miércoles, 3 de enero de 2018

MISA DEL DOMINGO 07/01/18

DOMINGO 7

La Epifanía Del Señor

Blanco Domingo II después de La Navidad, solemnidad
Misa del día M R, p. 177 (189) / Lecc I, p. 456; LH de la solemnidad
Otros santos: Palmando de Peñafort, presbítero; Canuto Lavard, mártir.

JESÚS, EL PREDILECTO DEL PADRE
Is 60, 1-6; Mc 1, 7-11
La escena inicial del Evangelio de San Marcos nos refiere el bautismo de Jesús. Esa escena no se puede desconectar de la que encontramos en el cierre del Evangelio. Jesús se manifiesta como preferido del Padre no solo al inicio sino a lo largo de todo su ministerio. Su muerte es la continuación de su forma de vivir. El Señor Jesús, quien vivió pendiente la voluntad del Padre, sirviéndolo en sus hermanos, es el merecedor del nombre excepcional: Hijo predilecto del Padre. El Padre a quien Jesús obedece y en quien se apoya y confía en todo momento no es un padre complaciente ni consentidor. Su Hijo Jesús tendrá que amar y servir a sus hermanos con la misma generosidad que nos ama el Padre amoroso. El modelaje del Padre ha sido el referente y la guía que Jesús ha seguido día con día.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ml 3, 1; 1 Cro 19, 12
Miren que ya viene el Señor todopoderoso; en su mano están el reino y la potestad y el imperio.
Se dice Gloria

ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que en este día manifestaste a tu Unigénito a las naciones, guiándolas por la estrella, concede a los que ya te conocemos por la fe, que lleguemos a contemplar la hermosura de tu excelsa gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
La gloria del Señor alborea sobre ti.
Del libro del profeta Isaías: 60,1-6
Levántate y resplandece, Jerusalén, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor alborea sobre ti. Mira: las tinieblas cubren la tierra y espesa niebla envuelve a los pueblos; pero sobre ti resplandece el Señor y en ti se manifiesta su gloria. Caminarán los pueblos a tu luz y los reyes al resplandor de tu aurora.
Levanta los ojos y mira alrededor: todos se reúnen y vienen a ti; tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces verás esto radiante de alegría; tu corazón se alegrará y se ensanchará cuando se vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos y dromedarios, procedentes de Madián y de Efá. Vendrán todos los de Sabá trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 71, 2. 7-8. 10-11. 12-13 R/. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra. R/.
Los reyes de Occidente y de las islas le ofrecerán sus dones. Ante Él se postrarán todos los reyes y todas las naciones. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida al desdichado. R/.


SEGUNDA LECTURA
También los paganos participan de la misma herencia que nosotros
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 3, 2-3.56
Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios, que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer este misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: es decir, que por el Evangelio, también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 2, 2
R/. Aleluya, aleluya.

Hemos visto su estrella en el Oriente y hemos venido a adorar al Señor. R/.


EVANGELIO
Hemos venido de Oriente para adorar al rey de los judíos
Del santo Evangelio según san Mateo: 2, 1-12
Jesús nació en Belén de Judá, en tiempos del rey Herodes. Unos magos de Oriente llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a adorarlo".
Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y toda Jerusalén con él. Convocó entonces a los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: "En Belén de Judá porque así lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá, pues de ti saldrá un jefe, que será el pastor de mi pueblo, Israel".
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran el tiempo en que se les había aparecido la estrella y los mandó a Belén, diciéndoles: "Vayan a averiguar cuidadosamente qué hay de ese niño y, cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya a adorarlo". Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Advertidos durante el sueño de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


En los lugares donde se acostumbre. pueden anunciarse, después del Evangelio, las fiestas movibles del año en curso de acuerdo al formulario que se impone el MR. en la p. 1265 (1329).
Credo

PLEGARIA UNIVERSAL

Presentemos, hermanos, nuestras oraciones al Señor en este día santo en que Dios ha manifestado su poder a las naciones, la salvación a los pueblos y a nosotros la luz radiante de su gloria:Por la santa Iglesia de Dios, para que ilumine a los hombres con la luz que resplandece en el rostro de Cristo, disipe las tinieblas de los que viven en el error y dé ánimo a los fieles, para que, con valentía hagan brillar la luz del Evangelio ante todas las naciones, roguemos al Señor.
Por las Iglesias que acaban de nacer en los diversos pueblos, para que su juventud y vigor sean levadura de vida para todas las comunidades cristianas, roguemos al Señor.
Por los pueblos que aún no han sido iluminados por el Evangelio y por aquellos que, habiendo conocido a Cristo, han abandonado el camino de la verdad, para que confiesen a Cristo como Señor y lo adoren como Dios verdadero, roguemos al Señor.
Por nosotros que hemos sido llamados de las tinieblas a la luz admirable de Cristo, para que nos afiancemos en la fe verdadera y sigamos con fidelidad las enseñanzas de Evangelio, roguemos al Señor.
Escucha nuestras oraciones, Dios todopoderoso y eterno, y haz que los que hemos conocido y adorado a tu Hijo, Rey y Señor de todos los pueblos, vivamos siempre como hijos de la luz y nos esforcemos para iluminar con la luz de Cristo a todos los pueblos y naciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.



ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con bondad, Señor, los dones de tu Iglesia, que no consisten ya en oro, incienso y mirra, sino en lo que por esos dones se representa, se inmola y se recibe como alimento, Jesucristo, Señor nuestro. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de la Epifanía, MR, p. 491(492)


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 2, 2
Hemos visto su estrella en el Oriente y venimos con regalos a adorar al Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que tu luz celestial siempre y en todas partes vaya guiándonos, para que contemplemos con ojos puros y recibamos con amor sincero el misterio del que quisiste hacernos partícipes. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, MR, p. 593 (600)


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Dios Padre se espejea en su Hijo Jesús. Efectivamente, la vida entera de Jesucristo se encuadra como una existencia libre y generosamente dedicada a honrar al Padre, amándolo en los hijos más pequeños y necesitados. Dios Padre ama tanto a sus hijos, que nos envía a su Hijo. El Señor Jesús reflexiona sobre las implicaciones de ese amor y decide amarnos como el Padre nos ama. Los creyentes, los padres de familia y cuantos pretendemos ser educadores en la fe, hemos de entender que no hay otra pedagogía ni otro encuadre que el de la congruencia y la ejemplaridad. El Hijo vive como vive el Padre y nos urge a vivir como él vivió. Saldremos de esta crisis de credibilidad y de autoridad, cuando nos acostumbremos a vivir en sana congruencia entre el decir y el obrar. Nos corresponde continuar la obra buena que Dios comenzó en nuestro Bautismo: vivir como lo que somos, hijos del Padre.

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