jueves, 11 de enero de 2018

ÚLTIMOS ARTÍCULOS SOBRE EL PAPA

El Papa anima a los sacerdotes a cuidar los momentos de silencio durante la Misa

 
En su catequesis de este miércoles 10 de enero durante la Audiencia General celebrada en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco reflexionó sobre la importancia del silencio en la liturgia de la celebración eucarística e invitó a los sacerdotes a cuidar esos momentos: “Recomiendo vivamente a los sacerdotes que observen este momento de silencio, que sin quererlo podemos arriesgarnos a descuidar”.
 
El Santo Padre meditó sobre el canto del “Gloria” y la oración de la colecta en la celebración de la Misa, y se centró en el significado de los momentos de silencio.
“En la liturgia, la naturaleza del santo silencio depende del momento específico”, afirmó. Explicó que, durante el acto penitencial, ese silencio ayuda al recogimiento, mientras que tras la lectura o tras la homilía el silencio llama a meditar brevemente sobre aquello que se ha escuchado. Asimismo, después de la comunión, la oración favorece la oración interior de agradecimiento.
 
Por otra parte, “antes de la oración inicial, el silencio ayuda a recogerse en nosotros mismos y a pensar por qué estamos ahí”.
 

El Santo Padre destacó la importancia de escuchar nuestro ánimo y de abrirlo después al Señor: “Tal vez hemos tenido unos días de cansancio, de alegría, de dolor y queremos compartirlo con el Señor y pedir su ayuda, o pedirle que permanezca cercano a nosotros”.
Puede que “queramos pedirle por familiares o amigos enfermos, o que estemos atravesando pruebas difíciles”, o simplemente “pedirle por la Iglesia y por el mundo. Para eso sirve el breve silencio antes de que el sacerdote, recogiendo las intenciones de cada uno, dirija en Voz alta a Dios, en nombre de todos, la oración común que concluye los ritos de introducción, y haciendo la ‘colecta’ de las intenciones individuales”.
 
“El silencio –continuó– no se reduce a la ausencia de palabras, sino en la disposición a escuchar otras voces: la de nuestro corazón y, sobre todo, la voz del Espíritu Santo”.
“Precisamente, del encuentro entre la miseria humana y la misericordia divina toma vida la gratitud expresada en el ‘Gloria’, ‘un himno antiquísimo y venerable mediante el cual la Iglesia, reunida en el Espíritu Santo, glorifica y suplica a Dios Padre y al Cordero’”, explicó el Pontífice citando el Misal Romano.
 
“Podemos decir que el ‘Gloria’, cantado o recitado el domingo, excepto en el tiempo de Adviento y de Cuaresma, y en las solemnidades y fiestas, constituye una apertura de la tierra hacia el cielo, en respuesta a la inclinación del cielo hacia la tierra”.
Recordó que “tras el ‘Gloria’, o también cuando éste no hay, tiene lugar el Acto penitencial. El rezo toma forma particular en la oración denominada ‘colecta’, por medio de la cual se expresa el carácter propio de la celebración, variable en función del día o del tiempo del año”.
 
Además, destacó que “el Acto penitencial nos ayuda a despojarnos de nuestras presunciones y a presentarnos ante Dios como realmente somos, conscientes de ser pecadores, en la esperanza de ser perdonados”.

“Con la invitación de ‘oremos’, el sacerdote exhorta al pueblo a recogerse con él en un momento de silencio con el fin de tomar conciencia de estar en presencia de Dios y de hacer surgir en cada uno, en su propio corazón, las intenciones personales con las cuales participa en la Misa”.
 
Finalmente, invitó a que este silencio reflexivo se extienda más allá de la Misa: “En el rito romano las oraciones son concisas, pero ricas de significado”. Por ello, animó a “volver a meditar los textos fuera de la Misa”, pues “puede ayudarnos a aprender cómo dirigirnos a Dios, qué pedirle y qué palabras usar”.
 
(Publicado en ACIPRENSA)

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Estos fueron los Papas que peregrinaron a Tierra Santa en el último medio siglo

 
En el último medio siglo cuatro Papas viajaron a Tierra Santa y estas visitas apostólicas quedaron marcadas por el llamado a la paz, el diálogo interreligioso y los gestos espontáneos.
 
 
1.- Beato Pablo VI
 
El Beato Pablo VI fue el primer Papa en visitar Tierra Santa desde San Pedro. Además, esta fue la primera visita apostólica que realizó a un país extranjero, la cual duró del 4 al 6 de enero de 1964.
Pablo VI también fue el primer pontífice en utilizar un avión en sus viajes. El hoy beato se reunió el 4 de enero de 1964 con el rey de Jordania, Hussein I. Luego partió a Jerusalén (Israel), donde rezó en el Santo Sepulcro y después se dirigió a Nazaret para visitar la Basílica de la Anunciación.
Al día siguiente tuvo el histórico encuentro con el Patriarca ortodoxo Atenágoras I, en el que ambos celebraron el levantamiento de las mutuas excomuniones impuestas tras el Gran Cisma entre oriente y occidente en 1054.
El 6 de enero, en la Solemnidad de la Epifanía, Pablo VI peregrinó a la Santa Gruta de Belén y entregó una rosa de oro a la Basílica de la Natividad.
 
 
2.- San Juan Pablo II
 
El llamado “Papa peregrino” viajó a Tierra Santa del 20 al 26 de marzo del año 2000, que coincidió con la celebración del Jubileo “Cristo: Ayer, hoy y siempre”. En ese entonces tenía 80 años.
La primera parada fue Jordania, donde tuvo un encuentro con el rey Abdalá II, celebró una Misa en el Estadio de Amán y visitó el Monasterio en el Monte Nebo, donde según la tradición Moisés contempló la “Tierra Prometida”. Además estuvo en el río Jordán, donde Jesús fue bautizado.
El 22 de marzo llegó a Belén para reunirse con el presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat; celebrar una Misa en la Plaza del Pesebre y visitar el campo de refugiados de Deheisha.
Al día siguiente celebró una Misa privada en el Cenáculo de Jerusalén, lugar donde Cristo celebró la Última Cena, y visitó el Memorial de Yad Vashem, dedicado a las víctimas del Holocausto. El 24 presidió una Eucaristía para los jóvenes en el Monte de las Bienaventuranzas, donde les dijo que “les toca a ustedes ir al mundo a predicar el mensaje de los diez mandamientos y de las bienaventuranzas”.
El 25 visitó la Basílica de la Anunciación en Nazaret y sostuvo un encuentro ecuménico. Al día siguiente asistió al Muro de los Lamentos.
En este lugar dejó una oración escrita en la que lamentó las atrocidades cometidas contra los judíos a lo largo de la historia. Finalmente, celebró la Misa en la Iglesia del Santo Sepulcro.
 
 
3.- Benedicto XVI
 
Benedicto XVI peregrinó a Tierra Santa del 8 al 15 de mayo de 2009. Visitó Jordania, Israel y Palestina, donde se reunió con los jefes de estado, el rey Abdalá II, el presidente Shimon Peres y el presidente Mahmud Abbas.
En Jordania permaneció hasta el 11 de mayo. En este país bendijo la primera piedra de la Universidad de Madaba del Patriarcado de Jerusalén, celebró una multitudinaria Misa en el Estadio Internacional de Amman y se reunió con los líderes musulmanes en la mezquita Al-Hussein Bin-Talal de Amman.
En Jerusalén visitó el Memorial de Yad Vashem, la Cúpula de la Roca en la explanada de las mezquitas, el Muro Occidental y celebró la Misa en el Valle de Josafat.
El día 13 Benedicto XVI se dirigió a Belén, donde celebró una Misa y visitó un campo de refugiados; y al día siguiente estuvo en Nazaret. El 15 de mayo tuvo un encuentro ecuménico en la sede del Patriarcado greco-ortodoxo de Jerusalén.
Entre los lugares santos que visitó figuran la antigua Basílica del Memorial de Moisés, en el Monte Nebo; el lugar del Bautismo de Jesús en el río Jordán, el Cenáculo de Jerusalén, la Gruta de la Anunciación en Nazaret y el Santo Sepulcro en Jerusalén.
 

4.- Francisco
 
El actual Pontífice viajó a Tierra Santa del 24 al 26 de mayo de 2014 para conmemorar los 50 años del encuentro entre el Beato Pablo VI y el Patriarca Atenágoras.
Al igual que su predecesor, en Jordania, Palestina e Israel se reunió con las autoridades políticas y religiosas.
Visitó algunos lugares santos como el sitio del Bautismo de Jesús en Betania ante el río Jordán, la Gruta de la Natividad en Belén, el Santo Sepulcro en Jerusalén, la Iglesia de Getsemaní cerca del Huerto de los Olivos y el Cenáculo, donde Cristo celebró la Última Cena.
Uno de los gestos más recordados de esa visita apostólica tuvo lugar el 25 de mayo, cuando se detuvo para rezar unos minutos ante el muro que divide Israel y Palestina.
Al día siguiente protagonizó el recordado “abrazo de las tres religiones” junto con sus amigos argentinos, el rabino Abraham Skorka y el musulmán Ombar Abboud, frente al Muro de los Lamentos. En ese lugar el Santo Padre depositó un papel con el Padrenuestro escrito en español.
El 26 de mayo también se encontró con dos sobrevivientes del Holocausto que fueron salvados por católicos. Además cumplió el sueño de una joven argentina invidente de 19 años, llamada Laura del Milagro Aredez, quien deseaba recibir una bendición suya.
 
(Publicado en ACIPRENSA)
 
 
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El Papa señala las 3 características en las que se sostiene la autoridad del sacerdote

 
Estas son las tres características en las que se sostiene la autoridad del sacerdote, según explicó el Papa Francisco en la Misa de este martes 9 de enero en Casa Santa Marta: emoción, cercanía y coherencia.
 
Según el Santo Padre, fue el mismo Jesús el que estableció esta autoridad pastoral, y así figura en el Evangelio de San Marcos en el que se narra cómo los asistentes a la sinagoga de Cafarnaúm quedaban asombrados de la autoridad de Cristo.
 
A diferencia de las enseñanzas de los escribas y doctores de la ley de Israel, que enseñaban desde sus cátedras alejados de la gente, la enseñanza de Jesús “provocaba el estupor de la gente, movía sus corazones”. “Jesús tenía autoridad porque se acercaba a la gente”, insistió el Papa.
 
“Debido a que era cercano, entendía; y también podía acoger, curar y enseñar con cercanía. Aquello que a un pastor da autoridad, o que despierta en él la autoridad que le ha dado el Padre, es la cercanía, la cercanía a Dios en la oración y la cercanía a la gente”.
 
El Pontífice recordó que “el pastor apartado de la gente no llega al pueblo con el mensaje. Cercanía. Esa doble cercanía (a Dios y a la gente). Esa es la unción del pastor que se conmueve ante el don de Dios en la oración, y que se puede conmover ante los pecadores, ante los problemas, ante las enfermedades de la gente: permite al pastor conmoverse”.
 
En la época de Jesús, los escribas, los doctores de la ley, habían perdido la capacidad de conmoverse porque “no estaban cerca ni de la gente ni de Dios”. Como consecuencia, habían perdido la coherencia de vida. El Papa señaló que eso es lo que Jesús advirtió cuando decía a la gente: “Haced lo que dicen, pero no lo que hacen”.

En este sentido, Francisco advirtió contra la doble vida. “Es terrible ver a pastores con doble vida: es una herida en la Iglesia. Pastores que han perdido la autoridad y que siguen adelante con esta doble vida”.
 
“Jesús es muy duro con los que llevan una doble vida. Además de decir a la gente que les escuche pero que no hagan lo que hacen, ¿qué más dice? Les dice: ‘Sois sepulcros blanqueados’, es decir, bellos en la doctrina, por fuera, pero podridos por dentro. Este es el fin del pastor que no tiene cercanía con Dios en la oración, y con la gente en la compasión”.
 
A pesar de estas duras palabras, el Papa también tuvo un mensaje de esperanza: “Yo diría a los pastores que han vivido la vida separados de Dios y del pueblo, de la gente: ‘A pesar de todo, no perdáis la esperanza. Siempre existe una posibilidad’”.
 
“La autoridad es un regalo de Dios. Sólo procede de Él y Jesús la da a los suyos. Autoridad en el hablar, que procede de la cercanía con Dios y con la gente, siempre juntos. Autoridad y coherencia, nada de doble vida. Y si un pastor pierde esa autoridad, que al menos con pierda la esperanza: siempre hay tiempo de acercarse y de revestirse de autoridad”, concluyó.
 
Evangelio comentado por el Papa Francisco:
Marcos 1:21-28
21 Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar.
22 Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
23 Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar:
24 «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.»
25 Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.»
26 Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.
27 Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen.»
28 Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.
 
(publicado ACIPRENSA)
 
 
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Las redes sociales del Vaticano superan ya los 4 millones de usuarios

 
La Secretaría para la Comunicación de la Santa Sede informó a través de un comunicado de que sus diferentes redes sociales (Facebook, Twitter, YouTube e Instagram) suman ya más de 4 millones de usuarios, lo que reconoce la labor de la nueva Secretaría de la Comunicación en la reforma de la estructura mediática del Vaticano.
 
Un ejemplo, son los 3 millones nuevos de seguidores en Facebook o el “inmediato reconocimiento visual” en Twitter de la cuenta @vaticannews, el nuevo portal de noticias de la Santa Sede.
 
Las distintas redes sociales “son coordinadas por la Dirección Editorial y la Dirección Teológico-Pastoral de la Secretaría para la Comunicación”, dice también la nota. Además, un equipo de la Secretaria para la Comunicación, junto con la Secretaría de Estado, se ocupa de los perfiles oficiales del Papa: en Twitter @Pontifex, con 44 millones de seguidores en 9 lenguas, y @Franciscus en Instagram con 5 millones en un único canal.
 
Por su parte, Mons. Dario Edoardo Viganò, Prefecto de la Secretaría para la Comunicación, asegura que “el fortalecimiento de nuestra presencia en las redes sociales constituye uno de los efectos del gran proceso de reforma de los medios vaticanos que se está implementando”.
 
“Como trabajadores de la comunicación, según la lógica de la Iglesia ‘en salida’, todos estamos llamados a estar en medio de la gente. Hoy esto quiere decir vivir las redes sociales e internet con convicción y responsabilidad” por lo que “debe ser muy clara nuestra perspectiva que exige poner en el centro a la persona, la relación, la cultura del encuentro y, solo en última instancia, la tecnología”.
 
(publicado en ACIPRENSA)
 
 
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El Papa critica los “nuevos derechos” surgidos tras las revueltas de Mayo del 68

 
En su tradicional discurso ante el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, el Papa Francisco rechazó los “nuevos derechos” surgidos a lo largo de los últimos años, en especial tras las revueltas en París de “Mayo del 68”, y que en muchos casos se contradicen entre ellos y contradicen los derechos humanos fundamentales.
 
El Santo Padre dedicó gran parte de su discurso, pronunciado en el Palacio Apostólico del Vaticano, a reflexionar sobre el respeto a los derechos humanos con motivo del 70 aniversario de la adopción por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que tuvo lugar el 10 de diciembre de1948.
 
Afirmó que los derechos humanos “tienen su fundamento en la naturaleza que aúna objetivamente al género humano. Ellos fueron enunciados para eliminar los muros de separación que dividen a la familia humana y para favorecer lo que la doctrina social de la Iglesia llama al desarrollo humano integral”.
 
Por el contrario, “una visión reduccionista de la persona humana abre el camino a la propagación de la injusticia, de la desigualdad social y de la corrupción”.
 
Sin embargo, lamentó que, “a lo largo de los años, sobre todo a raíz de las agitaciones sociales del ‘sesenta y ocho’ –las revueltas estudiantiles que tuvieron lugar en París en el mes de mayo del año 1968–, la interpretación de algunos derechos ha ido progresivamente cambiando, incluyendo una multiplicidad de ‘nuevos derechos’, no pocas veces en contraposición entre ellos”.
 
La pretensión de imponer estos nuevos derechos “no siempre ha contribuido a la promoción de las relaciones de amistad entre las naciones, puesto que se han afirmado nociones controvertidas de los derechos humanos que contrastan con la cultura de muchos países, los cuales no se sienten por este motivo respetados en sus propias tradiciones socio-culturales, sino más bien desatendidos frente a las necesidades reales que deben afrontar”.
 
Por el contrario, la Declaración Universal de los Derechos Humanos busca la “afirmación de la dignidad de cada persona humana, cuyo desprecio y desconocimiento conducen a actos de barbarie que ofenden la conciencia de la humanidad”.
 
“Para la Santa Sede hablar de derechos humanos significa, ante todo, proponer la centralidad de la dignidad de la persona, en cuanto que ha sido querida y creada por Dios a su imagen y semejanza”.
En este sentido, indicó que “desde una perspectiva cristiana hay una significativa relación entre el mensaje evangélico y el reconocimiento de los derechos humanos, según el espíritu de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
 
Francisco también advirtió del “peligro de que, en nombre de los mismos derechos humanos, se vengan a instaurar formas modernas de colonización ideológica de los más fuertes y los más ricos en detrimento de los más pobres y los más débiles”.

Por otro lado, indicó que, tras 70 años de desarrollo de la Declaración Universal, “duele constatar cómo muchos derechos fundamentales están siendo todavía hoy pisoteados. El primero entre todos, el derecho a la vida, a la libertad y a la inviolabilidad de toda persona humana”.
 
Estos derechos fundamentales no sólo “son menoscabados sólo por la guerra o la violencia. En nuestro tiempo, hay formas más sutiles: pienso sobre todo en los niños inocentes, descartados antes de nacer; no deseados, a veces sólo porque están enfermos o con malformaciones o por el egoísmo de los adultos”.
 
“Pienso en los ancianos, también ellos tantas veces descartados, sobre todo si están enfermos, porque se les considera un peso. Pienso en las mujeres, que a menudo sufren violencias y vejaciones también en el seno de las propias familias. Pienso también en los que son víctimas de la trata de personas, que viola la prohibición de cualquier forma de esclavitud”.
 
Además, recordó que “defender el derecho a la vida y a la integridad física significa también proteger el derecho a la salud de la persona y de sus familias”.
 
En esta perspectiva, “deseo que, en los foros internacionales competentes, se trabaje también para favorecer en primer lugar un acceso fácil a todos los cuidados y tratamientos sanitarios”.
 
 
Familias
 
El Papa Francisco también dedicó una parte de su discurso a hablar de las familiar, “al derecho a formar una familia”.
 
“Por desgracia –lamentó–, se sabe que la familia, especialmente en Occidente, está considerada como una institución superada. Frente a la estabilidad de un proyecto definitivo, hoy se prefieren vínculos fugaces. Pero una casa construida sobre la arena de los vínculos frágiles e inconstantes no se mantiene en pie. Se necesita más bien la roca, sobre la que se establecen cimientos sólidos. Y la roca es precisamente esa comunión de amor, fiel e indisoluble, que une al hombre y a la mujer, una comunión que tiene una belleza austera y sencilla, un carácter sagrado e inviolable y una función natural en el orden social”.
 
Por ese motivo, el Papa consideró urgente “que se lleven a cabo políticas concretas que ayuden a las familias, de las que, por otra parte, depende el futuro y el desarrollo de los Estados”.
 
“Sin ellas, de hecho, no se pueden construir sociedades que sean capaces de hacer frente a los desafíos del futuro. El desinterés por las familias trae además otra dramática consecuencia como es la caída de la natalidad. Estamos ante un verdadero invierno demográfico. Esto es un signo de sociedades que tienen dificultad para afrontar los desafíos del presente y que, volviéndose cada vez más temerosas con respecto al futuro, terminan por encerrarse en sí mismas”.
 
Al mismo tiempo, “no podemos olvidar la situación de las familias rotas a causa de la pobreza, de las guerras y las migraciones”.
 
 
Migraciones
 
“Hoy se habla mucho de migrantes y migraciones, en ocasiones sólo para suscitar miedos ancestrales”, advirtió Francisco.
 
Destacó que “no hay que olvidar que las migraciones han existido siempre. En la tradición judeo-cristiana, la historia de la salvación es esencialmente una historia de migraciones. Tampoco hay que olvidar que la libertad de movimiento, como la de dejar el propio país y de volver a él, pertenece a los derechos humanos fundamentales. Es necesario por tanto salir de una extendida retórica sobre el tema y partir de la consideración esencial de que ante nosotros se encuentran sobre todo personas”.
 
 
Libertad religiosa
 
“Uno de los derechos humanos sobre el que me gustaría hoy llamar la atención es el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, que incluye la libertad de cambiar de religión”, continuó.
 
Mostró su pesar por “que el derecho a la libertad religiosa, a menudo, no se respeta y la religión con frecuencia se convierte en un motivo para justificar ideológicamente nuevas formas de extremismo o un pretexto para la exclusión social, e incluso para la persecución en diversas formas de los creyentes”.
 
“La condición para construir sociedades inclusivas está en una comprensión integral de la persona humana, que se siente verdaderamente acogida cuando se le reconocen y aceptan todas las dimensiones que conforman su identidad, incluida la religiosa”.
 
Derecho al trabajo
 
En su discurso, el Pontífice realizó también una defensa del derecho al trabajo: “No hay paz ni desarrollo si el hombre se ve privado de la posibilidad de contribuir personalmente, a través de su trabajo, en la construcción del bien común”.
 
Sin embargo, “es triste ver cómo el trabajo en muchas partes del mundo es un bien escaso. Hay pocas oportunidades para encontrar trabajo, especialmente para los jóvenes. Con frecuencia resulta fácil perderlo, no sólo por las consecuencias de la alternancia de los ciclos económicos, sino también por el recurso progresivo a tecnologías y maquinarias cada vez más perfectas y precisas que reemplazan al hombre”.
 
Distribución desigual de las oportunidades de trabajo y la tendencia a exigir a los trabajadores ritmos cada vez más estresantes también centró las preocupaciones del Papa en su discurso. “Las exigencias del beneficio, dictadas por la globalización, han llevado a una reducción progresiva de los tiempos y días de descanso, perdiéndose así una dimensión fundamental de la vida –el descanso–, que sirve para regenerar a la persona tanto física como espiritualmente”.
 
Finalmente, Francisco condenó el trabajo infantil que, además, en muchos casos termina convirtiéndose en esclavitud. “El flagelo del trabajo infantil pone en peligro seriamente el desarrollo psicofísico de los niños, privándolos de la alegría de la infancia, cosechando víctimas inocentes”.
 
“No podemos pretender que se plantee un futuro mejor, ni esperar que se construyan sociedades más inclusivas, si seguimos manteniendo modelos económicos orientados a la mera ganancia y a la explotación de los más débiles, como son los niños”, concluyó.
 
(publicado en ACIPRENSA)
 
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