viernes, 6 de julio de 2018

MISA DEL DOMINGO 08/07/18

DOMINGO 8
 
Verde Domingo XIV del Tiempo Ordinario MR, p. 426 (424) / Lecc. II, p. 236
 
 
LA DIFICULTAD DE ESCUCHAR
 
Ez 2, 2-5; 2 Cor 12, 7-10; Mc 6, 1-6

El relato de vocación del profeta Ezequiel se vincula estrechamente con el episodio del desencuentro de Jesús con los habitantes de Nazaret. El paralelismo notable que encontramos en el texto de Ezequiel no tiene desperdicio: te escuchen o no te escuchen, no les tengas miedo. Las dos hipérboles son muy expresivas -rodeado de espinas o sentado sobre alacranes-y describen la situación de permanente adversidad con la que se enfrentan los verdaderos profetas de Israel. El pasaje evangélico nos ilustra lo anterior al presentarnos a Jesús siendo cuestionado sobre el origen y la legitimidad de su autoridad para enseñar. Les parece un campesino iletrado, incapaz de manejar con acierto la palabra. No sabiendo cómo responder con argumentos a su enseñanza, pretenden deshonrarlo, propagando sus prejuicios contra sus modestos orígenes familiares.
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 47, 10-11
 
Meditamos, Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Tu alabanza llega hasta los confines de la tierra como tu fama. Tu diestra está llena de justicia.
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo reconstruiste el mundo derrumbado, concede a tus fieles una santa alegría, para que, a quienes rescataste de la esclavitud del pecado, nos hagas disfrutar del gozo que no tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo...
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA 
  
Esta raza rebelde sabrá que hay un profeta en medio de ellos
 
Del libro del profeta Ezequiel: 2, 2-5
 
En aquellos días, el espíritu entró en mí, hizo que me pusiera en pie y oí una voz que me decía:

"Hijo de hombre, yo te envío a los israelitas, a un pueblo rebelde, que se ha sublevado contra mí. Ellos y sus padres me han traicionado hasta el día de hoy. También sus hijos son testarudos y obstinados. A ellos te envió para que les comuniques mis palabras. Y ellos, te escuchen o no, porque son una raza rebelde, sabrán que hay un profeta en medio de ellos".

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 122, 1-2a. 2bcd. 3-4
 
R/. Ten piedad de nosotros, ten piedad.
 
En ti, Señor, que habitasen lo alto, fijos los ojos tengo, como fijan sus ojos en las manos de su señor, los siervos. R/.

Así como la esclava en su señora tiene fijos los ojos, fijos en el Señor están los nuestros, hasta que Dios se apiade de nosotros. R/.

Ten piedad de nosotros, ten piedad, porque estamos, Señor, hartos de injurias; saturados estamos de desprecios, de insolencias y burlas. R/.
 
SEGUNDA LECTURA
 
Me glorío de mis debilidades, para que se manifieste en mí el poder de Cristo.
 
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 7-10
 
Hermanos: Para que yo no me llene de soberbia por la sublimidad de las revelaciones que he tenido, llevo una espina clavada en mi carne, un enviado de Satanás, que me abofetea para humillarme. Tres veces le he pedido al Señor que me libre de esto, pero él me ha respondido: "Te basta mi gracia, porque mi poder se manifiesta en la debilidad".

Así pues, de buena gana prefiero gloriarme de mis debilidades, para que se manifieste en mí el poder de Cristo. Por eso me alegro de las debilidades, los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro por Cristo, porque cuando soy más débil, soy más fuerte.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO cfr. Lc 4, 18

R/. Aleluya, aleluya.
 
El Espíritu del Señor está sobre mí; él me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva. R/.
 
EVANGELIO
 
Todos honran a un profeta, menos los de su tierra
 
Del santo Evangelio según san Marcos: 6, 1-6
 
En aquel tiempo, Jesús fue a su tierra en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba se preguntaba con asombro:

"¿Dónde aprendió este hombre tantas cosas? ¿De dónde le viene esa sabiduría y ese poder para hacer milagros? ¿Qué no es éste el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas?". Y estaban desconcertados.

Pero Jesús les dijo: "Todos honran a un profeta, menos los de su tierra, sus parientes y los de su casa". Y no pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó a algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y estaba extrañado de la incredulidad de aquella gente. Luego se fue a enseñar en los pueblos vecinos.

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
Credo
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja nuestras peticiones. Digamos confiadamente: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Oremos a Dios por el Papa Francisco, por nuestro obispo N., y por todos aquellos a los que se han confiado nuestras almas; que nuestro Señor les dé la fuerza y sabiduría para dirigir y gobernar santamente las comunidades que les han sido encomendadas y puedan así dar buena cuenta cuando se les pida. Roguemos al Señor.

Oremos también para que Dios nos conceda la paz; que él, que es la verdadera paz y el origen de toda concordia, transmita la paz del cielo a la tierra, la paz espiritual para nuestras almas y la paz temporal para nuestros días. Roguemos al Señor.

Pidamos por los que se esfuerzan en seguir las sendas del Evangelio, para que nuestro Señor los mantenga en este santo propósito hasta el fin de sus días; oremos también por los que viven en pecado, para que nuestro Señor les dé la gracia de convertirse, hacer penitencia y purificarse en el sacramento del perdón y alcanzar así la salvación eterna. Roguemos al Señor

Oremos, finalmente, a Dios nuestro Señor por los fieles difuntos, que han salido ya de este mundo, especialmente por nuestros familiares, amigos y bienhechores, para que el Señor, por su gran misericordia, los reciba en su gloria y los coloque entre los santos y elegidos. Roguemos al Señor.

Escucha, Padre santo, nuestras oraciones e ilumínanos con la luz de tu Espíritu, para que sintiéndonos pobres y débiles, experimentemos la fuerza de Cristo y el poder de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
La oblación que te ofrecemos, Señor, nos purifique, y nos haga participar, de día en día, de la vida del reino glorioso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 33,9
 
Prueben y vean qué bueno es el Señor; dichoso quien se acoge a él.
 
O bien: Mt 11, 28
 
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados, y yo los aliviaré, dice el Señor.
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Señor, que nos has colmado con tantas gracias, concédenos alcanzar los dones de la salvación y que nunca dejemos de alabarte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- No faltan entre nosotros las situaciones que merecen un profundo debate: ¿Cómo generar un clima de seguridad y paz social sin incurrir en abusos contra los derechos humanos? ¿Cómo facilitar el acceso a las oportunidades de estudio y empleo digno para todos sin hipotecar la estabilidad económica del país? ¿Cómo conciliar la libertad de pensamiento de cada ciudadano con los derechos de los débiles y los vulnerables? Quien acostumbra declarar a los cuatro vientos su particular manera de ver las cosas y de paso descalifica por insuficiente la postura ajena, está en camino de convertirse en un fanático. ¡Profetas de la verdad única nos sobran! Líderes que dogmatizan y decretan la ruta de la verdad nos estorban para garantizar la pluralidad democrática. Es inevitable que existan diferencias notables entre las distintas mentalidades políticas, pero ninguna puede erigirse como la opción suprema y descalificar la postura del adversario sin aportar argumentos. La coexistencia pacífica de las alternativas políticas es un signo de civilidad. Ezequiel lo sabía y el Señor Jesús también: cuando todo mundo se siente dueño de la verdad no sabe escuchar.

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