluvio es un símbolo del bautismo. que nos salva.

De la primera carta del apóstol san Pedro: 3,18-22


Hermanos: Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; El, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado. En esta ocasión, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados, que habían sido rebeldes en los tiempos de Noé, cuando la paciencia de Dios aguardaba, mientras se construía el arca, en la que unos pocos, ocho personas, se salvaron flotando sobre el agua. Aquella agua era figura del bautismo, que ahora los salva a ustedes y que no consiste en quitar la inmundicia corporal, sino en el compromiso de vivir con una buena conciencia ante Dios, por la resurrección de Cristo Jesús, Señor nuestro, que subió al cielo y está a la derecha de Dios, a quien están sometidos los ángeles, las potestades y las virtudes.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4. 4

R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.

EVANGELIO

Fue tentado por Satanás y los ángeles le servían.

Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 12-15


En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí entre animales salvajes, y los ángeles le servían.

Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio".

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL


Intercedamos, amados hermanos, ante la divina clemencia, implorando la misericordia divina en favor de todos los hombres y suplicando el perdón para cuantos hemos pecado: (R/. Escúchanos, Señor.)

Para que, en este tiempo de Cuaresma, Dios conceda a todos los fieles la fuerza necesaria para luchar contra el mal, convertirse de su mala conducta y retomar al camino del bien, roguemos al Señor.

Para que quienes abundan en bienes de la tierra sepan moderar el uso de sus propias riquezas en provecho de los necesitados y no vivan absortos en los bienes de este mundo, roguemos al Señor

Para que quienes se han alejado de la Iglesia causa de nuestros escándalos o de nuestra tibieza se reincorporen a la familia de Dios, y a nosotros el Señor nos perdone el pecado de escándalo, roguemos al Señor.

Para que nuestros corazones lleguen a ser, por medio de la penitencia cuaresmal, aquella tierra fecunda en la que la Palabra de Dios produce fruto del ciento por uno, roguemos al Señor.

Señor Dios, paciente y misericordioso, que, a través de las distintas etapas de la historia, renuevas tu alianza con todas las generaciones, escucha nuestras súplicas y prepara nuestros corazones a escuchar a tu Hijo amado, para que, por medio de estos días de penitencia, alcancemos una verdadera conversión del corazón y renovemos nuestra alianza contigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que nos hagas dignos de estos dones que vamos a ofrecerte, ya que con ellos celebramos el inicio de este venerable misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

Las tentaciones del Señor

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque él mismo, al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento, consagró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal y, al rechazar las tentaciones del enemigo, nos enseñó a superar la seducción del pecado, para que, después de celebrar con espíritu renovado el misterio pascual, pasemos finalmente a la Pascua eterna. Por eso, con los coros de los ángeles y santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 4, 4

No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios.

O bien: Sal 90, 4

El Señor te cubrirá con sus plumas y bajos sus alas encontrarás refugio.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados, Señor, de este pan celestial que nutre la fe, hace crecer la esperanza y fortalece la caridad, te suplicamos la gracia de aprender a sentir hambre de aquel que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que procede de su boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO

Derrama sobre tu pueblo, Señor, la abundancia de tu bendición para que su esperanza crezca en la adversidad, su virtud se fortalezca en la tentación, y alcance la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El mensaje central de Jesús es la llegada del reinado de Dios. Reinado que no está conformado por una corte, unos funcionarios, un territorio ni mucho menos un ejército. Es un proyecto y una forma de vida que pone en el centro el valor y la dignidad de todas las personas, antes que el logro de los propios intereses. Con base en ese criterio podemos afirmar que los creyentes que se animan a creer en la cercana presencia de Dios en su vida, realizan una serie de reajustes en su forma de vivir. De ahí que cuando predomina la inequidad social, cuando prevalece el descuido de nuestra casa común y cuando sobresale el desinterés por el bien común, solamente podemos afirmar que estamos alejándonos del reinado de Dios. Quien ame a sus hermanos de cualquier condición y color de piel; quien cuide amigablemente nuestra casa común, estará viviendo en la esfera del reinado de Dios.

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